Mexicanos, mexicanos, que gemís en hondo duelo
Al mirar que ya sin rumbo, de la Patria el barquichuelo
Es juguete de las olas y no tarda en zozobrar;
Levantad vuestras pupilas y clavadlas en el cielo
En María de Guadalupe que es estrella de la mar.
Mexicanos, mexicanos, que la llama destructura
Del incendio que la Patria en cenizas vuelve ahora
Con la sangre de mil pechos quisistes apagar...
Ved: Maria de Guadalupe es la nube bienhechora
que el incendio de la Patria con su lluvia apagará.
Mexicanos, mexicanos, que os volvéis hacia el oriente
Esperando algún rayito de luz pura que os ahuyente
Esta noche tenebrosa que en su manto os envolvió:
Levantad vuestras miradas hacia el trono refulgente
De María de Guadalupe que es Aurora y trae el sol.
Mexicanos, mexicanos, que exhalando heroico ¡Viva!
Expiráis en el combate sin tener quién os reciba
En sus brazos, ni quién guarde vuestro último estertor. . .
¡Oh! María de Guadalupe es la madre compasiva
Que a los héroes de mi Patria en sus brazos recibió!. .
Mexicanos, mexicanos que al oír el ronco grito
De la herida águila azteca le buscáis un lugarcito
Donde pueda estar segura. . . No hallaréis aquel lugar
¡Ni en la cumbre de los Andes! ¡La persigue el infinito!...
Escondedla entre las rocas del sagrado Tepeyac!...
Al mirar que ya sin rumbo, de la Patria el barquichuelo
Es juguete de las olas y no tarda en zozobrar;
Levantad vuestras pupilas y clavadlas en el cielo
En María de Guadalupe que es estrella de la mar.
Mexicanos, mexicanos, que la llama destructura
Del incendio que la Patria en cenizas vuelve ahora
Con la sangre de mil pechos quisistes apagar...
Ved: Maria de Guadalupe es la nube bienhechora
que el incendio de la Patria con su lluvia apagará.
Mexicanos, mexicanos, que os volvéis hacia el oriente
Esperando algún rayito de luz pura que os ahuyente
Esta noche tenebrosa que en su manto os envolvió:
Levantad vuestras miradas hacia el trono refulgente
De María de Guadalupe que es Aurora y trae el sol.
Mexicanos, mexicanos, que exhalando heroico ¡Viva!
Expiráis en el combate sin tener quién os reciba
En sus brazos, ni quién guarde vuestro último estertor. . .
¡Oh! María de Guadalupe es la madre compasiva
Que a los héroes de mi Patria en sus brazos recibió!. .
Mexicanos, mexicanos que al oír el ronco grito
De la herida águila azteca le buscáis un lugarcito
Donde pueda estar segura. . . No hallaréis aquel lugar
¡Ni en la cumbre de los Andes! ¡La persigue el infinito!...
Escondedla entre las rocas del sagrado Tepeyac!...
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