
La investigación duró varias semanas, lapso en el que el cómplice, también homosexual, se involucró con los sacerdotes y llegó a tener relaciones sexuales con uno de ellos, después de pedirle que se pusiera su sotana. Todo fue filmado con una cámara oculta. La diócesis de Roma deploró el reportaje del semanario, que salió a la venta ayer, mediante un largo comunicado de prensa, en el cual denunció la “evidente” finalidad del artículo: “Crear escándalo, difamar a todos los sacerdotes y desacreditar a la Iglesia”.
Apuntó que el intento de difamación quedó explícito en una parte de la declaración de uno de los entrevistados, quien aseguró que “98% de los sacerdotes que conoce es homosexual”. “Los hechos relatados no pueden no suscitar dolor y desconcierto en la comunidad eclesial de Roma, que conoce de cerca a sus sacerdotes no de ‘doble vida’, sino con una sola vida, feliz y alegre, coherente a la vocación, donada a Dios y al servicio de la gente”, indicó.
“Estos son —agregó— los más de mil 300 sacerdotes de nuestras 336 parroquias, oratorios, obras de caridad, de los institutos de vida consagrada y de otras realidades eclesiales”.
El boletín subraya que nadie está obligando a los prelados homosexuales a permanecer como curas. “No queremos hacerles daño”, dice el comunicado, pero su conducta “mancha la reputación de otros”. La diócesis de Roma recordó que está “comprometida” a “perseguir con rigor”, bajo las normas de la Iglesia, “todo comportamiento indigno de la vida sacerdotal”.
El director de Panorama, Giorgio Mulé, explicó que su revista no pretendió escandalizar, sino demostrar que no se trata de un caso aislado y que, cuando comprobaron al menos cuatro casos, decidieron parar: “El tema ya era de por sí bastante embarazoso y además nuestro reportero se arriesgaba a exponerse demasiado”, ponderó.
El Universal
México
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