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jueves, 16 de junio de 2011

¿COMO TE DESPIERTO?



¡Ya mi madrecita (1)
tiene mucho sueño. . .!

Cuando yo ¡"su Indio"!
arrobado de amor la contemplo.
y pongo en mis ojos
las llamas febriles de todos mis besos;
y de mi inocencia
levanto del suelo
las rosas marchitas,
los capullos muertos;
y les doy por roció las gotas
de mi llanto acerbo. . .
y le hablo con medias palabras, de niño
con dulces chiqueos
y, mi pobre ramo,
de rodillas, temblando le ofrezco. . .,
ella, sin sentirlo!
ella, sin quererlo!
el manojo de rayos de luna
reclina en el pecho,
y se queda dormida, soñando
seguro: en el Cielo. . .!
¡Me lo dice la dulce sonrisa
que en sus labios veo. . .!

¡Ya mi madrecita
tiene mucho sueño. . .!

Al prender los crepúsculos rojos
su lumbre en el cielo. . .:
(Los crepúsculos, tontos! pretenden
en lagos de sangre ahogar los luceros. . .)
al cantar las tardes
su dulce elegía que llora en el viento.
ella va, diariamente, sin falta,
a doblar sus rodillas, al templo,
(al templo del "Indio". . .)
a juntar sus plegarias al rezo
del hijo: a escuchar sus palabras,
¡Las palabras henchidas de ajenjo
que nadie comprende, ¡más que ella!
porque de su seno
y del dulce licor
de sus pechos
bebió el "Indio" su loca tristeza,
su fiebre de ensueños,
ese dulce llorar ¡que es de gloria!
ese extraño reír, ¡que da miedo. . .!
ese gesto de muerte... ¡que es vida!
la ambición de vivir... que es de un muerto!
Ella va, silenciosa, sonriente,
con su amor maternal en el pecho,
con su fardo de penas a cuestas...,
¡a beber ensueño...!
¡a engarzar plegarias
con las oraciones del hijo pequeño. . .!
a sentirlo, en sus brazos, chiquillo,
el "Ave María" diciendo
sobre sus rodillas,
al compás inefable de sus dulces besos. . .!
a eso va ella,
a eso va al templo. . .!
¡y se queda dormida. . .! ¡dormida!
sin oír mi acento,
sin mirar mis ojos, sin llorar mis quejas,
sin sentir la agonía de mi pecho,
¡sin temblar, cuando vibra en mis labios
la voz ya apagada de mi padre muerto. . .!

Ya mi madrecita
tiene mucho sueño,...!

Madre! Madre! Madre!!
¿Cómo te despierto. . .?
Mons. Vicente M. Camacho
Octubre 27 de 1925

(1) Iba Doña Julianita lodos los dias a San Miguel a rezar el Rosario y oír la predicación de su hijo el Sr. Camacho, y...

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