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martes, 25 de septiembre de 2012

APOSTASIA (8)

EL VATICANO PROPONE LA CREACION 
DE UN GOBIERNO MUNDIAL.


  Una creencia general, no sólo entre los estudiosos de las sagradas Escrituras, sino entre los medianamente informados e incluso entre muchos de los fieles, es que el Anticristo será el lider de un gobierno mundial.
Yo siempre me opuse a la idea, pues el Anticristo no puede ser otro que el más perfecto enemigo de Cristo. El de la perfecta oposición. El de la perfecta traición. No podía ser otro que uno, que introducido en el lugar santo, como dice San Pablo a los tesalonicenses, con máscara de bondad e hipocrecía destruyera a la Iglesia. Yo decía que un gobierno mundial y el Anticristo, eran dos cosas distintas: el gobierno mundial anunciado, vendrá o no, si Dios lo permite; el Anticristo seguramente vendrá. Es una de las claras profecías en las sagradas Escrituras.
Pero ahora, lo digo con repugnancia, veo que aunque sí, son dos cosas distintas, están, sin embargo estrechamente relacionadas y se apuntalan.
Acaba el Vaticano de publicar en este pasado octubre -de este año 2011- un documento que no desea sea considerado un documento pontificio (¡) en el que pide el establecimiento de un gobierno mundial.
Dice el documento, que el primero que ya habló de esa autoridad mundial, fue el "beato" (¡) Juan XXIII en su "profética" carta Encíclica Pacem in Terris de 1963, en la que decía que el mundo "se estaba dirigiendo hacia una unificación cada vez mayor". Ese fue uno de los primeros ronquidos de aliento nauseabundo dentro de la Iglesia. "Por el bien común", auguraba una "autoridad pública mundial". Se cacareó profusamente en todos los círculos católicos la atingencia profética de tan luminosa Encíclica y los conceptos vertidos en ella.
Dice el documento del Vaticano, que "hoy en día, se presenta la enseñanza de la Pacem in Terris, más vital y digna de urgente concretización".
El segundo que habló en estos términos "proféticos", dice, fue Paulo VI en su Encíclica Populorum Progressio de 1967 que trazaba "de manera límpida las trayectorias de la íntima relación de la Iglesia con el mundo". La Iglesia, dice, desea "continuar bajo la guía del Espíritu Santo, la obra misma de Cristo, quien vino... para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido". Esta idea es venenosa y tendenciosa. Cristo vino para salvarnos, ¿no tiene ningún derecho de juzgar?; vino para servir, ¿no tiene derecho de ser servido?. Una implícita, burda y blasfema manera de negarle a Dios el servicio de los hombres todos. Una doctrina que se refiere al Evangelio, parece, pero que es retorcida como lo hacen los especialistas del Vaticano, que son capaces de proponerte doctrinas ortodoxas con un sentido heterodoxo.
Ese documento publicado por el Vaticano, llega a decir que si no se llega a un gobierno mundial, "se generará progresivamente un clima de creciente hostilidad e incluso de violencia hasta (llegar a) minar las bases de las instituciones democráticas". Pero por el otro lado, esta autoridad "con un horizonte planetario", "no se realizará sin angustias y sufrimientos". No deja ninguna opción. Si lo haces, o no lo haces, te va a ir muy mal. ¡Esta es la Iglesia de Cristo, predicando la paz de Cristo!. Indudablemente, ¿no crees?. Este documento lo publicó el Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz. ¿En qué lo han convertido la pandilla vaticana?.
Desde hace muchos años, escritores y organizaciones hablaban y creían probar que el Judaismo pretendía implantar un gobierno mundial. Ellos se defendían diciendo que aquello era una calumnia de los antisemitas, de los nazis, de la ultraderecha, de los nacionalistas exacerbados. Pero este juego es ya ¡muy viejo! y lo pueden descubrir todos los que no se estén chupando el dedo, o estén retrazados mentalmente. Como el Vaticano ya está lleno a reventar de sectas satánicas, judaicas, iluministas, herejes, ahora son ellos, los que piden -¡como si no supieran cual es el destinatario!- para la paz de las naciones y para continuar siendo inspirados por el Espíritu Santo la implantación de un gobierno mundial.
Por otra parte, una gran cantidad de exégetas y estudiosos de la Biblia -y así lo creían muchos fieles-, incluso protestantes, que el Anticristo impondría un gobierno mundial. Yo nunca vi, lo repito, que el Anticristo pugnara por un gobierno mundial. El Anticristo debía ser el de la perfecta imperfección, el hipócrita perfecto, el enemigo perfecto, el seguido por una humanidad toda, apóstata. Pero ahora estamos viendo que están muy relacionados. ¡Uno le pide al otro, que no quería, que por piedad y para la paz del mundo, establezca un gobierno mundial!. ¿Qué van a hacer los que relacionaban directamente al Anticristo con ese gobierno?, ¿seguirán estúpidamente ciegos?.
En 1846, la Virgen María se apareció en La Salette, Francia y dijo claramente: "Roma perderá la Fe y se convertirá en la Sede del Anticristo". Ahora, descubrimos entristecidos, que aunque tenía yo razón, los otros no estaban completamente equivocados. Las dos cosas están relacionadas y se apuntalan fuertemente.
El Señor está tolerando que muchas cosas se cumplan ante los ojos de muchos, porque quiere salvar a los más posibles. La salvación de Dios viene a los hombres, no solamente cuando la Iglesia se cubrió de poder y de esplendor, sino también en el momento de su crucifixión y de su muerte.


CUANDO DIGAN "PAZ Y SEGURIDAD", ENTONCES MISMO, DE REPENTE, VENDRA SOBRE ELLOS 
LA RUINA, Y NO ESCAPARAN.

En la primera Carta de San Pablo a los tesalonicenses, leemos lo siguiente (Cap. V): "En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis necesidad de que os escriba. Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. Cuando digan "Paz y seguridad", entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán".
Esta es una de las profecías más claras de San Pablo, pero, no se sabía el momento, sino hasta que llegara el acontecimiento, como sucede con toda profecía. Pero en este tiempo dramático, estamos viendo que con suma celeridad, los acontecimientos tienen lugar. Es lo normal. Si se arroja una piedra al aire, su caída se inicia en el punto cero, y en el instante anterior a impactarse, es cuando su velocidad es más acelerada.

El Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano, ha convocado y celebrado en la ciudad de Asís, Italia el 27 de octubre pasado una Jornada de Reflexión, Diálogo y Rezos por la Paz y la Justicia en el Mundo, convocada por Benedicto XVI, para celebrar el 25 aniversario del histórico encuentro de religiones efectuado por Juan Pablo II en 1986. En esa ocasión, algunos grupos religiosos, cautamente, enviaron a sus representantes, y les tomaron a los 12 o 15 asistentes, fotografías sosteniendo unas plantitas con todo y maceta, entre los que estaba Juan Pablo II parado como un pelele. ¿A quién se le habrá ocurrido esta cursilidad?.
Ahora los asistentes fueron 300 o más, entre los que estaban cuatro ateos, una verdadera novedad en este tipo de citas -dijo el cardenal Peter Turkson, presidente del Consejo-, pues Benedicto XVI está convencido de que el hombre creyente o no, busca a Dios, AL ABSOLUTO, y por tanto, es un peregrino a la búsqueda de la verdad.
Además de los ateos, asistieron varios agnósticos. Y el patriarca ecuménico de Constantinopia Bartolomé I; un representante del patriarca de Moscú; el metropolita Alexandr; el pastor bautista John Upton; el musulmán Mohamed Zubair Abid; el taoista Wai Hop Tong; el budista Phra Phommoleo; el sintoísta japonés Tsunekiyo Tanaka y la judía Setri Nyomi. Asistieron también 31 delegaciones de iglesias "cristianas", es decir protestantes y representantes de "religiones tradicionales de América y Africa" -dice un comunicado de la agencia EFE-. ¿No asistieron según esto esas religiones paganas americanas de la chirimía y del tuncul y de los humos de copal y de las hierbas especiales con que golpetearon por todo el cuerpo a Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe para sacarle los malos espíritus; y los sangomas o sacerdotes del Vudú africano visitados por Juan Pablo II?.
Roger Etchegaray, presidente emérito de este Consejo, declaró, que "Dios ha querido que existan tantas religiones en el mundo".
Este acontecimiento en Asís, yo creo que cumple cabalmente con la profecía de San Pablo. Esto lo afirmo más fuertemente con la petición vaticana de que se debe imponer un gobierno mundial de dimensión planetaria. ¡Estamos en el tiempo!.
En esa Jornada "por la paz" celebrada en Asís, participaron cuatro ateos, que dice Benedicto, son buscadores del "absoluto". Yo creo todavía más. Benedicto y los asistentes a esa Jornada, como el clero mundial adherido al Vaticano y muchísimos, millones de fieles por el mundo, han encontrado ya al "absoluto". Es el dios de todas las religiones, de los vudus, de los budistas y de Mahoma. Cuando yo comencé a temer y a decir que el concepto sobre Dios Padre estaba cambiando, se estaba prostituyendo, me salieron detractores. El Sacramento del Bautismo estaba en juego. Su nulidad, pues la fórmula no era más que un fonema ortodoxo, pero con otra significación. Ya Dios Padre no era la primera Persona de la santísima Trinidad. Era el dios único de los judíos, el gran espíritu de los pueblos paganos americanos, el absoluto que buscan los ateos, el gran arquitecto de los liberales o el Demiurgo de los agnósticos. El "padre nuestro", de todos que menciona Benedicto en sus audiencias de los míercoles al pronunciar la oración del PADRE NUESTRO. Pero ahora se materializan y se hacen actuales las palabras que Dios Padre le reveló a Santa Ildegarda de Bingen en el siglo XII. Hablándole del tiempo del Anticristo, se revela algo que se interpreta fácilmente de esta manera: el Anticristo llegará HASTA invalidar el Bautismo. Quienes no vieron esto, las evidencias que van viniendo, si están ubicados desde la ortodoxia y en un ángulo correcto, indudablemente lo podrán ver. Pero, ¿cuántos ya son, cuántos quedan?.
No hemos de referirnos a ese monton de religiones y sectas embolladas que estuvieron en Asís, a excepción de la risotada que provoca la oración de un sangoma o sacerdote vudú, que sacrifica vírgenes y niños a sus divinidades, pidiendo la paz del mundo. De todas esas creencias estamos más o menos enterados todos. Quiero sólo referirme a la religión de los agnósticos que asistieron. Quiero recordar los negros orígenes de este engendro judaico que fue invitado a elevar sus oraciones al absoluto junto a la Iglesia de Cristo.
En el libro COMPLOT CONTRA LA IGLESIA, el escritor Maurice Pinay dice: "La gnosis partía de la base de la existencia de un Dios bueno y de una materia concebida como origen del mal. Ese Dios, Ser Supremo, produce por emanación unos seres intermediarios llamados eones, entrelazados que unidos al Ser Supremo, constituían el reino de la luz y que eran menos perfectos a medida que se alejaban de Dios; pero incluso el eón inferior tenía partículas de la Divinidad y era, por lo tanto, incapaz de crear la materia, mala por naturaleza".
"La creación del mundo la explicaban por medio de uno de esos eones que llamaban Demiurgo, el cual ambicionó llegar a ser como Dios y se rebeló contra El, por lo que fue expulsado del reino de la luz y lanzado al abismo en donde creó nuestro Universo, dando forma a la materia y creando al hombre, cuya alma -una partícula de luz-, quedó aprisionada en la materia. Entonces Dios, para redimir a las almas del mundo perverso, mandó a la Tierra otro eón llamado Cristo, fiel al Ser Supremo, que jamás tuvo un cuerpo real, ya que la materia es intrínsecamente mala. Las diversas sectas gnósticas dieron interpretaciones a todo este mecanismo, llegando algunas a identificar a Jehováh con el perverso Demiurgo. Para otras Jehováh fue el Ser Supremo, y para otras era sólo un eón fiel a Este. El dualismo persa tomó en el Agnosticismo la forma de una lucha entre el mundo del espíritu y 1a materia".
"La redención de las almas encerradas en la materia se operaba, según este cúmulo de sectas, por medio de la gnosis, es decir, del conocimiento de la verdad, sin necesitarse de la moral ni las buenas obras. Esto trajo la consecuencia catastrófica de promover en muchas sectas la más escandalosa inmoralidad y licencia de costumbres". Hasta aquí el COMPLOT.
San Ireneo condenaba horrorizado que en algunas sectas agnósticas durante sus reuniones se armaban orgías tumultuosas, verdaderas bacanales. Ninguna mujer podía embarazarse, porque si esto pasaba, le arrancaban el feto con las manos, lo molían y mezclado con miel y otras esencias, lo devoraban.
¡Se ve sumamente claro, el deseo de los modernistas del Vaticano de regresar a los orígenes!.
El Agnosticismo, muy bien representado en Asís, fue la primera herejía con la que tuvo que luchar la Iglesia. ¡San Juan Evangelista luchó contra ella!. Su fundador es el judío Simón el Mago dedicado a la hechicería. En el Cap. VIII de los HECHOS DE LOS APOSTOLES se puede ver claramente su falsa conversión y sus intenciones aviesas para con la Iglesia. Simón el Mago indudablemente era satanista. El llegaba a elevarse en el aire. San Pedro lo maldice. El Agnosticismo viene de la Kábala. El historiador Ragón en su libro MASONERIA OCULTA (Pág. 78), escribe: "La cábala es la llave de las ciencias ocultas. Los gnósticos, nacieron de los cabalistas".
¿Pero qué se puede esperar de la pandilla a la que pertenece Benedicto XVI?. El es descendiente directo del Maharal satánico de Praga y su familia es de una pura cepa rabínica.
Si la Iglesia prohibió siempre las reuniones con las sectas que se dicen "cristianas" para no dar pábulo al Indiferentismo o el Sincretismo religiosos, y sobre todo para evitar el escándalo en los fieles, incluso si se trataba de la oración común o para pedir la unidad de los cristianos, ¿qué diria la verdadera Iglesia de esta reunión de Asís, a la que acuden adoradores de toda clase de dioses, incluso Satanás camuflado, dizque para pedir la paz de las naciones de la Tierra?, ¿QUE FUE ESTO DE ASIS?.
Para no meterme mucho en la abundantísima legislación de la Iglesia sobre estas reuniones "ecuménicas" que ahora alcahuetean los líderes del Vaticano, transcribo parcialmente dos documentos del Magisterio: 

1. Del Decreto del Santo Oficio del 8 de julio de 1927, reinando el Papa Pío XI: "Si es lícito a los católicos asistir o favorecer las reuniones, asociaciones, congresos y sociedades de acatólicos, cuyo fin es que, cuantos reclaman para sí de un modo u otro el nombre de cristianos se unan en una sola alianza religiosa. RESPUESTA. Negativamente, y hay que atender totalmente el Decreto publicado por esta misma Suprema Santa Congregación el día 4 de julio de 1919: SOBRE LA PARTICIPACION DE LOS CATOLICOS EN LA SOCIEDAD PARA PROCURAR LA UNIDAD DE LA CRISTIANDAD" (Denz. 2199). ¿Cuál fue la respuesta de la Iglesia?, el no absoluto. No entrada a la infección.
2. Igualmente, de la Carta del Santo Oficio a los obispos de Inglaterra del 16 de septiembre de 1864, reinando el Papa Pío IX, copiamos lo siguiente:
"Se ha comunicado a la Santa Sede que algunos católicos y hasta varones eclesiásticos han dado su nombre a la sociedad para procurar, como dicen, la unidad de la cristiandad, -erigida en Londres en 1857- y que se han publicado ya varios artículos de revistas, firmados por católicos que aplauden a dicha sociedad o que se dicen compuestos por varones eclesiásticos que la recomiendan. Y a la verdad, qué tal sea la Indole de esta sociedad y a qué fin tienda, fácilmente se entiende no sólo por los artículos de la revista que lleva por título THE UNION REVIEW, sino por la misma hoja en que se invita e inscribe a les socios... El fundamento en que esta sociedad se apoya es tal que trastorna de arriba abajo la constitución divina de la Iglesia... Nada ciertamente puede ser de más precio para un católico que arrancar de raiz los cismas y disenciones entre los cristianos, y que los cristianos sean solícitos en guardar la unidad del espíritu... Mas que los fieles de Cristo y los varones eclesiásticos oren por la unidad cristiana guiados por los herejes, no puede de ningún modo tolerarse... Y no hay otra Iglesia Católica, sino la que, edificada sobre el único Pedro, príncipe de los Apóstoles y de sus sucesores en la cátedra romana se levanta por la unidad de la Fe y la caridad en un solo cuerpo conexo y compacto... Otra razón por que deben los fieles aborrecer en gran manera esta sociedad londinense es que quienes a ella se unen favorecen el Indiferentismo y causan escándalo". (Denz. 1685, 1686, 1687).
La Iglesia prohibía esas reuniones con las iglesias que se llamaban cristianas, aunque fuera para orar "por la unidad", porque esas reuniones fomentaban el Indiferentismo, el Sincretismo y escandalizaban a los fieles. Cualquiera que tenga dos dedos de frente puede descubrir el truco y el juego de estos "ecumenistas" que ya desde entonces querían abrir boquetes en el casco de la barca de Pedro. Este tribunal del Santo Oficio que cuidaba la ortodoxia, fue suprimido por Paulo VI. Ya sabemos por qué. Y ya sabemos también quién fue Paulo VI.
¿Qué diría este Tribunal ante la reunión de Asís?. Por eso me vuelvo a preguntar: ¿Esta "Jornada de la Paz", no es el cumplimiento cabal de la profecía de San Pablo?, creo sin duda que sí.
Después de esta magna Jornada, en que estuvieron también los del jainismo, los sij, los de zoroastro, los bahai y diverses grupos judíos, todos en una pelota infame, visitaron la tumba de San Francisco de Asís, soltaron palomas y encendieron lámparas de aceite. ¡No dejan de ser cursis los que inventaron la nueva "misa"!.
Benedicto XVI, al día siguiente los recibió a todos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano. En el corazón mismo de la Iglesia de Cristo. A eso se atrevió este personaje oscuro y tenebroso, con el beneplácito de su pandilla. Introducidos el Indiferentismo, el Sincretismo, y toda clase de doctrinas diversas y furiosamente adversas se cumplía la APOSTASIA FORMAL, la concreción jurídica de la Apostasía. El cumplimiento formal de la profecía, requería de un acto formal que lo concretice, como la supresión del Sacrificio necesitó del acto universal del primer domingo de Adviento de 1969; o como la conversión de la Sede de San Pedro para convertirse en la sede del Anticristo, necesitó de la "coronación" de Juan XXIII. En este caso, esa fue la expulsión formal del Dios Trino de Su propia casa. Ya no sería en adelante, formalmente, el Amo y Señor, ni el Rey absoluto que llama a todos los hombres a la conversión. Ya no sería el lugar VISIBLE a todo hombre desde donde se irradia y enseña la verdad, sino la alta torre del Ecumenismo, desde la que se irradie la paz en la Tierra, la igualdad de derechos para toda religión que el hombre quiera seguir y de todos los dioses que el hombre quiera adorar. ¡Pero, es que es exactamente lo que dice San Pablo!.
Muy poco o nada, más bien se ha de comprender la dimensión mística entre el Cónclave de Asís del capítulo XII del Apocalipsis y su relación con esta Jornada de la Paz y su significado aterrador para el futuro del mundo. Mientras, tanto que se de curso a la profecía. iQue siga la farra!. Unos que se conecten estrechamente con su camino descendente. ¡No pasa nada!. Los que saben, dosifiquen la gracia que su alma recibe. No se vayan a empachar. No exageren. No es para tanto. Que le enciendan a Dios una vela, pero que no se olviden prender también la del Diablo.

Mons. José F. Urbina Aznar
EL DESPRECIO Y LA INDIFERENCIA GENERAL DEL PUEBLO 
ANTE LA INSTALACIÓN DE LA ABOMINACIÓN DESOLADORA

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