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jueves, 26 de marzo de 2015

Non veni pacem mittere

No vine a traer la paz
     Él no vino a traer la paz.
     ¿Y por qué entonces los ángeles anuncian al mundo a su llegada; «Paz a los hombres de buena voluntad»?
     ¿Y por qué entonces Él mismo nos dice: «Mi paz os dejo, mi paz os doy»?
     Porque hay dos especies de paz: la paz de Dios, la paz del mundo.
     La paz de Dios, esa que el «mundo no puede dar» según la palabra del Maestro.
     La paz del mundo, que no puede jamás unirse con la paz de Dios, la única que es verdadera paz.
     Y Cristo vino al mundo a darnos la paz de Dios, y no a traernos la paz del mundo.
     Al contrario, vino a traernos la espada para luchar contra el mundo.
     Vino a armarnos soldados y a ponerse Él al frente como nuestro Capitán.
     Él fue el primero en declarar la guerra al mundo: a su soberbia, a su sensualidad, a su codicia.
     Y quiere que nosotros, sus soldados, le acompañemos sin descanso en esta guerra.
     No puedo ser cobarde: ¡con Él a la lucha!
     El mundo odia a Cristo, porque Cristo vino a declararle la guerra,
     porque no le deja gozar de su paz, paz falsa y engañosa, paz fingida e hipócrita;
     esa paz que el mundo pone en el goce de los placeres,
     en la satisfacción de sus ansias de honor y de gloria,
     en la abundancia de los bienes terrenos.
     Y el mundo me odiará también a mí si con Cristo le declaro la guerra, y guerra a muerte.
     Tengo que ser siempre soldado,
     y soldado en campaña,
     listo para el combate, sin temor y sin miedo.
     El mundo puede luchar contra mí; pero Cristo, mi Capitán, venció al mundo:
     Confidite. Ego vici mundum.
     «Confía —me dice Él—. Yo vencí al mundo.»
     Y con Él, yo también le venceré.
     Y podré así gozar de la paz anunciada por los ángeles en el día del nacimiento del Príncipe de la paz.
     Y podré así gozar de la paz que Cristo nos dejó al despedirse para subir al cielo.
     Esa es la paz verdadera.
     Esa es la paz que «el mundo no puede dar».
Alberto Moreno S.I.
ENTRE EL Y YO

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