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viernes, 17 de junio de 2011

EL ANTICRISTO Y LA CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II

Por Mons. José F. Urbina Aznar
mayo 2011

EL PURGATORIO ES UN LUGAR


El jueves 13 de enero de este año (2011) la Prensa mundial trasmitió una noticia que dice que Benedicto XVI había declarado que el Purgatorio "no es un lugar". Dice la nota de la agencia ZENIT: "El Purgatorio no es tanto un "espacio" donde se purifican las almas, sino un "fuego interior" que purifica a la persona y la hace capaz de contemplar a Dios, afirmó Benedicto XVI ayer en su audiencia general".
Dice este señor que se ha inspirado en las revelaciones de Santa Catalina de Genova "que nunca tuvo revelaciones particulares sobre el Purgatorio", dice la nota. ¿Y cómo es posible esto?, pregunta obligada en cualquier cabeza que no padezca un retrazo mental. Santa Catalina de Genova escribió un tratado místico sebre el Purgatorio, pero en base a éste, es elemental, no se puede establecer un tratado dogmático sobre este lugar de purificación. No es posible establecer una doctrina perenne que pueda incluirse en el patrimonio magisterial de la Iglesia que incluya la intensidad y duración de las penas del Purgatorio, la calidad de sus habitantes, y cosas por el estilo. La cola de la Bestia aparece en las siguientes afirmaciones de Benedicto: "en los escritos inspirados de nuestra santa es un elemento central la manera de describirlo (el Purgatorio) que tiene características originales respecto a su época".
Habría que preguntarle a Benedicto a qué le llama "características originales respecto a su época". Aquí es evidentísimo el divorcio completo entre las doctrinas de aquella época y las nuevas inauguradas después del Concilio Vaticano II. Además dice: "Ella no parte del más allá para narrar los tormentos del Purgatorio como era habitual en ese tiempo y quizás hoy". Benedicto dice que el Purgatorio consiste en un "fuego interior". Si el hombre tiene un espíritu que lo forma igualmente, del que viene el amor, el gozo, el sufrimiento, el miedo y todos esos sentimientos interiores, habría que averiguar qué es ese fuego "interno" que padecen los habitantes del Purgatorio estando despojados del cuerpo. ¿El hombre está formado por cuerpo, espíritu y un misterioso ente que deben explicarnos los teólogos modernistas?.
Ya veremos más adelante, que la doctrina de que el Purgatorio no es un lugar, está contra la enseñanza elemental de la Iglesia y contra el Magisterio. Tiene razón Benedicto XVI al decir que esa doctrina se cree "quizas hoy". ¿De dónde la aprendió el pueblo?, ¿no de las enseñanzas de la misma Iglesia?, pero la rasquera terrible como de perro sarnoso que tienen los modernistas-progresistas contra la Doctrina ortodoxa los hace llegar a límites ridículos. Se cuelgan de cualquier cosa -como de los escritos de Santa Catalina de Génova- para negar, o por lo menos confundir. En su libro LA TÚNICA RAZGADA el escritor católico Tito Casini dice que si estos herejes modernos no hubiesen encontrado un sólido muro en las declaraciones dogmáticas de los papas y de los concilios, las cuales son imposibles de saltar, hubiesen tenido el camino expedito para destruir mucho más de lo que hasta hoy han logrado. Aun así ellos han podido silenciar, explicar de otra manera que oculta el error o atacar subrepticiamente la Doctrina. Es que esta nueva religión diabólica no es clara y definitiva como se ve a primera vista en los textos del Magisterio. Esta es una religión dialéctica que puede adaptarse a cualquier situación que se presente para dejar contento al ignorante.
Conviene, entonces, repasar la doctrina del Purgatorio, a la luz del Magisterio eterno.

¿QUE ES EL PURGATORIO?.
¿ES EL PURGATORIO UN LUGAR?.
En el año de 1934, el Secretariado Nacional de las Congregaciones Marianas publicó un Catecismo al cual llamó INSTRUCCIÓN RELIGIOSA, con el Imprimatur de Mons. Leopoldo Ruiz, Arzobispo de Morelia, en el que podemos leer: "El Purgatorio ES UN LUGAR de expiación temporal... Los que mueren con sólo pecados veniales no merecen el Infierno, ni pueden ir al Cielo, porque nada manchado puede entrar en él. Debe, pues, existir UN LUGAR para que las almas se purifiquen antes de entrar en el Cielo".
En el Purgatorio, las almas sufren dos clases de penas. La pena de daño y la pena de sentido. La pena de daño es la privación de Dios y la pena de sentido es el fuego y otros males con que son atormentados.
En una ocasión le dijeron a San Juan Bosco: Dios es cruel, porque ha hecho el fuego del Purgatorio igual al del Infierno, a lo que contestó: más bien es miseridordioso porque ha hecho el fuego del Infierno igual al del Purgatorio. ¡¡Benedicto NO está diciendo que este es el fuego del Purgatorio!!: miente. Si ese fuego al que se refiere es la pena de daño, o sea la privación de Dios, entonces esta ocultando que en el Purgatorio se padece la pena de sentido, que de ninguna manera es un fuego interno, como dice, sino que ese fuego está en el Purgatorio para atormentar a quienes están en él a fin de que las reliquias del pecado sean borradas para que sea posible la entrada en la Patria celestial.
¡Qué forma maligna para embrollarlo todo a fin de confundir!. La pena de sentido, que es la privación de Dios, es un tormento para las almas, mucho peor enseña la Iglesia que la pena del fuego. Es un tormento inimaginable que Benedicto XVI ha convertido en un "fuego interno". Su intención está muy clara. El fuego del purgatorio lo hace un fuego interno, algo asi como un intenso sufrimiento espiritual que al hombre no es desconocido. Y no tan temible desde luego. El fuego exterior lo elimina y así el Purgatorio se hace algo soportable. Con razón el Apocalipsis dice que este individuo habla como el Dragón. Muchas almas evitan el pecado por amor a Dios, pero otras se abstienen de él por miedo al castigo, que en últimas consecuencias es saludable al hombre. No decimos nada sobre los cínicos ingratos que permanecen en pecado que le han perdido el miedo a Dios y al Diablo por preferir continuar en sus desórdenes remojados en su porquería. Estos hombres son el producto de nuestro tiempo final. ¿No son las doctrinas de Benedicto XVI una vía abierta para el pecado?. Si esta doctrina se junta con la predicada por Juan Pablo II que decía que el Infierno no es más que un estado anímico del alma ¿no tenemos ya a la vista la doctrina de Satanás que se esfuerza en engañar a los hombres diciendo que él no existe, ni hay Infierno, ni castigo postrero para los pecadores, y que todos los que mueren van inmediatamente a "la casa del Padre misericordioso que quiere que todos los hombres se salven"?.
En el año de 1936, la Acción Católica Mexicana, publicó el Catecismo del Cardenal Pedro Gasparri. Tiene el Imprimatur de Mons. Leopoldo Ruiz igualmente. En la Pág. 196 se dice del Purgatorio: "...finalmente, si -el alma- está en gracia, pero con algún pecado venial, o con alguna DEUDA de pena temporal, ES RECLUIDA EN EL PURGATORIO, hasta que satisfaga plenamente a la divina justicia". La palabra RECLUIR da idea de lugar. Según el Diccionario de la lengua es: "Encerrar; recluir a uno en una cárcel". 0 sea, encerrar a alguien EN UN LUGAR e impedir que salga. Esto es, en un LUGAR.
Igualmente, en el Catecismo del Padre Remigio Vilariño S. J. llamado PUNTOS DE CATECISMO, que se publicó en 1962 con el Imprimatur del Obispo Paulus Flaviobrigensis de Bilbao leemos sobre el Purgatorio: "El Purgatorio, dice el Catecismo, ES UN LUGAR adonde van las almas de los que mueren en gracia de Dios, sin haber enteramente satisfecho por sus pecados, para ser purificados con terribles tormentos". Igualmente, habla el Padre Vilariño de la pena de daño y la de sentido que los que están en el Purgatorio padecen. La pena de daño, dice, es carecer de la vista de Dios. De la pena de sentido dice: "...padecen alguna pena de sentido, es decir, aflicciones positivas y semejantes a los dolores sensibles que aquí padecemos. No es fácil determinar de qué clase son esas penas, ni siquiera si son de una o varias. Parece que las hay de varias clases y aunque no es de fe, es persuación de los doctores en general que una de esas penas es el fuego que no se diferencia en calidad del fuego del Infierno".
En la Iglesia no toda doctrina ha sido declarada dogma de Fe. Esos son los puntos que a los ojos de los nuevos herejes son atacables, pero Dios se ha encargado de revelar muchas cosas sobre la otra vida en la eternidad. Hay una larguísima lista de casos en los que las almas del Purgatorio se aparecen a los santos para pedir sufragios o para comunicar las cosas del Purgatorio. Si reunimos todas esas experiencias, sabremos con seguridad que allá hay fuego, y que las penas que allá se padecen son severísimas.
Sin embargo en el Purgatorio, hay almas que casi no están sujetas a la pena de sentido. Aquellas que durante su vida en el mundo practicaron las virtudes, evitaron el pecado, frecuentaron los Sacramentos, cumplieron fielmente los preceptos de Dios contenidos en los Mandamientos y en los mandamientos de la Iglesia, hicieron oración y penitencia como dijo Cristo, pero no alcanzaron a limpiarse de todas las reliquias del pecado, es decir, que unas leves manchas le impiden presentarse ante la infinita pureza de Dios. En este caso, dice el Padre Vilariño, "ese Purgatorio tan suave y breve sólo pueden esperarlo aquellos cristianos exactos y fervorosos que cometen muy pocas faltas o purifican las que cometieron con obras de virtud y penitencia". De esas penas más leves, dice el Padre: "Parece poder afirmarse que algunas ánimas están en otros LUGARES por razones que la Providencia manifiesta, a veces no. Y ciertamente, Dios concede más fácilmente a las ánimas del Purgatorio que a las del Infierno, comunicarse con los fieles de este mundo. Y aun a algunos, por sus especiales faltas, les ha impuesto SITIOS determinados de purificación, a juzgar por algunas apariciones". San Beda el Venerable al hablar de sus visiones del Purgatorio, dice que aparecen algunas almas con vestiduras blancas y resplandecientes, EN UN LUGAR lúcido y ameno. Pero también conviene recordarle a aquellos que encharcados en el pecado dicen que a última hora se van a arrepentir, y por una gracia lo logran, o a aquellos relapsos que regresan al pecado una y otra vez como el perro que se come su vómito -dice San Pedro- y que se burlan del perdón de Dios, o los que son tibios e indiferentes con las cosas de la Religión y que todo lo quieren dejar para tiempos venideros, o para la vejez, dándole a Dios sólo las sobras, repito, conviene recordarles lo que decía San Agustín y San Gregorio Magno. El primero decía: "Este fuego -del Purgatorio-, supera cuantas penas el hombre padece en esta vida y cuantas puede padecer". El segundó escribía: "Pienso que aquel fuego transitorio es más intolerable que todas las tribulaciones de este mundo". Y San Cesáreo Arelatense decía: "Dirá alguno: no me importa detenerme algo en el Purgatorio, con tal que al fin salga para la vida eterna. Hermanos carísimos; no digáis eso; porque ese fuego del Purgatorio será más duro que cuantas penas se pueden ver, sentir o pensar".
De acuerdo están numerosos Padres de la Iglesia. Famoso es el caso de aquel monje al que se le apareció un alma del Purgatorio para pedirle sufragios, pero éste le expresó su deseo de padecer en el mundo cuantos tormentos debía padecer en el Purgatorio a lo que el aparecido le dijo: si así quieres, extiende la mano. Y le dejó caer una gota de sudor por lo cual el pobre monje se privó por el dolor, cayendo al suelo. Un año completo estuvo postrado en medio de intensos y horribles dolores hasta el momento de su muerte.
Los que se niegan a renunciar al pecado, los que la pasan bien viviendo una vida indiferente, los que son dirigidos por sus compromisos sociales antes que atender el negocio de su salvación, son hombres inconscientes que no se imaginan la tempestad que han atraído sobre sus cabezas. No hay que perder de vista que el motivo del Purgatorio es el pecado VENIAL por el cual no se pierde la gracia de Dios, y las imperfecciones voluntarias. El pecado mortal es condenación segura. Nada manchado puede entrar en Dios. Las penas de purificación, entonces, están en relación directa a la infinita perfección, pureza y grandeza de Dios a la vista de la gravedad del pecado cuya grandeza y malignidad no es posible al hombre medir.
Es motivo de grande tristeza y susto, ver en muchos la fría indiferencia con que toman las indulgencias de la Iglesia. Yo me pregunto si esos que desprecian que a ellos se apliquen los méritos de Cristo, de la santísima Virgen y de los santos, ¿no solamente no han recibido indulgencias, sino además han añadido a su carga más penas en el Purgatorio?. Los hombres muchas veces viven como si Dios no existiera. Como si el justo y eterno Juez no les fuera a pedir estrictas cuentas de todo lo que han hecho a fin de premiarles todas sus obras buenas por mínimas que hayan sido pero también castigarles todo lo malo que hicieron aun las cosas mínimas ¿son los hombres perros que en el momento de la muerte quedan a media calle y todo allá se ha terminado?. Muchos parece que eso son. ¿Cómo se puede pensar distinto si las obras están a la vista y no se pueden ocultar?. Lo que uno piensa influye sobre lo que uno hace, y sobre todo, lo que uno vive, determina a la larga lo que uno piensa. Por eso las obras revelan el verdadero pensamiento. Así, los que abandonan las prácticas cristianas un día serán herejes.
Igualmente, en el CURSO SUPERIOR de la DOCTRINA CRISTIANA de F. T. D., en el número 206 dice: "¿Qué es el Purgatorio? El Purgatorio ES UN LUGAR de penas donde las almas de los justos acaban de purificarse de sus pecados, antes de entrar al Cielo".
La doctrina del Purgatorio se funda en la sagrada Escritura y en la Tradición. En el Libro de los Macabeos (que los protestantes han eliminado de sus biblias) (Cap. XII, 46) leemos: "Es santa y saludable idea, rogar por los difuntos para que queden libres de sus pecados". En el Evangelio de San Mateo, se habla de "una cárcel de donde no se saldrá antes de haber pagado el último maravedí" (Cap. V, 26). El Concilio de Trento enseña que quien no ha satisfecho enteramente por sus pecados en esta vida, habrá de purificarse EN EL FUEGO del Purgatorio (VI, 30).
Aunque la creencia en el fuego del Purgatorio no haya sido declarada dogma de Fe, forma parte indudablemente del patrimonio magisterial de la Iglesia. El mismo Calvino reconocía que los Padres de la Iglesia enseñaban la existencia del Purgatorio que era un lugar en el que las almas estaban detenidas para purificarse con fuego y otras penas, pero añadía que estaban equivocados. Esta doctrina, dice el Catecismo F. T. D., es enseñada por Santo Tomás y San Agustín.

¿QUE DICEN LOS PAPAS Y LOS CONCILIOS SOBRE EL PURGATORIO?.
Durante el pontificado del Papa Inocencio IV (1243-1254), se efectuó el Concilio de Lyon. Aunque este Concilio no publicó decretos dogmáticos, existe la carta SUB CATHOLICAE escrita al obispo Frascatí, Legado de la Sede Apostólica entre los griegos del 6 de marzo de 1254 en la que a las claras se ve la doctrina de la Iglesia. En su número 23 (Denz. 456) dice: "Finalmente, afirmando la Verdad en el Evangelio que si alguno dijere blasfemia contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni el futuro (Mat. XII , 32), por lo que se da a entender que unas culpas se perdonan en el siglo presente y otras en el futuro, y como quiera que también dice el Apóstol que el fuego probará cómo sea la obra de cada uno; y: aquel cuya obra ardiere sufrirá daño; él, empero, se salvará; pero como quien pasa por el fuego (I Cor. III, 13 y 15); y como los mismos griegos se dice que creen y afirman verdadera e indubitablemente que las almas de aquellos que mueren, recibida la penitencia, pero sin cumplirla; o sin pecado mortal, pero sí veniales y menudos, son purificados después de la muerte y pueden ser ayudados por los sufragios de la Iglesia; puesto que dicen QUE EL LUGAR DE ESTA PURGACION no les ha sido indicado por sus doctores con nombre cierto y propio, nosotros que, de acuerdo con las tradiciones y autoridades de los santos Padres lo llamamos Purgatorio, queremos que en adelante se llame -ESE LUGAR, es obvio- con ese nombre también entre ellos. Porque con aquel fuego transitorio se purgan ciertamente los pecados, no los criminales o capitales, que no hubieren antes sido perdonados por la penitencia, sino los pequeñoa y menudos, que aun después de la muerte pesan, si bien fueron perdonados en vida".
Queda claro que el Purgatorio es UN LUGAR en el que hay fuego. Si no fuera así, la afirmación de Benedicto sería oscurísima como el texto de San Pablo: "como quien pasa por el fuego" y tendría cien explicaciones diversas y discutibles. Pero ya sabemos que eso es lo que quiere: CONFUNDIR O POR LO MENOS OSCURECER.
El texto de la Carta transcripta menciona el pecado contra el Espíritu Santo. Vale la pena abrir un paréntesis para hablar un poco del pecado en general y del pecado contra el Espíritu Santo.
El hombre no puede comprender la naturaleza íntima del pecado pero puede tener una idea exclusivamente mirándola a la luz de la santidad, de la gloria divina, de la voluntad salvífica de Dios y de la historia de la Redención. El Antiguo y el Nuevo Testamento nos ofrecen un sinnúmero de ideas que en conjunto nos hacen ver la terrible naturaleza del pecado, con sus notas características que en mayor o menos grado se encuentran en todo pecado.
A la luz de lo dicho, el pecado es: 1. pérdida de la salvación, condenación eterna y pérdida de Dios (Hamartía); 2. oposición a la voluntad de Dios manifestada en la Ley (Anomía); 3. lesión debida a la justicia de Dios. El pecado es una injusticia y es una culpa (Adikía) .

PERDIDA DE LA SALVACIÓN Y PERDIDA DE DIOS (Hamartía).
Designa al acto singular las transgresiones y el estado pecaminoso que es un terreno fecundo de donde brotan nuevas acciones malas. Por eso el pecado no puede considerarse como un principio o una fuerza impersonal que el pecador pudiere alegar para excusarse.
La comprobación de la impotencia para librarse por sí mismo de la fuerza del pecado, ha producido diversos sistemas, como el maniqueísmo, la astrología o el psicoanálisis que pretenden presentar el pecado como un mero principio abstracto o una mera enfermedad. San Agustín, después de muchas experiencias, reconoció que esto no era más que una escapatoria para huir de la conversión.
El estado de pecado viene como consecuencia esencial y como castigo de la acción pecaminosa. El requisito para el pecado es la libertad para el bien. El pecador la cambia en libertad para el mal. El quiere ostentar una independencia desenfrenada. Pero con eso pierde la fuerza para el bien. Si Dios no asiste a estos pecadores, están perdidos. San Pablo en Rom. 1, 18-32 dice que Dios castiga el pecado entregando al pecador a su reprobo sentir. Cuando el pecador, queda abandonado de Dios cae infaliblemente en la esclavitud del pecado. San Juan (8, 34) dice: "El que comete el pecado, se hace esclavo del pecado".
El pecado, siendo un libérrimo rechazo a Dios, aleja de El, que es fuente de libertad, fuente de bien y fuente de salvación. Y así, por ese acto se llega al estado de privación de la salvación y privación de Dios.
El pecado (Gen. 3) es egoísmo y endiosamiento propio y precisamiento por eso, se comete un acto de hostilidad contra uno mismo y contra la creación (Gen. 3, 17 y sigs). El pecador quiere mandarse a sí mismo, y pone sus gustos y pasiones sobre Dios. Y esto lo demuestra obviamente con las obras, aunque su lengua la ponga a trabajar en sentido contrario. Solamente él es responsable de andar en las tinieblas. Y estando en las tinieblas, no puede menos que extraviarse. Y fácilmente cae en otros pecados diversos.
El pecado igualmente, es la denegación a Dios del honor que le es debido. Así dice San Pablo (Rom. 1, 21). Es también la denegación del culto de Dios y eso trae al mismo tiempo el culto del hombre (Apo. 17, 4 y sigs) y por esto, la pérdida de la gracia y bienaventuranza a que se ordena toda la revelación de la gloria divina. La denegación del culto de Dios es la mejor manifestación de la terrible característica de todo pecado, el cual es esencialmente un ataque a la gloria de Dios que trae como consecuencia el excluirse a sí mismo de la irradiación de la divina gloria. El pecado es un acto de odio a Dios. Es un acto de culto al Demonio.
Pero el pecado, no es sólo perder la propia salvación, sino que también es en escala diversa atentar contra la salvación del prójimo y una disminución de la riqueza espiritual del Cuerpo místico de Cristo, del reino de Dios al que todos han ingresado por el Sacramento del Bautismo. Este efecto social del pecado, casi imposible de reparar, engendra males sin cuento. Ningún pecador puede decir que ha cometido pecados privados que a nadie perjudica. El pecador se levanta soberbio con el puño alzado y frente al mismo Dios golpea airado los muros de la ciudad. ¿No es un asesino de sus prójimos también este hombre que rechazando la Sangre redentora milita ahora en las huestes enemigas?.

EL PECADO, OPOSICIÓN A LA VOLUNTAD DE DIOS
MANIFESTADA EN SU LEY (Anomía).

El pecado es "un pensamiento, una palabra o una obra contra la Ley eterna", dice San Agustín. El pecado no es únicamente una oposición libre y subjetiva a dicha Ley. Lo decisivo es aquí en qué forma y con qué claridad se revela en la Ley la voluntad de Dios. Hay que decir claramente que los delitos de los paganos no tienen disculpa, pues "los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia", enseña San Pablo en Rom. 2, 14 y siguientes. Y no se limitan unos pecados a ser una conculcación de la Ley inmanente del Universo, no son sólo un proceder contra la razón, sino una verdadera oposición a la voluntad del Creador que se manifiesta en la revelación natural. CONCULCAR según el Diccionario de la lengua es también "PISOTEAR". El que conculca la Ley de Dios, la está pisoteando en Su presencia.
Moisés y los profetas, mostraron insistentemente y con toda claridad que el pecado es una oposición no sólo a una norma, sino AL MISMO DIOS, o sea a la Ley misericordiosa establecida por El. La alianza de amor con Israel y luego con el Israel espiritual que es la Iglesia, hacen del pecado un quebrantamiento de fidelidad al amor de Dios (Is. 1, 2-4), y un adulterio (Jer. 3, 20). Por eso, la Roma del fin, "madre de todas las abominaciones" es llamada la "Gran Prostituta", la "puttana", porque profesa la "suma de todas las herejías" decía San Pío X, o la herejía total, la "suma de todas". El hombre pecador se endurece más en el pecado y demuestra una terrible hostilidad contra El. Esta idea de hostilidad es un elemento constitutivo del concepto paulino de pecado como se demuestra en Rom. 3, 9; 5, 10; Col. 1, 21; y Efe. 2, 14. Esta es por lo tanto una doctrina apostólica. El pecado es, entonces, mirado a la luz de la Ley revelada en la alianza de amor, una actitud orgullosa, hostil, frente a la soberanía y a los requerimientos amorosos de Dios. Es una fuga hacia el engaño (Hebr. 3, 13) y una entrada en las tinieblas enemigas de Dios y de la luz (Juan 1, 5 y sigs).
La revelación del Nuevo Testamento señala la gracia y el amor de Dios en el Espíritu Santo, como la esencia de la Nueva Ley. Por eso el pecado contra el Espíritu Santo es el más grave y perverso (Mat. 12, 31 y Heb. 6, 4 y sigs). El pecado definitivo contra el Espíritu Santo es el separarse de Cristo a quien acredita el testimonio del Espíritu Santo por la voz que vino del Cielo, por los milagros, por la santa Iglesia y por la voz de la conciencia. Toda resistencia interior a la nueva Ley de gracia y las mociones interiores del Espíritu Santo, es un primer paso hacia este pecado supremo y sin esperanza que pone al pecador en gravísimo peligro de contraerlo. El pecador que se separa de Dios por el pecado y permanece en él, primero va a decir que "no puede" luchar contra el pecado, se va a justificar. Conforme avanza su frialdad, comenzará a condenar los preceptos y las leyes de Dios. La voz de la conciencia se irá apagando hasta que se llega poco a poco a un estado irremisible. Estos ya pueden ver que bajo sus pies se van abriendo las fauces del Infierno del cual no se librarán si no es por una gracia muy especial de Dios.
A la luz de la ley de la libertad, todo pecado se caracteriza por una anarquía o insumisión a la Ley y no sólo en cuanto quebrantamiento exterior de una prescripción legal, sino también en cuanto es la desatención voluntaria al llamamiento de la gracia. Esa desatención a la gracia es una caractirística de los tibios, de los indiferentes, los dedicados a las cosas del mundo y sus compromisos y a los que cumplen con flojedad los preceptos.

EL PECADO COMO INJUSTICIA Y COMO CULPA (Adikía).
Cualquier clase de injusticia, aun la que lesiona algún derecho humano, pero sobre todo la que lesiona los derechos de Dios, es pecado (I Juan 5, 17).
Lo que a este respecto constituye pecado, no es la lesión de derechos que van de hombre a hombre, como en la Hamartía, sino la negativa de la obediencia debida a Dios como Señor que es. La denegación del amor filial es la más clamorosa injusticia contra Dios porque El ha exigido Sus derechos soberanos, precisamente por la Revelación de Su amorosa majestad mediante el amor redentor de Su unigénito Jesucristo y mediante el don del Espíritu de amor. La venida de Cristo ha destacado la injusticia del pecado como odio a Dios (Juan 15, 22 y sigs.). Pecar significa preferir el mundo corrompido y condenado por el Sacrificio de Cristo, al amor infinito que Este ha demostrado por los hombres. Y como Dios exige Sus derechos como derechos de Su amor, y no sólo de Su poder, toda denegación de amor toda falta al gran precepto de la caridad, entra dentro del concepto bíblico de injusticia.
La injusticia es una consecuencia de la negativa de adorar y glorificar a Dios. Así lo enseña San Pablo en Rom. 1, 18. El primer derecho que Dios tiene es el de que todo lo encaminemos a Su gloria. A Su servicio.
La injusticia del pecado demuestra la terrible realidad de una ingratitud feroz y desalmada hacia el más inmenso de los amores. Y la vida del que es deudor al amor de Dios, debe ser una vida de perpetuo agradecimiento. Esa es una vida EUCARISTICA que debe manifestarse en todo creyente.
El pecador es un ser despreciable, malagradecido y cínico. Encharcado en su porquería, ofendiendo al Dios bondadoso, tiene el descaro de seguir viviendo con todos los beneficios que Dios le ha dado. Se da el lujo de voltear la cara al Ser que le da todo, vida, salud, alimento, un mundo bello en qué vivir y tantos beneficios incontables a cambio de la obediencia a ciertos preceptos que también benefician al hombre y de amor. Porque Dios es amor. Pero el hombre subido en un inmenso cerro de excremento, sigue prefiriendo las cosas del mundo, las obligaciones que el mundo impone y adora la oscuridad y al amo del Averno. ¿No este es un imbécil que va a dar con sus huesos por toda la eternidad en la cárcel del Infierno?.
La consecuencia de esta horrible injusticia contra Dios es el estado de culpabilidad. Así, el pecador, en cuanto de él depende, se hace indigno del seguimiento de Cristo y de la vida de la gracia de Cristo, la cual pierde. No puede ya volver a seguir al Señor, si no se produce un nuevo llamamiento de la gracia. Ni puede comprender bien ni acatar dicho llamamiento si antes no reconoce que su pecado es una injusticia y UNA DEUDA que sólo la misericordia y la omnipotencia de Dios puede borrar pero que exige también al pecador que entre por el camino de la reparación y del continuo reconocimiento de suculpa y de la justicia y misericordias de Dios.
Por eso, en el Padre Nuestro Cristo nos enseñaba a pedir el perdón de nuestras DEUDAS y no sólo el perdón de nuestras OFENSAS como se ha puesto de moda en el nuevo Padre Nuestro puesto en circulación por los herejes modernistas-progresistas de forma que se vaya olvidando la doctrina del Purgatorio, en lo cual Benedicto XVI está trabajando tan eficientemente.
Cuando el hombre comete un pecado y vive en pecado, ¿tiene plena conciencia de su tremendo significado, de la pérdida de la salvación, el quebranto de la Ley y de su enemistad con Dios?.
Hay entre todos los pecados, una cepa diabólica que el hombre llega a cometer con tranquilidad. Son los cometidos con plena malicia por odio a Dios. El pecador sabe su maldad y sus consecuencias pero así lo quiere. Pero de ordinario, cuando el pecador comete pecado, no persigue directa y primariamente el odio y la separación de Dios. En el Infierno podrán sentir la espantosa realidad de su odio a Dios. Generalmente, estos dicen que "son vencidos por la fuerza del pecado". Es uno de sus justificantes. Igualmente, los tibios que en la tibieza permanecen están siempre al borde de un abismo al cual pueden resbalar y del que no van a salir si la misericordia de Dios no interviene.
Pero hay que decir que la negativa directa a Cristo, pecado de odio a Dios e incredulidad positiva, sólo constituye, en cuanto a su intención y malicia intrínseca, una agravación, aunque tremenda, a la negativa indirecta, lo que es inherente a toda desobediencia en materia grave.
Para cerrar este gran paréntesis sobre el pecado quiero copiar un texto del Dr. Fr. Antonio Royo Marín, O. P. de su libro TEOLOGÍA DE LA PERFECCIÓN CRISTIANA porque estamos en un tiempo en el que los hombres padecen una indiferencia aterradora e inconmovible que nos transporta al texto de San Pablo en el que dice que al fin, los hombres tendrán un cerebro "cauterizado".

LOS PECADOS DE FRAGILIDAD Y DE INDIFERENCIA.
"Hay otra tercera categoría de pecadores habituales que pecan a sabiendas de que pecan, no precisamente porque quieran el mal por el mal -o sea, en cuanto ofensa de Dios- sino porque no quieren renunciar a sus placeres y no les preocupa ni poco ni mucho que su conducta pueda ser pecaminosa delante de Dios. Pecan con frialdad, con indiferencia, sin remordimientos de conciencia, o acallando los débiles restos de la misma para continuar sin molestias su vida de pecado. La conversión de estos tales se hace muy difícil. La continua infidelidad a las inspiraciones de la gracia, la fría indiferencia con que se encogen de hombros ante los postulados de la razón y de la más elemental moralidad, el desprecio sistemático de los buenos consejos que acaso reciben de los que los quieren bien, etc., van endureciendo su corazón y encalleciendo su alma, y sería menester un verdadero milagro de la gracia para volverlos al buen camino".
¿No son estos los que siguen el camino del placer tratando de seguir un bien engañoso que les ofrece la mentira satánica a cambio de su felicidad eterna y del supremo bien al que todo hombre está llamado? ¿no son estos los que baratijas que ofrece el mundo y esa a veces hipócritamente cristiana?.

LA CARTA SUPER QUIBUSDAM DE 1351.
Regresando a nuestro tema central sobre el Purgatorio, copiamos un párrafo de la carta Super Quibuscam del 29 de septiembre del año 1351 que la Santa Sede envió a Consolador, Catolicón de los armenios estando en el Trono Pontificio el Papa Clemente VI (1342-1352 ) .
"Preguntamos si has creído y crees que existe el Purgatorio, AL QUE DESCIENDEN las almas de los que mueren en gracia, pero no han satisfecho sus pecados por una penitencia completa. Asimismo, si crees que son atormentadas con FUEGO temporalmente y, que apenas están purgadas, aun antes del día del Juicio, llegan a la verdadera y eterna beatitud que consiste en la visión de Dios cara a cara y en Su amor".
Al texto de la Carta copiada, debemos hacer algunas reflexiones:
1. La Carta dice que las almas que van al Purgatorio, DESCIENDEN. La idea de descender, subir, entrar, salir, dice incuestionablemente que se trata de UN LUGAR. El Espíritu Santo bajó del Cielo. La Sma. Virgen fue asunta al Cielo. Es evidente que el Purgatorio es UN LUGAR, en el que son detenidas temporalmente las almas que deben purificarse.
2. Roma les pide a los armenios que crean en el FUEGO del Purgatorio. La corredención de la santísima Virgen nunca ha sido declarada dogma de Fe, y sin embargo, nadie que se pretenda católico la niega, pues esta doctrina forma uno de los pilares que sostienen todo el edificio de la Doctrina Católica. No todo lo que forma parte del patrimonio magisterial de la Iglesia ha sido declarado dogma de Fe mediante una declaración solemne. Pero de esas doctrinas se están valiendo los nuevos herejes modernistas-progresistas para demoler todo lo que queda. Y así han desmantelado a la Iglesia. Y ha sido tan vasta en las narices del pueblo ignorante o indiferente esta devastación que no que da mas que pensar que estamos frente a la crisis del fin. Una crisis tan grave y tan profunda, que el mismo pueblo engañado se opondría a estas alturas a un regreso a la ortodoxia. Esta crisis final no era ignorada por los santos y doctores que la esperaban con gran dolor y preocupación. Era la suplantación de la Iglesia de Cristo -ya lo he dicho- por otra Iglesia que se parece a la Iglesia de Cristo, pero que no es la Iglesia de Cristo. Algo así como un polvo purgante que se vierte al agua clara, que fermenta para clarificar después, pero que deja un olor pestilente y un sabor nauseabundo. Lo que está haciendo Benedicto, no es nada menos que desmantelar a la Iglesia.
El Concilio de Florencia (1438-1445) estando en el Solio Pontificio el Papa Eugenio IV, enseñó en el DECRETO PARA LOS GRIEGOS lo siguiente: "Asimismo, si los verdaderos penitentes salieron de este mundo antes de haber satisfecho con frutos dignos de penitencia por lo COMETIDO Y OMITIDO, sus almas son purgadas con penas purificatorias después de la muerte, y para ser aliviadas de estas penas, les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, TALES COMO EL SACRIFICIO DE LA MISA, ORACIONES Y LIMOSNAS y otros oficios de piedad...".
La Iglesia SIEMPRE ha predicado que el Sacrificio de la Misa, las limosnas y los ejercicios de piedad, especialmente la santa Misa, son un poderosísimo sufragio en favor de las almas que están en el Purgatorio. Se oyen enternecedores -y ridículos- recuerdos de los familiares y amigos que han partido de este mundo, pero inexplicablemente hay una dureza inexplicable para pagar los estipendios de misas por esos deudos. El olvido es completo o casi completo. Todos estos indiferentes, no piensan que a ellos los van a olvidar sus descendientes y llorarán ardorosas lágrimas sin remedio.
En el DECRETO SOBRE EL PURGATORIO del Santo Concilio de Trento, Sesión XXV del 3 y 4 de diciembre de 1563, podemos leer lo siguiente: "Puesto que la Iglesia Católica, ilustrada por el Espíritu Santo apoyada en las Sagradas Letras y en la antigua tradición de los Padres ha enseñado en los sagrados Concilios y últimamente en este ecuménico Concilio que existe el Purgatorio y que las almas allí detenidas son ayudadas por los sufragios de los fieles y particularmente por el aceptable Sacrificio del Altar; manda el santo Concilio a los obispos que diligentemente se esfuercen para que la sana doctrina sobre el Purgatorio, enseñada por los santos Padres y sagrados Concilios sea creída, mantenida, enseñada y en todas partes predicada por los fieles de Cristo. Delante, empero, del pueblo rudo, excluyanse de las predicaciones populares LAS CUESTIONES DEMASIADO DIFÍCILES Y SUTILES y las que no contribuyan a la edificación y de las que la mayor parte de las veces no se sigue acrecentamiento alguno de piedad. Igualmente no permitan que sean divulgadas y tratadas las materias inciertas y tienen APARIENCIA DE FALSEDAD. Aquellos, empero, que tocan a cierta curiosidad y superstición, O SABEN A TORPE LUCRO, PROHÍBANLAS COMO ESCÁNDALOS Y PIEDRAS DE TROPIEZO PARA LOS FIELES".
De este texto del Concilio, debemos de considerar varias cosas:
1. Existe el Purgatorio y ese es UN LUGAR EN EL QUE SON "DETENIDAS" LAS ALMAS QUE SE ESTÁN PURGANDO. Si el Concilio dice que son "detenidas", es lógico que se trata de un lugar, pues al que tiene un "fuego interno" como dice Benedicto, no es necesario "detenerlo" en un lugar para que lleve dentro su propio fuego.
2. La Iglesia, y así se ve claro, siempre ha enseñado que el mayor sufragio que estas almas reciben, es el de la santa Misa, porque su valor es infinito, sufragio que los vivos han olvidado tan tristemente.
3. La Iglesia ordena a todos los predicadores que eviten "las cuestiones difíciles -al pueblo rudo-, y sutiles". Deben evitarse las doctrinas "inciertas", las que dan origen de superstición, las que dan apariencia de falsedad y son piedra de tropiezo para el pueblo.
Pues esto es exactamente lo que esta haciendo Benedicto con sus declaraciones. Pero la ambigüedad que predica, no es una ambigüedad que en última instancia lleva a la ortodoxia, sino que muy al contrario, lleva a la destrucción de la doctrina del Purgatorio. Y como dice el Concilio, esas doctrinas están basadas en un torpe lucro y en la superstición.
Los católicos ya estamos perfectamente advertidos. San Pío X en la Encíclica PASCENDI dice: "Por lo que toca a la Tradición, -los modernistas-progresistas- se esfuerzan astutamente en pervertir su naturaleza y su importancia a fin de destruir su peso y autoridad", y "poco a poco" dice el Papa, van convirtiendo sus pulpitos en "cátedras de pestilencia" y veladamente van dejando caer el error con cautela. El Papa Pío VI decía que debemos que hacer emerger de los recovecos de la ambigüedad el sentido perverso opuesto a la Doctrina de las enseñanzas de los herejes. Evidentemente estamos ante una embestida feroz, la más vasta, de herejía y de ambigüedad que los enemigos de la Cruz han fraguado contra la Iglesia.
Igualmente, el mismo Concilio dice en la PROFESIÓN TRIDENTINA DE FE de la Bula de Pío IV INIUNCTUM NOBIS del 13 de noviembre de 1564: "Sostengo constantemente que existe el Purgatorio, y que las almas ALLÍ DETENIDAS son ayudadas por los sufragios de los fieles". "Allí detenidas", es decir, un lugar.
De la carta EX QUO a los arzobispos delegados apostólicos de Bizancio, en Grecia, en Egipto, en Mesopotamia, en Persia, en Siria y en las Indias orientales, el 26 de diciembre de 1910, estando en el Trono Pontificio San Pío X (1903-1914), copiamos lo siguiente: "No menos temerario que falsamente se da entrada a esta opinión: que el dogma de la procesión del Espíritu Santo por parte del Hijo no dimana en modo alguno de las palabras mismas del Evangelio, ni se prueba por la Fe de los Antiguos Padres; -igualmente con la mayor imprudencia se pone en duda si los sagrados dogmas del Purgatorio y de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María fueron conocidos por los santos varones de los primeros siglos;-...". Estas opiniones están notadas como "errores graves". Estas embestidas contra la Doctrina, no vienen del campo de los herejes, sino de los mismos católicos. Es el misterio de iniquidad del que habla San Pablo durante los primeros años de la Iglesia. Que es oculto, hasta que un día forme el cuerpo al Anticristo. San Juan dice que esos han salido "de nosotros", pero no son de los nuestros. La lucha contra la existencia del Purgatorio es ya antigua. Pareciera que los enemigos de la Cruz, forman equipos cerrados para destruir distintas verdades con una insistencia y perseverancia diabólicas. Ahora Benedicto se suma a ellos y golpea fuertemente la Doctrina.
No, no les es posible a los herejes modernistas-progresistas brincar las declaraciones dogmáticas de la Iglesia sin provocar graves protestas y sospechas. Son muy vivos, sutiles, astutos. No pueden atacar de frente, descaradamente, pero se van a esforzar en retorcer, confundir o provocar que el pueblo se vaya olvidando poco a poco de la Doctrina. Esto no es nuevo, lo denunció con meridiana claridad el santo pontífice Pío X. Lo que ha declarado Benedicto XVI, sobre el Purgatorio, además, es una estupidez. Porque, si las almas de los vivos están en sus cuerpos en la Tierra, que es un LUGAR, al morir, si no van al Cielo o al Infierno -LUGARES DINTINTOS-, y permanecen en el Purgatorio que según Benedicto NO ES UN LUGAR, ¿entonces, dónde se quedan?, ¿en un éter, en un plasma?, ¿ya se está confundiendo la Doctrina de Cristo con las doctrinas esotéricas o con el Espiritismo?, ¿no nos consideran retrazados mentales?.
Benedicto XVI es el jefe de la pandilla satánica que se ha adueñado del Vaticano, pero Dios ha tolerado esto, dice San Gregorio, por los pecados del pueblo. Este infame que siendo profesor de Teología en Alemania fue enemigo del celibato del clero, que ha autorizado el uso del condón en los casos en que haya peligro de contagiar el SIDA, que desde su elevado Trono usurpado apoya con fuerza toda la herejía imperante, y ahora declara que el Purgatorio no es un lugar y que las almas que se están purificando sienten sólo un fuego interno, es nada menos que una de las cabezas del Anticristo, lo cual me propongo tratar a continuación.

LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II.
Dos dramas se desarrollan en la historia del mundo, entrelazados, sin embargo, de tal forma que a veces parecen confundirse. La historia de los cainitas y la historia de los que siguen al Cordero.
"Los que pertenecen -según San Agustín- a la Ciudad de Satanás, en lucha despiadada por el dominio del mundo, como Dios se los ha prometido, dicen, que aplastan a los hijos de Dios, que los someten y los engañan, y la lucha de los que pertenecen a la Ciudad de Dios que han de soportar al fin del tiempo aparente derrota. La historia de esta Ciudad de Dios, no es más que la repetición de la lucha contra el mal que el Verbo encarnado sostuvo en la Tierra que termina con la condena y el injusto juicio de los hombres, aquellos que no pudieron ver la luz ni la recibieron", con la Pasión, la crucifixión y la muerte, que marca, sin embargo, el momento del triunfo sobre el pecado y sobre la muerte. La Ciudad de Dios, inmersa en el proceso de la historia, tiene que repetir los mismos pasos del Hijo de Dios, sujetándose al paso del tiempo para llegar así al momento de aquel injusto juicio, a la condena de la chusma perversa, a su pasión, a su crucifixión y a su muerte en la Cruz. En el Gólgota cayó la oscuridad sobre el mundo, en el momento en que el sol es más brillante e intenso, para señalar la profunda oscuridad espiritual que aquello traía para el mundo, como será intensa la oscuridad en el momento de la historia en el que la ciudad de los santos sea puesta en la Cruz para morir. La primera vez todo esto sucedió en unas horas porque esos sucesos acontecieron durante la vida del Hombre-Dios. La segunda vez, esos sucesos en el Cuerpo místico, en la Ciudad de Dios que es una sociedad de hombres que viven en el mundo, estarán sujetos a lapsos misteriosos y profetizados en medio de un mundo hostil que llevarán a desenlaces místicos y terribles que marcarán la violenta división de las dos Ciudades y que significan no solamente la Redención de las almas y el triunfo sobre la muerte, sino la Redención de los cuerpos y el destierro a la condena eterna de ese cuerpo místico que el Demonio formó durante toda la historia.
Sin embargo, esta lucha violenta, como aquella primera, ha de terminar en medio de la confusión y del caos, de la oscuridad y de acontecimientos místicos de los cuales el más connotado indudablemente es el reinado del Anticristo, cuya personalidad ha sido tan retorcida por toda clase de cuentos, de elucrubraciones y de falsas interpretaciones de las profecías, que llegan a lo ridículo. Es innegable que una revelación mal interpretada que ha dado origen a estas deformaciones sobre la personalidad del Anticristo, es el llamado secreto que la santísima Virgen María dio a la vidente Melania en La Salette, porque en ella parece describirse al Anticristo como un niño que nace de una religiosa y un obispo y que obtiene triunfos bélicos, dicen, a la edad de 12 años. La verdad es que el mensaje de La Salette nunca habla de un "niño", aunque así puede parecer. La santísima Virgen más bien habla de otros acontecimientos dolorosos para la Iglesia, pero en un lenguaje críptico de forma que sólo pueda ser entendido a su tiempo. El Anticristo parece más bien una entidad moral unida a un fin común en el momento de la Apostasía. Es decir, que se trata de varios individuos marchando hacia un común objetivo.
Para comprender un poco más lo que la beatificación de Juan Pablo II significa para la Iglesia y para el mundo, y el entramado histórico en el que está inmersa, debo comenzar a analizar la profecía del Profeta Daniel sobre las cuatro bestias y la de San Juan en el Apocalipsis. Las profecías, como he dicho otras veces, no se escribieron para que se cumplan, sino que se escribieron porque los hechos descritos se habrían de cumplir. Si no fuera de esta manera, la libertad del hombre sería un mito. Convenía por eso que la profecía estuviera encubierta bajo el velo del misterio. Y así se vería en su cumplimiento la maravillosa coincidencia con los vaticinios y el conocimiento que Dios tiene del futuro. Muchas de las profecías escatológicas tal vez queden siempre en el misterio, pero es innegable que estamos en el tiempo de los grandes cumplimientos y muchas han descorrido el velo que las cubría y una de ellas revela a la persona del Anticristo, estrechamente relacionado con la beatificación de marras.
Comenzaré por decir, que hay un impresionante paralelismo entre las experiencias místicas y revelaciones del Profeta Daniel y San Juan que son asimismo reveladoras para nosotros. Daniel, después de las visiones de las cuatro bestias, dice: "Yo, Daniel, quedé profundamente turbado en mi espíritu por estas cosas -que le revelaron-, y las visiones de mi cabeza me dejaron asustado" (Cap. 7, v. 15), e insiste en el mismo capítulo v. 28: "quedé muy turbado en mis pensamientos, se me demudó el color del rostro, y guardé estas cosas en mi corazón". Creo que se puede ver por las palabras del Profeta, que esas revelaciones fueron aterradoras. ¡No es chica cosa entrar en contacto con el mal!. El ángel le dice a Daniel que esas visiones son para el tiempo del fin. San Juan en el Apocalipsis (Cap. 17, v. 6), dice después de ver a la Gran Ramera, otrora Iglesia de Cristo controlándola y adueñada de ella: "Y me asombré grandemente". Otras versiones de la Biblia utilizan términos similares a perturbar, conmover, inquietar, desasosegar. Un diccionario de sinónimos iguala uno de estos términos a "helarse la sangre en las venas por el asombro". Tanto las palabras del Profeta Daniel como las de San Juan, apuntan a un solo lugar. Las bestias y su sede. Pero se puede decir con toda propiedad: la Bestia y su Sede. Esta tiene varias cabezas.
Hablemos, entonces, a los que permanecen fieles a la Iglesia eterna. A los que permanecen fieles a la Verdad. A los que tienen una óptica correcta, porque "a vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero los que están fuera, se les da en parábolas, para que por mucho que miren no vean y por mucho que oigan no entiendan" (Luc. 4, v. 11-12). Estas cosas ocultas desde el principio, dice el ángel, están veladas hasta el fin. Es la hora de la develación del misterio de la historia. De conmociones gigantescas espirituales y naturales en las que parece que el mismo Universo se desencuaderna y en las que la Verdad y el bien parecen aplastados por un mundo perverso y apóstata que ha rechazado a su Creador.

LA PRESENCIA DEL ANTICRISTO.
Los cristianos, muchas veces se han equivocado cuando hablan o interpretan las cosas del fin, pero algún día no será así, cuando los acontecimientos que se cumplan coincidan con las profecías. Pero llegado ese momento, no todos estarán capacitados para interpretarlas, sino exclusivamente los que las vean con una óptica correcta. Es decir, los que desde la ortodoxia las puedan interpretar. Pero como será un tiempo de apostasía que engañará a la mayoría, entonces la correcta elucidación estará limitada a muy pocos.
No se puede culpar a Dios de no haber advertido a los hombres de las cosas que en las sagradas Escrituras se dicen vendrán sin aviso. Si cumplidos los acontecimientos no se pueden ver los cumplimientos; es porque ha habido una desviación de la sana doctrina. No hay otra explicación. Si Dios determinó que muchas profecías estuvieran veladas hasta su cumplimiento, no podría pretender que toda profecía se mantuviera siempre en el misterio, porque todas esas no serían otra cosa que papel mojado. Las profecías del fin, estaban para Su pueblo fiel, para que ellos sí las pudieran interpretar, "no los de fuera". Se me ocurre preguntar: cuando nuestro Señor Jesucristo dice que la hora de la Parusía será inesperada, ¿no estaba anunciando también la Apostasía final que ocultará a muchos ojos su cercanía?, ¿no estaba viendo el desconocimiento general del pueblo por la desviación de la Doctrina?. Creo que esto es innegable, como hoy vemos que la Iglesia de la Apostasía ha quedado ciega a estas cosas.
Nuestro Señor, cuando los Apóstoles le preguntaron después de la resurrección si había llegado el tiempo en el que El restauraría el reino de Israel, les contestó: No os toca a vosotros ver los tiempos y momentos que mi Padre ha reservado a Su poder. ¿A quiénes les toca saberlo?. A los hombres de esos tiempos, porque si no, no cabrían Sus palabras: "Hipócritas, sabéis explorar el aspecto de la Tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?" (Luc- Cap. 12, v. 53). Porque así como Cristo condena a Su generación por no haber conocido la llegada al mundo del Salvador por la abundancia de las profecías que dé El hablaban y lo anunciaban, serán condenados los hombres que oscurecerán sus ojos para ver Su Parusía. Esos son los hijos de la Gran Ramera, la que está llena de abominaciones, de impurezas y de prostitución (Apo. C. 17, v. 5).
El jefe de esa cáfila de herejes, corruptores del pueblo, es el Anticristo que ha de venir al fin del mundo, según dice San Pablo en su segunda Epístola a los fieles de Tesalónica. Ese Anticristo que muchos exégetas identifican con una sola persona, jefe de la impiedad, del que se ha llegado a decir que será incluso el lider de un supuesto gobierno mundial, y los que aseguran que serán varias personas. Primero, debemos reflexionar que una de las particularidades del Anticristo es la traición. Y no hay mayor traidor a Cristo que aquel que lo representa, que es Su vicario. El Anticristo tiene que ser, pues, un papa. Un jefe supuesto de un gobierno mundial, no llena desde luego los requisitos de maldad, como los puede llenar un falso papa, sentado en la Sede de San Pedro al que se le tributen los honores que se deben a un verdadero papa, pero que valido de esa autoridad usurpada, destruye a la Iglesia.
Independientemente de que el reinado de un sólo papa no es suficiente para llevar a cabo todo el mal que se atribuye al Anticristo, tenemos a nuestro favor la profecía del Beato Bernardino de Bustis que decía que en el final "habrá en la Iglesia inicuos pontífices", las revelaciones de Santa Ildegarga de Bingen que identifica al Anticristo con cinco bestias, las revelaciones de La Salette en las que la santísima Virgen habla de ciertos acontecimientos en la Iglesia -ya sucedidos para saberlo con suma claridad-, que incluyen el reinado de por lo menos dos papas, pero sobre todo lo que se encuentra en el Profeta Daniel y en el Apocalipsis de San Juan. No condeno desde luego, a quienes vieron al Anticristo como una sola persona, que muchas veces puede identificarse como una sola entidad moral. Es decir, una pandilla marchando al mismo objetivo cuyas colas están amarradas en el mismo nudo.
Que el Anticristo estará en Roma y que serán los papas de la gran Apostasía nos lo dice, para terminar el mensaje de La Salette, pues dice la santísima Virgen: "Roma perderá la Fe, y se convertirá en la Sede del Anticristo" palabras suficientes para terminar cualquier discusión, sobre todo teniendo esta revelación la aprobación de papas ortodoxos (2) y de notables autoridades de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero hay que aclarar muy bien, que estos supuestos papas unidos en la impiedad y en el afán de destruir a la Iglesia, no serán unos demonios con cuernos sino individuos que hagan alarde de santidad y de ortodoxia, aunque presentarán a una Iglesia evolucionada de dogmas vaciados de su esencia y doctrinas adaptadas al mundo moderno, que esconden el veneno y la herejía magistralmente. Como ya he dicho, una Iglesia que se parezca a la Iglesia de Cristo, pero que no sea la Iglesia de Cristo.
Debemos, entonces, comenzar a analizar la profecía del Profeta Daniel y la de San Juan. Dice Daniel: "Contemplaba yo en mi visión durante la noche, lo siguiente: los cuatro vientos del cielo agitaron el mar grande y cuatro bestias enormes, diferentes todas entre sí, salieron del mar. La primera era como un león... A continuación otra Bestia, la segunda, semejante a un oso...con tres costillas en las fauces, entre los dientes. Y se le decía "Levántate, devora mucha carne". Después yo seguía mirando y vi otra Bestia como un leopardo con cuatro alas de ave en su dorso; la Bestia tenía cuatro cabezas y se le dio el poder. Después seguí mirando en mis visiones nocturnas y vi una cuarta Bestia, terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía, trituraba y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. Era diferente a las bestias anteriores y tenía diez cuernos. Estaba yo observando los cuernos, cuando en esto despuntó entre ellos otro cuerno pequeño y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él. Tenía este cuerno ojos como los de un hombre, y una boca que decía grandes cosas".
Daniel en sus visiones, es muy claro, ve cinco bestias. Incluido el pequeño cuerno que despunta de entre los diez cuernos de la cuarta Bestia. Hay que decir sin ambages que estas cinco bestias son cinco ocupantes del Trono pontificio: Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI, lo que veremos claramente a continuación. Yo recuerdo haber leído EL APOKALIPSIS, un libro del sacerdote argentino Leonardo Castellani. En él, dice que no todo en las revelaciones tiene un significado, como algunos quieren ver. No significa tal vez nada el color del vestido del aparecido, o el color del cielo y cosas parecidas. Pero indudablemente los razgos principales de una aparición sí tengan un significado. Pueda ser que a su tercera Bestia la ve Daniel como un leopardo con alas, tal vez para significar el rápido pontificado de éste, que duró solamente 33 días. Además, el leopardo es un animal feroz además de veloz. También hay que notar que así como describe la anatomía de las tres primeras bestias, en la cuarta Bestia no la describe, y se refiere a sus dientes de hierro, a su extraordinaria fuerza y a los diez cuernos que tiene en la cabeza. La descripción de la anatomía de esta cuarta Bestia la vamos a encontrar en el Apocalipsis de San Juan para revelar un acontecimiento en la Iglesia. Y la fecha de su cumplimiento.
En las revelaciones de Santa Ildegarda de Bingen, monja benedictina del siglo XII, en su VISION DEL ANTICRISTO (Libro III, visión XI) habla también de cinco bestias, pero su anatomía es distinta. Copiamos un párrafo: "...allí se ergían cinco bestias. De ellas, una era como un perro igneo, pero no quemante; otra como un león de color rojizo, la tercera como un caballo pálido, la cuarta como un cerdo negro y la quinta como un lobo grisáceo-..". No podemos saber por qué esta discordancia, pero debemos destacar que aquí se trata también de cinco bestias. Sólo es coincidente la anatomía del león. Y se me ocurre que la anatomía del cerdo negro tal vez le acomode a cualquiera de los cinco usurpadores del Trono papal.
En el Apocalipsis de San Juan, nos encontramos nuevamente que cinco son las bestias. Solo que San Juan reúne a las primeras cuatro como la Bestia que sale del mar, y una más que también es llamada la Bestia que sale de la tierra. Entonces, a las cuatro primeras se les puede unir bajo una entidad moral. No veo tampoco la razón para no reunir a las cinco bestias en una sola entidad. San Pablo en su segunda Epístola a los tesalonicenses dice: "La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad" (Cap. 2, v. 9 a 11). San Pablo, entonces, reúne a las cinco bestias bajo un solo calificativo: "el Impío".
San Juan en el Apocalipsis, igualmente describe a cinco como he dicho reunidas en dos, pero en la descripción de la primera, está reuniendo las características de las cuatro bestias de Daniel, estrictamente a la inversa. Primeramente, dice que esta Bestia sale del mar, como salen del mar las cuatro primeras de Daniel. Luego dice En el Cap. 13, v. 1. "Y vi surgir del mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas y en sus cuernos diez diademas y en sus cabezas, títulos blasfemos". Si las cuatro bestias de Daniel salen todas del mar, si entre todas tienen diez cuernos y siete cabezas, esto es suficiente para ver una conjunción de las cuatro. Pero además, su anatomía es descrita en estricto sentido inverso. Primero describió los cuernos de la cuarta Bestia. "La Bestia que vi se parecía a un leopardo -como la tercera- con las patas como de oso -como la segunda-, y las fauces como fauces de león -como la primera-; y la Serpiente le dio su poder y su trono y gran poderío". No puede haber duda de que está San Juan describiendo a las cuatro bestias de Daniel. De que el trono que se le da es el Trono papal y el poder es el poder del Demonio. Sigue: "Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó". No fue herida de muerte la Bestia, sino una de sus cabezas que fue curada. "Entonces la Tierra entera siguió maravillada a la Bestia, y se postraron ante la Serpiente, porque había dado el poder a la Bestia, y se postraron ante la Bestia diciendo: ¿Quién como la Bestia?, ¿quién puede luchar contra ella?. Le fue dada una boca para proferir palabras de orgullo y de blasfemia, y se le dio poder de actuar durante cuarenta y dos meses; y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios; para blasfemar de Su nombre y de Su morada y de los que moran en el Cielo. Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos; se le concedió poderío sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los habitantes de la Tierra cuyo nombre no está inscrito, desde la creación del mundo, en el Libro de la Vida del Cordero degollado. El que tenga oídos, oiga".
Luego San Juan ve a la segunda Bestia, pero hay que reflexionar le hasta aquí escrito.
1. No hay poder en la Tierra ni lo ha habido, al que rindan culto los hombres de toda raza, pueblo, lengua y nación que el poder del papa y de la Iglesia Católica. Pero se trata aquí de la Bestia y no del papa. Por tanto hablamos del Anticristo al que se le dio el poder y Dios permite esto, por los pecados del pueblo perverso y apóstata. Es un castigo de Dios.
2. La cabeza herida de la Bestia que "fue herida de muerte pero fue curada", corresponde a la cuarta Bestia de Daniel cuya anatomía no describe, que tiene diez cuernos y dientes de hierro. Esta Bestia es extraordinariamente fuerte, terrible, espantosa, comía, trituraba y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas y era diferente a las otras bestias. Esta cuarta Bestia de Daniel es Juan Pablo II, que fue herido de muerte y se curó. Un trece de mayo, la Virgen María no estaba "salvando al papa" como se dijo, sino que "estaba avisando al pueblo" y significando ese acontecimiento. Después del atentado, la Tierra entera siguió maravillada a la Bestia. Llegó a reunir en una de sus visitas a cinco millones de gentes lo cual nadie ha logrado jamás. Y los hombres, de toda condición y de toda religión se postraron para adorarlo y así adoraron al Dragón, porque él era el vicario del Demonio, que propagaba la herejía que las reúne a todas, es decir, la herejía del Anticristo, la herejía final. Para decir esto, nos estamos apoyando en la palabra del Papa San Pío X.
Es indudable que en Apocalipsis no se habla de reinos políticos o históricos como algunos desviados se empeñan en ver, sino de movimientos morales que sucederán en el tiempo del fin. El Dragón entrega todo su poder y dignidad a la Bestia a pesar de sus apariencias de vida y lozanía. Esta Bestia es la antítesis del Cordero. La Bestia con apariencia de vivo, en realidad está muerta y va a su condenación. El Cordero con apariencia de muerto, en realidad está vivo. El culto satánico promovido por la Apostasía no maravillará tanto, como Cristo lo predijo al hablar de la abominación. La superficialidad y falsedad del imperio de la Bestia, se nos manifiesta en la hueca palabrería plagada de blasfemias que comienza en la cuna del Cristianismo, siempre aumentando. Es el misterio de iniquidad denunciado por San Pablo el cual un día formará un cuerpo fuerte a la Bestia, dice San Agustín y San Gregorio Magno. El mar del que sale esta primera Bestia para los primeros cristianos era el Mediterráneo que bañaba gran parte del Imperio Romano que era imagen del poder egoísta, pagano y anticristiano. En el mar podemos ver una imagen del abismo infernal de donde surgen las fuerzas demoníacas. Las diademas con inserpciones de la Bestia, tienen relación con los títulos divinos que se atribuían los emperadores romanos. Con las carecterísticas con que San Juan nos pinta a esta primera Bestia, no puede caber duda de que estamos viendo na regreso del Paganismo. Es el misticismo filosófico anticristiano que socava los fundamentos de la verdadera religión proclamando como único y último juez en materia religiosa a la débil razón humana. La falsa ciencia es el mejor aliado del poder tiránico de Satanás. El boycoteo económico es una poderosa arma que emplea el Diablo para reducir a los fieles al servicio de la materia, aunque también la emplea a la inversa, porque al que tiene bienes materiales los hace desear con voracidad furiosa aun más en una cantidad que no acaba nunca, engañándolos al decirles que son bienes obsoluta y urgentemente necesarios. De este boycot económico nos habla San Juan cuando describe a la segunda Bestia, pero esto se ha usado siempre en contra del pueblo de los santos.
Luego, ve surgir San Juan una segunda Bastia de la Tierra. "La Tierra", era para San Juan el Asia Menor. Allí estaba otra Bestia que era el Paganismo principalmente. La Iglesia se ve atacada, entonces, por muchos frentes. Del mar surgen poderes adversos, y del Oriente otros que imponen el Paganismo y la irreligión. Los mismos cristianos se van a encargar de lacerar y de minar el Cuerpo místico de Cristo al mismo tiempo que fortalecen con sus pasiones y pecados el de Satanás. Siembran en una tierra fértil minúsculas semillas de su corrupción y esta crece hasta hacerse un poderoso árbol al que llegan las aves de todas partes a comerse sus frutos pestilentes. Introducen en la masa, pequeñas porciones de levadura hasta que el fermento da por resultado a la Bestia. El pueblo se ha corrompido y esta es la Apostasía final. Nadie puede considerarse exculpado. Todos tienen parte en el cuerpo de la Bestia. Por eso Cristo viene en Su Parusía contra los hombres. Contra el Anticristo cuyo cuerpo se ha formado con la colaboración de los hombres.
"Vi luego otra Bestia, dice San Juan (Apo. 13, 11), que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como la serpiente". Algunos autores quieren ver en esos dos cuernos una mitra episcopal. Me parece pueril la interpretación, aunque ya va por buen camino quien está viendo en esto un alto puesto en la Iglesia. "Ejerce -esta Bestia-, todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta haciendo que la Tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada". El poder de esta Bestia está al servicio de la primera y hace que los habitantes de la Tierra la adoren, especialmente de la cabeza cuya herida mortal fue curada. El poder de esta segunda Bestia está cimentado en el poder que tienen, uno después del otro, las cuatro bestias de Daniel, hechas una sola entidad moral por San Juan, pero especialmente en la fama y el poder de la cabeza que fue herida de muerte cuya llaga mortal fue curada. Está hablando indudablemente de Juan Pablo II. "Realiza grandes señales, sigue San Juan, hasta hacer bajar ante la gente, fuego del Cielo a la Tierra". Esto está resuelto y explicado por San Gregorio Magno en su obra LOS MORALES. El dice que ese fuego que baja del Cielo a la Tierra está en el corazón de los justos al presenciar los horrores que el Anticristo comete contra la Iglesia, contra el Sacrificio y contra Cristo. No hay por qué ver, entonces, un fuego físico que baja a la Tierra por el poder del Anticristo. Muchas de estas señales apocalípticas no podrán ser identificadas y conocidas por quien no forma parte de la verdadera Iglesia, reducida entonces a dimensiones domésticas, como dijo el Cardenal Villot a fines del siglo XIX. "...y seduce a los habitantes de la Tierra, con las señales que le ha sido concedido obrar al servicio de la Bestia, DICIENDO A LOS HABITANTES DE LA TIERRA QUE HAGAN UNA IMAGEN EN HONOR DE LA BESTIA QUE, TENIENDO LA HERIDA DE LA ESPADA, VIVIÓ". Nadie me puede decir que esta imagen en honor de la Bestia que fue herida de la espada, es decir, de la cuarta cabeza de la unidad moral formada por las cuatro bestias de Daniel, y que sin embargo vivió, no sea la beatificación de Juan Pablo II. Beatificación promovida indudablemente por las autoridades vaticanas, pero ampliamente apoyada por todo el pueblo apóstata, apóstata porque han cambiado a otra religión parecida a la Religión de Cristo, pero que no es la Religión de Cristo pues es la nueva religión "evolucionada" abortaba por el Concilio Vaticano II, que impuso aquella que es la "suma de todas las herejías". Sigue San Juan: "Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia". La imagen de Lutero, o de Calvino o de cualquier heresiarca, no le hablan al pueblo. Ellos fueron condenados y arrojados al exterior. No así las imágenes de las cuatro bestias. Ellas le siguen hablando al pueblo y en forma tan absoluta que todo lo que es anterior a ellas, ha desaparecido de los libros, de la historia y de la instrucción del pueblo. Pero especialmente de esta que fue herida de espada y que sin embargo vivió. San Juan quiere significar muy especialmente a ésta "extraordinariamente fuerte", "espantosa", horripilante pero cuya anatomía deja San Juan para señalar para significar un importante acontecimiento en la Iglesia como veremos después. "Y hacer que fueran exterminados cuantos no adoran la imagen de la Bestia. Y hace que pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos se hagan una marca en la mano derecha y en la frente y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marta con el nombre de la Bestia y con la cifra de su nombre".
Todos los que no adoraron la imagen de la Bestia fueron exterminados. "EXTERMINAR" según el Diccionario es acabar una cosa, desaparecerla. Acabar una secta herética. Cuando el Papa Clemente XIV abolió a la Compañía de Jesús mediante el Breve DOMINÜS AC REDEMPTOR el 13 de agosto de 1773, la exterminó, la redujo a la nada, la abolió, la desapareció. Hasta el nombre de la Compañía fue borrado. Así extermina Benedicto XVI a quienes no adoren la imagen de Juan Pablo II. Los sacó de SU IGLESIA PROSTITUIDA. ¡Gran perjuicio les hizo!. A sus partidarios los marca con una señal en la frente y en la mano derecha por su profesión y por sus obras. Esos forman el ejército del Anticristo, porque ya sea sabiéndolo o ignarándolo, ellos colaboran con la Bestia. La marca de la Bestia ha estado siempre en discusión. Unos dicen que es 666. Otros que 616. Yo prefiero lo que dice Santo Tomás de Aquino en la SUMA TEOLÓGICA. La marca o señal de la Bestia es la asistencia a un rito ilícito. Todos quienes se atreven a asistir al Nuevo Rito de la Misa, blasfemo e inválido, quedan marcados con el sello de la Bestia. Es un rito, producto de las reformas del Concilio Vaticano II en el que se ofende gravemente a Dios. No es admisible asistir a él incluso por graves compromisos sociales. Pero Santo Tomás no dice rito inválido, sino "rito ilícito". Entonces quedan incluidos no solamente los que son inválidos, sino los que son ilícitos, es decir los que se celebran en comunidades que están separadas de las demás, es decir que están en el cisma. ¡¡Es ilícito y pecaminoso ir a esos ritos por cualquier razón!!. Estos ritos son nada menos que "la abominación de la desolación" que profetizó nuestro Señor Jesucristo. El dejó muy claro que quería para Su Iglesia la unidad. Y todas las comunidades que están en el cisma, contravienen descaradamente los deseos del Hijo de Dios. Son participantes del gran sacrilegio. Todos esos están marcados con el sello o marca de la Bestia.
En las revelaciones de Santa Ildegarda de Bingen, la cuarta Bestia se representa como un cerdo negro, lugar que le toca al infame Juan Pablo II. Este individuo se atrevió a decorar su trono durante su visita a Belén, con cruces invertidas y el ambón en el que se leen Epístola y Evangelio. Aunque salió un tonto que defendió esto diciendo que aquellas cruces eran las cruces de San Pedro, esto está totalmente equivocado. Porque San Pedro subió en su martirio a la Cruz vertical, a la Cruz de Cristo, aunque el instrumento de su martirio fue una cruz invertida, como la espada fue el instrumento de tortura de San Pablo, o la parrilla de fuego el instrumento de tortura de San Lorenzo. La Cruz invertida siempre fue considerada por los primeros cristianos como la cruz de Nerón, o cruz del Anticristo, ya que veían en Nerón una figura del Anticristo. Las sectas satánicas utilizan la cruz invertida en sus ceremonias y llevan los satánicos cruces invertidas al cuello. No es justificable un símbolo así en el trono de "un papa". ¿Tendría explicación este símbolo en el Trono de San Pío X, o de San Pío V, o de San Gregorio Magno, o de cualquier otro papa?. Pues Juan Pablo II se dio el lujo de usar esas cruces invertidas, sin alterar en nada su proceso de beatificación; de que le salieran incluso defensores y el pueblo estupidizado lo aclamara sin parar. Indudablemente estamos viendo la Apostasía.
Este nefando hombre, con eso nos estaba demostrando formar parte de la pandilla que entronizó a Satanás en el Vaticano el 29 de junio de 1963 en el que los jerarcas participantes en aquella ceremonia le ofrecieron la Tiara pontificia a Satanás, motivo por el cual al poco tiempo Paulo VI se descorona en una ceremonia religiosa y sus sucesores jamás la volvieron a usar. Benedicto XVI incluso la ha quitado del escudo pontificio.
Hagamos una reflexión a la luz de los siguientes datos históricos, estrictamente ciertos y perfectamente comprobables. El 8 de diciembre de 1965 se confirmaban y firmaban solemnemente todos los decretos del Concilio Vaticano II y se proclamaba un "jubileo extaordinario" que duraría del 1 de enero al 29 de mayo de ese año 1966, para la "reflexión y renovación de toda la Iglesia Católica, a la luz de las grandes enseñazas conciliares". ¿No es extrañísima la coincidencia de que en la noche del 30 de abril del año 1966, el satanista Antón La Vey se afeita completamente la cabeza y funda la Iglesia de Satán en California?. Según su sistema, ese día es el primer día del año 1 de Satanás. ¿Cómo se coordinan los acontecimientos de estas dos sociedades que supuestamente deben estar en posiciones diametralmente opuestas?, ¿qué está pasando en Roma?... desgraciamente lo sabemos muy bien, pero está oculto a la inmensa mayoría.
Pero los datos aportados hasta aquí, no son los únicos para descubrir el Satanismo de la pandilla vaticana. Son demasiadas las pruebas que se han difundido y se han arrojado a un pueblo ciego y sordo.
Durante su viaje al África, Juan Pablo II -en Benin-, participó en ritos y libaciones en la comunidad budú del lugar. Los periódicos de Benin reportearon el acontecimiento. El Padre Gabielle Amorth, que fue por 20 años exorcista en Roma, dice que el Budú y la Macumba son muy peligrosos y cuando hay posesos por la influencia de estos ritos satánicos, la liberación de las personas afectadas por ellos es muy difícil. La expulsión del demonio es difícil y también muy larga. Pues Juan Pablo II estuvo en amplio diálogo "ecuménico" participando no solamente en la adoración de divinidades vudús y en libaciones rituales, sino intercambiando regalos. Este mandó pintar un cuadro de la calabaza que es símbolo del dios vudú, en el que estaba un árbol de tres ramas entre las cuales estaban las dos mitades de una calabaza abierta de las que manaban sangre y agua en indudable y blasfema representación a la Sangre y al agua que salieron del costado abierto de Cristo. ¡Qué asquerosa y blasfema bazofia entregada por el "papa" de los hijos del Concilio a esta secta diabólica que hace sacrificios de vírgenes y de niños!. Indudablemente los que permanecen en la nueva Iglesia, o los que asisten a su culto, o incluso los que se atreven a asistir a un rito ilícito aunque sea válido, están sellados con la marca de la Bestia sabiéndolo o ignorándolo, porque fortalecen el poder anticrístico de la Fiera...
El suceso de Benin, sin embargo, pasó inadvertido para un pueblo ciego y estupidizado. En cambio, el Cardenal Malachi Martin, nombrado "in pectore" por Pío XII que pertenecía a la Inteligencia del Vaticano, (una vez muerto nada nos ata la lengua para decirlo), por denunciar y difundir la entronización del Demonio en el Vaticano un 29 de junio de 1963, fue asesinado en la ciudad de Nueva York donde vivía. En esta ceremonia en la que participaron altas autoridades de la Iglesia, se le ofreció al Demonio la Tiara de los papas.
¡Cuidado, pueblo católico apóstata de Dios! Tu sigues fomentando tus bajas pasiones, tus pecados y tus intereses. Eres de los indiferentes y del club de los "no pasa nada". Si la corrupción que nos rodea y nos invade no es para tí una cosa horrible y una señal ce que se han iniciado los sucesos del fin, es qué ya está corrupto tu corazón como tu entorno. El poder del reino de la Fiera tú lo fortaleciste en tu alma al actuar tan irresponsablemente despreciando la bondad de Dios. No seas hipócrita y me digas que el poder del mundo ha sido avasallador y que te ha sujetado a inevitable esclavitud. Tú te entregaste sin luchar al Demonio, porque preferiste tus gustos, tus pasiones y tus pecados. Tu pariste a la Bestia que ahora se levanta contra nosotros.
LA ANATOMÍA DE LA CUARTA BESTIA DE DANIEL.
El capítulo 12 del Apocalipsis de San Juan, está dedicado a un acontecimiento en la Iglesia y se da allá mismo el tiempo exacto en el cual debía realizarse. Dice San Juan: "Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz". Esta mujer es indudablemente la Iglesia. Sobre este capítulo muchos escritores sagrados han errado como no se podía esperar otra cosa. Si se ven los acontecimientos futuros a través de los símbolos proféticos, es lo mismo que querer ver más allá a través de una espesa maleza. Pero cuando los acontecimientos han tenido lugar -desde una óptica ortodoxa, repito-, se aclaran y se puede ver la maravillosa coincidencia de estos acóntecimientos con los símbolos. Uno de estos eruditos decía: No es que uno sea más que Santo Tomás de Aquino- El es un gigante y yo soy un enano, pero estoy parado sobre su cabeza y por eso yo puedo ver más lejos que él. De este texto han dicho que el niño por nacer es la Iglesia, que es Cristo, que es el resto fiel de Israel que se ha de convertir al fin de los tiempos, etc. Nadie menciona que se trata de un papa que la Iglesia atribulada y en medio de grandes dolores está a punto de elegir. El Trono papal ha sido usurpado y en él habla y reina la Fiera. Se extiende la Apostasía y la corrupción, y se predica libremente la herejía "que las reúne a todas". La verdadera Iglesia ha desaparecido de la superficie de la Tierra y ha sido reducida a dimensiones domésticas (Card. Villot).
Es innegable que este acontecimiento está ligado estrechamente con la santísima Virgen María. Siendo ella la Madre de Cristo, no puede estar al margen de un acontecimiento tan importante para el Cuerpo místico de su Hijo. Por eso, el texto parece confundir una cosa y la otra. Y en el cumplimiento una cosa estuvo íntimamente relacionada con la otra. Esta elección papal, es la única mencionada en las sagradas Escrituras y se fue dando al amparo de la Virgen Madre de Dios. El 13 de octubre de 1993, en el lugar llamado Valihnos, en Fátima, y en el aniversario del milagro del sol, un grupo de obispos del resto fiel de la Iglesia, reducida a nada casi, hicieron lo que se llamó EL JURAMENTO DE VALINHOS por el cual se comprometían a llegar a la elección de un papa lo antes posible. Valinhos es un lugar apartado en el que la santa Madre se apareció a las niñas en el momento en que las estaban persiguiendo. "Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol... y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz". La Iglesia despojada del papa, necesita oir la voz de Dios que habla por el santo padre, porque su Trono ha sido usurpado por la Fiera. El papa debe dirigir la lucha en esa situación de extrema necesidad.
Continúa San Juan: "Apareció otra señal en el cielo: una gran Serpiente bermeja, con siete cabezas y diez cuernos y sobre sus cabezas siete diademas". Aquí tenemos la anatomía de la cuarta bestia de Daniel y una de las bestias de San Juan, la cuarta, que ni uno ni el otro describan en sus escritos. Tiene diez cuernos como la cuarta Bestia y diademas con blasfemias. El tiempo de la elección de este papa, debe suceder durante el reinado de la cuarta Bestia. Es decir, durante Juan Pablo II. "La Serpiente se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto le diera a luz. La mujer dio a luz un hijo varón". La elección se hizo nueve meses después de Valinhos exactamente el 29 de junio de 1994 en la ciudad de Asís declarada "Ciudad hermana de Belén" muchos años antes. Si todas estas coincidencias y sucesos no significan nada, entonces estamos tratando con retrazados mentales. La visión de San Juan, dice que la mujer tenía sobre la cabeza doce estrellas. Doce fueron los electores del papa de Asís, que reunieron en ellos las siguientes características. Un representante, por lo menos de los cinco continentes; todas las ciencias de la Iglesia en grado doctoral; clero regular y secular; clero oriental y occidental; todas las órdenes de la Iglesia, es decir, obispos, sacerdotes, diáconos, pero también terceras órdenes y seglares. Se puede añadir que allá estaban personas ricas y pobres. Muy pobres. ¿Quién podría reunir a éstos en sólo 12 personas; y en sólo nueve meses?, un imbécil me dijo: las características de los electores y sus órdenes los organizadores de ese Cónclave las hicieron coincidir como las mismas fechas. Como dicen las sagradas Escrituras:, "el número de los tontos es infinito".
La elección de Asís, se enfrentaba al Anticristo, a la cuarta cabeza de la Fiera, a la Serpiente bermeja (Bermejo: rubio rojizo según el Diccionario), a la que fue herida de muerte que sin embargo se curó. Esta Bestia se detuvo delante de la mujer encinta para tragarse el hijo apenas lo pariera. El Cónclave fue unánimemente reprobado. ¿Por quiénes?, por el "resto fiel" de la Iglesia. De la Iglesia remanente. Se dijo que los electores estaban llenos de soberbia; que uno de ellos quería ser papa; que eran unos apresurados, etc. Los llenaron de escarnio y de burlas y el hijo varón elegido en Asís, fue arrebatado A DIOS Y A SU TRONO PAPAL. Por eso, San Juan continuando el texto dice: "Y su hijo fue arrebatado a Dios y a su Trono". Algunas versiones de la Biblia traducen: "fue arrebatado para Dios y para su Trono". ERROR. Estas versiones explican -y confunden- que el hijo era Cristo. Imposible. Nadie "arrebata a Cristo". Para arrebatar se necesita una fuerza superior. ¿Entonces en la Ascención Cristo fue arrebatado al Cielo como fue arrebatado el Profeta Elias en el carro de fuego?. ¿Quién arrebata a Dios?. También dicen que es la Iglesia. No estamos en el tiempo dé la Parusía, sino que sus indicios sólo comienzan. La Iglesia no puede ser "arrebatada" para Dios. No es el tiempo. Nos acogemos a la versión de Nacar-Colunga que dice que el hijo fue arrebatado a Dios y a su Trono. Y añadimos muy propiamente papal.
Al Papa de Asís, la cepa maligna de obispos trepadores y ávidos de reconocimientos y herencias, celosos de sus haciendas, le arrancaron a Dios la oportunidad de salvar a la Iglesia. Dios lo quiso, pero la voluntad y las pasiones humanas se opusieron. Alguien dijo: tal vez la Iglesia remanente con esto haya perdido su oportunidad de tener un papa. Tal vez porque el hombre ya no merecía oir la Voz de Dios. Porque si en Asís, el Papa fugaz restauró el Pacto, esto fue en razón de la Palabra del Señor, que prometió estar con los suyos hasta la consumación del mundo, y no en razón de que alguien lo mereciera. Sólo por la misericordia divina. Y hoy, a más de 15 años de Asís, la unidad de la Iglesia se ha silenciado. Nadie habla de ella y se acogen de un supuesto "estado de necesidad" que es ficticio. Algunos hacen alarde de proclamar la unidad, pero son unos payasos sacros, porque no empiezan con los que tienen cerca. Entre ellos mismos se han hecho cosas tan horribles que podemos decir sin temor a equivocarnos, que la Iglesia remanente está totalmente desencuadernada. ¡La arrebatinga desencadenada!.
La mujer que da a luz al hijo varón arrebatado a Dios y a su Trono papal, huyó al desierto, a la soledad, al aislamiento, donde Dios la va a alimentar un tiempo. La Serpiente vomita de su boca agua torrentosa y pestilente. Se entabla una lucha en la que participan los demonios, pero son vencidos y arrojados al abismo infernal. Todos estos acontecimientos tan dramáticos pasan inadvertidos de un pueblo ciego, y de los mismos católicos de la Iglesia del resto fiel, inmersos en sus actividades en sus farras, y que forman la gruesa milicia del club de los "no pasa nada".
El fugaz Papa de Asís, Lino II -llamado como el segundo papa de la historia- presagiando tal ves ser el penúltimo, comenzó siendo traicionado. Había entre los electores un traidor que dio aviso a la policia del Vaticano y cuando pretendió entrar a la Catedral de San Juan de Letrán para firmar los primeros documentos, se encontró que las puertas estaban cerradas, y el lugar y el parque al frente de la Catedral estaba lleno de soldados armados y agentes de la policía secreta con camión de rejas y un helicóptero. El traidor digno émulo de Judas y del monje que entre los doce discípulos de San Francisco lo traicionó, había dado aviso a la policía del Vaticano detallando todo el programa a seguir. Pero éste no fue menos traidor que los jerarcas de la Iglesia remanente. En la Cruz, hasta los mismos Apóstoles abandonaron al Señor y se escondieron, pero el Espíritu Santo no había venido y por eso, su cobardía es justificable. Ahora, no se justificaba de ninguna manera. Esta vez se escondieron a sabiendas de que preferían seguir sus pasiones y sus intereses.

LA DESCRIPCIÓN DE LA BESTIA EN LA REVELACIÓN DE
SANTA ILDEGARDA DE BINGEN.

En su VISION DEL ANTICRISTO, Santa Ildegarda de Bingen, escribe: "Según estas características, el Hijo de Perdición practica la ilusión de sus artificios en los elementos mostrando en ellos belleza, dulzura y suavidad acorde con la voluntad de los hombres a quienes engaña. Pero este poder está permitido para que los verdaderos fieles disciernan en la recta Fe, porque el Diablo no tiene ningún poder sobre los buenos, sino solamente en los malos un poder de muerte eterna. Pues todo lo que realiza ese hijo de la iniquidad, lo hace con tiranía, soberbia y crueldad, ya que no tiene misericordia, ni humildad, ni justicia; pero mediante -este infame- su poderío y sus extraordinarias maravillas conmina a los hombres a que lo sigan, consigue la voluntad de muchos pueblos diciéndoles que hagan libremente la propia voluntad, que no hagan penitencia en vigilias o ayunos proponiéndoles que sólo amen a su dios que simula ser él mismo; que de este modo, liberados al fin del Infierno, alcancen realmente la vida. Por lo que aquellos engañados de este modo, dicen: Ay de aquellos desdichados, que existieron antes de estos tiempos porque torturaron su propia vida con tan crueles tormentos, sin conocer la piedad de nuestro dios. El, en efecto, les muestra sus tesoros y riquezas y les permite vivir en la gula según voluntad de cada uno, confirmando su doctrina con signos engañosos de modo que todos piensan que de ningún modo es menester disciplinar y castigar el cuerpo... Y les dice: quien a mí se convierte, le son borrados sus pecados y vivirá conmigo eternamente. TAMBIÉN ANULA EL BAUTISMO y el Evangelio de mi Hijo (estas palabras se las revela Dios Padre a Santa Ildegarda), y se burla de todos aquellos preceptos que han sido Tradición de la Iglesia. Y sin cesar repite a los que le sirven, diciendo con diabólica burla: ved quién y qué insano fue aquél que ordenó al pueblo simple observar esta conducta, engañándolas con sus mentiras. Yo en cambio quiero morir por vosotros y para vuestra gloria y luego resucitar de la muerte. Y así libraré a mi pueblo del Infierno, para que desde entonces viváis conmigo en mi reino glorioso que antes de aquél mentiroso simuló que el le fundaría". También dice: "El enajenado homicida sin embargo, o sea el hijo de perdición vendrá un brevísimo tiempo, cuando ya el día comienza a daclinar, latente el sol en el ocaso, cuando ya cae el novísimo tiempo y el mundo deja su connatural losanía...".
En este mensaje transmitido por Santa Ildegarda desde el siglo XII, la figura del sol que muere por el horizonte es indudablemente que el Anticristo, o la Bestia, o la Fiera vendrá por muy poco tiempo. La oscuridad caerá sobre los hombres que se volverán ciegos e indiferentes. Pero dice también: "...y el mundo deja su connatural losanía...". Esto no es una figura evidentemente. Ese es un hecho como lo estamos viendo. Tengo en mi archivo periodístico varias publicaciones de distintas instituciones científicas que dicen que desde la década de los años sesentas, las desgracias naturales se triplicaron. Entonces el mensaje de Dios que la santa transmitió anuncia Claramente que el reinado de la Bestia vendrá acompañado de agresiones de la Naturaleza espeluznantes contra el hombre. El hombre no ha estropeado al mundo, sino que lo ha envejecido. Mucha gente de muy baja cultura, cuando devuelven algo que se les ha dado prestado eso no está estropeado, sino envejecido. No sé cómo lo hacen. La Naturaleza desencuadernada, comienza a ser hostil al hombre, lo agrede con furia inaudita. Surge una pregunta obligada: ¿por qué coinciden estos acontecimientos naturales agravados en forma tan descomunal concurriendo con el diabólico Concilio Vaticano II que introdujo en la Iglesia con la aprobación de la jerarquía mundial la herejía que las reúne a todas y que comienza el tiempo de la Apostasía?, ¿Dios a pesar del abuso que el hombre hacía de la Naturaleza, la conservaba en su natural lozanía y frescura de los hombres tontos e inexpertos y en favor de ellos, lo cual a la vista de la Apostasía dejó de hacer?. Esto es algo que la ciencia nunca explicará. Pero toda esta hecatombe sólo no la ven los que pertecen al club de los "no pasa nada". Estos hacen lo mismo del cuento: cuando un hombre pasa junto a un perro rabioso, hace como que él no lo ve.
Sigue la revelación de Santa Ildegarda: "¡Oh fieles míos!, oid empero este testimonio e inteligidlo con devoción para cautela vuestra, no sea que por ignorarlo el error de ese destructor, al llegar repentinamente os precipite en la ruina DE LA INFIDELIDAD Y DE LA PERDICIÓN. Por donde revestid ahora las armas de la Fe y advertidos de antemano de este modo, preparaos con recursos fidelísimos para una batalla muy intensa. Pues cuando haya venido aquel tiempo en que el nefastísimo trastornador nazca con todos sus horrores, aquella madre que dará a luz a este tentador del mundo, desde su adolescencia, en edad de su niñez, colmado de vicios, por muchas artes diabólicas, será alimentado en el desierto de la abyección entre nefandísimos hombres".
Cuando la Bestia haya sido formada en el vientre de su madre prostituta que no sabrá "que semen" -dice el texto- la engendró, habiendo llegado "a la plena edad, sigue la Santa, enseñará ostensiblemente una doctrina contraria a la Fe y luchará de este modo contra Mí y mis elegidos después de haber consolidado una extraordinaria capacidad tanto que en sus magnos poderes se atreva a elevarse sobre las nubes. Pues Yo, con justa determinación, permito que él ejerza su voluntad sobre diversas creaturas porque así como el Diablo dijo al comienzo: seré semejante al Altísimo, y cayó, así también permito que el mismo Diablo en los últimos tiempos caiga, cuando él mismo diga por boca de su hijo: el salvador del mundo soy yo".
Y en otro lugar hablando de los tiempos finales, la Revelación dice: "Ahora, la católica Fe vacila en los pueblos, y los hombres declinan el Evangelio; y asimismo los fortísimos volúmenes de doctores probadísimos concentraron con mucho estudio, se disipan en el torpe tedio, y se han entibiado el alimento de la vida de las sagradas Escrituras. Por eso hablo por medio de una persona que no profiere su propia ciencia de las Escrituras (es decir, Santa Ildegarda), y que no ha sido formada por ningún terrenal maestro. Sino YO QUE SOY, proferiré por ella nuevos secretos y muchas cosas místicas que hasta ahora permanecieron ocultas en esos volúmenes".
En otro lugar dice: "Trastornará y esparcirá sonidos (palabras) abominables de contradicción para que los hombres nieguen a Dios infundiendo en todos los sentidos hediondísimo contacto, desgarrando lo que está establecido en la Iglesia con crudelísima rapacidad y rechinando con sus horribles fauces y agusando sus dientes terribles y como de hierro, porque con la voracísima abertura de los vicios, impondrá de modo cruel a quienes no consientan la fuerza y la locura de sus fauces".
Hasta aquí algunos párrafos de la revelación de Santa Ildegarda sobre el Anticristo y el tiempo de su reinado.
Todos estos símbolos bíblicos están ocultos en el misterio. San Pablo decía que ellos predicaban en el misterio, porque como dice San Gregorio Magno (Lib. XXX, Cap. I, 2) "El Señor levanta Su voz en la niebla, porque los oscurecidos corazones de los fieles resisten a la Doctrina y afligen a los buenos". En el Lib. XXVII, Cap. XXVI, 49, de su obra LOS MORALES dice algo que se aplica perfectamente a la herejía modernista: "¿Quién otro se entiende por el nombre de Bestia sino al antiguo enemigo el cual cruelmente acometió el engaño del primer hombre y, amonestando los males, despedazó la integridad de la vida?. Por el cual por voz del Profeta PROMETE LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA A LOS ESCOGIDOS EN EL ESTADO ANTIGUO", lo cual no es más que la cantinela aburrida con la que la nueva herejía trata de engañar a los fieles.
La Iglesia esperaba la llegada del Anticristo. No podía saber cuando, pero su aparición era segura. Por eso San Gregorio dice en la obra citada Lib. XX, Cap. XL, 77: "La Iglesia siente gravemente en las entrañas el dolor de la última persecución, cuando perecerán algunos de ella, y otros más fuertes serán aflijidos en tristeza". "... se acerca aquella tempestad postrera de las almas que ha de subvertir a todo el mundo; ahora con batallas y muertes así como con unas ondas nos demuestra sus principios y cuando más cercanos nos hacemos cada día al fin, tanto más graves vueltas de tribulaciones vemos venir. Pero a la postre, conmovidos todos los elementos, y viniendo el Juez soberano, traerá el fin de todas las cosas porque entonces la tempestad levantará sus olas hasta el cielo. Los santos varones miran esta tempestad con vigilancia y cada día se espantan de las ondas levantadas sobre sí, y de las tribulaciones que ahora sufren en el mundo, preveen las que se han de seguir" (Lib. XXI, Cap. XXII, 35).
También dice: "El Anticristo, hablará a una generación perversa por lo cual será seguido" (Lib. XI, Cap. XXVI, 37). En el Lib. XXXI Cap. V, 7, dice: "La Iglesia tiene en su seno muchos enemigos. Muchos hay en el gremio de los hermanos que tienen la Fe solamente de palabra, mas como no dejan la presunción de la soberbia, aflijen a cuantos pueden con violencias soberbias y apartan de los oídos del corazón las palabras de quienes los amonestan, las toman a mal o las retuercen. Estos son peores, porque ni rinden fruto y no dejan a los otros crecer en la virtud".
Ahora conviene reflexionar un poco y tratar sobre el pecado gravísimo de la traición, ligado estrechamente a la soberbia, no sin antes aclarar un poco más la visión de la mujer que en el capítulo 12 del Apocalipsis aparece vestida del sol, teniendo la luna bajo sus pies.
San Gregorio Magno (590 a 604) en su obra LOS MORALES mencionada antes, resuelve esto por lo cual es suficiente copiar unos párrafos.
Apareció..."una mujer vestida del sol y debajo de sus pies la luna. En el sol es significado el alumbramiento de la verdad y en la luna que por meses desfallece se figura la mudanza de los tiempos. Y porque la santa Iglesia es amparada del resplandor de la lumbre soberana, dícese que es vestida del sol y, menosprecia todas las cosas temporales, dícese que sojuzga bajo de sus pies la luna" (Lib. XXXIV, Cap. XIV, 25).
La mujer vestida del sol es la Iglesia, como antes dije. Que está vestida del sol que es la Doctrina eterna, invariable, como es Dios mismo invariable. La Doctrina de Dios es permanente para siempre. Esta mujer la pisa como María santísima a la serpiente, porque la luna es la herejía que se muda con el tiempo; que varía con el tiempo para renovarse, para evolucionar, dicen, a la pureza del principio. Pero es lógico decir que esos cambios constantes llevan irremediablemente a que la Doctrina se diluya. Una cosa que regresa a sus principios, destruye completamente toda tradición y su peso y su experiencia y su autoridad. Eso es un engaño modernista-progresista.
Y eso es destruir a la Iglesia completamente. La Iglesia basa su autoridad en las sagradas Escrituras y en la Tradición basada también en las Escrituras. Son dos columnas sólidas que la sostienen. Acabar con la Tradición es acabarla completamente, pues la interpretación de las Escrituras también esta basada en la Tradición.

ALGUNAS PRECISIONES NECESARIAS.
Han quedado algunos cabos sueltos en la interpretación que estoy haciendo sobre el Anticristo y su tiempo basada en la revelación bíblica y privada que a continuación trato.
"En Portugal se conservará la Fe". Estas son las palabras que la santísima Virgen dijo a Lucía durante sus apariciones de Fátima. Se ha llegado a dudar de la autenticidad de estas palabras, porque es bien conocido que la herejía modernista ha invadido a toda la Iglesia sin respetar a ninguna nación. Lógicamente tampoco a Portugal. Las palabras de la santísima Virgen nunca significan que Portugal no vaya a ser afectada por esta herejía. Debemos averiguar qué cosa significa conservar. CONSERVAR: mantener, guardar, retener, sustentar. ¿Y QUE ES MANTENER?: alimentar, sustentar, apoyar, afirmar, defender. ¿QUE ES SUSTENTAR?: soportar, alimentar. Evidentemente la santísima Virgen en ningún momento dijo que Portugal no sería infectado, sino que allá, en Fátima, se conservará la Fe. Se guardaría la Fe, se afirmaría, se defendería que es exactamente lo que hicieron los electores de Asís, solos ante un mundo corrupto lleno de traidores. Esos de la cepa de Judas que siempre tienen una justificación para su pecado horrible.
¿Podemos considerar la elección de Asís, como el comienzo de los acontecimientos del fin?, desde luego que no. Estaríamos negando lo que dice el Evangelio y San Pablo. Ni siquiera nuestro Señor ve en la herejía total ese principio, sino la supresión del Sacrificio, como consecuencia de esa herejía modernista. "Cuando vieres la abominación de la desolación...". Ese es el momento que todos ignoraron con excepción de un grupo ínfimo. Igualmente San Pablo en su Carta a los fieles de Tesalónica advierte que hay tres acontecimientos que marcarán el principio: 1. debe venir la Apostasía, 2. y la aparición del Anticristo. Pero como producto de la Apostasía hay algo que "impide" la aparición de la Bestia. Pero este no lo dice. Este acontecimiento es la supresión del Sacrificio de la Misa, porque al mismo tiempo que es producto de la herejía "que las reúne a todas", da por resultado el nacimiento de la Bestia formada por cinco cabezas abominables con una sola intención, marchando a un solo fin, en una estrecha unidad moral: destruir a la Iglesia.
El Papa Paulo IV, teme esto en su Bula CUM EX. El dice en ella: "Para que no veamos un día la abominación de la desolación instalada en la Iglesia". El temía ver al Anticristo llegando a la cabeza de la Iglesia. Esa Bula no me parece a mí que sea una prueba de que los papas como doctores particulares pueden caer en la herejía como se ha dicho. La palabra de Cristo, entonces, sería variable. Tendría excepciones. Sobre este tema que ahora no he de tratar, escribí hace unos años un opúsculo documentado. Esos tres fueron los acontecimientos que marcaron el principio del fin. Creo que muy poco o nada comprendidos por quienes los presenciaron. Algunos se levantaron contra el blasfemo nuevo rito indudablemente. ¿Pero lo que fue abortado por el Concilio Vaticano II, y sobre todo, el inicio del reinado de la Bestia, fueron comprendidos?. Yo creo que sin equivocarme puedo decir que no.
El Cónclave de Asís sólo fue un diagnóstico de que el cuerpo místico de la Iglesia había muerto, como dos mil años atrás murió el Señor traicionado por Su pueblo, por uno de sus Apóstoles -padre de los actuales traidores-, y abandonado por todos. En Asís se pudo ver la Apostasía del pueblo y la abyecta traición de Su resto fiel justificándose como lo hacen los traidores que llegan a decir tener motivos altos y espirituales para fraguar su traición. La Voz de Dios ya no la oiría el hombre que resuena por la voz del papa, porque ya no lo merecía. Reinaba por ese tiempo una estrepitosa alegría exterior y falsa tapando la más profunda desesperación. La más intensa espectativa, confusión y disipación reinaba entre los hombres que no es otra cosa que una desesperación pagana. Dios había abandonado a los hombres así como ellos lo habían abandonado. Así anunció el Mensaje de La Salette. La cretinización del pueblo se extendía como una mancha de aceite apoyada por los instrumentos técnicos de difusión.
Yo dudo mucho que los hombres lleguen a la elección de un papa. No lo merecen. ¿Serán los tiempos que serán acortados?, ¿y quién puede saberlo?. No dudo de la misericordia y de la bondad de Dios que son infinitas pero ¿puede Dios actuar y manifestar Sus dones en el Infierno?. ¿No será que el triunfo de la Iglesia esté ahora reservado al día de la Parusía?. Los que queremos ver al padre común debemos esperar en la Providencia de Dios. No nos queda otro camino.
La santísima Virgen en La Salette, dijo que el mundo estaba "encharcado" de pecados. Ese mundo sostenía a la Bestia y ella a su vez sostenía en el mundo una corrupción nunca vista en la historia humana, porque hay que entender que la Bestia no es otra cosa que el producto lógico de un mundo podrido por la acción de una muchedumbre de pecados que lo han "encharcado" dice la Virgen en La Salette.
La herejía final "que las reúne a todas", es como la cúspide "santificada" y disfrazada de bien que el Anticristo mantiene con su autoridad usurpada a la que se allegan los hipócritas. El principio de esta traición e infidelidad de la gran herejía, como he dicho antes, es como un polvo purgante efervecente que se echa al agua clara, que cuando deja de fermentar clarifica nuevamente el agua, dejando un pestilente olor y nauseabundo sabor. Pero esa agua clara, se va enturbiando poco a poco y ennegreciendo hasta que aquello se convierte en una pila de gusanos.
Por eso, Daniel dice que sus bestias son diferentes cada una. Sus siete cabezas son el reino y el poder de los siete pecados capitales campeando con libertad en las almas. Esos pecados capitales dan orígen a todos los demás pecados. Pero los hombres justifican el horror de su degradación en la figura y autoridad de la Bestia que aparenta ser familiar de Cristo, sucesor de San Pedro y defensor de la Tradición. No es errada la figura apocalíptica de la Bestia que arrastra a tierra las estrellas. Es el poder, es la fuerza devastadora del Diablo al que el hombre le ha dado ese poder. Y así se han constituido en las células del cuerpo de Satanás. Contra él viene Cristo el día de Su Parusía. El cielo de los valores morales ha caído a tierra. El hombre ha condenado a Dios por haber querido imponer una Doctrina que ha pasado de moda, que no se puede admitir y que retraza el progreso de la humanidad. Sólo que eso se dice en el momento en que la humanidad está a punto de ser exterminada y arrojados al lago de fuego el Anticristo con sus seguidores.?
Quiero reflexionar algo sobre la supresión del Sacrifico de la Misa, que rompía el Pacto del hombre con Dios y que como dice el Profeta Isaías, traería la devastación del mundo. Lo cual se puede consultar en el llamado Apocalipsis de Isaías.
1.
La supresión de la Misa, que fue magistralmente ocultada detrás de los pliegues de una "modernización" y de la traducción del idioma latino para ayudar supuestamente al pueblo a "entender", era la señal escatológica de que la Apostasía estaba presente.
2.
Pero como no puede existir un solo papa que se atreva a nulificar las formas -o fórmulas- sacramentales operativas invalidando el Sacrificio, -como las formas de otros Sacramentos-, entonces eso significaba que el Anticristo estaba sentado en la Sede de San Pedro.
3.
La tercera cosa que es importante reflexionar es el texto bíblico del anuncio que hace nuestro Señor Jesucristo de la introducción de la abominación de la desolación en el lugar santo. El dice con claridad que eso va a ser una introducción, que va a ser una instalación. No se puede INSTALAR nada si el dueño de la casa no está de acuerdo. En la palabra "instalar" queda excluida la violencia que se ha imaginado de un Anticristo cerrando iglesias y matando católicos. Yo sólo puedo "instalar" algo con la autorización de los dueños de la casa. Que se me diga si esto no significa la Apostasía aplaudida a rabiar por un pueblo apóstata. Que se me diga si esa instalación no sucedió con la aprobación y aplauso de un pueblo perverso e ignorante que incluso se negaría a estas alturas a regresar a la ortodoxia. Este pueblo está contento con la basura que les están arrojando a la cara. Porque este nuevo rito, es una cosa aburrida, repetitiva, supuestamente comunitaria, inculta, y lejos, lejísimos de lo que es bello, estético y santo. ¿Se comprendió esto, o se siguió esperando al Anticristo como un individuo montado en un caballo con cuernos sobre su cabeza, cerrando iglesias por todo el mundo, con una espada ignea en la mano y jefe de un gobierno mundial?. Entonces, los tres acontecimientos sucedieron al mismo tiempo y no se podían separar porque cada uno fue consecuencia del otro en trabazón lógica e inseparable.
Se me puede decir que los Sacramentos fueron alterados e invalidadas sus formas -o fórmulas- ante un pueblo en gran mayoría ignorantemente culpable, pero que no se me diga que el cambio del rito de la Misa pasó inadvertido cuando de un rito compacto, unificado, solemne, sacro, hicieron un espantoso saínete ridículo y sujeto a la voluntad y gusto de una manada de falsos sacerdotes sin cultura ni educación que salen de los seminarios aparte de bien manipulados en la nueva herejía, degradados brutalmente en su cultura y educación más elemental.
El Cristianismo, el verdadero Cristianismo que no se entiende más que en la Iglesia Católica, es una religión cultural. No solamente transforma al individuo en sus valores espirituales, sino sociales. El nuevo rito fue aceptado por el pueblo todo, fue aplaudido por el pueblo todo. Fueron testigos de la traición, y fueron solidarios de la traición. Era meterse en un problema grave cuestionarlo, porque ¿a quién le interesaba indagar los pormenores dogmáticos de una religión que sólo se seguía nominalmente?, ¿a quién le extrañaría y se cuestionaría los motivos del nuevo rito si el pueblo ya era indiferente?.

LA TRAICIÓN EN LA IGLESIA.
El más famoso traidor de la historia del Cristianismo indudablemente es el Apóstol Judas Iscariote. Sin embargo, no ha dejado de tener siempre sus defensores. Algunos de ellos dicen que era un verdadero patriota que deseaba con muy buena intención la liberación de Israel de la terrible bota del Imperio Romano que aplastaba a su patria. Las intenciones hay que ver aunque las acciones sean nefandísimas. Y en Cristo vio a ese libertador o Mesías. Su acción, entonces, no fue una traición, dicen, sino que lo que quería era forzar a Cristo a actuar, teniendo la seguridad de que los milagros que le había visto hacer, lo liberarían de cualquier peligro. Y por esto forzó la situación para enfrentar a su Maestro con las autoridades judías para lo cual debía seguir el juego que incluía la venta por treinta monedas de plata, pues necesitaba que lo creyeran realmente un traidor.
Judas Iscariote permaneció tres largos años junto al Maestro, oyendo no solamente lo que los Evangelios registraron, sino todo lo que hizo y dijo que llenaría toda la Tierra, dice San Juan. Así es que es absolutamente increíble que no haya podido comprender en qué consistía la salvación por la que Cristo había venido al mundo y la dimensión universal de la que toda la humanidad se beneficiaría. ¿Era tan imbécil?. Judas Iscariote era un traidor y un soberbio, dos pecados que siempre van juntos. El cerró sus oídos y su corazón a la gracia indudablemente. Quiso adjudicarse la gloria de iniciar la revuelta que libraría a Israel de la opresión de los romanos, usando a Cristo para sus fines patrióticos. Era la justificación de hacer lo malo para obtener un bien. Ambicionó, si esta historia tiene algo de verdad, bienes espirituales ilícitamente, que es el pecado que cometieron nuestros primeros padres Adán y Eva. Su traición, su soberbia Y SU HIPOCRECIA lo condenaron. Cristo dijo que "mas le valiera no haber nacido". El traidor es hipócrita y soberbio. El hipócrita y soberbio, fácilmente se hace traidor.
Desde Judas Iscariote, la traición se introdujo en la Iglesia. Desde el primer momento que Cristo con la conversión del agua en vino en las Bodas de Cana, que fue su primer milagro, y que lo significó entre el pueblo, la sinagoga, "sinagoga de Satanás" -la llama San Juan-, le mandó espías que se "convirtieron" pero El no confiaba en ellos dice el Apóstol en el Cap. II de su Evangelio. Hubo muchos que estaban en la Iglesia, "pero no son de los nuestos" dice en su Epístola primera. ¿No es perfectamente conocido que Diótrefes le negaba asilo a los enviados del Apóstol por ambiciones personales?. La Iglesia estaba en sus principios pero ya tenía dentro traidores. Son los hombres de mala entraña.
Dices una nueva idea, e inmediatamente la rectifican, la critican y la quieren perfeccionar. Lo hacen por el bien común. Buscan oportunidades con ahinco increíble y no desaprovechan ni una sola. Son arañas negras de cinco patas que tejen debajo de la mesa y que se apoyan en diversos lugares para quedar siempre bien parados. Aunque son terriblemente sediciosos, se sienten previsores, pero no hay nadie en la Iglesia que sea tan destructivo como ellos. Los hombres bajos de corazón abyecto se les unen al primer trompetazo. Pero tan conscientes de su maldad son, que siempre se esconden, que buscan lo oscurito, que te niegan todo con cinismo y tranquilidad y buscan los rincones y los sumideros para amontonarse. ¿Cómo separar su soberbia, su hipocrecía y su traición?, imposible porque han nacido del mismo huevo. La hipocrecía, la soberbia y la traición son una sola cepa amasada de la misma baba.
Son de grande enseñanza las palabras que San Gregorio Magno en su obra LOS MORALES mencionada antes. En el Lib. XXXI, Cap. V, 7, dice: "La Iglesia tiene en su seno muchos enemigos. Muchos hay en el gremio de los hermanos que tienen la Fe sólo de palabra, mas como no dejan la presunción de la soberbia, afligen a cuantos pueden con violencias soberbias, y apartan de los oídos del corazón, las palabras de quienes los amonestan, las toman a mal o las retuercen. Estos son los peores porque ni rinden fruto y no dejan a los otros crecer en la virtud".
En el Lib. XXXI, Cap. XIV, 27, escribe: "El hipócrita se finge santo y se oculta bajo la imagen del bueno, pero esto sucede durante el tiempo de paz en la Iglesia. Pero si alguna tentación de la Fe viene o alguna tribulación, esa alma de lobo rabioso se despoja de la vestidura de la oveja y demuestra con su persecución cuánto es capaz de encruelecerse contra los buenos".
En el Lib. XXIX, Cap. XXX, 61 dice: "Cuando la virtud se pierde por el apetito de las alabanzas humanas, queda sólo la imagen de la misma virtud".
En el Lib. XV, Cap. XIII, 16, dice: "El hipócrita, procurando buscar las palabras de la Doctrina por vanagloria, cegado por el juicio divino, entiende perversamente aquello mismo que busca con mal propósito. Otras veces el hipócrita entiende rectamente las palabras de la Doctrina, pero no las guarda en las obras y así las pierde antes de que su vida acabe, para que pierda el saber que no quiso obrar sabiendo".
En el Lib. XII, Cap. XXVII, 32: "El hipócrita toma las palabras de la defensa de Dios solamente por parecer hombre docto y sabio y cuando parece que defiende la gloria divina, manifiesta a los hombres su ciencia".
En el Lib. XXV, Cap. X, 25: "Muchos por la pestilencia de su propia perversidad, se encubren bajo la sombra de cristiano para la hermosura de la vista exterior, estando ante el Juez supremo desnudo en la infidelidad de su conciencia, pero a los ojos de los hombres llenos de virtud".
En el Lib. XXIII, Cap. XI, 19: "El ansia de la vanagloria que no puede mantenerse dentro en el silencio aparece como celo de caridad para cumplir sus deberes o perfeccionarse en el apostolado y en la caridad... La inchazón de la soberbia imita a veces el celo que proviene del Espíritu Santo. Grave angustia de la vanagloria no demostrar lo que se sabe, porque con dificultad pueden sufrir la fuerza que en lo de dentro les arde si se tardan un poco en manifestar todo lo que saben".
En el Lib. XXXIV, Cap. XXIII, 52: "Esta es la imagen del soberbio: todos los que en pensamiento de soberbia, hablan de muchas cosas, tienen amargura en el silencio, disolución en la alegría, saña en la tristeza, deshonestidad en las obras, honestidad en el semblante, elevamiento en el andar rencor en las respuestas. El alma de estos tales siempre está muy fuerte para hacer injurias y enferma para tolerarlas, perezoza para obedecer, importuna para mandar, negligente para las cosas que puede y debe hacer y muy dispuesta para las cosas que no puede ni debe; con ningun amonestamiento se inclina a lo que de su voluntad no codicia, y a lo que escondidamente desea luego lo procura en pensándolo, porque, temiendo menoscabarse por su deseo, codicia padecer fuerza en su voluntad propia".
A mi no me parece que sea una discordancia con lo dicho por San Gregorio decir de los hipócritas: Grave angustia de la vanagloria no demostrar lo que poseen, porque con dificultad pueden sufrir la fuerza que en lo de dentro les arde si se tardan un poco en manifestar todo lo que tienen y pueden. Porque estos desgraciados hombres, no conformes con regodearse internamente de su ciencia y de sus posesiones, quieren darlas a conocer a los demás.
El Cap. XVI del Apocalipsis habla de las ultimas copas que al fin, deben caer sobre los hombres perversos. La primera copa dice que el ángel derrama sobre la Tierra su contenido y vino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia. Se ha dicho que el cáncer, que el SIDA, y otras cosas. A mi me parece que esta no es una enfermedad física, sino espiritual. Podemos decir que la traición, que la soberbia, que la hipocrecía y tantos otros pecados y pasiones que invaden al mundo. Pero sobre todos ellos está la LUJURIA que es una "herida moral", -dice el Diccionario-, que contagia a los tejidos periféricos con su podrición y pestilencia. Que es maligna por su propensión al mal y perniciosa porque conlleva un grave daño. ¿Tiene cabal cabida una enfermedad física o la tiene una esfermedad moral a la luz de lo que estamos viendo?.
San Pablo en su segunda Carta a Timoteo le dice: "Ten presente que en los últimos días, sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios que tendrán la apariencia de piedad-..".
Aunque en otras epístolas trata de la Lujuria y de la indiferencia, me parece que estos dos pecados hacen falta en esta increíble y preclara Carta. La indiferencia es un pecado que Dios aborrece. En el Cap. III del Apocalipsis, en la Carta a la Iglesia de Laodicea, o sea, en la última que corresponde según los exégetas de la Iglesia, al último tiempo de la Iglesia, San Juan escribe: "Conozco tu conducta, no eres ni frío ni caliente. Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca". Los tibios son un vómito. A ellos pertenecen los del club de los "no pasa nada". "Todo se arregla", "el hombre lo va a solucionar todo". Son ciegos voluntarios. ¿No son estos condenados tan duramente por Cristo por negarse a ver las señales de los tiempos?. Les dice hipócritas.
Llama mucho la atención que San Pablo en su Epístola no diga "Rebeldes a sus padres". El dice "rebeldes a LOS PADRES". Y esta no es otra que la herejía final. En otras palabras: REBELDES A LOS PADRES DE LA IGLESIA. ¿Qué otra cosa puede significar?. ¡San Pablo esperaba la llegada de la Apostasía. Así lo dice claramente en su Carta a los tesalonicenses!.

LAS TROMPETAS Y LAS COPAS.
Se destacan en el Apocalipsis dos series de plagas, cada una en siete etapas, que van a suceder a varios siglos de distancia, pero que marcan -las primeras trompetas- el inicio de una carrera estrepitosa imparable hacia el abismo que termina en la Parusía. Hay diferencias esenciales entre las trompetas y las copas del fin. En la primera trompeta, la tercera parte de la Tierra, quedó abrasada, igualmente la tercera parte de los árboles quedó abrasada. Toda hierba verde quedó abrasada. Cuando el segundo ángel tocó la trompeta, fue arrojada al mar una enorme montaña ardiendo y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Pereció la tercera parte de las criaturas del mar que tienen vida y la tercera parte de las aves fue destruida. El tercer ángel tocó la trompeta y cayó del cielo una estrella grande ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de agua. La estrella se llama Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo y muchas gentes murieron por las aguas que se habian hecho amargas. Cuando tocó el cuarto ángel la trompeta fue herida la tercera parte de la luz del sol y la tercera parte de las estrellas quedó en sombra. Y el día perdió la tercera parte de su claridad.
Indudablemente, estas plagas no suceden ordenadamente, sino que pueden suceder sin un orden determinado o al mismo tiempo unas u otras. No se quiera saber el significado de cada figura, que es imposible, pero en conjunto veo el tiempo de la Revolución protestante que le arrebató a la Iglesia parte de su poder, parte de su brillo, parte de sus fieles y parte de sus obras. La Montaña grande que cae del cielo a la Tierra como una montaña ardiendo y la estrella grande ardiendo como una antorcha que cae sobre los ríos y sobre los manantiales de agua, se me hacen dos naciones católicas grandes y fuertes.
Inglaterra llamada la "isla de los santos" que se separa de la Iglesia por la lujuria del "rey impúdico" Enrique VIII, puede ser la estrella que cayó sobre los ríos y sobre los manantiales de agua volviendo las aguas amargas. Y la montaña ardiendo que cae al mar puede ser Alemania que fue la cuna de Lutero que comienza su Revolución arrancando a la Iglesia su poder para arrojarlo a las chusmas ignorantes al decirles que ellos pueden interpretar la Biblia como les de la gana, y al negar el valor de la Tradición.
Para comprender un poco más la figura de los ríos y manantieles de agua volvemos a San Gregorio. En el Lib. XVIII, Cap. XXXVII, 58, escribe: "Dios abrió en el corazón de piedra de los hombres, ríos de predicación. Y así dice el Profeta David, hablando de cómo habría de ser rociada la sequedad de los gentiles; hizo el desierto estanque de agua; y la tierra que era sin agua hizo corrientes de agua. Y en el Evangelio promete el Señor diciendo: El que crea en mí, así como dice la Escritura, saldrán de su vientre ríos de agua viva. Y lo que oímos entonces prometió ahora lo vemos cumplido; pues vemos que en los predicadores santos y no engendrados por Judea, manan abundantemente de la boca de los gentiles fuentes de los mandamientos celestiales en toda la Iglesia derramada por todo él universo mundo. Porque como abrió Dios ríos en las piedras, manó también en los corazones duros,el río excelente de la santa predicación".
Que no esperen los tontos y los mundanos ver piedras del cielo caer como señales del fin del mundo para arrepentirse de sus pecados. Las profecías de las sagradas Escrituras se van a cumplir delante de las narices del pueblo apóstata sin que les sea posible ver absolutamente nada.
Estas primeras plagas, representadas por las trompetas, si no me equivoco, ya pasaron hace siglos (¡¡¡), pero dejaron una grave infección en las almas. Una cepa maligna que se iría reproduciendo poco a poco e invadiendo la circulación de todo el Cuerpo místico de Cristo, cuyos vehículos fueron los traidores, los soberbios, los herejes, los hipócritas, los avaros que abandonaron a la Iglesia a su suerte y todos los que rinden culto al Demonio engendrando a la Fiera de siete cabezas que vendría.
Las últimas plagas del Apocalipsis están representadas en las copas que siete ángeles van derramando sobre la Tierra y sobre los hombres perversos.
Salen los siete ángeles que llevan las copas del furor de Dios del Santuario de la Tienda del Testimonio y en ese momento el Santuario se llenó de humo de tal forma que nadie podía entrar. Esta es una figura terrible de la gran Apostasía. Todos los hombres seguidores de la Bestia no pudieron entrar en la Iglesia. No habría conversiones porque sus ojos estaban llenos de humo, de polvo y de escombro. Ellos, por sus pecados fueron expulsado del templo porque fueron cómplices de la expulsión del Sacrificio perpetuo del templo. Ellos derramaron la sangre de los profetas y de los santos, y la pisotearon y por eso les dieron a beber sangre de muerto.
El primer ángel derramó su copa sobre la Tierra y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraron su imagen. ¿Qué hombre no ha sido infectado por la Bestia?, Toda la generación actual, adora al dios dinero, y todos los pecados capitales y todos los vicios tienen en este mundo sus templos a los que asisten los hombres todos los días a rendir fervoroso culto. Por eso fueron expulsados del lugar santo. No entrarán al suelo santo los que tienen la úlcera maligna y perniciosa, los que huelen a la carne del cerdo negro, los que se van contagiando unos a otros comunicándose la podrición de su llaga. Ellos no fueron fieles a Dios y así Dios los cegó y fueron llevados al error que los ha de condenar. ¿O su misma estupidez e infidelidad los cegó?.
El segundo ángel derramó su copa sobre el mar y se convirtió el mar como sangre de muerto. La sangre de muerto no transporta la vida en un organismo. Está podrida y endurecida. Es negruzca y mal oliente. Es repugnante. Las fuentes de agua viva se han secado. El Sacrificio y los Sacramentos se han secado dejando una aridez extrema. No muere la tercera parte de los vivientes como en las primeras plagas provocadas por la Revolución protestante de la que vienen luego muchos males. Esta ves muere toda alma viviente. No son ya las grandes revoluciones anticristianas del siglo XVI que dejan una cepa maligna que va creciendo y contagiando poco a poco a lase generaciones siguientes sin que los hombres las curen. La influencia es ya mundial. Está presente la Apostasía. El Anticristo ha sido engendrado y la mujer prostituta lo va a parir. Lo ha engendrado toda la humanidad. Por eso es normal que cuando el tercer ángel derrama su copa, mueran los manantiales de agua y los rios porque quedan infectados. La Doctrina calla, la Voz de Dios no se oye, ha sido reprobada. Se secan las fuentes de la gracia y los hombres y las naciones versan en noche oscura. Los hombres así han querido y se enfrentan a una tempestad de exterminio, porque Dios justísimo no puede permitir que el Infierno establezca su reino en la Tierra santificada por la Sangre de Cristo.
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol y los hombres fueron abrasados con un fuego abrasador. Violencia, zozobra, inseguridad, terror, esclavitud, persecución, desesperación, injusticia, rebeldía, ignorancia, incultura, unido todo esto a una Naturaleza hostil al hombre, que lo agrede, que no le da frutos y que un extraño cambio climático arrasa regiones enteras y naciones y que lo hace inseguro en el suelo que pisa y el aire que respira. La Naturaleza se desencuaderna, pero los hombres antes que arrepentirse, maldicen a Dios que pudo regresar todo a la normalidad. Porque estamos viendo que a la vuelta de todas estas desgracias, mentes y hombres brutales, promueven la prostitución Y se prostituyen ellos mismos en abierta oposición a Dios. Se levantan frente al Creador y con el puño cerrado no solamente lo insultan, sino que se burlan de El. O lo tratan con indiferencia. ¿Cómo será posible no presentir ya, desde ahora, la pesadilla que se está acercando?.
Dios puso todos los medios para que fuera posible la reconstrucción de Su Igleeia. Para que volvieran a brotar los ríos de agua viva, para que el Sacrificio propiciatorio estuviera en el mundo a favor de los hombres, pero los hombres con su extrema estupidez convirtieron la oportunidad en una pila de pasiones y de intereses. En una chunga. Y le arrebataron a Dios de las Manos lo que con amor ofrecía. ¿Fue esta la última oportunidad?, ¿el hombre cree que esto es un juego y que la Voluntad divina está a su disposición?.
El quinto quinto Ángel derramó su copa sobre el trono de la Bestia, y quedó su reino en tinieblas. Ya estaba la Bestia que es el Anticristo en el mundo reinando desde Roma. La Virgen en La Salette dijo: "Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del Anticristo". De su sede ya no viene la Doctrina, no viene la salud. No fluyen los ríos de agua viva del centro a la circunferencia. Dios ya no le habla a los hombres porque la Palabra escrita es alterada según un plan cauto y gradual que la va diluyendo y el Magisterio vivo se le opone furiosamente. Por eso su reino, de la Bestia, ha quedado en tinieblas. Y todas las copas anteriores son contemporáneas. No coetáneas, pero si con seguridad contemporáneas. Pero todos los males reunidos no provocan el arrepentimiento. Los hombres imbéciles no ven otra cosa en esos males sino una era de transición a un tiempo mejor y así lo arrostran completamente ciegos. Y blasfeman del Dios del Cielo. Y gritan con altivez: ¡Quién como la Bestia!, ¿quién podrá luchar contra ella?, en oposición diametral con el grito de San Miguel: ¿Quién como Dios?.
Cuando el sexto ángel derramó su copa, se comenzó a preparar la guerra de exterminio mundial. El Demonio odia a los hombres que son objeto de la salvación de Cristo. El no quiere establecer su reino en la Tierra, sino la destrucción de los hombres y arrastrarlos al Infierno. El número de elegidos ya se habrá completado y la Patria celestial está a punto de cerrarse para siempre.
La Parusía completa la redención porque los cuerpos de los hombres serán redimidos. De los elegidos.
San Juan oye una voz del Cielo que dice (Apo. 18, 4): "Salid de ella -de esa falsa Iglesia, del reino de la Bestia-, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas. Porque sus pecados se han amontonado hasta el Cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades... dice en su corazón: estoy sentada como reina, y no soy viuda y no he de conocer el llanto... Por eso en un día llegarán sus plagas; peste, llanto y hambre, y será consumida por el fuego. Porque poderoso es Dios que la ha condenado".

EL APOCALIPSIS DE ISAÍAS.
Así como una gran cantidad de la simbología apocalíptica se refiere a las cosas del espíritu, el texto del "Apocalipsis" de Isaías, alude clara y directamente a los sucesos materiales que han de preceder al fin del mundo. Los males morales y espirituales referidos por San Juan, se suman a otros de carácter natural como era de esperarse. El hombre puede gozar del paraíso terrenal que es la Tierra toda, mientras sea respetuoso de la leyes divinas, y mientras el Sacrificio propiciatorio detenga la ira de Dios ofendido por los pecados. Los hombres que se han apartado de Dios, que lo han condenado, que se han burlado de El, deben enfrentar las consecuencias de su soberbia y de su locura.
Por eso, el Profeta Isaías, dice en el capítulo 24 de su Libro: "He aquí que Yahveh estraga la Tierra, la despuebla, trastorna su superficie y dispersa a los habitantes de ella". Algunas versiones de la Biblia no dicen "estraga", sino "asóla". Asolar es: arrasar, devastar, talar, arruinar, destruir. Estragar es: viciar,corromper, pervertir, desnaturalizar, estropear, descomponer, arruinar,dañar. "Devastada será la Tierra y del todo saqueada porque así ha hablado Yahveh. En duelo se marchita la Tierra, se amustia, se marchita el orbe, el cielo con la Tierra se marchita. La Tierra ha sido profanada bajo sus habitantes, pues TRASPASARON LAS LEYES, VIOLARON EL PRECEPTO, ROMPIERON LA ALIANZA ETERNA". Traspasar es: mudar, cambiar, excederse, quebrantar, vulnerar. Violar es: infringir, quebrantar, vulnerar, profanar, denhonrar, forzar, violentar, estropear. Romper es: quebrar, rajar, destrozar, desbaratar, deshacer, dividir, quebrantar, reventar, enemistarse.
"Por eso la maldición devora la Tierra, sigue diciendo Isaías, y tienen la culpa los habitantes en ella. Por eso han sido consumidos los habitantes de la Tierra y quedan pocos del linaje humano... Porque en medio de la Tierra en mitad de los pueblos, pasa como en el vareo del olivo, como en los rebuscos cuando acaba la vendimia... ¡Pánico, hoya y trampa contra tí, habitante de la Tierral. Sucederá que el que escape al pánico, caerá en la hoya, y el que suba de la hoya se enredará en la red... Las exclusas de lo alto han sido abiertas, y se estremecen los cimientos de la Tierra. Estalla, estalla la Tierra, sacudida se bambolea la Tierra, vacila, vacila la Tierra como un beodo, se balancea como una choza, pesa sobre ella su rebeldía, cae, y no se volverá a levantar".
Cuando Isaías dice que los hombres traspasaron la ley y violaron el precepto,¿no se está refiriendo claramente a las naciones que expulsaron de sus leyes y constituciones las leyes de Dios y a la sociedad que comenzó a vivir como si la leyes de Dios no existieran?, cuando dice que los hombres violaron el precepto ¿no se está refiriendo claramente a los hombres que a sabiendas se entregaron a la adoración del dios dinero, de la carne, de la soberbia, de la desobediencia, y de toda clase de pecados y pasiones?. Cuando el dice que los hombres rompieron la Alianza eterna, ¿no se está refiriendo a la porquería producto del Concilio Vaticano II que "modernizó" la Doctrina e invalidó el Sacrificio con el aplauso atronador de todos los hombres?.
Pero la Palabra de Cristo nuestro Señor, no difiere en absoluto de estos textos. En el Evangelio de San Lucas (21, 23), ños advierte: "Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la Tierra... habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo".
Es indudable que Isaías cuando dice que Yahveh devasta la Tierra que quedan pocos del linaje humano, está anunciando una guerra mundial de exterminio. Una explosión de odio fuera de toda consideración por la que los hombres completamente animalizados se masacren como bestias. El Apocalipsis habla claramente de una guerra final de exterminio, y también la santísima Virgen en La Salette, la anuncia. Los hombres en el paroxismo de su prostitución se han de destruir unos a otros. Los hombres serán ¡y ya son! leprosos espirituales.
Tal vez el texto de San Lucas deba interpretarse espiritualmente. Las señales en el sol pueden ser señales en la Iglesia. Las señales en la luna, tomando interpretaciones de los Padres, sean en las herejías, y las señales en las estrellas sean señales en los grandes de la Iglesia que se oscurecen o que caen a Tierra. La interpretación tal vez no sea literal o física, sino espiritual, pero, ¿quién lo sabe?, ¿se verán señales físicas en los astros en el fin?.
Advierta el lector, que una enorme aplicación de las figuras bíblicas de las biblias progresistas, tienen muy graves deformaciones en su interpretación. Muchas de ellas, son aplicadas a hechos ya pasados en tiempo del Antiguo Testamento y no se les encuentra aplicación para los acontecimientos escatológicos o se les encuentra para muchos siglos adelante cuando no es posible negar la claridad de lo que se anuncia. Las biblias posteriores al Concilio Vaticano II, por eso no son confiables en lo absoluto. Estas profecías bíblicas, a veces están mezcladas con dos acontecimientos que van a suceder en dos tiempos totalmente distintos y lejos uno de otro. Nuestro Señor, así anunció la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo. El estaba viendo la destrucción del fin del mundo, a través de la destrucción de Jerusalén. Esto sucede, por ejemplo, con episodios de la vida de Antíoco, profanador del Templo. Que era figura del último profanador del Templo de Dios, o sea el Anticristo. ¿Cómo va a ser posible que estos herejes reconozcan al Anticristo en esos infames individuos que usurparon el Trono de Pedro tan santos, uno más que otro, y reconozcan la eliminación del Sacrificio en ese nuevo rito tan social, tan alegre y tan bullicioso?.
El Profeta, para los que ven, nos explica. Dice en el Cap. 8, v. 10: La Bestia «se engrandeció hasta llegar al ejército de los cielos y echó estrellas a Tierra y las holló. Aun contra el Príncipe del ejército se irguió Y LE QUITO EL SACRIFICIO PERPETUO y destruyó Su santuario. Convocó ejércitos contra el Sacrificio perpetuo impiamente, echó por Tierra la verdad e hizo con buen éxito lo que quiso". "Ten tú Daniel en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos le leerán y acrecentarán su conocimiento" (10, 4). "Muchos serán purificados (12, 10), blanqueados y depurados; los impíos seguirán el mal y ninguno de los malvados entenderá, pero los que tienen entendimiento comprenderán".
Es incuestionable, pues, que Dios tolerará la abolición del Sacrificio perpetuo. Cristo lo anuncia con meridiana claridad.
Podemos reflexionar, entonces. La Misa católica fue arrancada de los altares del mundo con la aprobación y aplauso del pueblo. Este fue el producto de la herejía total poco a poco infiltrada en la Iglesia. Y si esto se permitió fue única y exclusivamente porque la Bestia ya estaba usurpando el Trono de San Pedro. No hay vuelta de hoja. No es posible otra cosa que sólo los ciegos no pueden ver.
La Naturaleza se ha levantado contra el hombre en forma que no tiene precedente. Estas son señales, estos son avisos de Dios para que los hombres se conviertan. El quiere que los hombres se salven y les envía esta "medicina" tan fuerte como sea necesaria de forma que se arrepientan. En esta forma se salvarán la mayor cantidad posible de ellos. Muy prostituida estará el alma del hombre, su moral, sus pasiones entregadas al Demonio; muy indiferentes deben estar los hombres con la mente cauterizada, absolutamente sordos entregados a la gula de las cosas mundanas; encharcados de crímenes, para que la santa Virgen María haya dicho en La Saletté: "Dios abandonará a los hombres, a sus enemigos..... Dios castigará a los hombres de una manera sin precedente...".
Habrá quienes crean que ante una situación como la que está viviendo la Iglesia -y el mundo-, todavía deben venir Elias y Enoc para solucionarlo todo y hacer el trabajo que ellos hipócritamente no hicieron, pero la verdad es que ni que vieran resucitar a un muerto se moverían. Cristo nuestro Señor lo dijo. ¿Qué quieren?, a un par de profetas que haga milagros, que saque lucecitas con las manos, que floten en el aire y que visiten "todas" las ciudades en las que el Anticristo haya infectado sus doctrinas -como se atrevió un tonto a decir- para vencerlo y darle el triunfo a la Iglesia?.
Todos estos están en el error. Incluso les quiero decir a mis lectores que yo creo que estos dos personajes tan esperados ya han venido y se les pasó a todos frente a las narices. La labor de estos dos personajes era cualitativa, no cuantitativa. Era un apostolado esencial. Tampoco hay que decirles "profetas". El Apocalipsis les llama "testigos", no "profetas". Es bueno, entonces, analizar este punto tan deformado generalmente.
Después de la Transfiguración, los Apóstoles le preguntaron al Señor: "Cómo, pues, dicen los escribas que Elias tiene que venir primero?", es decir, antes que el Masías. "El respondió: Elias en verdad está para llegar y restablecerá todo. Sin embargo, Yo os digo: Elias ya ha venido y no lo conocieron; antes hicieron con él lo que quisieron... Entonces entendieron los discípulos que hablaba de Juan el Bautista". Perfectamente claro queda que para la venida de Cristo Juan el Bautisma fue Elias, pero que regresaría. ¿Cuándo?, poco antes de la Parusía. En el principio del Evangelio de San Lucas, el ángel Gabriel se aparece a Zacarías y le anuncia que su mujer Isabel su mujer, vieja y estéril va a tener un hijo. Este será Juan el Bautista. La sagrada Escritura describe a San Juan: "...a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor su Dios y caminará delante del Señor en el espíritu y en el poder de Elias para reducir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a los sentimientos de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto".
El apostolado de San Juan Bautista se redujo a un pequeño lugar en las márgenes del río Jordán. En ese lugar administraba su bautismo, y al fin el Rey Herodes lo mata. No hubo espectaculares predicaciones. No hubo grandes milagros. Si acaso algunos fariseos curiosos fueron a preguntarle quién era. Si San Lucas no hubiese hablado de él en su Evangelio, hubiese pasado completamente ignorado. Incluso el Hijo de Dios hubiese pasado también ignorado de muchas gente, si no se hubiera dado la entrada a Jerusalén y el juicio y la crucifixión que llamó la atención de mucha gente a quienes llegaron sólo rumores, pues Jerusalén tenía en aquella fecha por las fiestas un millón de personas. Las obras de Dios comienzan calladas como la semilla de mostaza o la levadura. Los favorecidos por la gracia divina, fueron los que en alguna ocasión entraron en contacto con el Salvador. El apostolado de Juan el Bautista, entonces, fue esencial. No hubo una explosión de milagros y de maravillas. Incluso la vida y la obra del Salvador, debe haber pasado inadvertida para muchos.
¿De dónde viene la peregrina idea de que Elias y Enoc se van a enfrentar al Anticristo y lo van a tirar de su caballo?. ¿No se sabe perfectamente que Dios nunca violenta la libertad del hombre?.
Sólo habría que preguntar a qué le llama nuestro Señor restablecer todo. Eso hará Elias cuando regrese para esperar Su Parusía. Pero habrá que verlo a los ojos de Dios. ¿Qué es todo?. Se me ocurre preguntar: ¿el Sacrificio?.
Si acaso es esto, ¿no han recibido re mal este favor de Dios?, con suma ingratitud, con soberbia, con incalificable desobediencia se practican estos vicios como si fueran agradables pasatiempos. Y hasta obligaciones. La desobediencia ha invadido a los hombres. No existe la obediencia a los padres, los padres desobedecen los más elementales preceptos de Dios. Las naciones han cambiado sus leyes con altanería a otras que son diametralmente opuestas a las leyes divinas. Con desprecio y altanería han llegado a hacer legal lo que no es más que corrupción y ataque a lo que dicta la naturaleza. Los pueblos se destruyen en la corrupción que no es más que el producto de una furiosa y sistemática descristianización y antes que comprender lo que está pasando, se hunden aun más en el estercolero. ¿Qué se puede decir de la Iglesia del resto fiel, aquella que así como los herejes modernos en terrible contubernio con los enemigos de la Iglesia mataron el Cuerpo místico de Cristo ellos lo llevaron a enterrar no sin antes ocuparse de ver con avidez cómo le podían extraer alguna virtud provechosa?. ¡Aunque sea un poco de dinero!.
Los fieles de esta Iglesia desobedecen sistemáticamente a sus pastores pensando incluso que hacen algo bueno, impedidos esos pastores absolutamente para la coacción y corrección, tan lejos de la obediencia perfecta, pero ni siquiera de la imperfecta, soportan la demolición de lo poco que queda..Pero los pastores, infectados del mismo virus, desobedecen a la Iglesia que dicen defender con altivez e interés, rascando todo lo que pueden hacia sus propias haciendas. Basta analizar la Encíclica SATIS COGNITUM del Papa León XIII para ver con claridad la forma tan grosera, vulgar y brutal con que están violando cada párrafo de la Encíclica -a la que remito al lector-, que los convierte así en "una muchedumbre de confusos y perturbados". ¿Es esta una Iglesia orante, unida, en la que está el Espíritu Santo?, ¿o es un montón de escombros de aquel maravilloso edificio-espiritual que fue la Iglesia Católica, Apostólica y Romana?. ¿Qué puede quedar en este bello cascarón, asiento y Sede de la Iglesia de Dios en tiempos de los papas y de la Doctrina y del Sacrificio?, ¿queda algo que valga conservar si esa estructura ha sido usurpada por el Anticristo y desde ella gobierna contra Dios y los hombres?. Por eso el Apocalipsis describe la destrucción de la Babilonia, la madre de todas las prostituciones y abominaciones de la Tierra. Esta va a ser una de las últimas señales que Dios va a permitir a fin de que los hombres se conviertan a El. Porque no estando Cristo en Roma, todo lo que queda a los Ojos de Dios es basura humana y mundana. En Roma está el Demonio, entronizado por la jerarquía más alta de la Iglesia el 29 de junio de 1963. Alguien dijo con perfecto conocimiento de causa: en todo nivel de la jerarquía vaticana, hay hombres que padecen una posesión diabólica perfecta.
Esta Iglesia remanente, de perturbados, de soberbios, de los que buscan papeles protagónicos, ¿para qué quieren ver a los dos testigos?, ¿no son unos hipócritas si la casa la tienen tan sucia?. Entre ellos se han hecho cosas tan terribles, que humanamente se entiende y se justifica que haya tanta desconfianza imposible de arreglar. Se les fue el tiempo en pleitos, en riñas estúpidas y delante de sus ojos los acontecimientos tuvieron lugar.
Es que los hombres están enfermos de libertad. Esa misma libertad que el Demonio le ofreció a nuestros primeros padres en el Paraíso, sin entender que los hombres para ser libres deben sujetarse libremente a las leyes de Dios, y entre ellos mismos, renunciar a ciertas libertades en beneficio de los demás, porque la libertad absoluta es el caos absoluto. Los hombres quieren ser libres para hacer siempre su voluntad incluso contra el prójimo. Ellos creen saber cómo manejan su futuro y su destino. De allá viene que nunca acepten entre el pueblo a los directores espirituales o se sujeten los jefes a los dictados y consejos de la Iglesia eterna. Esa libertad que ellos pretenden es ni más ni menos que la esclavitud al Demonio y el caos. No se puede decir tampoco que "en conciencia" muchos hombres actúan, porque el primer movimiento de la mala conciencia es egocéntrico y el grito del yo herido. Cuando el hombre obra apoyado en un error, se puede hacer creer a sí mismo que obra según su conciencia pero examinando mejor, se descubrirá que se ha bebido en fuentes turbias de donde viene la desobediencia a la propia conciencia.
Ya estamos en un mundo en el que no se siguen doctrinas, sino que se siguen opiniones. El mismo espíritu predicado por San Pablo ha sido atomizado. Y cuando hay dos caminos correctos, sus partidarios los defienden con riñas. La fuerza de la unidad que Cristo heredó a Su Iglesia ha desaparecido. ¿A qué vienen, entonces, los dos testigos?, ¿no sería una intervención completamente infructuosa?, a más de que el mismo Apocalipsis dice eso exactamente. El Apocalipsis no habla de nada alagüeño para ellos y ese trato inhumano no es de la Iglesia hereje del Vaticano, ¡sino de la Iglesia del resto "fiel"!. Los van a perseguir, los van a llenar de burlas y cuando los maten, se van a mandar regalos unos a otros. Los arrojarán a la "calle", a las "plazas" de las ciudades. Esto significa "que están en poder de sus enemigodos: Sodoma y Egipto; sinónimos de "vicio" y de "orgullo". Así escribe el Padre Siebers en su libro COMENTARIOS DEL APOCALIPSIS. Yo no creo que los maten físicamente. Hay muchas formas de matar. Y me temo que haya pasado este tiempo, el de estos personajes. Los que perdieron, o no quisieron asistir a la función, quieren entrar ahora al teatro vacío luego que se han ido los espectadores y el local huele a desinfectante.
A mi me parece que hay un común denominador entre el Profeta Daniel, San Juan Bautista y los dos testigos del Apocalipsis: HACEN CON ELLOS LO QUE LES DA SU REGALADA GANA. No se puede esperar otra cosa de esta decadente y gastada generación.
Quiero decir algo mas. Tal vez a muchos, no lo sé, de quienes leen las sagradas Escrituras haya llamado la atención que por un lado se hable de temblores, del terror del mar y de sus olas, de catástrofes climáticas de divera gravedad y extensión; y sin embargo el Evangelio diga que en el momento del fin, muchos se estarán casando, estarán haciendo haciendo negocios, estarán sembrando, etc., todo lo cual está muy lejos, lejísimos de estos acontecimientos. Las guerras y los rumores de guerras, parece que no influirán sino en forma muy relativa en ciertas regiones del planeta. ¿Cómo se relacionan estas cosas que parecen contradictorias?. Todos estos acontecimientos, incluso la guerra mundial o la destrucción de la Ramera, son solamente avisos, son señales que Dios permite en favor de sus elegidos. Son permitidos por aquellas almas que Dios quiere salvar. El libro de Daniel dice claramente que los malvados eeguiran haciendo el mal, pero que sólo los que tienen inteligencia comprenderán. Incluso en el último momento muchos hombres seguirán prostituyéndose y prostituirán a quienes tienen cerca. Hombres demonio como los que han existido siempre. Son aferrados a los placeres de la carne y a las sensaciones dérmicas; los indiferentes que pertenecen al club de los "no pasa nada" que nunca entienden nada ni te toman en serio nada; los que poseen bienes, o los que desean bienes del mundo que tienen el alma engarrotada en lo perecedero; los que han fabricado con gran esfuerzo un mundo a su derredor de pecado, de bienestar y comodidad social y que se burlan de quienes pusieron su corazón en las glorias del mundo imperecedero. Porque no es pecado desear las cosas del mundo si las queremos obtener para el servicio de Dios y para darle gloria primeramente. Hay una cepa perniciosa de desobedientes incorregibles que nunca se dan por aludidos por las predicaciones, por las insinuaciones, por las advertencias, que han quebrado lamentablemente la unidad de espíritu y la unidad en toda clase de recursos que deben poner a disposición de las cabezas que por disposición de Cristo, son quienes deben construir una sola Iglesia, no dos. Estos particularistas, de los que se quejaba tan amargamente Pío XII, no le hacen ni un favor a la Iglesia, sino que más bien le arrancan trozos a su integridad. Para todos estos se abrirá un abismo de horror y desesperación. Los otros subirán a la Patria que cerrará sus puertas para siempre.

EL ANTICRISTO EN LA IGLESIA.

Los acontecimientos que desde la década de los sesentas -que es también la década del Concilio- se han agravado en la Naturaleza y en la sociedad caída en una descomposición vergonzosa, no nos pueden decir de ninguna manera el grado en que estas cosas pueden empeorar para conocer el momento del fin. Así opinaba, por ejemplo, Santo Tomás de Aquino. Aunque nos dirán más precisamente su inminencia. Yo creo que esa inminencia está fuera de discusión para los hombres avisados que desean ardientemente que el Señor soluciones esta situación que se agrava constantemente y que no tiene arreglo. Esta inminencia que está fuera de discusión, no es, sin embargo, la que veía San Pío X a principios del siglo XX, ni la que lamentaba Pío XII en los años cincuenta. Parangonando al Padre Castellani, puedo decir: es la misma Escritura la que lo dice.
Hay hombres, sin embargo, especialistas en el retruécano, que dicen ante todo lo que tenemos ante los ojos, que como la corrupción de la sociedad es obra de los hombres, e incluso la agresividad de la Naturaleza es también obra de los hombres, porque ellos mismos la han destruido, entonces no son las señales de Dios que han sido anunciadas para el fin. ¿Hasta dónde llega la estupidez?. Estos son los de la ignorancia ilustrada. Son los teólogos de zarape. Son los ciegos voluntarios del club de los "no pasa nada". Sobre ellos he copiado algunos párrafos de San Gregorio Magno.
¿Podemos tener una idea de la situación que va a prevalecer cuando leemos en la sagrada Escritura que los hombres desesperados llamarán a la muerte?.
Estamos en el tiempo en el que tenemos frente a nosotros al Anticristo. Esta presencia debe destruir completamente toda la fábula que en torno a él se armó muchas veces tan inconscientemente, porque ya lo estamos viendo. Y el hecho de que una gran mayoría lo desconozca, no es más que una profecía también se ha cumplido.
Esa, terrible bizquera incorregible de los hombres, esta perfectamente anunciada en las sagradas Escrituras. La anuncia San Pablo, Isaías, Daniel y nuestro Señor.
A mí me parece -como creo que a cualquiera-, que no hay un acontecimiento tan malo: ni la agresión de la Naturaleza a los hombres, ni la descomposición de la sociedad humana que ha llegado a niveles tan bajos y tan increíbles, ni siquiera la presencia de la Bestia que usurpa el Trono de San Pedro, como la expulsión de los altares del mundo del santo Sacrificio de la Misa. No puede haber ninguna clase de comparación porque la Misa es el mismo Sacrificio de Cristo que es de valor infinito. El Pacto con Dios fue roto. El que se renovó en el Cenáculo que es un Pacto eterno fue rechazado. Es el supremo sacrilegio, es el supremo insulto a Dios. No solamente las formas -o fórmulas- sacramentales operativas fueron invalidadas al cambiar la intención de Cristo, sino que la nueva misa se ofrece a Satanás. Aunque no tengo intención de hacer un estudio sobre la invalidez de la nueva misa debo decir que Santo Tomás de Aquino en la Sum. Theo. 3, q. 79, a. 7, explica por qué en el Canon de la Misa "no se ora por quienes están fuera de la Iglesia". Las actuales fórmulas oran "por todos los hombres" y actualmente en los tiempos de la "liberación" femenina, también "por todas las mujeres". Indiscutiblemente estas "consagraciones" son inválidas y esas "misas", ni qué decir. Pero los cristianos deben evitar ir a las Misas de los cismáticos porque, como antes dije, ciertamente dicen la Misa válidamente, pero también ilícitamente y cometen pecado, pues fortalecen el cuerpo místico de la Fiera. Pero esta invalidez de la misa hereje, tal vez no sea lo peor. Los supuestos sacerdotes ofrecen el pan de la misa al "dios del universo" que es el mismo que el "dios de este mundo". Y ESE ES SATANAS. El que quiera consultar esto, puede hacerlo en la Sum.Theo. 1, q. 65, a. 1 de Santo Tomás. ¿No es este el mismo maldito rito sostenido por todos esos "papas" desde Paulo VI?. Ese es el Pacto que anuncia el Profeta Daniel que sería eliminado 1290 días, o 1290 domingos, o 1290 días de guardar. Fue roto por la Bestia que representaba al pueblo cristiano apóstata, cuyo liderazgo había usurpado por sus pecados. Señal toral que anunciaba indiscutiblemente la proximidad de la Parusía. Era necesario que un papa "renovara", por decirlo así, lo que un usurpador había roto. Era vital para la Iglesia remanente renovarlo. Pues ese Pacto fue restaurado por el papa fugaz de Asís en su primer documento, -a pesar de lo que digan sus sabihondos detractores- firmado a las puertas de la Catedral de San Juan de Letrán -pues la policía del Vaticano impidió entrar-, restauración que Dios permitió, he dicho,, no por el merecimiento de hombre alguno, sino en razón de Su Palabra. La conservación del Pacto con Dios, no solamente tenía como fin dejar fuera de él a la Iglesia prostituida del Anticristo, sino que fuera conservado en la Iglesia del resto fiel. Tienen tanta razón las palabras apocalípticas sobre el rechazo del Pacto, que incluso hoy, hay furiosos detractores entre los que se creen miembros de la Iglesia remanente. Porque el cisma los ha arrojado fuera de la Iglesia.
Pocos meses después de Asís, yo escribí la DECLARACION CONSTITUTIVA que di a revisión a un teólogo -porque cuatro ojos ven más que dos- quien me dijo que yo no la titulara "constitutiva", pues la mente truculenta de los "tradicionalistas" y su afán enfermizo de estarle buscando tres pies al gato, pudiera decir que tratábamos de fundar una nueva iglesia. Quedó como DECLARACION FUNDAMENTAL. En ella se invitaba a los obispos y sacerdotes urgentemente a la unidad principalmente. Se imprimieron folletos que se distribuyeron con profusión. Se tradujo la DECLARACION al inglés, al francés, al alemán e incluso al checo. Se introdujo al Internet. Se proporcionó la dirección de tres obispos, sus direcciones electrónicas, los idiomas en que se podía uno dirigir a ellos. En 15 años, NI UNA CARTA SE HE RECIBIDO. ¿Qué es lo que quieren, entonces?, muy sencillo. Quieren volar libres como pájaros para hacer su santa voluntad. Quieren atender los intereses de su propia hacienda o cumplir sus aspiraciones místicas olvidando lo que el Magisterio ordena para los casos de extrema necesidad, lo cual les importa un bledo. Pero hay quienes han formado sectas excluyentes que manipulan para el control de gentes que blanden por un lado o por el otro como un arma política o de presión. Pero hay los buscadores de papeles protagónicos, los que se declaran independientes, o los que se han formado mini iglesias episcopales o sacerdotales. Todos se acogen a un supuesto estado de necesidad que es ficticio, del que se aprovechan. Pero ninguno de ellos comienza a unirse ni con el que es su vecino, porque no se confían. Ninguno de ellos, cuando les tocas el tema, deja de hacer una mueca de desaprobación y suficiencia defendiendo su estupidez. Una estupidez y bizquera pavorosa. La Voluntad de Dios está a su disposición. La manejan como lo hace un tenientillo al soldado razo: marcha, detente, vuelta a la derecha, ahora a la izquierda. Ahora sí, ahora no. ¿No son acaso sublimes obispos del resto fiel?. Y por esa "urgente necesidad", continúan usando a la Iglesia para sus túrpidos fines.
Todos estos han apartado de sí, una de las cuatro NOTAS inseparables que distinguen a la verdadera Iglesia de Jesucristo. LA UNIDAD. No pertenecen al Cuerpo místico. Pertenecen al cuerpo del Diablo. No tienen derecho a la comunión de los santos, ni tienen un solo mérito que valga la pena mencionar.
San Gregorio Magno en la obra ya mencionada dice de ellos "Cualquiera que se aparta de la unidad de la Iglesia por la herejía o por el error del cisma, es privado de la gracia de la caridad. Si el fuego de la purificación me es dado fuera de su lugar, atorméntame con su pena, pero no me purga con limpieza" (Lib. XVIII, Cap. XX). "Lo que se sufre fuera de la Iglesia, atormenta pero no purifica. Una es la Iglesia en la cual el que pudiere ser purificado, podrá también ser purgado de cualquier mancha de los pecados. Y, si puesto fuera de la Iglesia padecéis por Dios alguna cosa de amargura o de tribulación, podéis ser tan sólo encendidos mas no limpiados. El fuego que toca por fuera trae penas de dura pasión, pero no cuece la culpa del error; da tormento de penas crueles, pero no hace acrecentamiento de buenos méritos" (Lib. XVIII, Cap. 26, 41).
Que los fieles católicos del resto fiel, se guarden muy bien de asistir a las misas de los cismáticos que son indudablemente misas prohidas y que fortalecen el cuerpo místico de la Fiera. Los mártires ingleses durante la persecución del impúdico Rey Enrique VIII, se negaron a asistir a las iglesias cuando todavía se oficiaba la Misa católica, porque la corona inglesa estaba separándose de Roma. Prefirieron renunciar a los Sacramentos, que perder la Fe o apoyar en cualquier forma el cisma. La Fe es lo primero que hay que conservar, aunque no se tengan los Sacramentos. Dios normalmente distribuye Sus gracias por los Sacramentos, que son los caminos habituales, pero no está limitado a ellos, sobre todo en la necesidad. No hay que permitir el chantaje de los hombres malvados. No hay que permitir ser marcados con el sello de la Fiera. ADHERIRSE AL CISMA ES PERDER LA FE.
En estas cosas, la Iglesia no anda con componendas ni medias tintas: "O estás conmigo, o estás contra mí", "el que conmigo no recoge, desparrama", "lo que de aquí se aparta, DE MAL PROCEDE". ¿Qué van a decir los amigos del retruécano que quieren manejar la Doctrina como un chicle mascado, que se estira, que se encoge y que se retuerce o aplasta a voluntad?. Indudablemente esta es la gran tribulación anunciada por nuestro Señor Jesucristo.
Los electores de Asís, sabían perfectamente que la Iglesia estaba frente a una grave disyuntiva ante la cual se necesitaba un claro discernimiento. 0 se elegía al papa como urgen San Pío X en sede vacante como el deber más sagrado y urgente y también Pío XII, o se entra a un tiempo de indefinida duración de sede vacante. Porque los hombres con esa estúpida suficiencia de su limitada inteligencia, llegarían a pensar que el papa no es necesario. Y esto es lo que ha pasado . Un obispo de los llamados "tradicionalistas" ha dicho que "estamos en situación de sede vacante", como si fuera ésta estable y definitiva, y que "por eso tenemos al papado", como una guía y magisterio. Se vomita uno leyendo estas sandeces - proferidas por uno que supuestamente debe defender a la Iglesia. Otro dijo que no es tan necesario el papa, pues las aves no tienen un lider y todas van al mismo lugar. De un año al otro año, tal vez la Iglesia no sienta la necesidad de la presencia del papa, pero la Iglesia es una institución para durar siglos. Pregúntales a los obispos y sacerdotes del resto "fiel" si sienten la necesidad del papa. Y si la sienten, ¿en dónde?, en el cerebro, en el cerebelo, en las entrañas, en el hígado, en el corazón ¿o dónde?. Si son sinceros te dirán que eso les dice la Doctrina, pero no sienten ni una necesidad. Han pasado algunos años sin papa y esto les prueba su inutilidad. Dicen la Misa, confiesan, bautizan, mantienen sus órdenes y seminarios y no les pasa nada. ¿Y la jurisdicción? (¡¡¡), pues como estamos en la extrema necesidad, pues ¡todo arreglado!. ¡Hipócritas!. Ellos han enterrado el Cuerpo místico de Cristo qua mató la Bestia. Se enfrentarán cara a cara con el Dios tremendo que despreciaron. ¡Y no tarda!. Creen que a Dios lo van a manejar como se les pega la gana. Para ellos la Iglesia es un negocio, un modo de vivir o un arma política o de presión. Por ellos hay que pedirle a Dios, o tal véz sólo llorar. Porque, si fueran verdaderamente católicos, lo primero que harían es buscar la unidad bajo un solo padre común, pues así lo quiso Jesucristo al que dicen servir.
Que dejen de enviar los obispos a sus sacerdotes como si fueran guerrilleros a lugares donde ya están trabajando otras comunidades que consideran enemigas. ¡Esto es un escándalo!, porque en vez de hablar y unidos fortalecerse, dividen lo poco que se ha logrado y a veces esa zapa es de raíz e irreparable, a más de que los fieles reciben sistemáticamente graves prevenciones del grupo "contrario" resultando siempre escandalizados.
Les voy a decir lo que estos cismáticos están haciendo con esa labor que creen tan "apostólica". Están fortaleciendo la fuerza del cisma. No solamente se encierran en sus supuestos palacios de la pureza en la que mantienen siempre una ventana por la que sacan la cabeza para condenar al que pasa, sino que desobedeciendo a la Iglesia, invierten toda clase de recursos en sus propias haciendas sin invertir un centavo en la elección del papa que no les interesa para nada. Algún día, si el mundo dura, que no lo creo, se oirá de aquel espíritu que inspiró a los que costearon el Cónclave de Asís, verdaderamente admirable que contrasta con la cepa de amarretes que vinieron después -y antes también- de ellos. ¿No se darán cuenta que fortalecer la propia hacienda es fortalecer la fuerza del cisma?, ¿no saben qué es una obligación sagrada y urgente?. No tienen un solo pelo de tontos, sino que son otra cosa muy otras.
Aunque a mí me parece -y defiendo- que la primera plaga de los ángeles que vertieron las copas -sin que no signifique que hayan algunos cumplimientos literales difíciles de determinar- sobre los hombres es principalmente la lujuria, ante los ojos tenemos otras úlceras malignas y perniciosas que están carcomiendo los cimientos de la Iglesia remanente. Ahora vemos claro, viviendo en este predicamento, por qué nuestro Señor Jesucristo dijo que si estos tiempos se alargaran, nadie se salvaría. Los mismos hombres se encargarían de pisotear lo poco que quedaba de Su Iglesia y de Su Doctrina, hasta hacerlo polvo en el suelo.
Pues una úlcera maligna y perniciosa conectada con la de la lujuria por fibras fuertes es la desobediencia. La desobediencia está siempre unida al particularismo y a la soberbia. El soberbio y desobediente -particularista-, se hace fácilmente traidor. La Iglesia del fin, está penetrada por arriba y por la base de desobedientes y particularistas convencidos de que están en lo correcto y hacen bien. Odian sujetarse a la obediencia, para ciertas cosas que vienen de su voluntad soberana, no reconocen superior alguno, no preguntan nada por el miedo de que el superior los contradiga, se complacen en lo que hacen con autonomía, y se olvidan de que Satanás está a la caza de las virtudes para volverlas vicios y del consejo que daba San Pío X al decir que no hay que hacer nada, ni lo que es bueno, si no es bajo el signo de la obediencia. Para esto siempre son sordos e indiferentes. Pues estos han caído sobre la Iglesia como un enjambré de avispas venenosas, cada cual con distinta labor y responsabilidad, pero formando un todo maligno y venenoso que está consumiendo lo poco que queda de alimento en el suelo. Si los pastores no se han unido, es porque no soportan obedecer a nadie y rendirle cuentas. Y así pudiéramos ir descendiendo por la estructura hasta llegar a la base, y nos encontraríamos la misma esencia del pecado manifestado de muy distinta calidad y actividad.
Son los siete pecados capitales, como los siete cuernos de la Bestia, coronados de blasfemias, entrelazados con todos los demás pecados imperando en el mundo cuyos obradores y esclavos son los mismos hombres que forman las células infecciosas de la Bestia.
¡Qué forma más estúpida de perder los frutos infinitos de la Redención!. ¡Qué forma más estúpida de engañarse y de correr a la esclavitud del ser que odia a los hombres!.
Voy a decir algo de lo que no tengo ninguna duda. Muchos que pertenecen exteriormente a la Iglesia remanente, no merecen estar en ella. Son sánganos que más estorban que ayudan. Y tengo en cuenta a los jefes y a los seglares. Fueron arrastrados por diversas situaciones que los puso donde están ahora, pero no están a la altura de la urgente y angustiosa situación por la que pasa la santa Iglesia de Dios. No merecen tener a la mano los ríos de agua viva que muchos miles no tienen. No son capaces de ni un solo sacrificio, pero ni siquiera un pequeño esfuerzo. Más merecedores son muchos católicos que han sido engañados por la Bestia porque padecen una ignorancia en extremo invencible y no me extrañaría que la mayoría de ellos fueran devotos de la santa Madre María. Dios conoce perfectamente a los suyos, y a estos vendrá la salvación en el momento adecuado como a los otros el castigo. Pues la salvación no se obtiene pugnando por la propia salvación, sino sirviendo a Dios incondicionalmente. Ellos han recibido en exceso, y ellos serán reos del amor de Dios despreciado. De exceso del amor de Dios, despreciado en el extremo de su abundancia.
No se gana el Cielo y se ayuda y construye a la Iglesia haciendo lo que a cada quien le parezca mejor. El Cielo se gana sirviendo a Dios y OBEDECIENDO A LOS SUPERIORES. Obedeciendo a la Iglesia. Aunque no parezca el camino más adecuado. Porque muy grande soberbia es querer usurpar el lugar de Dios, PUES EL UNICO que construye Su Iglesia es El. Nadie más. El pide claramente la obediencia perfecta. Pide abrir los oídos del corazón a los consejos de la Iglesia y a Su Doctrina. Si no le hacemos caso a lo que es primordial, todo lo demás es un incumplimiento brutal y altivo. Si no empleamos TODOS los recursos en trabajar por la unidad bajo un padre común, todo lo demás lleva al caos, porque es algo que el Señor no quiere, todo lo cual El lo hará en su momento. Entonces, que a mi no me vendan el cuento de que están trabajando por la Iglesia quienes fundan asociaciones, seminarios, órdenes, capillas y demás si no han hecho lo primero que Dios quiere, porque a las claras sé ve que están solamente haciendo su soberana voluntad disfrazada de piedad. Mucho peor sería si alguien utilizara esos recursos para provecho personal. Todos estos están poseídos por aquel demonio sordo y mudo que nuestro Señor expulsó en una ocasión. Dios quiere que se depongan la propia voluntad, las condenas, las desconfianzas, las propias aspiraciones místicas que se prefieren a lo esencial, la incomprensión, el chisme, la enemistad, porque en la unidad de espíritu el Espíritu Santo está en la Iglesia para hacerla invencible. ¿Vendrá este baño de agua viva sobre la Iglesia remanente para esperar dignamente al Señor, o se seguirá revolcando en el excremento de las pasiones para hacer esta situación incorregible?, ¿se expulsará de la Iglesia toda esa porquería que es la influencia de grupos laicos y poderosos que estorban, que pudren, que retuercen el camino sagrado de la Esposa del Cordero?. Todo lo que he visto en primera fila me hace desconfiar, aunque no dejo de confiar en la misericordia de Dios.

LA BESTIA QUE HABLA COMO SERPIENTE.

La fe, jamás puede ser un sentimiento, sino un acto de la inteligencia. Pero también un acto de la voluntad. Los niños creen lo que los padres les dicen. El discípulo acepta como una verdad lo que los maestros le dicen, porque confía en ellos. Siendo Dios el "incognocible", necesariamente el hombre requiere de maestros y sobre todo de testigos, de los cuales, el Testigo por excelencia es Jesucristo. Pascal dijo: "Si hay un Dios, es infinitamente incomprensible y no podemos conocer qué es". San Alberto Magno llama a Dios "el Innombrable". Por esa razón, sólo podremos conocer de Dios, en cuanto El condescienda a darse a conocer, a levantar el velo, a re-ve-larse, a hablarnos. Dios se dirigió a nosotros, y se re-veló sirviéndose de palabras, hechos, actos y acontecimientos. Es decir, nos habló: en nuestro idioma. La Creación es la primera y eterna palabra de Dios. Pero también ha hablado históricamente siendo actor y agente en la vida de Israel, hasta el día en que la misma Palabra se hizo carne para habitar entre nosotros. Así el hombre ha oído con sus oídos y ha tocado con sus manos la misma Palabra divina. Hecho que no es explicable, profundísimo, cuyo origen sólo se explica en el infinito amor de Dios. Dios con nosotros, Dios entre nosotros. Nos enseña como Maestro veraz el camino y la forma de llegar al "Innombrable" que es un Ser espiritual, inaccesible al hombre absolutamente si no supiera y siguiera ese camino que El conociéndolo, lo re-velá. El no se proclama un camino, sino el camino. Camino, verdad y vida. Como era de esperarse, de ese Maestro veraz y Testigo por excelencia, recibimos enseñanzas, consejos y órdenes. Lo mismo hace un guía fiel si quiere mostrarte la forma segura de llegar a un punto determinado. Ignorar, entonces, las enseñanzas, o los consejos o las órdenes es indudablemente extravierse. Cambiar alguna cosa por una opinión personal desechando las indicaciones del guía fiel, es perderse en el camino irremediablemente. Un enemigo mío que quisiera que yo me perdiera y que nunca encontrara mi destino, me convencería de cambiar algún consejo o alguna orden del guía fiel y emplearía todos los argumentos lógicos para lograr perderme. ¿No sería un absurdo desoir las indicaciones del guía fiel para adoptar la voz de algún desconocido?, ¿y no sería una tontería cambiar el plan de viaje en alguna cosa que es contraria a las indicaciones del guía fiel?.
Cristo, que es nuestro Guía fiel y veraz, nunca pierde el dominio de sí mismo, conserva la calma, Su ira es la expresión de Sí mismo cuando se trata de defender la verdad más alta y la libertad más alta. Su áspera franqueza y su lealtad son impresionantes. ¿No le dice "zorra" a Su propio Rey?, ¿no les dice sepulcros blanqueados a los fariseos y expulsa a latigazos a los profanadores del templo?.
Esta verdad, El la defiende hasta la muerte. Jamás se desdice ni titubea. Incluso considerado sólo como hombre, siempre conserva Su compostura íntegra, viril y valiente. Es el hombre que con toda claridad sabe lo que quiere.
Ha venido al mundo para establecer un camino para que los que se quieran salvar lo sigan sin desviarse ni a derecha ni a izquierda. Es una Doctrina eterna como Dios es eterno e invariable. Que no está sujeta a componendas, ni a progresos ni a evoluciones ni a cambios según la voluntad humana, porque ellos no conocen el camino, sino sólo Dios que lo ha re-velado.
¿Puede ser mi amigo el que me cambia cualquier cosa de mi plan de viaje, aunque me proporcione comida para el camino y un vehículo?. ¿Y con qué autoridad me dicen que el camino ha cambiado su ruta?. Son tan malvados los primeros como imbéciles los segundos. No hay vuelta de hoja.
La Doctrina de Cristo, se pudo haber conservado toda, menos una sola parte, y con eso sería suficiente para desvirtuarla, para ensuciarla y nulificarla, lo mismo que sería para el viajero tener un plano completo del viaje, al que se ha equivocado intencionalmente un recodo del camino. Ese viajero nunca llegaría al punto deseado, lo mismo si él intencionalmente opinando distinto lo cambia, o por sugerencia de un enemigo lo altera. No es necesario, pues, cambiar la totalidad del plano del camino, pues haría desconfiar inmediatamente a cualquier viajero, antes de introducirse por regiones desconocidas.
Pues esta es la labor del Anticristo. No pretende para nada alterar todo, para no despertar sospechas y así su plan maligno no tenga ningún resultado. El no va a agitar el agua para hacer un remolino. El va a cambiar doctrinas escondidas entre los pliegues de la ambigüedad. Estirará la cabeza como un insecto y enviará a sus corifeos para pulsar al pueblo, y otra vez, nunca cejando, nunca desistiendo, volverá a la carga para atender otras cuestiones.
Se entiende que es muy lógico que él se haya introducido al proceso de la historia sin dejarse sentir, lo mismo que lo hizo el Hijo de Dios que se introdujo al proceso histórico sin dejarse sentir. Así son las obras de Dios. Comienzan en cosas muy pequeñas y luego se convierten en poderosos árboles. El cuerpo místico de la Bestia comenzó a formarse en el corazón de los hombres malvados. Incluso en la sagrada Escritura los primeros Apóstoles nos hablan de estos inicios asombrosos. Pero un día, estaba anunciado, cuando ya se hubiera completado el número de elegidos, los pecados de los hombres formarían el cuerpo que pariría la Bestia. No hay que ver a la Bestia según los mitos creados en la fantasía truculenta de Hollywood, ni en: las invenciones fantasmagóricas de las mentes calenturientas de las sectas protestantes, ni en las marihuanadas esotéricas de cuentos y novelones tan en boga. Al Anticristo, a la Bestia de siete cabezas la tenemos frente a nosotros, se ha levantado gigante frente a nuestras narices, y sus creadores son los mismos hombres a quienes Dios castiga por sus pecados. Entonces, es inútil describir, lo que ya estamos viendoooooooooo.
Debo hacer, sin embargo, algunas precisiones más, que nos permitirán 1- identificar más perfectamente a la quinta Bestia que tenemos al frente, 2. vacunarnos contra sus engaños y acciones, 3. ver la maravillosa coincidencia de los vaticinios con los acontecimientos.
En el Cap. 13, c. 11 del Apocalipsis, hay un texto de San Juan que se debe analizar por su candente actualidad. Dice este texto: "Vi luego otra Bestia que surgía de la Tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente". No habla San Juan de aquella primera Bestia que es la conjunción de las cuatro primeras del Profeta Daniel. Esta es la que pretende beatificar -y canonizar, ya lo ha dicho- a Juan Pablo II, que es la cuarta cabeza que fue herida de muerte y que sin embargo vivió. Esta Bestia sale de la Tierra y habla como una serpiente. Esto nos asombra grandemente, y nos señala más precisamente el tiempo en el que estamos.
A ninguna de las cuatro bestias que forman reunidas lo que conocemos como Anticristo, se le puede aplicar con exactitud la expresión de San Juan: "habla como una serpiente", ni siquiera a la cuarta que es espantosa, extraordinariamente fuerte y que siendo herida de muerte vivió, como al actual "papa". Incluso Juan Pablo II se atrevió a hablar contra el Dogma del Infierno, pero nunca ha hablado como Benedicto XVI. En la audiencia del 28 de julio de 1999, Juan Pablo II dijo: "El Infierno más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría". Evidentemente negó que el Infierno es un lugar. Es sólo un estado del alma. Es un estado anímico. El clero hereje obediente al Vaticano y el pueblo progresista aplaudieron a rabiar las aclaraciones que hacía el "santo padre", ¡al fin!, de las doctrinas oscurantistas de la Edad Media que oprimían y asustaban al pueblo. Esto le abrió el camino a Benedicto para seguir ocultando verdades o deformando verdades tras los oscuros pliegues de la ambigüedad. Juan Pablo II hizo escuela. Perfeccionó un sistema que sólo se atrevía a pasar junto a los muros sólidos que protegían los dogmas perforándolos para debilitarlos. Por lo general, los modernos infiltrados por todas partes en la Iglesia, en la cúpula, en la base y hasta en las comunidades llamadas "tradicionalistas" se habían valido del truco, del engaño y de la ambigüedad para arrastrar al pueblo a posturas absolutamente heterodoxas. Pero se han atrevido a más. Si esta nueva escuela continúa, si este camino continúa, las declaraciones dogmáticas, incluso, -que Tito Casini creía infranqueables-, serán demolidas y de la Doctrina más pura no quedará ni el polvo. Sólo es cosa de tiempo. Quienes asisten a los templos modernistas están condenados irremediablemente a perder toda la Fe, si es que algo les queda.
Ahora que lo tenemos frente a los ojos, sabemos ya quién es el Anticristo, sabemos ya cómo actúa el Anticristo -la Fiera, la Bestias, agarrado férreamente del Trono de San Pedro, y sus agentes posesionados de las sedes episcopales, de los púlpitos que poco a poco van convirtiendo en púlpitos de pestilencia -denunciaba San Pío X-, de las cátedras de los seminarios, de las jefaturas de los movimientos apostólicos y de las comunidades religiosas y de todo puesto importante en la Iglesia. La visión profundamente penetradora de San Pío X en su Encíclica PASCENDI y en otros documentos es asombrosa y lacerante. Podemos inferir que él pudo ver al mismo Anticristo en la Iglesia si la herejía modernista -a la que llamaba la suma de todas las herejías, es decir, la final-, no llegaba a expulsarse de la Iglesia. Pero esto no sucedió desgraciadamente, porque la Iglesia ya estaba demasiado infiltrada y el pueblo demasiado corrompido, y tenemos ahora el supremo estado de postración sobre el cual la Bestia ha extendido y afirmado sus reales para repetirse así el camino del Calvario, la Crucifixión y la muerte del Cuerpo místico de Cristo. Porque los mismos que en la Tierra, miembros de la Sinagoga de Satanás, lo persiguieron y lo mataron, igualmente harán con Su Iglesia a la que matarán igualmente.
Siguiendo la misma escuela y enseñanza, el 7 de octubre de 2006, la Prensa mundial anunció que el Vaticano había clausurado definitivamente el Limbo, pero esa "clausura" comenzó con el Catecismo publicado por Juan Pablo II, en el que no se menciona para nada ese "misterioso lugar", dice la Prensa. Una "comisión internacional de teólogos" le entregó a Benedicto XVI sus conclusiones sobre el Limbo, dándole la puntilla al "papa" -y así mataban dos pájaros de un solo tiro-, que es quien debe ser -se supone (¡¡¡)- el que dictamine y tenga en la Iglesia la última palabra sobre cuestiones de Fe y de moral. Este recibió sentado como un pelele el "dictamen" sin que el pueblo se imaginara siquiera, que la autoridad papal había sido sacrificada por el puñal que habían forjado los padres del último concilio como había anunciado la Masonería desde finales del siglo XIX desde sus oscuros conventículos.
El 13 de enero de este año 2011 siguiendo por el camino que han tomado estos proxenetas del Diablo -y que ya no van a abandonar sino hasta que la ruina decretada se derrame sobre sus cabezas-, Benedicto XVI declaró -como vimos al principio de este folleto-, que el Purgatorio no es un lugar. "No es tanto un "espacio" donde se purifican las almas, sino "un fuego interior" que purifica a la persona". Esta doctrina no es solamente herética alejadísima de la verdad católica, sino que es una señora estupidez en re mayor casi imposible de comprender, y de explicar, pero que al pueblo lo va a arrojar a un mar embravecido de dudas o a la negación de esta verdad de Fe, o a la pérdida completa de la Fe. Las dudas más intrincadas caerán sobre las cabezas de los creyentes, de ese pueblo prostituido que ya no tiene la purírima Fe Católica porque desde el Trono de la Bestia oscurecido, le baja pura porquería. ¿No ha autorizado este monstruo con cara de ramera los abortos que ahora se pueden practicar con toda libertad?, ¿y qué otra cosa es la "clausura" del Limbo por lo cual todos los niños indiscutiblemente se van al Cielo porque siendo inocentes no pueden ir al Infierno?, ¿no resulta hasta meritorio el abortó al evitar que los hijos se pongan en peligro en este mundo prostituido y mandarlos directamente a la Patria celestial?. Juan Pablo II ya dijo que todos los niños van al Cielo y para ellos no hay Limbo. Si no se ha oído esto con toda claridad, es que sólo se necesita un poco de tiempo. ¿No te has dado cuenta de que todas estas doctrinas son tremendamente injustas?.

LA ORACION ECUMENICA.

Por lo general, los hijos de la Ramera -de la Puttana apocalíptica-, se valen del truco -como he dicho-, y del engaño para arrastrar al pueblo a una postura completamente contraria a la que tradicionalmente se creyó y enseñó la Iglesia dada la brutal ignorancia culpable en muchísimos casos y desinterés del que se aprovechan. De sus mentes truculentas e hipócritas manan cuajarones de porquería que van difundiendo una atmósfera pestilente que infecta a todos. Las nuevas doctrinas pueden verse desde dos aspectos, o desde tres incluso, contrarios: a los fieles les parecerán las nuevas expresiones de la misma doctrina evolucionada, signo de la obligada renovación de la Iglesia, solamente expresadas de otra manera; pero los hijos de la Bestia e incluso los miembros de otras religiones, verán la exacta expresión de su fe. La herejía modernista que es la del Anticristo, evita declararse abiertamente, y llega a utilizar un lenguaje ortodoxo pero con un sentido heterodoxo: lleva la confusión hasta el extremo, porque llega a modificar el "modus significandi", o sea, la significación de la forma que se hace así del todo equívoca en vías de la aceptación incluso de los enemigos de la Iglesia. San Pío X en la PASCENDI denunciaba que ellos jamás exponen su verdadera doctrina secreta, por lo que hay que descubrirla en los pliegues oscuros de la ambigüedad. En la superficie ellos se pueden mostrar ortodoxos y piadosos, pero bajo la mesa son unos demonios que intencionalmente ocultan a los fieles lo que realmente creen. Estos se van a cuidar de no alterar el enunciado literal ortodoxo de palabras, acciones y gestos que ya tienen otro significado.
Este es el caso entre muchísimos de la oración del PADRE NUESTRO, cuyo significado está totalmente prostituido. Por eso vemos a cada rato que Benedicto XVI lo reza, pero jamás lo hemos visto rezar el AVE MARIA. El mismo "padre" que confiesa esta oración, puede ser aceptado por católicos, protestantes, budistas o mahometanos. ¿No están pugnando esos por la "unidad" de todas las religiones?, ¿no Juan Pablo II ya fue hasta con los vudüs satanistas?. Ellos también tienen una divinidad mayor a quien dirigirle el PADRE NUESTRO.
Esta oración de Cristo en un sentido tan deformado es una gravísima ofensa a Dios. Es un insulto del que participan todos quienes asisten a los templos progresistas o a los que se mantienen en el cisma de la Iglesia. ¡Que sigan jugando con esto los indiferentes para que vean cómo les va!.
"EL PAN NUESTRO DE CADA DIA DANOSLO HOY". ¿No sabes que aquí estás pidiendo que el santísimo Sacramento de la Eucaristía permanezca en el mundo para tu alimento?. ¿Qué clase de alimento puede pedir este individuo que es la quinta cabeza anticrística cuando mantiene intencionalmente el Sacrificio apartado del mundo y de los hombres?, ¿qué clase de males pide que Dios aparte de los hombres, si ha expulsado el Sacrificio propiciatorio que aleja la ira de Dios ofendido por los pecados que han "encharcado" el mundo?. Sé necesita ser muy malvado y muy cínico para atreverse a "orar" de esta manera a un Dios que se piensa que se va a quedar callado. Utilizar las mismas palabras de Cristo contra El y contra Su Iglesia no puede ser más que un presagio de una furiosa tempestad que ya se ve en el horizonte. Por eso en el Apocalipsis San Juan (18, 4 y sigs.) dice: "...dices en tu corazón: Estoy sentada como reina y no soy viuda (se cree la Esposa del Cordero) y no he de conocer el llanto... Por eso en un solo día llegarán tus plagas: peste, llanto y hambre y será consumida por el fuego. Porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado".
Este solo texto de San Juan es suficientemente claro -aprovecho decir-, para saber que la doctrina de que la Iglesia es la Esposa de Cristo, es apostólica y anterior incluso a que se formara la Biblia.
Otro ejemplo espeluznante que ha pasado absolutamente inadvertido por los fieles. ¿No te haz dado cuenta que la palabra "católico" ha desaparecido del léxico del clero modernista?. A nadie le puede llamar la atención -creen- que a la Iglesia Católica se le llame "cristiana" porque en realidad lo es. Es realmente la unica y verdadera Iglesia cristiana, pero para los herejes, esto tiene otro significado, porque estando todos ellos empeñados en la "unidad" de las Iglesias "cristianas", han adoptado el nombre de "cristiano" para denominar a nuestra Iglesia Católica -término que ha sido completamente desterrado- porque quieren lograr esa unidad no en la Fe, ¿sino en una diabólica asociación de cultos y creencias incluso enemigas de la ortodoxia que trae una misma denominación -que los protestantes han usurpado-, no la unidad de doctrinas camino por el cual ya van muy avanzados. ¿No la supuesta "misa" es ni más ni menos una sacrilega "cena" protestante?, ¿no a los "obispos" nombrados por el Vaticano los pastores protestantes les "imponen" las manos antes de su "consagración"?, ¿no la "misa" -a la que se empeñan llamar "Eucaristía" o "asamblea"- la han convertido en un zafarrancho de ritmo, de lecturas, de abrazos y besos, de modas inmoralísimas y de profanaciones horribles?. Se escucha con mayor frecuencia cada vez que el párroco de muchos pueblos digan a un pueblo escandalizado que el catolicismo y el protestantismo son la misma cosa.
Pues tenemos ante nuestros ojos al Anticristo indudablemente. Lo estamos viendo actuar, lo estamos viendo destruir a la Iglesia, lo estamos viendo revestirse de la gloria de Dios, de los papas y del Magistério. Y si es cierto que se están valiendo de la ambigüedad y del engaño para extender su porquería, tampoco se puede negar que allá donde se hace posible, actúan con un descaro inaudito con una parejura y unidad de fines, que ya lo quisieran los de la Iglesia remanente para recuperar a la Iglesia y arrancarla de sus enemigos.
Pues aunque parezca increíble, a la vista de todas estas desgracias, y de los fenómenos extraños sucedidos en la Naturaleza, todavía hay hombres que pertenecen al club de los "no pasa nada", que como perros rabiosos que han mordido un trozo de carne, continúan en sus "actividades" y en sus "compromisos" como verdaderos onagros -burros solitarios mencionados por San Gregorio- sin ver nunca ni a derecha ni a izquierda más que lo que les conviene.
En 1917, en la Conferencia Panprotestante de Panamá, las principales sectas protestantes acordaron para presentar un frente común contra la unidad católica, denominarse todas "evangélicas". Pero luego algunas sectas comenzaron a llamarse "cristianas" y ese nombre se ha hecho muy popular incluso entre los católicos. Ahora los católicos se rebajan al nivel de los protestantes en esto y en infinidad de cosas más. La demolición de la Iglesia es devastadora. La Doctrina se ha prostituido, pero también el número de sus fieles disminuye diariamente en forma alarmante. Solamente en América Latina OCHO MIL personas de hacen protestantes cada día. Acaba de publicarse un estudio del Censo 2010 del INEGI que concluye que más de MIL CATOLICOS se hacen protestantes cada día. Y que México ya ha dejado de ser una nación predominantemente católica. ¿Este es el "pentecostés" que se prometió cuando terminó el Concilio Vaticano II?, ¿esta es la renovación y la modernización que prometieron?, ¿es el abandono de doctrinas oscurantistas que apretaban al pueblo y su liberación?. Se necesitaría estar idiota para vér esto así. Esta es solamente la obra del Anticristo y de sus corchetes infiltrados en la Iglesia.
En el PADRE NUESTRO -que es la "Oración Dominical"- ahora tenemos dos perfectos ejemplos de los sucios trucos que la Bestia y sus fidelísimos corchetes usan para retorcer y luego arrancar la Fe de raiz. Proclaman doctrinas ortodoxas sin alterar en nada su enunciado literal pero dándole un sentido heterodoxo, pero también cambian palabras por otras que parecen expresar la misma doctrina exactamente, pero que en realidad ocultan una herejía monstruosa. Este es el caso -como antes dije-, de la palabra "ofensas" en vez de "deudas". El hombre, necesita que Dios le perdone sus "ofensas", pero también sus DEUDAS, es decir, el reato de culpa o la huella que queda en el alma que lo hacen merecedor del Purgatorio a donde irá si en este mundo no se ha limpiado completamente para poder entrar en la, infinita santidad y pureza de Dios. La sola palabra "ofensas" incluída o cambiada en el nuevo PADRE NUESTRO, oculta la negación más completa y más infame del dogma del Purgatorio, sobre el que han puesto sus ojos piadosos los malvados herejes de hoy.
Una simple palabra o incluso el cambio del orden de los términos más ortodoxos, pueden esconder una maligna doctrina que lleva a la pérdida de fe.

SI CRISTO NO HA RESUCITADO, VANA ES NUESTRA FE.

Y ahora, este malvado individuo, que es la quinta cabeza de la Bestia, y que usurpa el Trono de San Pedro, que tiene prisa por "canonizar" a Juan Pablo II y que fue designado, no elegido en un cónclave -hay muchos indicios para decirlo-, y que no subió ni siquiera siendo obispo -pues fue "consagrado" después de 1977 cuando las consagraciones eran ya inválidas- se ha atrevido a arrojar basura y dudas sobre la Resurrección de Cristo.
El dijo que la Resurrección de Cristo no fue biológica. ¿Qué significa esto?. ¿Significa que Su Resurrección no fue física sino algo espiritual como enseñaron muchas sectas del principio y luego protestantes?.
La "elección" de Benedicto XVI, creo que cumple cabalmente la profecía del Profeta Daniel, cuando vio despuntar un pequeño cuerno entre los diez cuernos de su cuarta Bestia, lo cual dice claramente que hay una designación, y no una elección. El es un hijo muy querido de Juan Pablo II. Es hijo muy querido de los del horrendo voto. Es la extensión inacabable del "pontificado" de su predecesor. ¿Por eso les dijo Juan Pablo II a la multitud que lo aclamaba en el Estadio Azteca de la ciudad de México: "Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo" - Ahora vemos claramente a qué se refería.
Nos trasladamos a la doctrina de Santo Tomás para aclarar sobre la muerte de Cristo. En la Sum. Theo- 3, q. 47, a. 1, leemos: "De dos maneras puede ser uno causa de algún efecto. De un modo, actuando directamente en el efecto. De este modo dieron muerte a Cristo sus perseguidores, porque pusieron la causa suficiente de su muerte con la intención de matarlo, habiéndose seguido el efecto, pues de aquella causa se siguió la muerte. De otro modo, se dice una causa indirecta de alguna cosa en cuanto no la impide pudiendo hacerlo, como si se dijera que uno moja a otro porque no cierra la ventana, por lo que entra la lluvia. De este modo fue Cristo causa de Su Pasión y muerte, pues podía impedir Su Pasión y Su muerte: primero, reprimiendo a los adversarios, para que no lo quisieran o no pudieran darle muerte: segundo, porque Su Espíritu tenía facultad para conservar la naturaleza de Su Carne, de suerte que no recibiera ningún daño. Cristo en virtud de Su unión con el Verbo de Dios en unidad de Persona, como dice San Agustín. Pues como el alma de Cristo no rechazó de Su Cuerpo ningún daño inferido, antes quiso que la naturaleza corporal sucumbiera a aquel daño, por eso se dice que entregó Su Alma y que murió voluntariamente".
"Soluciones. 1. Cuando dice "Nadie es capaz de arrebatarme el alma", se entiende "contra Su Voluntad". Lo que uno quita a otro que no pueda resistir eso se dice que propiamente "se le arrebata". Sigue diciendo Santo Tomás que otra prueba de que Cristo se entregaba al tormento y a la muerte voluntariamente fue la gran voz con la que entrega Su Espíritu que fue en realidad un gran grito. El centurión que estaba en el Calvario viéndolo todo, acostumbrado a ver el estado de completa inanición en que morían los crucificados, exclamó: "Verdaderamente éste era Hijo de Dios" pues claramente vio que aquello era imposible. Otro hecho muy significativo fue el tiempo en que Cristo murió al grado de que hasta Pilato se asombró, dice la Escritura. Y así termina Santo Tomás: "Como por Su Voluntad se conservó la naturaleza corporal en su vigor hasta el fin, así también cuando quiso, luego cedió al daño inferido. Cristo a la vez padeció violencia para morir y, no obstante, murió de Su Voluntad, porque la violencia fue inferida a Su cuerpo, la cual no prevaleció sobre Su cuerpo, sino cuan do El quiso".
Un articulista de un Periódico publicó un comentario sobre estas declaraciones de Benedicto que me parecen suficientes para referirme al tema: "El lider mundial del Catolicismo afirma que "el Jesús resucitado" no lo es por regresar a la vida biológica; es decir, no es un humano que después de muerto recupera las funciones biológicas que son propias de un ser vivo, sino que la resurrección de Cristo es una cosa o un fenómeno que Ratzingeer da por sabido y considera innecesario concretar o describir... Es más, Benedicto XVI precisa que el hecho -real o supuesto- de que un muerto resucite "no tendría -para la Iglesia Católica- más importancia que la reanimación por la pericia de los médicos de alguien clínicamente muerto"; consideración papal que convierte en jesucristos resucitados a todos los humanos que han recuperado las funciones vitales tras sufrir un paro cardiaco o cardiorespiratorio. Abundando en teorías y demostrando una imaginación extraordinariamente fértil, Ratzinger asevera que Satán fue el responsable de la actuación de Judas...", "...creer las invenciones de Ratzinger y tomarse en serio sus teorías exige prescindir de la más elemental capacidad de raciocinio que caracteriza al homo sapiens" (Periódico IMPULSO)
Este escritor trata a Benedicto de viejo loco. Pero sabemos que no es así. Es la segunda Bestia de San Juan, de la que dice: "y hablaba como una serpiente" que asombrosamente coincide en el "reinado" de esta cabeza anticrística. Eso es innegable. Pero un divorcio tan absoluto de las doctrinas católicas, por otro lado y coincidiendo en el mismo punto terrible, nos revelan sin lugar a dudas que en esa sede no está el Espíritu Santo que garantiza la infalibilidad pontificia. Esto también es innegable.

"TAMBIEN ANULA EL BAUTISMO".

Estas son las palabras que Dios Padre le revela a santa Ildegarda de Bingen cuando le habla de los tiempos del Anticristo por venir. La Apostasía, la eliminación del Sacrificio, el olvido de la Doctrina no sucede como si alguien operara el interruptor de la luz y todo quedara a oscuras de pronto. Sería estúpido pensarlo. Todo esto está sujeto a un período degenerativo y se lleva un tiempo que es muy variable y sujeto a contingencias impredecibles que sólo Dios conoce a la perfección. Dios conoce el futuro y todo lo comprende simultáneamente.
Cuando el quinto ángel del capítulo 16 del Apocalipsis derrama su copa sobre el trono de la Bestia que queda en tinieblas, esto no sucede instantáneamente. La oscuridad va viniendo gradualmente así como el sol se va ocultando en el horizonte. Es el tiempo del Anticristo. Las fuentes de la luz y de la gracia se van cerrando. Las fuentes de agua viva se van secando. Sucede como cuando de una llave que surte agua para beber, se puede sacar menos agua pues la tubería se ha obstruido.
Llama mucho la atención que nuestro Padre eterno -cuyas revelaciones a los santos son rarísimas-, se refiera hablando del tiempo anticrístico a la deformación de la Doctrina, al engaño de Satanás a los hombres, a la Apostasía, pero no dice ni una palabra de la supresión del Sacrificio, hecho espeluznante que profetizan nuestro Señor Jesucristo, San Pablo y los profetas. Sólo dice que el Anticristo "también anula el Bautismo". Hay que tratar de profundizar y entender el significado, entonces, de lo que esta reveláción quiere decir.
Hace muchos años, estudiando la escatología yo pensaba que la supresión del Sacrificio era lo último antes de la Parusía. Estaba yo equivocadísimo, pues la supresión del Sacrificio fue el boquete por el cual, como agua torrentosa y pestilente entraron en la Iglesia y al mundo todos los sucesos del fin. Los hombres se lo habían ganado con su prostitución y apostasía. Y es lógico lo que estamos viendo, pues si hubiera en el mundo el Sacrificio propiciatorio, no pudieran suceder las cosas que estamos viendo con ojos espantados. Era, pues, necesario que la Apostasía diera su resultado y así la humanidad sin pararrayos soportara las consecuencias de su locura.
¿Por qué nuestro Padre celestial habla del Bautismo?, pues porque está hablando a la inversa. El Bautismo es el último Sacramento que será anulado por el furor de Satanás. Así, la última luz del Espíritu Santo será expulsada del mundo. Los méritos de Jesucristo, de la santísima Virgen y de los santos serán rechazados. Los hombres quedan imposibilitados para recibir los Sacramentos. Los hombres han rechazado la Redención, pues haciendo prevalecer su estúpida opinión quieren que esos méritos se les aplique como a ellos se les pega la regalada gana. Del oscurecimiento de la luz que comienza años antes, se hace, entonces, una oscuridad total. Este es momento de la Parusía. Es el momento de la devastación. Comienza el tiempo escatológico con la confección del nauseabundo comistrajo, con el guisote blasfemo infiltrado por los corchetes de Satán y termina con la clausura del Sacramento del Bautismo.
Digamos lo que Mons. Straubinger comenta en el Cap. 6, V. 6 del Génesis cuando Dios determina destuir al hombre por el Diluvio, que bien puede ser aplicado a los tiempos actuales: "Se aflige Su corazón paternal -de Dios-, PORQUE SABE QUE PARA LA APOSTASIA NO HAY OTRO REMEDIO QUE EL EXTERMINIO".
Tengan mucho cuidado los que por la inmerecida gracia de Dios pertenecen al resto fiel y abran muy bien los ojos para no ser engañados por las artes del Anticristo y así piensen que esos que se han adueñado de las estructuras de la Iglesia y han llevado al engaño, a los hombres, se van a detener y van a respetar un solo Sacramento, como si fuera posible que dijeran: lánzate del quinto piso, pero te detienes en el primero. No te vayas a estrellar. El que te arroja al vacío quiere matarte. Su acto primo revela sus intenciones finales. Quien diga que sinceramente la intención del que te arrojó al vacío no era asesinarte, sino que te detuvieras antes de llegar al pisó, indudablemente es un estúpido. Entonces, la revelación a santa Ildegarda nos revela el final de un curso, de un camino. Es como si dijera: el Anticristo llagará hasta eliminar el Bautismo. Va a destruir todo, hasta llegar a.
Ahora debemos analizar la forma en la que esto puede hacerse. Para que un Bautismo sea administrado válidamente, es necesario como en cualquier Sacramento cuatro cosas: materia, forma -o fórmula-, ministro e intención.
El ministro en el Bautismo, no necesita ser ordenado especialmente para administrarlo. Cualquier persona aun si no está bautizada lo puede administrar válida y lícitamente. Cualquier persona con uso de razón puede siempre administrarlo válidamente. Si cualquier persona fuera de la necesidad bautiza, puede ser ministro ilícito, pero no deja de ser válido si cumple los demás requisitos.
La materia del Sacramento es el agua y esto es tan comúnmente conocido que despertaría graves sospechas si se suprimiera. Es casi imposible, o imposible invalidarlo en esta forma.
La forma -o fórmula- es tan corta y tan conocida que parecería imposible nulificar un Bautismo valiéndose de la forma, pero sobre esto hay muy graves consideraciones de las que nos previene la Doctrina y el Magisterio de la Iglesia.
La Herejía del Anticristo se está valiendo para esto de la GUERRA SEMANTICA. ¿Qué es la semántica?, es la ciencia que trata los cambios de significación de las palabras. Tan esencial es la significación de las palabras en las formas -o fórmulas- sacramentales, que santo Tomás de Aquino dice (Sum. Theo. 3/ q. 60/ a. 8): "Hay que tener en cuenta la significación de las palabras. En efecto, COMO LAS PALABRAS OBRAN EN EL SACRAMENTO POR EL SENTIDO QUE EXPRESAN HAY QUE EXAMINAR SI A CAUSA DE LA ALTERACION, HA DESAPAARECIDO EL SENTIDO APROPIADO DE LAS MISMAS, PUES EN ESTE CASO ES EVIDENTE QUE DESAPARECE LA REALIDAD DEL SACRAMENTO".
El Padre Noel Barbara en su libro ¿ES VALIDA LA SANTA MISA CELEBRADA SEGUN EL NUEVO ORDO MISSAE DE PAULO VI? dice algo que es clara y aterradoramente revelador: "...aprenderemos a guardarnos de las enseñanzas de los modernistas, aun las que parezcan más ortodoxas. Maestros en el equívoco, los modernistas son capaces de utilizar las fórmulas católicas, dándoles un sentido que no es católico. Pero no tan solo sobre sus enseñanzas es necesario juzgarlos, sino sobre toda su actitud" (Pág. 12). "La herejía modernista no es una herejía "clásica", es una herejía "subversiva" que jamás se declara abiertamente, que aun UTILIZA UN LENGUAJE ORTODOXO, PERO CON UN SENTIDO HETERODOXO; lleva, pues, la confusión hasta el extremo, porque llega a modificar substancialmente el "MODUS SIGNIFICANDI", LA SIGNIFICACION DE LA FORMA, QUE SE HACE ASI DEL TODO EQUIVOCA...SIN MODIFICAR SUBSTANCIALMENTE SU ENUNCIADO LITERAL".
San Buenaventura en ITINERARIUN MENTIS IN DEUM, Cap. III escribe: "La operación de la virtud intelectiva consiste en la percepción de la inteligibilidad de los términos, de las proposiciones y de los raciocinios. El entendimiento conoce el significado de los términos cuando comprende qué es cada uno por definición. Pero la definición ha de ser mediante nociones superiores, y estas precisan ser definidas por otras superiores hasta llegar a las supremas o generalísimas, que ignoradas no pueden entenderse de modo definido las inferiores". Esta guerra semántica en la Iglesia nunca vista que también subvierte los significados de los ritos, de las actitudes y de los símbolos, lleva al desconocimiento de las nociones superiores de lo uno, verdadero y bueno.
¿Y en qué autoridad se apoya el Padre Barbará para decir lo que ha escrito?, en la experiencia de lo que ha visto y sobre todo en la autoridad de un Papa santo: Pío X. En su Encíclica PASCENDI dice que los peores enemigos de toda la historia se han introducido en la Iglesia para destruirla por dentro, aunque exteriormente se muestran ortodoxos y obedientes; que van capturando poco a poco puestos, cátedras, pulpitos para hacerlos difusores de pestilencia y corrupción; que forman una sociedad secreta; que nunca predican abiertamente cuál es su verdadera doctrina y que la situación ya no tiene remedio. Es decir, el tiempo del Anticristo. De la contra-Iglesia y del contra-culto que es el culto al hombre. El supremo rechazo de Dios rociado de agua bendita.
El Padre Francesco María Paladino en su libro PETRUS ES TU?, escribe: "La Santísima Trinidad, la misma persona de nuestro Señor, la Redención realizada por El, la santísima Virgen, la Constitución de la Iglesia, la fundación del Papado, los Sacramentos, el Sacerdocio, la santa Misa, el Derecho Canónico, etc., ;todo ha muerto!. La Fe Católica está completamente desmantelada".
Sabio es el consejo del Papa Pío VI que viene al caso cuando es alterado el sentido y significado de las palabras a fin de descubrir la herejía oculta en los términos. "Debemos hacer emerger, dijo, de los recovecos de la ambigüedad el sentido perverso opuesto a la Doctrina Católica para censurarlo".
Pues esto es lo que hago a continuación, esperando que mis lectores comprendan bien con una sana sagacidad lo que digo.
Las formas -o fórmulas- operativas mediante las cuales un ministro hace realidad un Sacramento, "obran en el Sacramento -como dice Santo Tomás-, por el sentido que expresan", por esto, hay que ver si "a causa de la alteración" de este sentido, ha desaparecido "la realidad del Sacramento".
La expresión del sentido de las palabras es esencial y no el fonema. ¿Qué es un fonema?, es un término genérico que comprende todos los elementos sonoros del lenguaje. Es también un signo gráfico con que se representa ese sonido en la escritura.
El fonema en las fórmulas sacramentales operativas, puede estar equivocado, mientras el sentido o significado en la mente y en la intención del ministro sean correctos, sean ortodoxos.
En el año 746, el Papa San Zacarías le escribió una carta a San Bonifacio en la que le decía: "Nos refirieron, en efecto, que había en la misma provincia un sacerdote que ignoraba totalmente la lengua latina, y al bautizar sin saber Latín, infringiendo la lengua, decía: "Baptiso te in nomine Patria, et Filia et Spiritus Sancti". Y por eso tu reverenda fraternidad consideró que se debía rebautizar. Pero si el que bautizó lo dijo al bautizar no introduciendo error o herejía, sino sólo infringiendo la lengua por ignorancia del Latín, como arriba hemos confesado, no podemos consentir que de nuevo se rebautice". (Denz. 297).
La emisión de un sonido diverso a lo que se quiere decir, no invalida el Sacramento, cuando la intención es ortodoxa. Por eso, San Zacarías aprueba el Bautismo del que decía equivocando el Latín: Te bautizo en nombre de la patria, de la hija, etc. En su mente y en su intención era decir: Te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo, etc. Pero el Papa añade algo que es esencial. Este sacerdote no había querido introducir error o herejía en la forma -o fórmula- del Bautismo.
Si un tartamudo bautiza en la necesidad y pronuncia palabras y emite sonidos ininteligibles realmente ¿no bautizó si en su mente y en su intención dijo la forma correcta?. ¡Desde luego que sí bautiza!.
El sacerdote que ignoraba el Latín y el tartamudo al pronunciar la fórmula, estaban pensando y aplicando el Sacramento en el nombre del Dios único, del Dios de los cristianos, del Deus Sábaoth, del Padre de nuestro Señor Jesucristo aunque un impedimento intelectual o físico les impidieran la expresión correcta de los fonemas.
PERO, cuando la-forma -o fórmula- es pronunciada correctamente incluso queriendo hacer lo que hace la Iglesia pero el "padre" que menciona no es el Dios de los cristianos, el Deus Sábaoth, sino que está refiriéndose a un dios general que lo mismo es reconocido por cristianos y paganos, o incluso es Satanás conocido como el rey del mundo o dios del Universo, entonces da lo mismo que en la fórmula del Bautismo se diga "Padre", o "huitzilopóchtli" o "hwegbaja". Es decir, un Bautismo adaptado para la divinidad de "todos los hombres".
Las palabras de las fórmulas de los Sacramentos no tienen un poder propio. Un poder autónomo. Los Sacramentos no son brujería. En las sectas satánicas y en muchas religiones los términos utilizados producen su encantamiento cuando son pronunciadas en cierto orden y con suma exactitud. En la Iglesia de Cristo esto no puede ser así pues, dice el Padre Devine en LOS SACRAMENTOS EXPLICADOS (T. VI) que: "es necesaria -la intención- PORQUE LA EFICACIA SACRAMENTAL YA ANEJA NO A LAS PALABRAS Y CEREMONIAS CONSIDERADAS FISICAMENTE COMO MEROS SONIDOS O GESTOS, SINO A AMBAS COSAS EXPRESIVAS DEL PROPOSITO INTENCIONAL DE UNO QUE HA SIDO NOMBRADO MINISTRO DE CRISTO Y DE SU IGLESIA, Y QUE DESEA OBRAR EN CALIDAD DE TAL". La expresión del ministro debe ser una expresión del intelecto, de la voluntad humana. El debe querer administrar el Sacramento del Bautismo, -en el caso de este Sacramento-, aun en confuso o indefinido si el quiere hacer lo que hace la Iglesia.
Hace ya años que distintas voces de diversos niveles, en tiempos separados han dado la voz de alerta sobre los ataques al Sacramento del Bautismo. El Obispo Marcel Lefebvre en su libro CARTA ABIERTA A LOS CATOLICOS PERPLEJOS dice: "¿Qué es el Bautismo?. Es un nuevo y curioso fenómeno: hasta hace poco todo mundo sabía responder a esta pregunta, aunque casi nadie se la hacía. El primer efecto del Bautismo es rescatarnos y liberarnos del pecado original; esto se sabía de padres a hijos. Pero he aquí que ahora no se habla nada de esto tan importante y fundamental. La ceremonia del Bautismo simplificada que se tiene ahora en la Iglesia evoca el pecado, pero en un contexto tal, que parece referirse más bien a los que cometerá el nuevo bautizado durante su vida y no al pecado original con el que nacemos todos manchados . El Bautismo -nuevo-, se presenta sencillamente como un Sacramento que nos une a Dios o que nos hace miembros de una comunidad". El veneno es muy sutil. El nuevo Bautismo no es para limpiarnos del pecado original, es para unirnos a Dios (¡¡¡).
Por Mons. José F. Urbina Aznar
mayo 2011

EL PURGATORIO ES UN LUGAR (6)

SI CRISTO NO HA RESUCITADO, VANA ES NUESTRA FE.


Y ahora, este malvado individuo, que es la quinta cabeza de la Bestia, y que usurpa el Trono de San Pedro, que tiene prisa por "canonizar" a Juan Pablo II y que fue designado, no elegido en un cónclave -hay muchos indicios para decirlo-, y que no subió ni siquiera siendo obispo -pues fue "consagrado" después de 1977 cuando las consagraciones eran ya inválidas- se ha atrevido a arrojar basura y dudas sobre la Resurrección de Cristo.
El dijo que la Resurrección de Cristo no fue biológica. ¿Qué significa esto?. ¿Significa que Su Resurrección no fue física sino algo espiritual como enseñaron muchas sectas del principio y luego protestantes?.
La "elección" de Benedicto XVI, creo que cumple cabalmente la profecía del Profeta Daniel, cuando vio despuntar un pequeño cuerno entre los diez cuernos de su cuarta Bestia, lo cual dice claramente que hay una designación, y no una elección. El es un hijo muy querido de Juan Pablo II. Es hijo muy querido de los del horrendo voto. Es la extensión inacabable del "pontificado" de su predecesor. ¿Por eso les dijo Juan Pablo II a la multitud que lo aclamaba en el Estadio Azteca de la ciudad de México: "Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo" - Ahora vemos claramente a qué se refería.
Nos trasladamos a la doctrina de Santo Tomás para aclarar sobre la muerte de Cristo. En la Sum. Theo- 3, q. 47, a. 1, leemos: "De dos maneras puede ser uno causa de algún efecto. De un modo, actuando directamente en el efecto. De este modo dieron muerte a Cristo sus perseguidores, porque pusieron la causa suficiente de su muerte con la intención de matarlo, habiéndose seguido el efecto, pues de aquella causa se siguió la muerte. De otro modo, se dice una causa indirecta de alguna cosa en cuanto no la impide pudiendo hacerlo, como si se dijera que uno moja a otro porque no cierra la ventana, por lo que entra la lluvia. De este modo fue Cristo causa de Su Pasión y muerte, pues podía impedir Su Pasión y Su muerte: primero, reprimiendo a los adversarios, para que no lo quisieran o no pudieran darle muerte: segundo, porque Su Espíritu tenía facultad para conservar la naturaleza de Su Carne, de suerte que no recibiera ningún daño. Cristo en virtud de Su unión con el Verbo de Dios en unidad de Persona, como dice San Agustín. Pues como el alma de Cristo no rechazó de Su Cuerpo ningún daño inferido, antes quiso que la naturaleza corporal sucumbiera a aquel daño, por eso se dice que entregó Su Alma y que murió voluntariamente".
"Soluciones. 1. Cuando dice "Nadie es capaz de arrebatarme el alma", se entiende "contra Su Voluntad". Lo que uno quita a otro que no pueda resistir eso se dice que propiamente "se le arrebata". Sigue diciendo Santo Tomás que otra prueba de que Cristo se entregaba al tormento y a la muerte voluntariamente fue la gran voz con la que entrega Su Espíritu que fue en realidad un gran grito. El centurión que estaba en el Calvario viéndolo todo, acostumbrado a ver el estado de completa inanición en que morían los crucificados, exclamó: "Verdaderamente éste era Hijo de Dios" pues claramente vio que aquello era imposible. Otro hecho muy significativo fue el tiempo en que Cristo murió al grado de que hasta Pilato se asombró, dice la Escritura. Y así termina Santo Tomás: "Como por Su Voluntad se conservó la naturaleza corporal en su vigor hasta el fin, así también cuando quiso, luego cedió al daño inferido. Cristo a la vez padeció violencia para morir y, no obstante, murió de Su Voluntad, porque la violencia fue inferida a Su cuerpo, la cual no prevaleció sobre Su cuerpo, sino cuan do El quiso".
Un articulista de un Periódico publicó un comentario sobre estas declaraciones de Benedicto que me parecen suficientes para referirme al tema: "El lider mundial del Catolicismo afirma que "el Jesús resucitado" no lo es por regresar a la vida biológica; es decir, no es un humano que después de muerto recupera las funciones biológicas que son propias de un ser vivo, sino que la resurrección de Cristo es una cosa o un fenómeno que Ratzingeer da por sabido y considera innecesario concretar o describir... Es más, Benedicto XVI precisa que el hecho -real o supuesto- de que un muerto resucite "no tendría -para la Iglesia Católica- más importancia que la reanimación por la pericia de los médicos de alguien clínicamente muerto"; consideración papal que convierte en jesucristos resucitados a todos los humanos que han recuperado las funciones vitales tras sufrir un paro cardiaco o cardiorespiratorio. Abundando en teorías y demostrando una imaginación extraordinariamente fértil, Ratzinger asevera que Satán fue el responsable de la actuación de Judas...", "...creer las invenciones de Ratzinger y tomarse en serio sus teorías exige prescindir de la más elemental capacidad de raciocinio que caracteriza al homo sapiens" (Periódico IMPULSO)
Este escritor trata a Benedicto de viejo loco. Pero sabemos que no es así. Es la segunda Bestia de San Juan, de la que dice: "y hablaba como una serpiente" que asombrosamente coincide en el "reinado" de esta cabeza anticrística. Eso es innegable. Pero un divorcio tan absoluto de las doctrinas católicas, por otro lado y coincidiendo en el mismo punto terrible, nos revelan sin lugar a dudas que en esa sede no está el Espíritu Santo que garantiza la infalibilidad pontificia. Esto también es innegable.

"TAMBIEN ANULA EL BAUTISMO".

Estas son las palabras que Dios Padre le revela a santa Ildegarda de Bingen cuando le habla de los tiempos del Anticristo por venir. La Apostasía, la eliminación del Sacrificio, el olvido de la Doctrina no sucede como si alguien operara el interruptor de la luz y todo quedara a oscuras de pronto. Sería estúpido pensarlo. Todo esto está sujeto a un período degenerativo y se lleva un tiempo que es muy variable y sujeto a contingencias impredecibles que sólo Dios conoce a la perfección. Dios conoce el futuro y todo lo comprende simultáneamente.
Cuando el quinto ángel del capítulo 16 del Apocalipsis derrama su copa sobre el trono de la Bestia que queda en tinieblas, esto no sucede instantáneamente. La oscuridad va viniendo gradualmente así como el sol se va ocultando en el horizonte. Es el tiempo del Anticristo. Las fuentes de la luz y de la gracia se van cerrando. Las fuentes de agua viva se van secando. Sucede como cuando de una llave que surte agua para beber, se puede sacar menos agua pues la tubería se ha obstruido.
Llama mucho la atención que nuestro Padre eterno -cuyas revelaciones a los santos son rarísimas-, se refiera hablando del tiempo anticrístico a la deformación de la Doctrina, al engaño de Satanás a los hombres, a la Apostasía, pero no dice ni una palabra de la supresión del Sacrificio, hecho espeluznante que profetizan nuestro Señor Jesucristo, San Pablo y los profetas. Sólo dice que el Anticristo "también anula el Bautismo". Hay que tratar de profundizar y entender el significado, entonces, de lo que esta reveláción quiere decir.
Hace muchos años, estudiando la escatología yo pensaba que la supresión del Sacrificio era lo último antes de la Parusía. Estaba yo equivocadísimo, pues la supresión del Sacrificio fue el boquete por el cual, como agua torrentosa y pestilente entraron en la Iglesia y al mundo todos los sucesos del fin. Los hombres se lo habían ganado con su prostitución y apostasía. Y es lógico lo que estamos viendo, pues si hubiera en el mundo el Sacrificio propiciatorio, no pudieran suceder las cosas que estamos viendo con ojos espantados. Era, pues, necesario que la Apostasía diera su resultado y así la humanidad sin pararrayos soportara las consecuencias de su locura.
¿Por qué nuestro Padre celestial habla del Bautismo?, pues porque está hablando a la inversa. El Bautismo es el último Sacramento que será anulado por el furor de Satanás. Así, la última luz del Espíritu Santo será expulsada del mundo. Los méritos de Jesucristo, de la santísima Virgen y de los santos serán rechazados. Los hombres quedan imposibilitados para recibir los Sacramentos. Los hombres han rechazado la Redención, pues haciendo prevalecer su estúpida opinión quieren que esos méritos se les aplique como a ellos se les pega la regalada gana. Del oscurecimiento de la luz que comienza años antes, se hace, entonces, una oscuridad total. Este es momento de la Parusía. Es el momento de la devastación. Comienza el tiempo escatológico con la confección del nauseabundo comistrajo, con el guisote blasfemo infiltrado por los corchetes de Satán y termina con la clausura del Sacramento del Bautismo.
Digamos lo que Mons. Straubinger comenta en el Cap. 6, V. 6 del Génesis cuando Dios determina destuir al hombre por el Diluvio, que bien puede ser aplicado a los tiempos actuales: "Se aflige Su corazón paternal -de Dios-, PORQUE SABE QUE PARA LA APOSTASIA NO HAY OTRO REMEDIO QUE EL EXTERMINIO".
Tengan mucho cuidado los que por la inmerecida gracia de Dios pertenecen al resto fiel y abran muy bien los ojos para no ser engañados por las artes del Anticristo y así piensen que esos que se han adueñado de las estructuras de la Iglesia y han llevado al engaño, a los hombres, se van a detener y van a respetar un solo Sacramento, como si fuera posible que dijeran: lánzate del quinto piso, pero te detienes en el primero. No te vayas a estrellar. El que te arroja al vacío quiere matarte. Su acto primo revela sus intenciones finales. Quien diga que sinceramente la intención del que te arrojó al vacío no era asesinarte, sino que te detuvieras antes de llegar al pisó, indudablemente es un estúpido. Entonces, la revelación a santa Ildegarda nos revela el final de un curso, de un camino. Es como si dijera: el Anticristo llagará hasta eliminar el Bautismo. Va a destruir todo, hasta llegar a.
Ahora debemos analizar la forma en la que esto puede hacerse. Para que un Bautismo sea administrado válidamente, es necesario como en cualquier Sacramento cuatro cosas: materia, forma -o fórmula-, ministro e intención.
El ministro en el Bautismo, no necesita ser ordenado especialmente para administrarlo. Cualquier persona aun si no está bautizada lo puede administrar válida y lícitamente. Cualquier persona con uso de razón puede siempre administrarlo válidamente. Si cualquier persona fuera de la necesidad bautiza, puede ser ministro ilícito, pero no deja de ser válido si cumple los demás requisitos.
La materia del Sacramento es el agua y esto es tan comúnmente conocido que despertaría graves sospechas si se suprimiera. Es casi imposible, o imposible invalidarlo en esta forma.
La forma -o fórmula- es tan corta y tan conocida que parecería imposible nulificar un Bautismo valiéndose de la forma, pero sobre esto hay muy graves consideraciones de las que nos previene la Doctrina y el Magisterio de la Iglesia.
La Herejía del Anticristo se está valiendo para esto de la GUERRA SEMANTICA. ¿Qué es la semántica?, es la ciencia que trata los cambios de significación de las palabras. Tan esencial es la significación de las palabras en las formas -o fórmulas- sacramentales, que santo Tomás de Aquino dice (Sum. Theo. 3/ q. 60/ a. 8): "Hay que tener en cuenta la significación de las palabras. En efecto, COMO LAS PALABRAS OBRAN EN EL SACRAMENTO POR EL SENTIDO QUE EXPRESAN HAY QUE EXAMINAR SI A CAUSA DE LA ALTERACION, HA DESAPAARECIDO EL SENTIDO APROPIADO DE LAS MISMAS, PUES EN ESTE CASO ES EVIDENTE QUE DESAPARECE LA REALIDAD DEL SACRAMENTO".
El Padre Noel Barbara en su libro ¿ES VALIDA LA SANTA MISA CELEBRADA SEGUN EL NUEVO ORDO MISSAE DE PAULO VI? dice algo que es clara y aterradoramente revelador: "...aprenderemos a guardarnos de las enseñanzas de los modernistas, aun las que parezcan más ortodoxas. Maestros en el equívoco, los modernistas son capaces de utilizar las fórmulas católicas, dándoles un sentido que no es católico. Pero no tan solo sobre sus enseñanzas es necesario juzgarlos, sino sobre toda su actitud" (Pág. 12). "La herejía modernista no es una herejía "clásica", es una herejía "subversiva" que jamás se declara abiertamente, que aun UTILIZA UN LENGUAJE ORTODOXO, PERO CON UN SENTIDO HETERODOXO; lleva, pues, la confusión hasta el extremo, porque llega a modificar substancialmente el "MODUS SIGNIFICANDI", LA SIGNIFICACION DE LA FORMA, QUE SE HACE ASI DEL TODO EQUIVOCA...SIN MODIFICAR SUBSTANCIALMENTE SU ENUNCIADO LITERAL".
San Buenaventura en ITINERARIUN MENTIS IN DEUM, Cap. III escribe: "La operación de la virtud intelectiva consiste en la percepción de la inteligibilidad de los términos, de las proposiciones y de los raciocinios. El entendimiento conoce el significado de los términos cuando comprende qué es cada uno por definición. Pero la definición ha de ser mediante nociones superiores, y estas precisan ser definidas por otras superiores hasta llegar a las supremas o generalísimas, que ignoradas no pueden entenderse de modo definido las inferiores". Esta guerra semántica en la Iglesia nunca vista que también subvierte los significados de los ritos, de las actitudes y de los símbolos, lleva al desconocimiento de las nociones superiores de lo uno, verdadero y bueno.
¿Y en qué autoridad se apoya el Padre Barbará para decir lo que ha escrito?, en la experiencia de lo que ha visto y sobre todo en la autoridad de un Papa santo: Pío X. En su Encíclica PASCENDI dice que los peores enemigos de toda la historia se han introducido en la Iglesia para destruirla por dentro, aunque exteriormente se muestran ortodoxos y obedientes; que van capturando poco a poco puestos, cátedras, pulpitos para hacerlos difusores de pestilencia y corrupción; que forman una sociedad secreta; que nunca predican abiertamente cuál es su verdadera doctrina y que la situación ya no tiene remedio. Es decir, el tiempo del Anticristo. De la contra-Iglesia y del contra-culto que es el culto al hombre. El supremo rechazo de Dios rociado de agua bendita.
El Padre Francesco María Paladino en su libro PETRUS ES TU?, escribe: "La Santísima Trinidad, la misma persona de nuestro Señor, la Redención realizada por El, la santísima Virgen, la Constitución de la Iglesia, la fundación del Papado, los Sacramentos, el Sacerdocio, la santa Misa, el Derecho Canónico, etc., ;todo ha muerto!. La Fe Católica está completamente desmantelada".
Sabio es el consejo del Papa Pío VI que viene al caso cuando es alterado el sentido y significado de las palabras a fin de descubrir la herejía oculta en los términos. "Debemos hacer emerger, dijo, de los recovecos de la ambigüedad el sentido perverso opuesto a la Doctrina Católica para censurarlo".
Pues esto es lo que hago a continuación, esperando que mis lectores comprendan bien con una sana sagacidad lo que digo.
Las formas -o fórmulas- operativas mediante las cuales un ministro hace realidad un Sacramento, "obran en el Sacramento -como dice Santo Tomás-, por el sentido que expresan", por esto, hay que ver si "a causa de la alteración" de este sentido, ha desaparecido "la realidad del Sacramento".
La expresión del sentido de las palabras es esencial y no el fonema. ¿Qué es un fonema?, es un término genérico que comprende todos los elementos sonoros del lenguaje. Es también un signo gráfico con que se representa ese sonido en la escritura.
El fonema en las fórmulas sacramentales operativas, puede estar equivocado, mientras el sentido o significado en la mente y en la intención del ministro sean correctos, sean ortodoxos.
En el año 746, el Papa San Zacarías le escribió una carta a San Bonifacio en la que le decía: "Nos refirieron, en efecto, que había en la misma provincia un sacerdote que ignoraba totalmente la lengua latina, y al bautizar sin saber Latín, infringiendo la lengua, decía: "Baptiso te in nomine Patria, et Filia et Spiritus Sancti". Y por eso tu reverenda fraternidad consideró que se debía rebautizar. Pero si el que bautizó lo dijo al bautizar no introduciendo error o herejía, sino sólo infringiendo la lengua por ignorancia del Latín, como arriba hemos confesado, no podemos consentir que de nuevo se rebautice". (Denz. 297).
La emisión de un sonido diverso a lo que se quiere decir, no invalida el Sacramento, cuando la intención es ortodoxa. Por eso, San Zacarías aprueba el Bautismo del que decía equivocando el Latín: Te bautizo en nombre de la patria, de la hija, etc. En su mente y en su intención era decir: Te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo, etc. Pero el Papa añade algo que es esencial. Este sacerdote no había querido introducir error o herejía en la forma -o fórmula- del Bautismo.
Si un tartamudo bautiza en la necesidad y pronuncia palabras y emite sonidos ininteligibles realmente ¿no bautizó si en su mente y en su intención dijo la forma correcta?. ¡Desde luego que sí bautiza!.
El sacerdote que ignoraba el Latín y el tartamudo al pronunciar la fórmula, estaban pensando y aplicando el Sacramento en el nombre del Dios único, del Dios de los cristianos, del Deus Sábaoth, del Padre de nuestro Señor Jesucristo aunque un impedimento intelectual o físico les impidieran la expresión correcta de los fonemas.
PERO, cuando la-forma -o fórmula- es pronunciada correctamente incluso queriendo hacer lo que hace la Iglesia pero el "padre" que menciona no es el Dios de los cristianos, el Deus Sábaoth, sino que está refiriéndose a un dios general que lo mismo es reconocido por cristianos y paganos, o incluso es Satanás conocido como el rey del mundo o dios del Universo, entonces da lo mismo que en la fórmula del Bautismo se diga "Padre", o "huitzilopóchtli" o "hwegbaja". Es decir, un Bautismo adaptado para la divinidad de "todos los hombres".
Las palabras de las fórmulas de los Sacramentos no tienen un poder propio. Un poder autónomo. Los Sacramentos no son brujería. En las sectas satánicas y en muchas religiones los términos utilizados producen su encantamiento cuando son pronunciadas en cierto orden y con suma exactitud. En la Iglesia de Cristo esto no puede ser así pues, dice el Padre Devine en LOS SACRAMENTOS EXPLICADOS (T. VI) que: "es necesaria -la intención- PORQUE LA EFICACIA SACRAMENTAL YA ANEJA NO A LAS PALABRAS Y CEREMONIAS CONSIDERADAS FISICAMENTE COMO MEROS SONIDOS O GESTOS, SINO A AMBAS COSAS EXPRESIVAS DEL PROPOSITO INTENCIONAL DE UNO QUE HA SIDO NOMBRADO MINISTRO DE CRISTO Y DE SU IGLESIA, Y QUE DESEA OBRAR EN CALIDAD DE TAL". La expresión del ministro debe ser una expresión del intelecto, de la voluntad humana. El debe querer administrar el Sacramento del Bautismo, -en el caso de este Sacramento-, aun en confuso o indefinido si el quiere hacer lo que hace la Iglesia.
Hace ya años que distintas voces de diversos niveles, en tiempos separados han dado la voz de alerta sobre los ataques al Sacramento del Bautismo. El Obispo Marcel Lefebvre en su libro CARTA ABIERTA A LOS CATOLICOS PERPLEJOS dice: "¿Qué es el Bautismo?. Es un nuevo y curioso fenómeno: hasta hace poco todo mundo sabía responder a esta pregunta, aunque casi nadie se la hacía. El primer efecto del Bautismo es rescatarnos y liberarnos del pecado original; esto se sabía de padres a hijos. Pero he aquí que ahora no se habla nada de esto tan importante y fundamental. La ceremonia del Bautismo simplificada que se tiene ahora en la Iglesia evoca el pecado, pero en un contexto tal, que parece referirse más bien a los que cometerá el nuevo bautizado durante su vida y no al pecado original con el que nacemos todos manchados . El Bautismo -nuevo-, se presenta sencillamente como un Sacramento que nos une a Dios o que nos hace miembros de una comunidad". El veneno es muy sutil. El nuevo Bautismo no es para limpiarnos del pecado original, es para unirnos a Dios (¡¡¡).
Es también para hacernos miembros de la comunidad cristiana. ¿Quién puede decir que el Bautismo no sea para "unirnos a Dios"?. Hay que releer lo que dice el Padre Barbará. En la Iglesia hay muchas formas de "unirnos a Dios" y esas formas no son el Bautismo.
El Padre Gabrielle Amorth que fue por más de 20 años exorcista en Roma en una entrevista que le hizo la revista italiana "30 DIAS" en su número de junio de 2001, dice: "El rito del Bautismo de los niños, ha sido arruinado. Fue renovado de tal forma, que el exorcismo contra Satanás, ha sido eliminado. El Bautismo siempre tuvo enorme importancia para la Iglesia, hasta el punto que se le llamaba exorcismo menor".
El Abbe Georges de Nantes, en su libro YO ACUSO A PAULO VI DE HEREJIA, CISMA Y ESCANDALO, también dice: toda la obra de la Iglesia de los siglos precedentes, "ha sido calumniada". En nombre de la obediencia, "se han impuestos ritos nuevos que modifican la Fe y atañen HASTA LA VALIDEZ DE LOS SACRAMENTOS". Es decir, TODOS. En la Pág. 103 escribe: "El Ritual de los Sacramentos ha sido cambiado pedazo a pedazo. Los exorcismos del Bautismo,de los niños fueron suprimidos, PARA SIGNIFICAR QUE NOSOTROS NO CREEMOS EN LA PRESENCIA DEL DEMONIO EN LOS NIÑOS INOCENTES". ¿Es un iluso el Padre de Nantes?, ¿se está imaginando cosas?.
Y el Padre Paladino cuando asegura que todo en la Iglesia ha sido "demolido" con "los Sacramentos", es decir todos, ¿está también disvariando?.
El Cardenal d'Annibale enseña una doctrina luminosa y segura que copio del DICTIONNAIRE DE THEOLOGIE CATHOLIC (T. XI, Col. 1190). Dice: "El rechazar el Rito adoptado por la Iglesia, la adopción de un nuevo Rito CON EL PROPOSITO DE INTRODUCIR LA HEREJIA, ES EVIDENTEMENTE UNA PRUEBA DE LA AUSENCIA EN EL MINISTRO DE LA INTENCION DE HACER LO QUE HACE LA IGLESIA: NO HAY NECESIDAD QUE LOS CAMBIOS ESENCIALES SEAN HECHOS EN LA FORMA -o fórmula de los Sacramentos; UNA MODIFICACION ACCIDENTAL CON EL PROPOSITO DE INTRODUCIR UN NUEVO RITO O UNA HEREJIA, BASTA PARA TESTIMONIAR EL DEFECTO DE LA INTENCCION".
Que la Iglesia del Vaticano sin autorización de la Iglesia de Cristo -porque es la Iglesia de la Apostasía y del Anticristo- cambió el Rito del Sacramento del Bautismo para introducir sus herejías, es absolutamente claro. Si un ministro bautiza con este nuevo rito, no se puede decir que hace lo que la Iglesia HACE. No hay necesidad de los cambios esenciales para nulificar el Sacramento, aunque se utilice la forma -o fórmula- correcta, el Sacramento es inválido.
Así lo podrá ver claramente cualquiera que tenga buena intención. Es de comprenderse que haya un embrollo diabólico entre el deseo de querer hacer lo que HACE la Iglesia, es decir un acto, cuando hay una estructura eclesiástica ilegítima superpuesta y penetrando todo en la verdadera Iglesia. Esta condición nunca se había dado en la Iglesia, por lo que hay que atender con mucho cuidado el consejo del Papa Pío VI. ¡ESTAMOS FRENTE A LA IGLESIA DEL ANTICRISTO! Pero el ataque al Sacramento del Bautismo es más profundo y extenso. Hay un atentado muy grave contra el significado mismo de los términos de la fórmula.
Hay un creciente cambio de significado del concepto que el clero y el pueblo cristiano tiene sobre la primera Persona de la Santísima Trinidad. Se extiende como una peste un consenso a toda la Iglesia del Vaticano que cambia completamente la idea y la doctrina sobre Dios Padre que deja de ser el Deus Sábaoth para convertirse en la divinidad suprema de todos los hombres, ¿Qué de malo tendrá considerar a Dios Padre el Dios de todos los hombres?, dirán los idiotas. Quieren hacer de Dios Padre un Moloc de los amonitas al que se sacrificaba niños, pues si el Sacramento del Bautismo es nulificado, no será muy distinto. ENFRENTAMOS UNA TECNICA DE PERSUACION COLECTIVA.
Entonces, aunque en la fórmula del Bautismo se diga "Padre", realmente ese sonido o fonema no significará lo que en la mente, en el corazón, en la intención se quiere decir que está opuesto diametralmente a lo que enseña la Iglesia. Ese será un "padre" monstruoso al que rinden adoración todas las religiones y sectas de la Tierra.
El PADRE NUESTRO rezado por Benedicto a eso va. La "consagración" del vino en la nueva misa a eso va. El Ecumenismo trompeteado después del Concilio que fue un aquelarre y reunión de pránganas a eso va. En el clero y en el pueblo avanza un nuevo concepto ecuménico bajo un solo dios que no exige la conversión, sino una clase de licuado diabólico en el que todos los hombres se respetan y viven en paz y armonía. Y así la paz del hombre habrá llegado, no la paz de Cristo en el Reino de Cristo. El hombre habrá saltado al altar.
Y así, la pequeña luz mortecina se habrá extinguido.

LA CANONIZACION DEL MODERNISMO,
DE LA DEMOCRACIA Y DE LA PORQUERIA.


San Pío X, en su Carta sobre Le Sillón dijo: "La Democracia es una religión más universal que la Iglesia". Pero Paulo VI, un primero de enero de 1970 declaró: "Estamos en Democracia... esto quiere decir que el pueblo manda, que el poder proviene del número, de la población tal como es". Ya no viene el poder de Dios.
Pues este primero de mayo (2011), en la Plaza de San Pedro, al frente de la Basílica de San Pedro, no solamente se "beatificó" a Juan Pablo II -cuarta cabeza de la Bestia-, sino que se canonizó a la Democracia; al Concilio Vaticano II; al Ecumenismo; a la nueva misa; a la nueva doctrina; al nuevo sacerdocio; a los nuevos sacramentos; a la nueva piedad; a la nueva liturgia que deja de ser la Teología hecha sensible al alma de los fieles de donde viene su manifestación artística, pues la Teología está hecha pedazos; ai nuevo "papado" que se ha hecho el primero entre sus iguales solamente; y de todo aquello que no tenga un olor preconciliar. La "beatificación" de este hombre, que el pueblo por miles y miles celebró gritando como desaforados, agitando banderas y banderitas y "participando" en el guisote aburrido que llaman "misa" es la canonización de la contra-Iglesia, es el triunfo oficial de esa raza perversa que celebra misas negras en el mismo Vaticano en las gradas del Trono papal usurpado por un individuo pelele y chirigotero.
Este fue un día luminoso -tanto como los Iluminati desean-, que se celebró mundialmente pero a los directores de esta explosión de júbilo y de santa alegría, San Pío X los llama en la PASCENDI "hijos de las tinieblas".
Pero nuevamente, ante la maravillosa coincidencia de los símbolos con los acontecimientos, resuena con fuerza una sirena de alerta, porque ese acontecimiento esta predicho en el Apocalipsis de Isaías. En Cap. 24, luego de decir que los hombres serán entregados al pillaje y a la devastación, porque la Tierra ha sido profanada por sus habitantes pues "traspasaron las leyes, violaron el precepto y rompieron la alianza eterna", en el v. 14 dice: "Ellos levantan su voz y lanzan hurras; la majestad de Yahveh aclaman desde el mar. Por eso en las islas glorifican a Yahveh, en las islas del mar el nombre de Yahvah, Dios de Israel. Desde el confín de la Tierra, cánticos hemos oído. ¡Gloria al justo!. Y yo digo: ¡Menguado de mi, menguado de mi!. ¡Ay de mi!, y de estos malvados que hacen maldad, los malvados que han consumado la maldad. ¡Pánico, hoya y trampa contra tí, morador de la Tierra!...serán amontonados en montón los prisioneros en el pozo, serán encerrados en la cárcel...".
Los que seguimos más o menos atentamente esta "beatificación" no podemos menos que asombrarnos por la exactitud con la que se puede aplicar este texto de Isaías además del orden con que los acontecimientos se han sucedido que obedecen un curso un camino estricto.
Dice Isaías: "Desde el confín de la Tierra, cánticos hemos oído. ¡Gloria al justo!". ¿Quién es el justo por el cual se oyen cánticos desde el confín de la Tierra?, indudablemente no se trata aquí de nuestro Señor Jesucristo, pues el Señor condena esos cánticos por el "justo". Se trata aquí de la beatificación de Juan Pablo II a quien se le proclama como justo. Los hombres han roto el Pacto eterno. Eso sucede -los cánticos al justo-, después de la supresión, no hay duda.
El que medita y profundiza la escritura del Profeta Isaías, no se puede explicar cómo, si esta no fuera la revelación de Dios, puede hablar de ese júbilo mundial que se oye del otro lado del mar y en las islas en el tiempo del Profeta. Y los que vimos encenderse la luz no haya sido sino hasta que los acontecimientos tuvieron lugar. Nunca antes. Lo mismo experimentamos algunos cuando el papa fugaz de Asís, "fue arrebatado a Dios y a su trono" papal. Nunca antes. Y entonces vimos la maravillosa coincidencia de los vaticinios con los símbolos. Es que es la Palabra de Dios, que hace execrable la práctica de quienes para apoyar sus doctrinas se atreven a meter las manos en la sagrada Escritura para deformarla, ES ETERNA.
Tenemos, pues, sin necesidad de revelaciones místicas lo que el Señor piensa de la explosión jubilosa por la "beatificación" de la cuarta Bestia del Apocalipsis.
Una gran oscuridad ha caído sobre el mundo en el momento en que vitorea al infame. Las plagas, entonces, seguirán su curso, y Dios "castigará a los hombres de una manera sin precedentes" dijo la Virgen María en La Salette, en 1846.
A los hombres les va a pasar igual que a los sapos que revientan en agua hirviendo. Si trato de meter a un sapo al agua hirviendo, salta y se escapa. Pero si lo pongo en agua fría a hervir, termina con reventar. Hace ya muchos años que la sociedad cristiana se está prostituyendo. La cosa comenzó por cosas que aparentemente no tenían importancia. Pero se cedió. El que cede poco, cede poco a poco. Hace ya muchos años, que la educación de la juventud, que la moral, que los gobiernos y tantas cosas más, se van haciendo anticristianos pues la suavidad de los principios no mostraban la furia y los planes de los finales. Pero los hombres se siguieron adaptando y siguieron cediendo y comenzaron a perder de vista los valores, los principios y la Doctrina cristiana que a ese grado ya no les importó. En aras de la modernidad, de la moda, de la libertad, de los derechos humanos y de la Democracia, todos fueron cediendo, unos más que otros, dando rienda suelta a sus gustos y pasiones. Lo mismo es hablar de la ciencia o de la técnica, de los espectáculos, de la educación, del Estado o de sus leyes. Y los hombres se siguieron adaptando y cediendo y aceptando hasta que tuvieron el excremento en los tobillos. Y siguió subiendo hasta que chapotearon en la porquería, y luego nadaron en ella y se la tragaron. Y se la tragaron todos, en una forma o en la otra. Y el agua comenzó a hervir, y el sapo se siguió adaptando. Por eso el mundo es una bomba de tiempo. Es una caldera a punto de estallar. Mientras tanto, llevan en triunfal procesión la sangre podrida "del justo" como reliquia.

MEJOR CORTARLE UN MIEMBRO AL CUERPO MISTICO DE CRISTO, QUE RECONOCER QUE FRENTE A NOSOTROS ESTA LA BESTIA.

En marzo de 2011, la Agencia EFE transmitió una nota con las declaraciones de Benedicto XVI contra la infalibilidad del papa. Lo que Tito Casini pensó que era infranqueable cayó hecho polvo para ser pisoteado por la chusma sin Dios. El Apocalipsis se cumplía nuevamente en acontecimiento y en tiempo, pues la quinta cabeza de la Bestia hablaba como una serpiente y le arrobaja al pueblo las doctrinas que el Demonio le inspiraba.
Dice Benedicto que la infalibilidad del papa "es una equivocación" , que "el papa puede equivocarse" porque ser papa, "no significa ser infalible", sino que el papa se comporta "como cualquier obispo" y sólo en ciertos casos "cuando la tradición es clara y se sabe que no se actúa arbitrariamente, entonces puede decir que esa cuestión determinada es fe de la Iglesia".
Para comenzar, eso que dijo es una payasada sacrilega, pues si ellos mismos -los modernistas- han puesto en duda las tradiciones, ¿qué clase de seguridad puede expresar el supuesto papa?. Si se han permitido dudar de que Cristo es el Autor de los Sacramentos y han creado nuevos, y nuevas fórmulas, negándole a Cristo ser el Ministro principal de todos ellos, y asegurando que la gracia la recibe el pueblo a través de sus inventos, ¿no se han puesto en el lugar de Dios con su amo el Anticristo, como dice San Pablo?. ¿De dónde se les ha ocurrido que una pandilla de mentecatos tienen autoridad para crear Sacramentos que produzcan la gracia de Dios?.
Entonces, lo que dice Benedicto es mentirosísimmo. Pero esto es aun más grave. Cristo no le prometió a los sucesores de San Pedro la impecabilidad, sino la INFALIBILIDAD en cuestiones de Doctrina y de moral. Nuestro Señor construyó Su Iglesia sobra la Roca inexpugnable de Pedro. El Infierno no prevalecería sobre él. Era lógico, si el Señor quería que Su Iglesia guiara al pueblo hablando por Su boca, tenía que asegurar un Magisterio que fuera infalible y reflejo fiel de Su Voluntad. No era posible que el papa tuviera constantes manifestaciones y revelaciones ostentosas y milagrosas divinas, pues los hombres se convertirían a la Iglesia por esos hechos portentosos y no por la predicación, por la Fe, por la esperanza, por la longanimidad, por el amor a Dios que son dones que vienen del Espíritu Santo. Por eso nuestro Señor les dijo a Sus Apóstoles que era indispensable que El se fuera para poder mandarles al bendito Paráclito. ¿No es esto una demostración de la sabiduría de Dios?. El solo negar que el papa es asistido por el Espíritu Santo es una afirmación implícita, innegable e indiscutible que esa no es la Iglesia de Dios. Que puede ser una organización humana, o diabólica, o cualquier otra cosa, pero menos la Iglesia de Dios.
La negación de la infalibilidad papal, es un furioso ataque a la misma base de la Iglesia. Es un golpe certero para rajar la piedra fundamental sobre la que Cristo la ha edificado. Es desentrañarla de la Tierra, es arrojarla hecha pedazos al río. Pero esa piedra que es Pedro, sobre la que las fuerzas del Infierno no prevalecerán, ES UNA SOLA CON CRISTO, como han enseñado y probado papas y doctores de la Iglesia. Entonces resulta que lo que dijo Benedicto es un ataque artero -es decir, mañoso, astuto- al mismo Cristo que es El Fundador de la Iglesia que dice dirigir. Paulo VI cuando se descoronó, cuando se quitó la Tiara degradó a Cristo del que supuestamente era Su vicario. Benedicto al hablar como la serpiente -o el Demonio- se hace enemigo de Dios usurpando Su lugar. Desde el Concilio Vaticano II esos usurpadores del Trono de San Pedro, atacan con soberbia y altanería a Dios y a Su Iglesia, pero actúan en medio de un pueblo corrupto, apóstata y ciego porque su alma está en tinieblas.
Cuando comenzó todo este desbarajuste apostático con el Concilio, estando ya la primera cabeza del Anticristo, llegó su turno al judío Montini, Paulo VI, que suprimió el Sacrificio y otros Sacramentos. Los que fueron testigos de todo esto y pudieron VER, escandalizados se levantaron contra el gran sacrilegio que era instalado en lugar santo. Comenzaron a buscarle tres pies al gato y les pareció más fácil decir que el papa se había equivocado a comprender que frente a ellos se había alzado la terrible fiera anticrística enorme y poderosa. No comprendieron que su tiempo ya había llegado por la depravación mundial, y se pusieron afanosamente a buscar todas las pruebas que les parecieron aceptables para decir "que un papa como doctor particular puede caer en la herejía" lo cual me parece una estupidez. Y esto ayudó muchísimo a que los campos del resto fiel se dividieran mucho más. Doctrina difícil de entender y más difícil de explicar, pues en las crisis de las herejías, se podría reunir un equipo que unánimemente condenara la doctrina del papa y lo reprimiera y así se perdería para siempre esa guía segura que lleva a la Iglesia con timón seguro por los recovecos de la historia humana.
Pero resulta ahora, que lo que dice Benedicto es parecidísimo a lo que estos "tradicionalistas" defendieron en su momento y aun hoy. Como si los extremos se hubiesen amarrado por la cola.
La descoronación de Paulo VI, fue un hecho, pero lo de Benedicto son doctrinas, son dichos. Por eso dice el Apocalipsis que la quinta Bestia habla como la serpiente. Y este es el lugar que exactamente le toca.
La Piedra fundamental es Cristo y eso es irrenunciable porque es Dios. Pero El hace una sola Piedra con El a Pedro. Entonces, Benedicto está diciendo implícitamente que Cristo se equivoca; que no tiene más dignidad que un obispo y que la Iglesia por lógica se ha equivocado. Este es el supremo ataque a Dios y la máxima traición de la Bestia. ¿Va a quedar esto impune?, ¿piensas que Dios ha muerto y se va a quedar callado?.
Isaías habla de los que han CONSUMADO LA MALDAD. Consumar es llevar a cabo enteramente. Es decir, todo. Entonces, la libertad humana será golpeada con furia por un Dios airado cuyo amor infinito ha sido pisoteado.
Civilización leprosa y agonizante que construye estadios y destruye templos. Que se divierte y pasea abandonando a Cristo que agoniza en la cumbre del Calvario, que atiende sus gustos y sus actividades como el perro que ha mordido una piltrafa que no la suelta ni que le caigas a palos. Que a la vista de los barruntos de tempestad, se burla aun con su técnica y salta de un lado al otro de su mundo convulsionado, para gozarlo, para empacharse de él y para vomitarlo.
Generación actual embrutecida por las pasiones y animalizada adoradora del dinero, del deporte y de la música Rock a los que asiste para saltar como endemoniados.
Tengo una mala noticia para los que tienen presente la Profecía de San Malaquías -que en realidad era de San Felipe Neri- y que creer, que falta un "papa". No han tenido en cuenta al Papa de Asís. ¡Buena cosa es esta para los estudiosos!.
Ante tanto horror e indiferencia, "cerca está el día grande del Señor. Cerca está y viene muy ligero; la voz del día del Señor será muy amarga y el fuerte será allí atribulado. Aquel día es de ira, día te tribulación y angustia, día de calamidad y miseria, día de tinieblas y de oscuridad, día de niebla y de torbellino, día de trompeta y de de sonido" (Sof. I, 14-14). "Sean conturbados todos los moradores de la Tierra. Porque viene el día del Señor, porque está cerca el día de tinieblas y oscuridad; día de torbellino porque grande es el día del Señor muy terrible" (Joel II, 1).

¡VEN SEÑOR JESUS!

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