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viernes, 23 de septiembre de 2011

De un sordo y dos mudos que sanó San Vicente Ferrer

Poco después de la muerte del Santo, un Tomás Amborsech, del obispado de Vannes, padecía tal enfermedad en el oído, que de las dos orejas le salía continuamente un humor corrompido, de suerte que no podía oír sino con gran trabajo, y esto por espacio de cinco años; al cabo de los cuales, cumpliendo un voto que tenía hecho, se fue al sepulcro del Santo, y alcanzó la salud que deseaba.
Oliverio Danoval atestigua cómo en el año 1451, día de Santiago, un hijo suyo perdió la palabra, sin poderla cobrar por espacio de muchos días. En el año siguiente, fue el sobredicho hombre a Vannes, día del apóstol San Pedro, para ganar la indulgencia que estaba publicada en la iglesia del mesmo apóstol; y andando por allí vio el sepulcro de San Vicente y en él muchas imágenes y señales en memoria de los milagros que el Santo había hecho. Volvió después a su casa y mirando a su hijo mudo, comenzó a contar a su mujer los milagros del maestro Vicente, y creciéndole a él mesmo la esperanza con la buena plática, hizo a San Vicente esta propia oración: maestro Vicente, yo he visto muchos y muy lindos milagros que Dios tiene hechos por vuestras rogarías, hazme, pues, merced de suplicar al mesmo Dios por este niño, que no quede mudo, y yo y su madre os le llevaremos a vuestro sepulcro y allí os ofreceremos algo. Sin más tardanza, acabadas estas palabras, el mudo habló y nunca más perdió la habla. Este mismo testigo cuenta otra cosa, la cual pondré aquí porque ya esté dicha para adelante, y es que él rogó al maestro Vicente le guardase toda su casa de la pestilencia que entonces corría; y con ser verdad que muchos murieron heridos en aquella aldea, y en su mesmo vecindado, no hallaron jamás las landres camino para entrar en su casa, ni dañar alguno de ella.
Item, dice que Perrina, hija de Juan Dagot, estuvo herida de pestilencia y a la muerte y que sanó por milagro que San Vicente hizo en ella. Un niño estuvo sin poder hablar por espacio de un mes, y al cabo, sanó por los merecimientos y oraciones del Santo.

FRay Justino Antist O.P.
VIDA DE SAN VICENTE FERRER

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