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jueves, 17 de julio de 2014

ORACIÓN ANTE UN CRUCIFIJO


     MIRADME aquí, oh bondadoso y dulcísimo Jesús, postrado de rodillas en vuestra divina presencia, para pediros y rogaros, con todo el fervor de mi alma, que os dignéis grabar en mi corazón los más vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad; un verdadero arrepentimiento de mis culpas, y un propósito firme de enmendarme de ellas, mientras que yo, con el más grande afecto y dolor contemplo vuestras cinco llagas, teniendo presente, ¡oh Jesús mío!, lo que ya de antemano anunciaba de Vos el profeta David: “Han taladrado mis manos y pies, y han contado todos mis huesos.”

     Reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre, etc. Ganan indulgencia plenaria aplicable a las almas del purgatorio, los que habiendo confesado con dolor sus pecados y habiendo comulgado rezan esta oración de­votamente.

La Cruz es mi salvación segura.
La Cruz siempre veneraré.
La Cruz de Nuestro Señor está conmigo. 
La Cruz es mi refugio.
300 días de indulgencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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