Mons. José F. Urbina Aznar
LA ABOMINACION DESOLADORA Y
LA SUPRESION DEL SACRIFICIO PERPETUO.
Hay una comunicación esencial entre la supresión del Sacrificio Perpetuo, y la "instalación" de la abominación desoladora en el lugar santo.
En los dos libros de Macabeos, en Daniel, en los Evangelios, en las Epístolas de San Pablo y en el Apocalipsis, se entiende que esta instalación en el lugar santo, es precisamente la misma supresión del Sacrificio, que en el Antiguo Testamento es el sacrificio ofrecido a Dios por el pueblo judío en el templo de Jerusalén, y en el Nuevo Testamento es el Sacrificio de la Misa, que es el Sacrificio del Calvario incruentamente ofrecido a Dios por la Iglesia.
Esta será la universal SEÑAL de la inminente Parusía, señal tan universal como desconocida. Y el que va a "instalar" en el lugar santo la abominación desoladora, el falso rito ofensivo a Dios ES EL ANTICRISTO. Los cristianos, incluso los del resto fiel, han caído en un profundo letargo y han desconocido los tiempos anunciados. Se siguen llenando el cerebro con antiguas investigaciones de autores tan doctos como equivocados. Siguen esperando a un Anticristo personal, ¡siguen esperando a su profeta!. ¡Y a mí qué me importa quién sea su profeta que los puede haber tenido muchos, si él ya está presente!. Y para decirlo aporto pruebas incuestionables.
Todos los textos bíblicos nos enseñan claramente, que no habrá una desaparición completa del rito, sino una SUBSTITUCION del rito verdadero, por un rito falso, por una porquería maquillada. Se suprime una cosa, porque otra ha sido instalada. Esta es la señal por antonomacia para saber que está en la carta, y llama. Este texto del Apocalipsis de San Juan está en lavearta a la Iglesia de Laodicea -he dicho-, que es la séptima y última que corresponde al tiempo en que estamos viviendo y así opinaba también Pío XII en su primera encíclica. En esta carta el Espíritu Santo dice: "Al que venciere, le haré sentar conmigo en mi trono...", en una clarísima alusión a la gran tribulación final referida en los Evangelios y a un paralelismo claro e impresionante con la cita de San Marcos XII, 13: "Mas quien perseverare hasta el fin, ese será salvo".
Algunos datos significativos sobre Laodicea. Esta ciudad fue destruida por un gran terremoto en el año 60 de nuestra era y era famosa por su orden económico, por sus bancos y por sus avances científicos, pues era famosa su facultad de medicina. Es la misma ciudad que San Pablo menciona en su Carta a los colosenses. Reinaba un ambiente materialista que se infiltró entre los cristianos.
Era también famosa por su industria de la lana y por su indiferentismo religioso y por la vanidad de sus mujeres y sus cosméticos. Por eso San Juan aconseja, como lo podría aconsejar a la generación actual, que se pongan colirio para que puedan "ver". Esta es una frase derecho, dirigida a los hombres de nuestro tiempo. La tibieza que achaca San Juan a los de Laodicea, es ese estado espiritual falto de ideales y de amor, que según San Agustín es paligroso para el alma, pues termina en conducirnos a lo que San Crisóstomo llama "el abismo de todos los excesos".
El Padre Bernardo Siebers M. S. C., dice en su libro COMENTARIOS DEL APOCALIPSIS: "Por eso, Cristo reclama para sí, frente al espíritu mundano de esta iglesia, su realeza sobrenatural. Se llama el "Amén", el "inmutable", el cual no cambia sus principios y decisiones. Es el Testigo fiel, que ha sellado con Su sangre,la verdad de Su Doctrina". La Apostasía, entraña un cambio, el Modernismo entraña un cambio de donde viene la supresión del Sacrificio.
Todos los textos bíblicos nos enseñan claramente, que no habrá una desaparición completa del rito, sino una SUBSTITUCION del rito verdadero, por un rito falso, por una porquería maquillada. Se suprime una cosa, porque otra ha sido instalada. Esta es la señal por antonomacia para saber que está en la carta, y llama. Este texto del Apocalipsis de San Juan está en lavearta a la Iglesia de Laodicea -he dicho-, que es la séptima y última que corresponde al tiempo en que estamos viviendo y así opinaba también Pío XII en su primera encíclica. En esta carta el Espíritu Santo dice: "Al que venciere, le haré sentar conmigo en mi trono...", en una clarísima alusión a la gran tribulación final referida en los Evangelios y a un paralelismo claro e impresionante con la cita de San Marcos XII, 13: "Mas quien perseverare hasta el fin, ese será salvo".
Algunos datos significativos sobre Laodicea. Esta ciudad fue destruida por un gran terremoto en el año 60 de nuestra era y era famosa por su orden económico, por sus bancos y por sus avances científicos, pues era famosa su facultad de medicina. Es la misma ciudad que San Pablo menciona en su Carta a los colosenses. Reinaba un ambiente materialista que se infiltró entre los cristianos.
Era también famosa por su industria de la lana y por su indiferentismo religioso y por la vanidad de sus mujeres y sus cosméticos. Por eso San Juan aconseja, como lo podría aconsejar a la generación actual, que se pongan colirio para que puedan "ver". Esta es una frase derecho, dirigida a los hombres de nuestro tiempo. La tibieza que achaca San Juan a los de Laodicea, es ese estado espiritual falto de ideales y de amor, que según San Agustín es paligroso para el alma, pues termina en conducirnos a lo que San Crisóstomo llama "el abismo de todos los excesos".
El Padre Bernardo Siebers M. S. C., dice en su libro COMENTARIOS DEL APOCALIPSIS: "Por eso, Cristo reclama para sí, frente al espíritu mundano de esta iglesia, su realeza sobrenatural. Se llama el "Amén", el "inmutable", el cual no cambia sus principios y decisiones. Es el Testigo fiel, que ha sellado con Su sangre,la verdad de Su Doctrina". La Apostasía, entraña un cambio, el Modernismo entraña un cambio de donde viene la supresión del Sacrificio.
LA DOCTRINA DE LOS SANTOS SOBRE LA SUPRESION DE LA SANTA MISA.
San Alfonso María de Ligorio dice: "Satanás suprimirá el Sacrificio de la Misa y eso se llevará a cabo A CAUSA DE LA FALTA DE FE DE LOS HOMBRES" (Zerstorong der H1. Messe in N. O. M. de Visser). La santísima Virgen María dijo en 1846 en La Salette: "Roma perderá la Fe". En la forma que se vaya perdiendo la Fe, el Espíritu Santo ya no está. Pero si el Espíritu Santo ya no está, aquello ya no es la Iglesia de Cristo. San Jerónimo dice: "El Anticristo abolirá el ejercicio público del único verdadero Sacrificio del altar" (V. S. "in Danielem", XII, 11). No abolirá el Sacrificio su profeta ni alguno de sus profetas, ni su antecesor o uno de sus antecesores. Repito: "EL ANTICRISTO ABOLIRA....". El Padre Antonio Orbe S. J. dice comentando la doctrina de San Ireneo sobre el particular: "En este tiempo, los santos serán perseguidos y DESTERRADO el Sacrificio puro de Dios". "Está claro lo que San Ireneo entiende por la persecución y fuga de los santos. Cesará con el Anticristo, el Sacrificio puro, la Eucaristía dilatada por todo el mundo entre las gentes para glorificar el nombre de Dios creador...La Eucaristía será según Daniel eliminada... Contra ella se cebará el odio del Anticristo, por ser el Sacrificio más fructuoso para el hombre" (La teología de San Ireneo. B.A.C. Madrid, 1988). En base a textos parecidos han elucubrado mentes peregrinas que el Anticristo "cerrará" todas las iglesias del mundo y prohirá las misas. El se presentará a caballo Ígneo con espada flamígera y con cuernos en la cabeza. Mentes marihuanas han retorcido y deformado tanto la imagen de este personaje, que el pueblo no lo ha conocido cuando lo han tenido frente a sus narices. San Hipólito dice: "Sobreviniendo él, -o sea el Anticristo-, desaparecerá el Sacrificio y la libación, que, ahora en todas partes es ofrecido a Dios por las gentes" (De Antichristo, 64, initio). El Pseudo-Hipólito en su obra DE CONSUMMATIONE MUNDI, c. 34, escribe que "estará la Eucaristía ausente en los días del Anticristo". Pero son particularmente reveladoras y dignas de toda atención, las palabras que Teodoreto de Ciro escribió en su comentario IN DANIELEM. El dijo: "Llama abominación de la desolación del Anticristo, AL CAMBIO O ALTERACION DE LA CONTINUIDAD DEL CULTO ECLESIASTICO, Y AL ORDEN INTERRUMPIDO Y ABOLIDO POR SU PERVERSIDAD Y FUROR". Hay que destacar aquí que lo que ha dicho es un cambio, es una alteración de la continuidad litúrgica, en otras palabras. Se trata de un fraude, se trata de un engaño que nulifica el Sacrificio.
LA SUPRESION ES UNA SUBSTITUCION.
La versión de los Setenta, en Daniel cap. XI, v. 31, dice: "Kai metastésousin ton endelejismon". El verbo "methistemi" significa cambiar, substituir, mudar, transformar. Es decir, que se anula una ley, para ponerse en su lugar una nueva. La que substituye que es la nueva cosa, ha eliminado o, ha suprimido completamente la cosa anterior. Daniel anuncia "suprimido" el Sacrificio Perpetuo.
Esta ha sido una obra astutísima de Satanás y del Anticristo, pues la substitución del rito de la Misa por otro rito falso, tiene toda la apariencia de legalidad, pues este cambio está avalado por toda la jerarquía oficial de la Iglesia. Los que han seguido a esta iglesia que ha perdido la Fe (la Salette), no pueden imaginar la gravedad de esta situación pues están completamente engañados y también ciegos. Sin embargo, los fieles de la que he llamado "resistencia" católica, que han conservado el rito católico y la Fe, NO VEN en inmensa mayoría la inminencia de la Parusía. Algunos siguen esperando al Anticristo -que dicen que esta cercano-, o su profeta ¡incluso!. Se han olvidado de la palabra bíblica: "cuando vosotros veáis que acontecen estas cosas, sabed que El está cerca, está ya a la puerta".
Cuando una persona pasa junto a un perro rabioso, hace como que él no la ve. ¿Cuánta será la ignorancia voluntaria de quienes no quieren enfrentar un acontecimiento así?.
Era necesario darle al pueblo un rito con algún aspecto de Misa para engañarlo y para arrastrarlo al error y a la Apostasía. Algún caballo de Troya que permitiera ir aflojando el nervio de la disciplina para desaparecerla totalmente. Era necesario también que ese nuevo rito creara confusión entre los mismos católicos del resto fiel, pues con su existencia muchos dudarían del cumplimiento cabal de la profecía. ¡Y lo han logrado!.
Cuando llegue el tiempo anticrístico, dicen, se prohirá el rito que se celebra en las neocatacumbas, pero también se prohirá el rito infame que celebra la Iglesia del Vaticano, dicen. Esta situación JAMAS se dará por lo que es obvio. La señal que se ha dado es sobradamente suficiente.
Esta ha sido una obra astutísima de Satanás y del Anticristo, pues la substitución del rito de la Misa por otro rito falso, tiene toda la apariencia de legalidad, pues este cambio está avalado por toda la jerarquía oficial de la Iglesia. Los que han seguido a esta iglesia que ha perdido la Fe (la Salette), no pueden imaginar la gravedad de esta situación pues están completamente engañados y también ciegos. Sin embargo, los fieles de la que he llamado "resistencia" católica, que han conservado el rito católico y la Fe, NO VEN en inmensa mayoría la inminencia de la Parusía. Algunos siguen esperando al Anticristo -que dicen que esta cercano-, o su profeta ¡incluso!. Se han olvidado de la palabra bíblica: "cuando vosotros veáis que acontecen estas cosas, sabed que El está cerca, está ya a la puerta".
Cuando una persona pasa junto a un perro rabioso, hace como que él no la ve. ¿Cuánta será la ignorancia voluntaria de quienes no quieren enfrentar un acontecimiento así?.
Era necesario darle al pueblo un rito con algún aspecto de Misa para engañarlo y para arrastrarlo al error y a la Apostasía. Algún caballo de Troya que permitiera ir aflojando el nervio de la disciplina para desaparecerla totalmente. Era necesario también que ese nuevo rito creara confusión entre los mismos católicos del resto fiel, pues con su existencia muchos dudarían del cumplimiento cabal de la profecía. ¡Y lo han logrado!.
Cuando llegue el tiempo anticrístico, dicen, se prohirá el rito que se celebra en las neocatacumbas, pero también se prohirá el rito infame que celebra la Iglesia del Vaticano, dicen. Esta situación JAMAS se dará por lo que es obvio. La señal que se ha dado es sobradamente suficiente.
COINCIDE LA SUPRESION DEL SACRIFICIO CON EL ANTICRISTO PERSONAL?.
San Pablo en su Carta a los cristianos de Tesalónica es muy claro al respecto, pues dice que hay un IMPEDIMENTO, aunque no lo manifiesta en su Carta, QUE DETIENE LA MANIFESTACION de la "bestia". No se trata aquí de una bestia o fiera materialmente considerada con características de diablo como muchos imaginaron. Se trata de una bestia espiritual con apariencia angelical. Que esconde su fealdad y su maldad bien maquillada, por lo cual no será conocido por un mundo perverso. El dirá que es familiar y amigo de Cristo.
"MANIFESTAR" según el Diccionario de la lengua no es nacer o comenzar a ser. Es descubrir, dar a conocer, poner a la vista, exponer públicamente, poner de manifiesto, lo que ya ha nacido, lo que ya está aquí, lo que estuvo oculto un tiempo. No es ni remotamente parto o nacimiento. Quitar el impedimento es claramente para que venga la manifestación.
San Pablo es también estrictamente cronológico, pues dice que no será la Parusía, sino HASTA que "haya acontecido la Apostasía y aparecido el hombre de pecado". Estas palabras significan una primera, y una tercera etapa, porque para la manifestación se debe quitar el impedimento, que no es ciertamente la Apostasía pues esta se está mencionando y el impedimento o segunda etapa no se menciona. ¿Por qué motivo el impedimento no se menciona?, ¿por qué motivo el Espíritu Santo le inspira a San Pablo dejar esto en el misterio?, para castigar a los que no han sido fieles; para expulsar del alma de la Iglesia a los contaminadores, a los herejes y a los apóstatas. Para que no puedan ver. Para que permanezcan ciegos.
Pero para que llegue la Iglesia a la Apostasía, es necesario un proceso histórico degenerativo por el cual llegara no solamente a la eliminación del Sacrificio, sino a la negación total de la Fe. No se imagine que la Apostasía predicha consiste en la negación total de la Fe en el tiempo del Anticristo y de la supresión del Sacrificio. Santo Tomás dice que esta clase de infidelidad difiere, -es decir la apostasía y la herejía-, accidentalmente. La herejía y la apostasía sólo difieren cuantitativamente. En el orden objetivo la apostasía es más grave, pero no enseña ninguna nueva especie de infidelidad, pues sólo enseña la llegada al estado de abandono total de la Fe. La herejía es un abandono parcial, por lo cual, este pecado es de la misma especie que la apostasía. El hereje sigue el mismo camino que el apóstata pero se detiene antes de la llegada.
En La Salette la Virgen María anunció y advirtió que la DOCTRINA SE HABIA ENSUCIADO. La herejía campeaba por todas partes y en todos los niveles. ¡Comenzaba la Apostasía!. ¿Por qué?, porque los enemigos de la Cruz llegados al poder y a capturar el Trono de San Pedro, pugnarían por la desaparición completa de la Religión de Cristo. No se podía nominar aquello como herético, sino abiertamente apostático. Estos no se conformarían con un cuerpo destripado como los herejes protestantes, por ejemplo. Ellos querían la incineración completa del cuerpo, a espaldas del pueblo embrutecido, pero gradualmente, docificadamente, explicando los cambios, justificándolos, igualándolos al "progreso" humano, pero con paso firme, furiosamente sostenido mientras se revisten con las máscaras de la bondad y la alegría. Y esto no es un invento. San Pío X en su Encíclica PASCENDI esto lo advirtió, lo anunció y lo condenó.
¿Cómo han sido posibles cambios tan radicales, tan esenciales ¡con la aprobación del mismo pueblo!, y aun así se piensa que la Iglesia se está renovando?.
"MANIFESTAR" según el Diccionario de la lengua no es nacer o comenzar a ser. Es descubrir, dar a conocer, poner a la vista, exponer públicamente, poner de manifiesto, lo que ya ha nacido, lo que ya está aquí, lo que estuvo oculto un tiempo. No es ni remotamente parto o nacimiento. Quitar el impedimento es claramente para que venga la manifestación.
San Pablo es también estrictamente cronológico, pues dice que no será la Parusía, sino HASTA que "haya acontecido la Apostasía y aparecido el hombre de pecado". Estas palabras significan una primera, y una tercera etapa, porque para la manifestación se debe quitar el impedimento, que no es ciertamente la Apostasía pues esta se está mencionando y el impedimento o segunda etapa no se menciona. ¿Por qué motivo el impedimento no se menciona?, ¿por qué motivo el Espíritu Santo le inspira a San Pablo dejar esto en el misterio?, para castigar a los que no han sido fieles; para expulsar del alma de la Iglesia a los contaminadores, a los herejes y a los apóstatas. Para que no puedan ver. Para que permanezcan ciegos.
Pero para que llegue la Iglesia a la Apostasía, es necesario un proceso histórico degenerativo por el cual llegara no solamente a la eliminación del Sacrificio, sino a la negación total de la Fe. No se imagine que la Apostasía predicha consiste en la negación total de la Fe en el tiempo del Anticristo y de la supresión del Sacrificio. Santo Tomás dice que esta clase de infidelidad difiere, -es decir la apostasía y la herejía-, accidentalmente. La herejía y la apostasía sólo difieren cuantitativamente. En el orden objetivo la apostasía es más grave, pero no enseña ninguna nueva especie de infidelidad, pues sólo enseña la llegada al estado de abandono total de la Fe. La herejía es un abandono parcial, por lo cual, este pecado es de la misma especie que la apostasía. El hereje sigue el mismo camino que el apóstata pero se detiene antes de la llegada.
En La Salette la Virgen María anunció y advirtió que la DOCTRINA SE HABIA ENSUCIADO. La herejía campeaba por todas partes y en todos los niveles. ¡Comenzaba la Apostasía!. ¿Por qué?, porque los enemigos de la Cruz llegados al poder y a capturar el Trono de San Pedro, pugnarían por la desaparición completa de la Religión de Cristo. No se podía nominar aquello como herético, sino abiertamente apostático. Estos no se conformarían con un cuerpo destripado como los herejes protestantes, por ejemplo. Ellos querían la incineración completa del cuerpo, a espaldas del pueblo embrutecido, pero gradualmente, docificadamente, explicando los cambios, justificándolos, igualándolos al "progreso" humano, pero con paso firme, furiosamente sostenido mientras se revisten con las máscaras de la bondad y la alegría. Y esto no es un invento. San Pío X en su Encíclica PASCENDI esto lo advirtió, lo anunció y lo condenó.
¿Cómo han sido posibles cambios tan radicales, tan esenciales ¡con la aprobación del mismo pueblo!, y aun así se piensa que la Iglesia se está renovando?.
¿SUCEDERA EN EL MUNDO UN TRIUNFO ESPIRITUAL, SOCIAL Y POLITICO DE LA IGLESIA?.
Algunos piensan equivocadamente, que al final de los tiempos, la Iglesia debe triunfar espiritual, social y políticamente. Algo así como un regreso a la Ciudad Católica de la Edad Media. ¿Y de dónde han sacado esto?, ¿en qué se basan?. Nunca había yo oído una idea tan peregrina. ¿Por qué necesariamente la implantación de una imperfecta Ciudad Católica debe de ser considerada como un "triunfo" necesario antes de la Parusía?. Según estos soñadores románticos, ¿hubiera sido conveniente que nuestro Señor Jesucristo se presentara a los jefes de Israel para demostrarles que había resucitado y que El tenía razón y no ellos?. Se presentan así según esa opinión, varias posibilidades a cual más absurdas, las cuales enumero a continuación:
a). El final de esta crisis actual, debe de acontecer gradualmente, lo cual necesita un tiempo más largo del que se necesitó para implantarla. Es más fácil destruir que construir. Durante ese tiempo no debe haber papa, ni Sacrificio ni Sacramentos ni nada, pues esta Apostasía no lo permite. ¿Y quién evangelizará a las gentes contra una religión que bien conocida se ha rechazado?.
a). El final de esta crisis actual, debe de acontecer gradualmente, lo cual necesita un tiempo más largo del que se necesitó para implantarla. Es más fácil destruir que construir. Durante ese tiempo no debe haber papa, ni Sacrificio ni Sacramentos ni nada, pues esta Apostasía no lo permite. ¿Y quién evangelizará a las gentes contra una religión que bien conocida se ha rechazado?.
b). El final de esta espantosa crisis, a fin de que haya un triunfo del fin del mundo, debe de suceder mediante la intervención divina, que por hecho portentoso cambie completamente la derrota y la muerte mística en triunfo y esplendor. Esto implica un cambio y depuración de la sociedad instantánea, por lo menos de más de mil millones de cristianos y contra su libre albedrío y voluntad. Comenzarían a profesar la Fe inmaculada, infusa desde luego. Con este cambio inexplicable de la sociedad, tendríamos un Dios tirano que mueve Sus fichas a voluntad y que le niega al hombre el mérito de su razón y voluntad. ¿Es esto posible?. Esta idea absurda contra la Doctrina Católica, contra el plan divino expresado, conocido y enseñado hasta la saciedad, implica un cambio inexplicable y milagroso, obligado también traería como consecuencia un triunfo de la Iglesia.
c). Una vez implantada esta maravillosa nueva sociedad católica, y teniendo en cuenta que aun sin papa y sin Sacrificio la Iglesia puede salir con buen éxito de la crisis, ¿qué cosa se seguiría?, ¿se seguiría el acontecimiento metahistórico de la Parusía?, ¿pues no que Cristo viene para salvar al resto fiel, en el momento en que la noche es más cerrada?.
La parábola que San Mateo registra en el Cap. 25, v. 1 de su Evangelio de las vírgenes prudentes y bobas es reveladora al respecto para aclarar más esta doctrina.
En el v. 6, se dice: "Mas llegada la MEDIA NOCHE se oyó una voz que gritaba: Mirad que viene el esposo". En la Biblia comentada de Torres Amat se dice que "es falso decir: Cristo no puede venir en nuestro tiempo...Jesús les da AMPLIAS señales para que puedan estar alertas (San Marcos Cap. 12) y aun PARA QUE CONOZCAN CUANDO EL ESTARA EN LA PUERTA...". Es rigurosamente exacto lo que luego dice: "El vendrá cuando menos lo esperen, como una red sobre la Tierra entera, de modo que solamente estén preparados los que aman Su venida (II de Timoteo, Cap. 4, v. 8)". Hay que destacar muy bien que los acontecímientos del fin, no serán poco avisados, sino poco esperados.
Es obvio que no puede compaginarse un triunfo de la Iglesia, cuando la venida del "Esposo" es en el momento en que la noche es más cerrada.
La ceremonia de estas bodas descritas en el Evangelio, hicieron exclamar a Loisy que era una parábola absurda y que tal vez ni era de Cristo, porque toda la ceremonia no está de acuerdo ni remotamente con la costumbre de Su tiempo y los usos del pueblo de Israel. ¿Y por qué al decir Cristo -que aquella ceremonia era una boda, debía necesariamente sujetarse a las costumbres usuales?. Cristo hablaba de OTRAS bodas evidentemente.
Expliquemos la Palabra del Señor. Las vírgenes tienen candiles de aceite. El aceite significa la Fe que unas no tuvieron en el momento de la llegada del Esposo. Ellas se duermen en la espera en medio de un bullicio tremendo. El Esposo llega en el momento de mayor oscuridad, en medio de la noche más cerrada, pues la expresión "messes de niktos" de los originales griegos, significa "media noche", Pero también significa "en lo más profundo de la noche". ¿Qué significa esta expresión?, ¿nos da idea de un triunfo?, ¿no se nos presenta ante la vista la horrible crisis actual, en la que la apostasía de los hombres ha arrancado de la Iglesia el Sacrificio y ha entronizado al Anticristo y ha embarrado por el lodo el rostro de la Iglesia, y ha estrellado a sus mejores hijos contra las piedras del altar de Satanás.
En el v. 6, se dice: "Mas llegada la MEDIA NOCHE se oyó una voz que gritaba: Mirad que viene el esposo". En la Biblia comentada de Torres Amat se dice que "es falso decir: Cristo no puede venir en nuestro tiempo...Jesús les da AMPLIAS señales para que puedan estar alertas (San Marcos Cap. 12) y aun PARA QUE CONOZCAN CUANDO EL ESTARA EN LA PUERTA...". Es rigurosamente exacto lo que luego dice: "El vendrá cuando menos lo esperen, como una red sobre la Tierra entera, de modo que solamente estén preparados los que aman Su venida (II de Timoteo, Cap. 4, v. 8)". Hay que destacar muy bien que los acontecímientos del fin, no serán poco avisados, sino poco esperados.
Es obvio que no puede compaginarse un triunfo de la Iglesia, cuando la venida del "Esposo" es en el momento en que la noche es más cerrada.
La ceremonia de estas bodas descritas en el Evangelio, hicieron exclamar a Loisy que era una parábola absurda y que tal vez ni era de Cristo, porque toda la ceremonia no está de acuerdo ni remotamente con la costumbre de Su tiempo y los usos del pueblo de Israel. ¿Y por qué al decir Cristo -que aquella ceremonia era una boda, debía necesariamente sujetarse a las costumbres usuales?. Cristo hablaba de OTRAS bodas evidentemente.
Expliquemos la Palabra del Señor. Las vírgenes tienen candiles de aceite. El aceite significa la Fe que unas no tuvieron en el momento de la llegada del Esposo. Ellas se duermen en la espera en medio de un bullicio tremendo. El Esposo llega en el momento de mayor oscuridad, en medio de la noche más cerrada, pues la expresión "messes de niktos" de los originales griegos, significa "media noche", Pero también significa "en lo más profundo de la noche". ¿Qué significa esta expresión?, ¿nos da idea de un triunfo?, ¿no se nos presenta ante la vista la horrible crisis actual, en la que la apostasía de los hombres ha arrancado de la Iglesia el Sacrificio y ha entronizado al Anticristo y ha embarrado por el lodo el rostro de la Iglesia, y ha estrellado a sus mejores hijos contra las piedras del altar de Satanás.
No hay, pues, un triunfo ni pequeño ni grande que no sea la resurrección, la aparición del Señor que ponga cada cosa en su lugar. El Señor vendrá cuando se haya instalado la abominación desoladora y el Anticristo sea adorado por el pueblo con un culto infame que ha robado a Dios.
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