CIEN PROBLEMAS SOBRE CUESTIONES DE FE
56
¿SE PUEDE AMAR A LOS CONDENADOS?
¿No son ellos también hombres y los más desgraciados? Y la caridad ¿no enseña a amar a los infieles y a compadecerlos? (Para terminar la consulta de E. V.—Módena.)
La misma distinción entre la Humanidad —al menos potencialmente incorporada a Cristo, del pecador y del enemigo— que siempre es amada, y su pecado que en cambio es condenado, aclara esta ulterior consulta y sugiere la respuesta rotundamente negativa.
Los condenados eternamente han perdido en realidad por completo toda potencialidad de redención, están definitivamente separados del Cuerpo místico, cuya Cabeza es Cristo. Falta, por tanto, todo título para que sobre la base de aquella distinción se pueda conservar el amor a su Humanidad.
Esta se halla en adelante inmutablemente identificada con el desorden del pecado y del odio a Dios y colocada por completo fuera de la esfera del amor.
¡Clara y tremenda verdad!
Pero ¿quién puede saber con certeza si una determinada alma se ha condenado? Aunque hay que temer que muchos puedan ser los condenados, ordinariamente no se puede nunca estar seguro de los individuos, porque la misericordia de Dios puede suscitar un arrepentimiento, en el último momento, aun en el pecador más empedernido. Por tanto, siempre se puede pedir, al menos en privado, por todo difunto; y la oración es amor.
Solo en el "más allá", cuando se corra el velo del reino de los bienaventurados y de los condenados, estarán estos excluidos para siempre de toda palpitación de amor.
BIBLIOGRAFIA
Bibliografia de la consulta 54.
Santo Tomás: Summa Theol., II-II, 25, 11.
Pier Carlo Landucci
CIEN PROBLEMAS SOBRE CUESTIONES DE FE
No hay comentarios:
Publicar un comentario