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miércoles, 13 de junio de 2012

YA SEÑOR!



Corazón de Jesús, bañado en llanto 
Vuelvo a pulsar mi enronquecida lira, 
Pura elevarte mi postrero canto: 
Ultimo, sí, porque tu siervo expira.

Sin fuego el corazón, sin luz mis ojos,
Marchaba paso o paso mi camino 
Quebrando expinas y pisando abrojos, 
Hacia el próximo fin de mi destino.

Y no eran, Tú lo sabes, mis dolores
Los que llorar me hicieron; no que al cabo 
En el destierro nadie busca flores 
Ni es la copa de miel para el esclavo.

Por México lloré; porque volviera 
 A tus brazos, Señor. Yo te decía:
"Cura a mi pobre Patria su ceguera 
Aunque tu siervo nunca mire el dia"

Y mi Patria sanó... Yo no lo he visto. 
Pero escuché la voz que proclamaba:
 "Venid todos, venid a Jesucristo"
Era mi Patria que a tus pies llegaba.

Y cual ronco bramar de cien torrentes 
A mi oído llegó sublime canto
Con que los mexicanos, reverentes. 
Te proclamaban Rey, Corazón Santo!!

¿Qué importa que furiosas tempestades 
De México sacudan la barquilla...? 
¿No eres Tú el mismo Dios del Tiberiades? 
¡Feliz mi Patria, llegará a la orilla!

Qué importa que mi Patria al golpe rudo 
De mil puñales a tus pies sucumba...? 
Qué, no es tu voz aquella voz que pudo 
A un muerto sacar vivo de su tumba?

¡Eres el Rey de México! Su suerte 
En tus manos está... Señor, ya es hora 
De que mandes al ángel de la muerte 
Por este esclavo que a tus plantas llora.

Mons. Vicente M. Camacho

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