"La Fundación San Vicente Ferrer es una asociación de sacerdotes, seminaristas y religiosos catolicos que tiene como superior a Monseñor Juan José Squetino. El fin principal de la Fundación es luchar por la preservación de la fe tridentina, contra las herejías del Vaticano II y la busqueda de la unidad entre sacerdotes y obispos que conservan la Fe de la Santa Madre Iglesia contenida en los Concilios anteriores al Vaticano II, y la elección de un Papa válido"
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jueves, 20 de julio de 2017
¿Dónde está la Iglesia?
“Debe existir en la
Verdadera Iglesia perfecta unidad de régimen, o sea: debe haber al frente de
esa sociedad religiosa una autoridad suprema y visible, de institución divina,
a la cual obedezcan todos los miembros que la forman.
No basta una especie de política de amistad o buena vecindad entre un montón de jefaturas eclesiásticas desconectadas jurídicamente, es decir: independientes entre sí, SIN OTRA CABEZA SUPREMA QUE UN CRISTO INVISIBLE Y CELESTIAL CUYAS PALABRAS Y MANDATOS INTERPRETA CADA UNO A SU GUSTO.”
No basta una especie de política de amistad o buena vecindad entre un montón de jefaturas eclesiásticas desconectadas jurídicamente, es decir: independientes entre sí, SIN OTRA CABEZA SUPREMA QUE UN CRISTO INVISIBLE Y CELESTIAL CUYAS PALABRAS Y MANDATOS INTERPRETA CADA UNO A SU GUSTO.”
(R.P. Fernando Lipúzcoa. Breviario Apologético. 1954)
Todos
aquellos que vimos, por gracia de Dios, los frutos nefastos del Concilio
Vaticano II y su doctrina del "aggiornamiento" (puesta al día), nos
encontramos, sin quererlo, en la triste situación de elegir. Seguir a Dios
manteniendo la fe de siempre o seguir a los hombres en la creación de una nueva
religión más humana que divina como es el modernismo. La decisión no se podía
dudar, abandonar el aparato conciliar con todas sus herejías manifiestas y
seguir a Cristo en su Iglesia guardando las tradiciones bimilenarias y sobre
todo su doctrina inmaculada, era más que evidente.
Ya han pasado casi 60 años desde
que la Iglesia católica quedó sin cabeza visible por la pérdida del Oficio del
Soberano Pontífice, y muchos fieles - eclesiásticos y seglares- que combatimos
en esta dura batalla en defensa de la fe, quizás la última antes del triunfo
definitivo (solo Dios lo sabe), nos encontramos con otro obstáculo doloroso,
que a simple vista parece insuperable: el desgarramiento de la Unidad, en el
que se fue cayendo casi imperceptiblemente a causa, a lo mejor, de la duración
del combate; con la ayuda también de la mala voluntad de algunos que solo
buscan destruir, bajo apariencia de bien, lo poco que queda de la reacción.
Uno de los argumentos más
fuertes y sólidos de los enemigos en sus ataques, es justamente, que el
movimiento tradicionalista está tan dividido en pequeños grupos con tantas y
tantas opiniones teológicas diversas y tan alejados, en la práctica, de la
caridad bien entendida, que se asemeja a las sectas protestantes, donde cada
secta es una iglesia.
Desgraciadamente y haciendo
honor a la verdad... TIENEN RAZÓN.
Muchos tradicionalistas
utilizan, para justificar su actitud sectaria, el siguiente pasaje evangélico:
"Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas". Forzando el sentido
de la frase, quieren hacer decir a Nuestro Señor: "Heriré al Pastor y se
dividirán las ovejas", sentido absolutamente falso.
Es una interpretación puramente
de conveniencia, adaptando la definición de las palabras a su antojo y no al
verdadero sentido escriturístico ni al nominal; dejando pensar que la palabra
"dispersar" tiene el mismo significado que "dividir".
"Dispersar", según la
Real Academia Española quiere decir: "Diseminar lo que está unido" y
"dividir" quiere decir: "Partir, separar en partes,
desunir", en su sentido figurado es mucho más claro rara nosotros el sentido
de "dividir": "Desunir los ánimos, sembrar discordia".
Para cualquiera que se precie de
ser católico, ver la situación actual del tradicionalismo debería ser realmente
alarmante. Hemos llegado a un punto tal de divergencias graves y divisiones aún
peores que tenemos todo el derecho de preguntarnos: ¿Es el
"tradicionalismo" actual un movimiento católico?¿Cuál de todos los
pareceres e interpretaciones tan contradictorios que nos presentan los diversos
grupos debemos seguir para estar ciertos de mantenernos dentro de la Iglesia?¿Debemos
conformarnos con sólo asistir a la "Misa en latín"?
Para darnos cuenta un poco mejor
de la necesidad de buscar la unidad (que debe estar en alguno de esos grupos
tradicionales), a pesar de las fallas humanas, tenemos que estar perfectamente conscientes
que LA UNIDAD DE LA IGLESIA CATÓLICA ES
UNA NOTA DE SU ESENCIA COMO INSTITUCION DIVINA; no un principio humano sino divino.
Es una nota que distingue a la Iglesia de Jesucristo de todas las otras falsas
iglesias o sectas. La Iglesia, para ser la verdadera, debe ser UNA Y ÚNICA,
fuera de la cual no hay salvación. Sin importarnos el número, sean pocos o
muchos, debemos formar un solo cuerpo y una sola alma.
Nos dice Su Santidad León XIII
en su encíclica "Satis Cognitum":
"Ahora bien, si se mira lo que ha sido hecho, Jesucristo no concibió ni
formó a la Iglesia de modo que comprendiera pluralidad de comunidades
semejantes en su género, pero distintas, y no ligadas por aquellos vínculos que
hicieran a la Iglesia indivisible y única, a la manera que profesamos en el
Símbolo de la fe: Creo en una sola Iglesia... Es pues, la Iglesia de Cristo
única y perpetua. Quienquiera de Ella se aparta, se aparta de la voluntad y
prescripción de Cristo Señor y, dejado el camino de la salvación, se desvía
hacia su ruina."
¿Acaso no nos encontramos hoy
más que nunca ante esta situación que "Jesucristo no concibió para su
Iglesia" como nos lo dice Su Santidad? ¿No estamos frente a esa
"pluralidad de comunidades semejantes en su género, pero distintas"
(como son las sectas protestantes) viendo los tantos y tan diversos grupos
tradicionalistas que gritan todos por separado "iSomos católicosl"
pero que no pueden hacer nada juntos?
Es contradictorio proclamarse
"católico"(universal), sin el deseo de comulgar con los demás que "dicen"
guardar los mismos principios y que "dicen" también ser católicos
pero, que pertenecen a "grupos distintos". Canónicamente, esta
actitud renuente de comunión entre los que "se dicen católicos" se
llama CISMA. Dice el canon 13Z5: "...finalmente, si rehúsa (el fiel que ha
recibido el bautismo) someterse al Sumo Pontífíce o se niega a comunicar con
los miembros de la Iglesia que le están sometidos, es cismático." Por
desgracia, en general, no es culpa de las ovejas, sino de la soberbia de los
pastores. Pero, sigamos adelante.
Para entender más profundamente
estos principios de uni(ci)dad y pertenencia a la Iglesia, vamos a profundizar
un poco en otros conceptos que es necesario manejar para captar mejor el
problema actual del tradicionalismo.
Comencemos por la definición de
lo que es una "nota” de la Iglesia, luego, cuáles son las
"notas" de la Iglesia y finalmente, qué es la "nota" de
unidad y cómo debe ser.
*1- "¿Qué es una
"nota"?
"Propiedades o
criterios de legitimidad, son signos sensibles por medio de los cuales podemos
distinguir la verdadera Iglesia de las falsas. Algunas son accidentales o contingentes,
que se manifiestan extrínsecamente como podrían ser los milagros. Otras son
esenciales o necesarias intrínsecamente y son las que llamamos
"nota"por ejemplo las cualidades de la Iglesia que la hacen visible
como tal.
NOTA DE LA IGLESIA,
ES ENTONCES, LA PROPIEDAD NECESARIA Y VISIBLE POR LA CUAL LA IGLESIA DE CRISTO
ES RECONOCIDA COMO TAL Y DISTINGUIDA DE LAS FALSAS IGLESIAS.
La nota de la
Iglesia, por lo tanto, tiene las siguientes cualidades:
a- Una propiedad necesaria de la
Iglesia para poder reconocerla como la verdadera.
b- Visible, por lo menos,
mediata o indirectamente, de otra manera, no se distinguiría de las falsas,
c- Capaz de hacernos conocer la Iglesia en cuanto
tal, en concreto, como la verdadera.
d- Fácilmente reconocible,
pues una nota debe hacer conocer a la Iglesia a todos, pues, es necesario
pertenecer a Ella." (Cfr. P. Salaverri
S.I., "De Ecclesia Christi" T.III, L.3, C.3, A.2 ed BAC)
*2- ¿Cuántas v cuáles son
las notas de la Iglesia?
a- Citaremos la
definición del Concilio Vaticano I con respecto a las notas de la Iglesia:
"Ahora bien, para que pudiéramos cumplir el deber de abrazar la fe
verdadera y perseverar constantemente en ella, instituyó Dios la Iglesia por
medio de su Hijo unigénito y la
proveyó de notas claras de su institución, a fin de
que pudiera ser reconocida por todos como guardiana y maestra de la palabra
revelada." (Dz. 1793)
b-
Es de doctrina católica
definida que la Iglesia está constituida por
cuatro notas como rezamos en el Símbolo de la fe y confirmada por el Papa Pío
IX en el decreto de la Sede Apostólica contra los Anglicanos donde dice:
"La verdadera Iglesia de Jesucristo se
constituye y reconoce por autoridad divina con la cuádruple nota que en el
Símbolo afirmamos debe
creerse; y cada una de estas notas, de tal modo está unida con las otras, que
no puede ser separada de ellas." (Dz. 1686)
c-
Tomadas en conjunto, es
doctrina cierta en teología, que estas notas
muestran la verdadera Iglesia de Jesucristo y que la distinguen de las falsas iglesias.
d- Las cuatro notas
esenciales de la Iglesia son: la unidad, la
catolicidad, la apostolicidad y la santidad.
Estas
notas tienen todos los elementos de la definición: son propiedades esenciales,
son visibles, fácilmente reconocibles y más patentes para reconocer a la
Iglesia como tal
*Unidad. social de
hecho que se manifiesta en la misma profesión de fe, en el mismo régimen de
obediencia y en la práctica del mismo
culto.
*Catolicidad
(universalidad) es la gran difusión numérica y geográfica de los fieles de la
Iglesia por todo el mundo.
*'Apostolicidad. continua
sucesión Romana desde San Pedro y los Apóstoles.
*Santidad, moral,
perfecta y heroica, que se manifiesta por la caridad en las obras, a la cual
siempre está unida.
Dice el Concilio Vaticano
I: "Si alguno negare que solo la Iglesia
Romana, verdadera Iglesia de Cristo, es Una Santa, Católica y Apostólica, SEA ANATEMA" (Esquema "De Ecclesia" en. 16)
Habiendo
visto muy someramente la constitución esencial de la Iglesia de Jesucristo en
sus cuatro notas fácilmente reconocibles, nos queda claro que si no poseemos
una de ellas, no poseemos ninguna de hecho y no pertenecemos a la verdadera
Iglesia.
No
es, entonces, asunto de gustos o de impresiones personales, ni es tampoco cosa
de poca importancia preguntarnos si realmente el tradicionalismo es en todas y
cada una de sus manifestaciones grupales una posición católica.
Es
una pregunta fundamental para la salvación del alma y para el orden de la
Iglesia (en lo que de nosotros depende) si lo que estamos profesando con las
obras en la tradición sirve para salvarme y para salvar a otros.
En
orden a esta cuestión sigue la exposición más precisa sobre la nota de unidad
de la Iglesia, que es en general, el punto débil del tradicionalismo.
*3- /Qué es la nota de unidad? /Cómo
debe ser la unidad de la verdadera Iglesia?
Veremos,
primeramente, unas nociones generales sobre la unidad para luego aplicarlas a
la Iglesia.
Nociones:
-Unidad
es la propiedad por la cual una cosa es indivisa en sí misma y divisa o
distinguible de cualquier otra.
-La
unidad excluye, entonces, la posibilidad de que la cosa sea intrínsecamente
dividida y no sufre ser separada en partes.
Trasladados
estos principios a la Iglesia, podemos decir que:
-La Unidad de
la Iglesia es la propiedad por la cual la verdadera Iglesia es indivisa en sí
misma y perfectamente distinguible de
las falsas.
- La Unidad de
la Iglesia excluye, entonces la posibilidad de ser dividida y no sufre ser
separada en partes.
Por
eso, aquí sí podemos utilizar la frase del Evangelio y comprenderla con más
claridad "Heriré al Pastor y se dispersarán !as ovejas" (Faltando el Sumo Pontífice, la Iglesia se
dispersa, pero NO se divide).
Ahora
bien, la Unidad de la que hablamos se basa en la ordenación de los católicos hacia un fin común bajo una
potestad suprema.
Veamos que nos dice el Papa
Bonifacio VIII en su bula "Unam Sanctam" sobre la unidad de la
Iglesia: "Por apremio de la fe, estamos
obligados a creer y mantener que hay Una sola y Santa Iglesia Católica y la
misma Apostólica... y fuera de Ella no hay salvación ni perdón de los
pecados... Ella representa un solo cuerpo místico, cuya cabeza es Cristo, y la
cabeza de Cristo, Dios. En Ella hay un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo...Esta es aquella túnica del Señor, inconsútil que no fue rasgada,
sino que se echó a suertes. La Iglesia, pues, que es una y única, tiene un solo
cuerpo, una sola cabeza y no dos, como un monstruo, es decir, Cristo y el
vicario de Cristo, Pedro y su sucesor, puesto que dice el Señor: Apacienta mis
ovejas'.
En
la Iglesia, esta unidad debe ser triple: de fe, de régimen (o de gobierno) y de
culto, esto es,
unión
de inteligencia, de voluntad y de obra,
como lo enseña el Papa León XIII en la encíclica
"Satis Cognitum": "Más el que fundó la Iglesia, la fundó
también una, es decir, de tal naturaleza que cuantos habían de formar parte de
ella habían de estar unidos entre sí por tan estrechísimos vínculos, que de
todo punto formaran una sola nación, un sólo reino, un solo cuerpo...Más el
necesario fundamento de tan grande y absoluta concordia entre los hombres es el
acuerdo y unión de las inteligencias, de donde naturalmente se engendra la
conspiración de las voluntades y la semejanza de las acciones."
Es
imposible aplicar de hecho estas enseñanzas de León XIII al tradicionalismo
actual. Quien no lo quiera ver es como el que "viendo no ve y oyendo no
oye". Hay que ser muy necios para afirmar que el tradicionalismo tomado en
su conjunto expresa la unidad de la Iglesia, y por lo tanto, es también de
necios afirmar que todos
los tradicionalistas son católicos. ¿Dónde está la sola nación, el solo reino,
el solo cuerpo del que habla Su Santidad?
Sin
embargo, en alguna parte
debe estar,
pues es promesa de Jesucristo que estará con su Iglesia hasta el fin de los
tiempos.
Para
contestar este aparente dilema, sigamos estudiando más el punto de la Unidad:
1- La Unidad de fe,
es el concurso de las inteligencias en la misma profesión de fe, bajo el
supremo Magisterio de la Iglesia.
2- La Unidad de régimen (o gobiemo ) es la ordenación de las
voluntades hacia el mismo fin social bajo la suprema potestad de gobierno de la Iglesia.
3- La Unidad de culto es la
convergencia en la celebración del Sacrificio y en el uso de los Sacramentos y
actos litúrgicos, bajo la suprema
potestad de santificación de la Iglesia.
Esta
triple unidad social ha sido instituida por Cristo en el Primado de San Pedro y
sus Sucesores.
Estos
tres principios de unidad
han sido atacados por los adversarios de la Iglesia
en todos los tiempos, veamos un poco más en detalle:
1 -LA UNIDAD DE FE,
fue atacada por todos los herejes y apóstatas de la fe católica, quienes
negándola con pertinacia fueron amputados del Cuerpo Místico. Por ejemplo, los
protestantes y los calvinistas, los utraquistas, arríanos, pelagianos, etc.
CON
RESPECTO AL TRADICIONALISMO ¿TENEMOS UNIDAD DE FE?
Unos , por ejemplo, con respecto al Soberano
Pontífice "opinan" que se le puede desobedecer por sistema, cuando
enseña errores contra la fe, suponiendo que un Papa puede errar contra la fe y
proferir herejías sin dejar de ser Papa, como es el caso de la Fraternidad San
Pío X. Este caso merece un estudio mucho más amplio que dejaremos para más
adelante. De todas la "posiciones" tradicionales, es la peor y
francamente no es católica. Dice Bonifacio VIII en la bula "Unam
Sanctam": "Ahora bien,
someterse al Romano Pontífice•, lo declaramos, lo decimos, definimos y
pronunciamos como de toda necesidad de salvación para toda humana
criatura." La posicion de la Fraternidad San
Pío X es insostenible.
Otros
dejan a la Iglesia en un estado de deseperación, de inacción, de muerte,
impropia de cualquier sociedad perfecta, cuánto más de la sociedad la más
perfecta, como lo es el Cuerpo Místico de Cristo, como por ejemplo los
Britones, que prácticamente niegan aún al mismo Dios la posibilidad de dar un
Papa a su Iglesia.
Otros
como los que "opinan" que la Sede de Pedro está ocupada por una
sucesión casi interminable de "Papas materialiter" (Papas
materialmente Papas) dejando la solución de la falta de cabeza a merced de la conversión
de una monstruosa secta herética como lo es el modernismo, es decir que la
continuidad de la Iglesia como formal y materialmente Una, depende de la
conversión de un hereje, en este caso el "Papa materialiter" que ni
siquiera es miembro del Cuerpo Místico de Cristo. Teoría completamente nueva e
innovadora. (Esta posición ya ha sido suficientemente refutada por el Dr.
Homero Johas.)
Otros
que en su deseo de arreglar la situación "opinan" que debemos darle a
la Iglesia a como de lugar, su cabeza visible, es decir, un Papa, y nos
encontramos entonces en la triste realidad que hay "elegidos" 11
"Papas" actualmente la mayoría de ellos por elección milagrosa con
intervenciones de la Ssma. Virgen María o inspiraciones místicas.
Otros
que en definitiva no les importa el problema de la fe, de la pertenencia a la
Iglesia mientras no afecte su "dolce vita" (dulce vida, cómoda y
apacible), de esos, como dice San Benito: "Más vale callar que
hablar".
Ponemos
la palabra "opinan" entre comillas, pues, en la práctica no son
"opiniones", sino, en realidad convicciones tenaces mezcladas con
mucha soberbia y espíritu de independencia.
Lo
peor es que todas estas "opiniones" van apoyadas en la "Misa en
latín".
2- LA UNIDAD DE GOBIERNO, la atacaron,
se opusieron a ella y la negaron todos aquellos que llamándose cristianos,
propugnaron por la autonomía e independencia sectaria. Por ejemplo los
orientales conocidos como las "iglesias autocéfalas" (cabezas
propias), los Protestantes y todos los Anglicanos y actualmente los Modernistas
y Racionalistas.
VAMOS
AL TRADICIONALISMO: ¿HAY UNIDAD DE GOBIERNO?
¿No
aparecemos, acaso, como esas sectas protestantes o esas "iglesias
autocéfalas" donde cada sacerdote es el "Papa" de su feligresía;
dónde los Obispos no gobiernan, sino que son utilizados por los sacerdotes para
la administración de ciertos Sacramentos; dónde el Obispo no quiere y
positivamente se niega a tener autoridad para no tener responsabilidades y
tomar decisiones que en realidad le tocan en conciencia delante de Dios (como
otros tantos Pilatos)? ¿No estamos en el punto de esas comunidades
eclesiásticas de base que tanto pregona el modernismo y van tan en contra del
sentir de la Iglesia, donde el valor de la jerarquía está invertido?
Para
qué seguirle, no acabaríamos más de enumerar "opiniones" y
"posiciones" diferentes.
Otros,
lo que es peor, se dejan gobernar y manejar por laicos poderosos e influyentes,
rebajando así la dignidad de la Iglesia.
Lo
peor es que todas estas "opiniones" van apoyadas en la "Misa en latín".
3-
LA UNIDAD DE CULTO, fue atacada,
se opusieron a ella y la negaron los Protestantes, los Latitudinarios, los
Racionalistas y los Modernistas. Al ser para ellos la fe algo puramente interno
y fiducial (de confianza) no era necesario un culto único, siendo que en la
unidad del Sacrificio y Sacramentos y ritos, se ve claramente el mismo obrar
que caracteriza a la Iglesia de Cristo.
VAMOS
AL TRADICIONALISMO: NO PODEMOS DECIR QUE TENGAMOS UNIDAD DE CULTO.
Cada
grupo posee sus características propias. En cuanto al Sacrificio, por ejemplo
la Fraternidad San Pío X nombra a un hereje (Juan Pablo II) en el canon de la
Misa como si la Iglesia fuera "Una cum" un hereje. Reconociendo los
ritos de Juan XXIII, toman de ellos lo que les parece.
Algunos
siguen los ritos de San Pío X, y aunque asintiendo que el último Papa fue Pío
XII, escudriñan en su pontificado errores y fallas humanas que no tocan a la fe
para no aceptar sus reformas litúrgicas. El error de éstos es que se convierten
en jueces de todos los Papas y que relativizan el Papado según sus afirmaciones
personales.
Otros
toman de S.S. Pío XII lo que les gusta, "total, no hay Papa" dicen
ellos. Otros, lo que es peor, siguen en partes importantes de la liturgia los
ritos de Juan XXIII, con sus reformas modernistas y ecuménicas que dieron el
primer paso para la destrucción de la liturgia y con el pretexto de
"acomodarse a la exigencia de los fieles" se "desacomodaron a
las exigencias de Dios".
Pero lo peor
es que todas estas "opiniones" van apoyadas en lo más sagrado que
tiene la Iglesia: "la Misa en latín".
Este
trabajo no es una crítica de nadie en especial, sino que todos, en lo que nos
corresponde debemos darnos cuenta que nuestra actuación puede ser un
"granito de arena" en la confusión actual. Por eso le pedimos a Dios
encarecidamente y con instancia que no nos hagamos sordos a la "voz del
Señor que nos llama", ni ciegos a la luz del Espíritu Santo, que desea en
cuanto Amor Infinito la Unidad de los católicos, fruto de la fe informada por
la caridad.
Todos
vemos y aceptamos que esta falta de unidad que pone en juego nuestra salvación
eterna viene como consecuencia de no tener una cabeza visible única, de no
tener un Papa. Dice el dogma:"Ubi Petrus, ibi Ecclesia"(Donde está
Pedro, está la Iglesia); hoy podemos decir: "Donde está ese deseo eficaz tener
a Pedro, ahí está la Iglesia." Hagamos todo lo que esté de nuestra parte
para lograrlo, al menos busquemos la unidad, de a poco, por el bien de las
almas, muchas de las cuales han perdido la fe a causa de nuestras divisiones.
Es
en esta disposición efectiva y eficaz de buscar la unidad donde está el
verdadero católico. Es aquí y sólo aquí donde se encuentra la verdad, en el
deseo eficaz
de recuperar la unidad; no solamente en palabras sino en obras. El trabajo
apostólico hecho en la división "no recoge, sino que desparrama". Es
en la búsqueda de la elección del Papa donde se encuentra la pertenencia a la
Iglesia Católica.
Como
decia Santa Teresita antes de morir : "Que Dios nos encuentre con las
armas en las manos". Si es su voluntad santísima que nunca lo logremos a
causa de los pecados de la humanidad, que no quede en nuestras conciencias el
no haberlo intentado. Dejemos de lado toda la soberbia que el demonio inspira
en nosotros, todo particularismo sectario que divide y desune. No hagamos como
los modernistas que para unirse con los herejes y cismáticos buscan lo que los
une, sin ver lo que los separa; no, nosotros vamos a ver lo que nos separa,
para que, con humildad y caridad de parte de todos podamos llegar a un
entendimiento católico para poner fin a la situación actual, pero sin ceder en
la obligación de elegir al Papa para que nos gobierne y nos una.
No
importan las divergencias, antes de decidir podemos y debemos hablar; hablando
se entiende la gente, cuánto más los católicos. Tratemos con la gracia de Dios
de reunir a los "dispersos" y de unir a los "divididos”.
De
nuestra parte, la Fundación San Vicente Ferrer con todos sus miembros, estamos
dispuestos a dialogar de manera caritativa con quien quiera hacerlo. Muchos de
entre nosotros no nos conocemos más que por referencias, muchas veces mal
intencionadas para lograr justamente la
división.
Nosotros solamente queremos el bien de la Iglesia y ponemos a Dios y a
la Santísima Virgen por testigos de que es así. La situación actual es
catastrófica, sin precedentes en la historia de la Iglesia, no aumentemos con
nuestra soberbia el dolor de la Esposa Inmaculada de Jesucristo.
Estamos
seguros de que muchos de los que lean esta trabajo, se van a burlar de nuestras
intenciones, o simplemente no harán caso alguno, pero, que Dios juzgue a cada
quien. Lo que sí queremos, es hacer nuestra una frase que el R.P. Castellani
(r.i.p.)dirigió a aquellos que lo perseguían en una situación similar: "Con Ustedes; sin Ustedes o contra Ustedes,
vamos a tratar de ayudar a la Iglesia. Y si fracasamos, salvaremos nuestra
alma, que es en definitiva lo que importa."
LAUS DEO
Mons. Juan José Squetino Schattenhofer.
Nota. Los
obispos sedevacantistas, sólo tienen el poder de orden y ejercen la
jurisdicción extraordinaria sólo de una manera provisional, hasta que la Sede
de San Pedro sea ocupada por un Papa verdadero. Y DE NINGUNA MANERA LES ES
LÍCITO PERPETUARSE INDEFINIDAMENTE AL AMPARO DE LA NECESIDAD, A TRAVÉS DE LA
VIRTUD DE LA EPIQUEYA, SIN PONER LOS MEDIOS ADECUADOS PARA ACABAR CON LA
VACANCIA.
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