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martes, 30 de octubre de 2012

De los principales ejercicios devotos.

TITULO IV
DEL CULTO DIVINO
Capítulo X. 
De los principales ejercicios devotos

451. Entre los mas útiles ejercicios de devoción, recomendamos encarecidamente la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, la asistencia diaria al santo Sacrificio de la Misa, el rezo del santo Rosario y el examen de conciencia acompañado del acto de contrición. 

452. Recomendamos encarecidamente, que el ejercicio del Via Crucis se practique con toda la frecuencia posible, sobre todo en las Iglesias parroquiales. Como, por no llenar las condiciones requeridas en la erección del Via Crucis, no rara vez se ven privados los fieles de las indulgencias concedidas a este piadoso ejercicio, los curas y rectores de las Iglesias tendrán presentes los decretos de la Santa Sede y los observarán fielmente.

453. La religiosa costumbre de saludar tres veces al día a la Sma. Virgen María al toque de la campana, devoción canocida con el nombre del Angelus, es antigua, útil y está enriquecida con muchas indulgencia; por tanto, hay que procurar que los fieles la practiquen umversalmente y con constancia.

454. La asociación de la familia cristiana, bajo la protección de la Sagrada Familia de Jesús, Maria y José, cuyo culto siempre se tuvo en alta estima, suscitada por el empeño de varones piadosos, reconocida por Pío IX, y últimamente refundida por la autoridad suprema, tiene por objeto utilísimo unir las familias cristianas a la Sagrada Familia, con vínculos más estrechos de piedad; por lo cual deben los párrocos establecer y fomentar con todo empeño esta asociación, para que Jesús, María y José protejan y defiendan señaladamente las familias a ellos consagradas, como cosa propia, conforme a las Letras Apostólicas de León XIII Neminem fugit, de 14 de Junio de 1892 y Quum nuper de 20 de Junio de 1892.

455. Alabamos y recomendamos las oraciones antes y después de la comida, que se acostumbran en las familias de veras cristianas; y queremos que los curas y demás sacerdotes, con la palabra y el ejemplo, procuren restablecer esta práctica tan cristiana.

456. Trabajen con empeño los párrocos para que los ejercicios públicos de devoción, más acomodados a las costumbres cristianas y religiosas, y a las tradiciones aprobadas de cada República, se restablezcan y vuelvan al antiguo esplendor de piedad y religiosidad verdadera; y con frecuencia exhorten los fieles a su cuidado cometidos, a que se empeñen en adorar a Dios y a sus Santos en espíritu y en verdad, y no por sola ostentación exterior.

457. Háganse con gran religiosidad devotas peregrinaciones a los Santuarios más célebres de cada comarca, y procesiones extraordinarias. Queremos, por tanto, que previa licencia del Ordinario, las preparen a tiempo los curas, con oportunas y piadosas pláticas, de modo que resulten otras tantas ocasiones de renovación espiritual en la fe y la piedad para los pueblos, sobre todo con acercarse a la Penitencia y a la Eucaristía.

458. Y por cuanto, en los ejercicios devotos, cualquier cambio no necesario, y cierto prurito de novedad, se vuelven a menudo motivo de que se entibie el espíritu cristiano en aquella parroquia, en que se relaja la estabilidad de la devoción pública y de la piedad, por decirlo así, tradicional, prohibimos a todos los párrocos y sacerdotes que introduzcan ejercicios de piedad insólitos, ó nuevas cofradías, sin licencia expresa del Ordinario
ACTAS Y DECRETOS DEL CONCILIO 
LATINOAMERICANO DE1889

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