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sábado, 28 de septiembre de 2013

EL SACRILEGIO DEL CISMA (5 y final)

Por Mons. José F. Urbina Aznar

¿QUIENES SON LOS AMIGOS Y LOS ALIADOS DE LA REVISTA ALEMANA "EINSICHT"?.
     Cuando el Sr. Heller al calce de la primera página del artículo del Dr. Wendland que publicó su revista EINSICHT, dice que esto fue escrito en 1973, y fue ampliado en 1990, y que la versión que ahora publica es de julio del año 2000, nos está revelando a los católicos, cosas muy importantes. Nos está revelando PRIMERO: que siempre la revista EINSICHT, sus amigos y colaboradores han querido establecer una nueva forma de organización para la Iglesia que ellos llaman "juntas centrales regionales" enfrentadas abiertamente a la Constitución de la Iglesia que es inmutable y de derecho divino. Quieren ver si aprovechando la dispersión, la falta de unidad actual, imponen su sistema e injertan en el alma de los fieles esta nueva doctrina. SEGUNDO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han pugnado por el "magisterio de los laicos", de profundas raíces protestantes y masónicas, a quienes les quieren entregar "determinadas facultades" para "ordenar la vida de la Iglesia en la diáspora mediante líneas directrices e indicaciones de propósitos". Uno se pregunta consternado y asqueado: ¿de dónde han de venir esas "líneas directrices" y esas "indicaciones de propósitos"?, ¿de las zahúrdas donde se cultivan esas aspérgulas venenosas que se están mezclando constantemente con el alimento que se da a los fieles del remanente católico?, ¿de la logia, de la sinagoga?, ¿de las cumbres de aquellos altos montones de estiercol, excretados por la soberbia de quienes quieren imponer su propio magisterio y ordenar la vida de la Iglesia de Cristo mediante directrices, indicaciones y propósitos con fines sectarios, políticos, particulares, para el manipuleo de gentes y la obtención de poder?. Eh México ya tenemos una muestra. Sabemos lo que es esto: una Roma totonaca aliada de EINSICHT por la unidad de propósitos. El enorme peligro que corren los sacerdotes y los obispos aliados con todas estas gentes, es que caigan en el engaño de pensar que esa dirección de las juntas centrales regionales pugnadas por EINSICHT, no sean UN FIN, sino solamente un MEDIO LICITO para salvar a la Iglesia. El poder de estas organizaciones laicas los hace sentirse seguros y confiados en el triunfo de la Iglesia por el cual pugnan. Pero este acuerdo, aunque solamente sea tácito, aunque solamente sea entendido, imprime en todos aquellos sobre los que tienen alguna influencia un paso que está de acuerdo con esas "directrices" y esas "indicaciones de propósitos". Y antes que buscar la unidad con sus hermanos, a quienes condenan por todo, se han entregado a la solución fácil y a la vista. La astucia de Satanás es muy grande. TERCERO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han enseñado que "ya no es posible" la solución de esta crisis a menos de que ocurra un milagro de Dios. Es decir, que la Iglesia de Dios es una institución IMPERFECTA a la que no es posible salir de sus más graves crisis, porque no tiene los medios jurídicos, sociales y sobrenaturales. Al Dios eterno le faltó providencia cuando fundó Su Iglesia. ¿Es esto posible?. CUARTO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han llamado "movimiento arrogante y neoherético" a la pugna por la restauración del Colegio Apostólico y la elección del papa. ¡Con razón, quienes se han atrevido a moverse hacia ese punto, han sido difamados, calumniados, menospreciados y criticados cruelmente!. Ya sabemos ahora de dónde ha venido algo de esto. Han tomado cualquier argumento aprovechable, cualquier rumor, especialmente si se han atrevido a pasar por la necesidad sobre la letra de la ley. QUINTO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores ha enseñado que "nuestra voluntad y nuestros empeños no tienen ninguna significancia" en la presente crisis. ¿Se han dado cuenta, los que saben algo de Doctrina, lo que significa negarle a los hombres el libre ejercicio de una de las tres potencias del alma?. ¡Esto es horroroso!. SEXTO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han querido reconstruir a la Iglesia desde sus bases. Desde hace años hemos oído que hay que comenzar a integrar parroquias. Este sistema estúpido y antievangélico, no lleva más que a la pérdida de la Fe, por cuanto no está Pedro para asegurar la ortodoxia, y a cansar al pueblo, a agotarlo, a anemiarlo, por cuanto por este camino no se logra nunca nada, porque no se está construyendo sobre la roca. Pero sí se logran objetivos inconfesables, pues esos seminarios y esas parroquias no en manos de la suprema jerarquía de la Iglesia, sino en manos de esas "juntas centrales regionales" de laicos, pueden ser manipuladas y controladas con grandes recursos. Si se eligiera al papa y los obispos vinieran a la unidad olvidando tanto pleito, se perdería el control de muchos sacerdotes y obispos y de todos los laicos que los siguen. No conviene desde luego. ¡Este es un plan diabólico de desgaste que no se debe aceptar de ninguna manera y hay que condenar siempre!. Ya sabemos que lo que se pretende es la desaparición completa de la Iglesia de toda la faz de la Tierra. ¡Y este plan es magistral!. SEPTIMO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han pugnado porque los fieles, antes que defenderse de los enemigos de la Iglesia y rechacen el alimento envenenado que de ellos reciben, lo "beban" con alegría, humildad y fruición, aunque sepa "amargo" porque se trata de una medicina "curativa", de un castigo medicinal enviado por Dios mismo para curar a la Iglesia. ¡Los señores de la revista EINSICHT, sus amigos y sus colaboradores nos tratan como si fuéramos retrasados mentales!, ¿qué se creen?. OCTAVO: que siempre la revista EINSICHT y sus amigos y colaboradores han negado la autoridad de la jerarquía de la Iglesia, proponiendo a los fieles una comunicación directa y espiritual con Jesucristo, como lo hacen los peores herejes, ya que como ella publica, LOS PAPAS Y LOS OBISPOS NO SON LA LUZ DEL MUNDO, "AUN CUANDO SEAN SUCESORES DE LOS APOSTOLES", Y PAPAS Y OBISPOS "LEGITIMOS".

     Esta afirmación me recuerda palabras de San Gregorio Magno. En su obra LOS MORALES (Lib. XIX, Cap. XVIII, 27), escribe: "La Iglesia, oprimida en la futura tribulación y aflijida porque tendrán licencia de predicar cualesquier perversos predicadores, y lo harán libremente, y a los pequeños que los seguirán, los confirmarán en la maldad".
     El Dr. Wendland, dice también en su artículo, que "los cristianos católicos que se han vuelto conscientes de su situación de diáspora, son fundamentalistas CRISTOCENTRICOS RESUELTOS, y al mismo tiempo AUTENTICOS SEDEVACANTISTAS". Este señor, está jugando, engañando y confundiendo los términos. Al decir que los católicos se han vuelto cristocéntricos, no quiere decir otra cosa que ya "conscientes", han llegado a rechazar a la jerarquía de la Iglesia para volverse directamente a Cristo, sin ningún intermediario. Los papas y los obispos, no son la luz del mundo. Cristo basta, pues El es el camino y ha de enseñar a los fieles el camino a seguir. Son sus propias palabras.
     Y al decir que son "AUTENTICOS" "sedevacantistas", no quiere decir otra cosa que el auténtico sedevacantista, ya no pugna por la elección del papa y se queda sólo con Jesucristo. El Dr. Wendland y la revista EINSICHT al confesarse sedevacantistas, no se están sumando a la lucha de los llamados sedevacantistas que pugnan por tener al papa. Los están ENGAÑANDO, porque para ellos el falso sedevacantismo es el que quiere elegir al papa y unir a los obispos. El verdadero es el que ellos predican. Por eso se explica toda la tónica de su artículo y el que llame "neoherético" al movimiento a favor de la elección del papa. Y a eso se debe que en la revista EINSICHT fustiguen con tanta crueldad a les que lo intentan o lo han intentado.
     Si todas estas posturas se conocían desde el año de 1973, y tal vez antes, y si los editores las conocían con claridad, y estaban de acuerdo, lo cual es probado porque a finales de 2001 las publican nuevamente corregidas y aumentadas, e incluso con notas en letras cursivas que añade la misma redacción de EINSICHT, como allá mismo se anota, entonces las preguntas que se siguen son extremadamente lógicas: ¿quiénes son todos los que se han aliado con estos hombres?, ¿no podemos decir con clara seguridad que son lobos cubiertos con pieles de ovejas?, ¿qué son esos obispos y esos sacerdotes y esas organizaciones?.
     Dios los crea y el Diablo los reúne. Así se explica, por ejemplo, la existencia en México de esa Roma totonaca que de "toto" tiene muy poco y de "naca", todo, que funciona como una de esas "juntas centrales regionales" que la revista EINSICHT está pugnando desde hace años. Es evidente una identidad de ideología y propósitos. Y opera con "ciertas facultades" que no se sabe de dónde vinieron, señalando las líneas directrices y dando indicaciones de propósitos, que todos los eclesiásticos que con ellos están, aceptan como si fuera la voz del papa, y el único medio para "salvar" a la Iglesia.
     Mientras tanto, los obispos y los sacerdotes que verdaderamente tienen la salvación de la Iglesia en sus manos, porque es el camino que Dios manda, continúan con su manía de confusiones sostenidas, con su rechazo contundente a definirse, olvidando que la Iglesia es idéntica al modelo que salió de las manos de los Apóstoles, no distinta; que la elección del papa no puede ser impedida por el número, ni la Iglesia destruida por la autoridad episcopal; que no pueden estar cortando todo aquello que les parece cizaña, siendo más sabios que Cristo, porque no ha llegado el momento de la siega. En este momento de emergencia, todos nos son necesarios; que la acepción de personas, es un grave pecado contra la justicia distributiva; que la caridad es amor y supone la benevolencia que es el desear el bien para el prójimo y que incluye esencialmente la unión afectiva y la amistad; que la autoridad, no es la justicia y si así lo piensan, están equivocadísimos; que pasando el tiempo viviendo para las propias comunidades y los propios intereses, se hacen más incapaces para vivir para la Iglesia universal; que la vanidad le dice al hombre lo que es el honor, la fama y el buen nombre, pero la conciencia, lo que es la justicia; que no se sabe nada, si sólo se sabe mandar, reprender y corregir todo lo que parezca malo; que la Iglesia está sedienta de caridad y de justicia; que las virtudes se pierden en el interés, como los ríos en el mar; que la unidad de la jerarquía, es un signo visible e inequívoco de la adhesión sincera a Jesucristo; que los fieles necesitan a la Iglesia unida, no lo que les puede bridar una comunidad aislada, sino lo que representa esa unidad universal, porque las almas tienen sed de misterio y sed de infinito, ¿quién podrá comprender esto?; y que el cisma, ES UN SACRILEGIO, como decía León XIII en la Encíclica SATIS COGNITUM, que manifiesta a todas esas carnes leprosas que no pueden permanecer unidas a un cuerpo, aunque al caer a tierra se arrastran con ellas algunos gusanos.


LA ENCICLICA SATIS COGNITUM DEL PAPA LEON XIII.
EL SACRILEGIO DEL CISMA.
     A todos esos fariseos tan celosos del cumplimiento de la letra de la ley, sobre todo si se trata de aplicarla a otros, podemos con mucha facilidad calificarlos. Tomemos solamente un documento del Magisterio y analicemos si existe esa fidelidad y ese rigor que exigen. A la vista tengo la Encíclica SATIS COGNITUM de León XIII. Tomo palabras textuales de diversos números de la Encíclica: NUMERO 5. "En los seres animados, el principio vital es invisible y oculto en lo más profundo del ser, pero se denuncia y se manifiesta por el movimiento y la acción de los miembros; así el principio de vida sobrenatural que anima a la Iglesia, se manifiesta a todos los ojos por los actos que producen", "...están EN UN PERNICIOSO ERROR los que haciéndose una Iglesia a la medida de sus deseos, se la imaginan como oculta y en manera alguna visible, y aquellos otros que la miran como una institución humana, provista de una organización, una disciplina y ritos exteriores, PERO SIN NINGUNA COMUNICACION PERMANENTE de los dones de la gracia divina sin nada que demuestre POR UNA MANIFESTACION DIARIA Y EVIDENTE la vida sobrenatural que recibe de Dios". NUMERO 6. "...él cuerpo y el alma son incapaces por sí solos de constituir al hombre. El conjunto y la unión de estos dos elementos es indispensable a la verdadera Iglesia, como la íntima unión del alma y del cuerpo es indispensable a la naturaleza". NUMERO 7. "Es por consiguiente cierto que esta reunión de elementos visibles e invisibles, estando por la Voluntad de Dios en la naturaleza y en la Constitución íntima de la Iglesia, debe durar necesariamente, tanto como la Iglesia dure". NUMERO 8. "...Jesucristo no concibió ni instituyó una Iglesia FORMADA DE MUCHAS COMUNIDADES QUE SE ASEMEJAN POR CIERTOS CARACTERES GENERALES, PERO DISTINTAS UNAS DE OTRAS Y NO UNIDAS ENTRE SI por aquellos vínculos que únicamente pueden dar a la Iglesia su individualidad y LA UNIDAD de que hacemos profesión en el Símbolo de la Fe". NUMERO 9. "...la cima de la perfección de la Iglesia, COMO EL FUNDAMENTO DE SU CONSTRUCCION, CONSISTE EN LA UNIDAD". Dice León XIII que el fundamento de la construcción de la Iglesia es la unidad. Pero no hay unidad si no hay Colegio Episcopal con Pedro a la cabeza. NUMERO 12. "Cristo es el Jefe, en virtud del que todo el Cuerpo UNIDO Y LIGADO, por todas sus coyunturas, QUE SE PRESTAN MUTUO AUXILIO por medio de operaciones proporcionadas a cada miembro, recibe su acrecentamiento para ser perfeccionado en la caridad". NUMERO 13. "...todos los que debían ser sus miembros habían de estar UNIDOS POR LOS VINCULOS DE UNA SOCIEDAD ESTRECHISIMA HASTA EL PUNTO DE FORMAR UN SOLO PUEBLO". NUMERO 14. "...UNA TAN GRANDE Y ABSOLUTA CONCORDIA entre los hombres debe tener por fundamento necesario la armonía y la unión de la que se seguirá naturalmente la armonía de las voluntades Y EL CONCIERTO DE LAS ACCIONES" . NUMERO 33. "Jesucristo llamó a todos los hombres, a los que existían en Su tiempo y a los que debían de existir más tarde, para que le siguieran como Jefe y Salvador, NO AISLADA E INDIVIDUALMENTE, SINO TODOS EN CONJUNTO UNIDOS EN UN SOLO HAZ DE PERSONAS Y DE CORAZONES, para que de esa multitud resultase UN SOLO PUEBLO, legítimamente instituido en sociedad; UN PUEBLO VERDADERAMENTE UNO". NUMERO 36. "La unidad de la Iglesia debe ser considerada bajo dos aspectos: EL DE LA CONEXION MUTUA DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA O LA COMUNICACION QUE ENTRE ELLOS EXISTE, y en segundo lugar, LA DEL ORDEN QUE LIGA A TODOS LOS MIEMBROS A UN SOLO JEFE". NUMERO 37. "NADA MAS GRAVE QUE EL SACRILEGIO DEL CISMA". Pero como las pasiones, son los únicos oradores que siempre convencen, tenemos ahora legión de falsos pastores que ni quieren buscar a la cabeza, ni quieren unirse entre ellos. ¿No hubo un cínico que dijo que conocían perfectamente la doctrina, pero que la unidad "no les convenía"?. NUMERO 52. "La unión de los obispos con el sucesor de Pedro ES DE UNA NECESIDAD EVIDENTE QUE NO PUEDE OFRECER LA MENOR DUDA; PUES SI ESTE VINCULO SE DESATA EL PUEBLO CRISTIANO MISMO NO ES MAS QUE UNA MULTITUD QUE SE DIVUELVE Y SE DISGREGA". ¿Dónde está el celo apostólico, el amor a Cristo, el amor a las almas, el amor a la verdadera Misa, a los verdaderos Sacramentos, a la Doctrina, a la Tradición que ellos predican?, ¿no están arrojando a todo el pueblo a la disolución y a la pérdida de la Fe?. ¡No lo digo yo!. Lo dice un papa preconciliar que ellos dicen oir y respetar. ¡Son unos hipócritas sofomaníacos que ya muy poco les queda de católicos!. Soberbios destructores de la Iglesia a quienes desgraciadamente todavía siguen algunos católicos del resto fiel. NUMERO 53. "...los obispos perderían el derecho y el poder de gobernar si se separan de Pedro y sus sucesores. Por esta separación se arrancan ellos mismos del fundamento sobre el que debe sustentarse todo el edificio y se colocan fuera del mismo edificio". NUMERO 56. "EL ORDEN DE LOS OBISPOS NO PUEDE SER MIRADO COMO VERDADERAMENTE UNIDO A PEDRO A LA MANERA QUE CRISTO LO HA QUERIDO, SINO EN CUANTO ESTA SOMETIDO Y OBEDECE A PEDRO: SIN ESTO, SE DISPERSAN NECESARIAMENTE EN UNA MUCHEDUMBRE CONFUSA Y PERTURBADA". ¿Se puede estar sometido y obedecer a un papa muerto?. León XIII evidentemente habla de un papa en funciones. Es estúpido no ver el verdadero sentido de sus palabras. Sin Pedro los obispos son una muchedumbre confusa y perturbada. Ahora lo estamos viendo. NUMERO 58. "SERIA APARTARSE DE LA VERDAD Y CONTRADECIR ABIERTAMENTE A LA CONSTITUCION DIVINA DE LA IGLESIA PRETENDER QUE CADA UNO DE LOS OBISPOS CONSIDERADOS AISLADAMENTE, DEBEN ESTAR SOMETIDOS A LA JURISDICCION DEL ROMANO PONTIFICE, PERO QUE TODOS LOS OBISPOS CONSIDERADOS EN CONJUNTO, NO DEBEN ESTARLO". ¿No es claro que se están oponiendo "abiertamente" a la ley divina?, ¿no es cierto que "se están ya apartando de la verdad"?.
     Este ha sido sólo un documento del Magisterio analizado someramente a la luz de la actuación de esos sublimes defensores de la Tradición tan puros y tan puntillosos. ¿Crees que podrían aprobar algún otro exámen basado en cualquier otro documento?. La Iglesia ya tiene MAS DE CUARENTA AÑOS sumida en la más espantosa crisis de su historia y ellos siguen pensando y seleccionando. ¡Todavía hay quienes se atreven a hablar de obrar con calma y prudencia!. ¿Qué es esto?. ¡Qué es esto!.
     Por otra parte, ¿se puede encontrar un punto de contactacto entre las doctrinas expresadas por el Papa León XIII y los infundios de Wendland y de Heller?. Llamándose católicos, son unos herejes, y llamándose tradicionalistas son peores que los modernistas. San Juan Crisóstomo dice en OPUS IMPERFECTUM: "No hay nada que sea más destructivo del bien, como el bien simulado, porque el mal manifiesto se evita, y se precave uno de él como de un mal; en cambio el mal disimulado bajo la capa de bien, no es precavido hasta que no se conoce, sino que se recibe como un bien y, al unirse con el bien verdadero, acaba por destruirlo".


CONCLUSION.
     "...en manera alguna es lícito pensar otra mayor y más abundante manifestación y ostentación del divino Espíritu, toda vez que la que al presente se tiene en la Iglesia, ES MAXIMA Y PERMANECERA CUANTO ELLA PERMANEZCA, esto es, hasta que, abandonado el estado de milicia, sea conducida a la alegría de los que triunfan en la sociedad celestial" (Encíclica DIVINUM ILLUD de León XIII). Los que están esperando un milagro del Cielo para que esta crisis pueda ser solucionada, o son unos ilusos que están completamente fuera de la realidad, o son unos cobardes que temen el desprestigio, la pérdida de la fama, la calumnia, la difamación y todas aquellas cosas que nuestros enemigos van a emplear contra quienes se atrevan a tratar de reconstruir a la Iglesia, o son unos convenencieros que no quieren perder el negocio que les ha estado llenando el estómago en medio de cierta tranquilidad, o son unos traidores infiltrados, como los de la revista EINSICHT que tratan de paralizar las fuerzas vitales de la Iglesia con la esperanza de un milagro de Dios. ¡La Iglesia es una sociedad perfecta!. Cristo la dotó con todo lo necesario para salir ella misma de las crisis más grandes. Si esto no se ha hecho, es porque a faltado VOLUNTAD DE LOS HOMBRES. No milagros ni ayuda de Dios. "La Iglesia ha de ser tenida por una sociedad PERFECTA" dice Pío XII en MYSTICI CORPORIS, y lo repiten León XIII, Gregorio XVI y otros innumerables pontífices. Pero también, es cierto que "los que sólo tienen por guía a la razón, MUY DIFICIL, SI NO IMPOSIBLE, es que puedan tener unidad de doctrina" (León XIII. SAPIENTIAE CHRISTIANAE) pues los hombres de hoy, antes que seguir los consejos de la Iglesia, que les parecen descabellados e impracticables en la situación presente, se guían de su propia lógica y razón que aunque sea bien intencionada, se opone a la prudencia de la Iglesia que puede a los ojos de los hombres aparecer como locura.
     Pero han mantenido el cisma!. Cosa gravísima y de tristísimas consecuencias. "No hay NADA que pueda dañar tanto y DESHACER a la Iglesia de Dios, NADA que pueda perjudicar tan fácilmente" como la desunión, decía San Juan Crisóstomo en su Sermón sobre la Epístola a los Romanos. Como olvidarse los obispos del consejo de San Cipriano (DE CATHOLICAE ECCLESIAE UNITATE): "...esta unidad debemos profesarla y defenderla todos los obispos que dirigimos a la Iglesia, para demostrar que también nuestro episcopado es uno e indiviso... Uno es el episcopado del que cada uno disfruta una parte "in solidum". El Derecho Canónico llama a los cismáticos "imfames" y León XIII "sacrilegos".
     LA VERDADERA PRUEBA DE LEALTAD A CRISTO NO ES ADORARLO A EL DIRECTAMENTE, SINO VENERAR A QUIENES EL HA PUESTO COMO SUS REPRESENTANTES. Si el Dr. Wendland, el Sr. Heller y todos sus amigos, quieren acabar de una vez y para siempre con los representantes de Cristo, y todos los demás "tradicionalistas" han convertido los escritos del Magisterio en sucios papeles que solamente hay que seguir y cumplir según el capricho particular de todos ellos, y siguen con estólida indiferencia viendo la demolición de la Iglesia, ¿no se convierte en una gravísima obligación moral aconsejar a los fieles lo que dice el CATECISMO ROMANO DEL CONCILIO DE TRENTO (B.A.C.)?. TODOS LOS FIELES CRISTIANOS TIENEN LA OBLIGACION DE "HUIR DE AQUELLOS ERRORES QUE MAS O MENOS SE ACERCAN A LA HEREJIA" (Pág. 9).
     Lo que estamos presenciando es un horroroso onanismo espiritual en el momento que a decir de San Gregorio Magno, "las palabras de la Doctrina se han convertido en gemidos de dolor", y en momentos en que muchos enajenados, rebuscan entre los escombros del muro destruido por el enemigo, las piedras originales, hermosamente labradas, para volverlo a reconstruir en un momento en que la embestida se ha vuelto más furiosa.
     Cuando los esposos, evitando la concepción, le impiden a Dios CONCURRIR en aquel acto, para dar vida a un nuevo ser, lo cual no hacen ni los animales, cometen un acto abominable y despreciable que la Iglesia siempre a condenado. ¿Qué debemos pensar, entonces, de esos hombres que se oponen voluntariamente, anteponiendo razones y opiniones a la CONJUNCION de pareceres, a la unión de fines, de doctrina, de gobierno, que se oponen a ser un solo pueblo, IMPIDIENDOLE A DIOS CONCURRIR para dar la vida y el triunfo a Su Iglesia y salvar al mundo de la herejía y del Anticristo?. ¿No es este un nauseabundo onanismo espiritual?
     ¿Con que MATERIA Dios va a salvar a los hombres, si los hombres se la han substraído?, ¿dónde está el OBJETO de Su promesa y de Su Palabra empeñada, es decir, la Iglesia UNA, santa, católica y apostólica?, porque esperar las cosas que El dijo tengan cumplimiento anti-situaciones o instituciones de creación humana, es estar completamente loco. Aunque El no ha de dejar de ayudar nunca a las almas PARTICULARMENTE, no puede actuar a favor de una "Iglesia" que el hombre ha desnaturalizado y desvirtuado tan terriblemente. Lo que tenemos a la vista no es lo que salió de las Manos de Cristo y de los Apóstoles.
     A la vista de la secta que está surgiendo del mundo llamado "tradicionalista", no puedo dejar de recordar las palabras del Profeta Daniel: "Será aquel un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces... muchos andarán errantes, y acá y allá la iniquidad aumentará...ningún impío comprenderá nada", y la fuerza del pueblo de los san tos, estará "enteramente quebrantada". Es dedir, completamente, totalmente, absolutamente. Me pregunto aterrado si habiendo todavía comunidades, seminarios, capillas se ha de llegar todavía a la situación que describía el Cardenal Pie, que fuera uno de los grandes apóstoles del culto a Cristo Rey. En una conferencia en la ciudad de Nantes, en noviembre de 1859, dijo: "NO SE ENCONTRARA CASI, LA FE EN LA TIERRA, ES DECIR, QUE HABRA CASI DESAPARECIDO COMPLETAMENTE... LA IGLESIA... SERA REDUCIDA CADA VEZ MAS A PROPORCIONES INDIVIDUALES Y DOMESTICAS" (Card. Pie, OBRAS. Ed. Oudin, 1873, 4a. Ed. T. 3, Pág. 522). ¿No estamos caminando ya hacia ese punto a pasos agigantados?.
     No conozco el futuro, no sé si al fin algunos se van a levantar para defender el honor de Dios. Lo que sí puedo saber con toda seguridad, es que si las cosas continúan como hasta el día de hoy, se habrá perdido esta batalla. La batalla final. Por la depravación y apostasía de los hombres. Cristo no empeñó Su Palabra de que todas las batallas se ganarían, pero se comprometió a ganar la guerra. Entonces, El va a venir. Y pronto, y ganará la guerra contra el mal y contra todos los que destruyeron la Tierra y la Iglesia.
     Desde aquí, mi más profunda y absoluta solidaridad con los poquísimos laicos, sacerdotes y obispos que han sido crucificados con la Iglesia y a los que han recibido la aterradora e inmerecida gracia de VER. Que se han negado a cantar en los coros de los herejes y de los cismáticos. Que no han desunido a Jesús, porque estos no son de Dios (Jn. 4, 3).

+ MONS. JOSE F. URBINA AZNAR.
México, año 2002.



APENDICE.
     Algunas personas, después de leer el presente opúsculo, me han preguntado algunas cosas que a continuación voy a responder con la mayor claridad y lógica posible.
     Es cierto que en el Evangelio de San Juan, en el Cap. 20, v. 22 y siguientes, nuestro Señor Jesucristo les está confiriendo a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados, poder que debía permanecer en la Iglesia hasta el fin de los tiempos, pero hay que reflexionar las palabras de nuestro Señor para comprender este misterio. El les dice que a quienes perdonen sus pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán en el Cielo retenidos. Todos los pecados se pueden perdonar con el poder de Cristo, aunque no se conozcan. Si así lo hubiese Cristo preceptuado, así hubiese sido. Los penitentes se acercarían al Sacramento y con sólo expresar su arrepentimiento, se les podría absolver. Pero no lo quiso así, porque dijo luego: y aquellos a quienes se los retuviereis, les serán retenidos. Esto implica ya otra cosa muy distinta. La necesidad de CONFESAR todos los pecados, bien diferenciados y todas las circunstancias atenuantes o agravantes, para que el obispos o el sacerdote sepa si los ha de perdonar, o los ha de retener. Esto implica ya UN JUICIO. Nuestro Señor Jesucristo, está instituyendo en el Sacramento de la Confesión UN TRIBUNAL, en el que hay un juez y un transgresor que se acusa de ciertos pecados que los pone a la consideración del juez para que le sean perdonados o retenidos, y para recibir una penitencia por los pecados perdonados, pues la justicia debe ser en alguna forma equilibrada y restañado el mal que se ha hecho. Esto tiene que ser así, como de la misma palabra bíblica se deduce, porque, se pueden perdonar todos los pecados sin ser conocidos, ¿pero cómo se sabe cuáles se han de retener si no se confiesan?.
     Jesucristo les está confiriendo a Sus Apóstoles el poder de perdonar los pecados, pero implica tener jurisdicción sobre el penitente. Esto se puede entender con los siguientes ejemplos. Un juez que ha metido a la cárcel a un individuo cuando tuvo jurisdicción sobre él que el Estado le confirió, no puede una vez retirado sacar a ese mismo individuo de la cárcel, porque ya no tiene la jurisdicción que el Estado le concedió estando en funciones. Es decir, el reo ya no es su subdito.
     Igualmente, si a un individuo lo mete a la cárcel un juez en una ciudad, no puede ser liberado por un juez de otra ciudad o de otra nación, porque no tiene JURISDICCION sobre él. Es indudable que ese juez tiene un poder, porque está en funciones, pero sería tonto pensar que siempre y en todo caso el puede donde quiera y como quiera, meter y sacar de la cárcel a quien se le antoje.
     El tener el poder de perdonar los pecados es perpetuo en los sacerdotes, pero solamente lo puede ejercer sobre sus subditos. El juez, no obra por su propia autoridad, sino que está ejerciendo EL PODER DEL ESTADO. En otras palabras. EL ESTADO EJERCE SU PODER A TRAVES DEL JUEZ. En la misma forma, él sacerdote, ejerce el poder de jurisdicción que la Iglesia le concede. El está obrando en representación de Pedro. En otras palabras, PEDRO ESTA EJERCIENDO SU PODER DE JURISDICCION A TRAVES DEL SACERDOTE que por la ordenación, ha recibido el "poder de las llaves", o el poder de perdonar los pecados. Así se explica que haya pecados "RESERVADOS" por el obispo o por la Santa Sede, es decir, que Pedro se los reserva, para absolverlos personalmente. Un sacerdote que no tiene jurisdicción para perdonar ciertos pecados que los obispos o el papa se han reservado; no solamente no tiene el poder para perdonarlos y si lo hace lo hace inválidamente, sino que tal cosa lo haría reo de diversos castigos. Y esto, aun teniendo el poder de las llaves que nunca pierde. Igualmente, el papa puede conceder jurisdicción delegada a ciertos sacerdotes u obispos, para determinadas regiones o situaciones. ¿No se sabe todo esto?, ¿no se sabe que en situaciones normales, los sacerdotes y los obispos tienen LIMITES a su poder de jurisdicción, que en ninguna forma implica la negación del poder de perdonar los pecados?.
     En la misma forma que nuestro Señor Jesucristo le dio a Sus Apóstoles el poder de perdonar o retener los pecados, en el rito de ordenación de sacerdotes se confiere el poder de las llaves, o lo que es lo mismo, el poder de perdonar o retener los pecados. Pero en ambos casos, es esencial para la administración VALIDA del Sacramento, tener JURISDICCION.
     Cuando un sacerdote cuelga los hábitos y apostata de la Iglesia, pierde el poder de jurisdicción, porque por la apostasía ha quedado fuera de la Iglesia, y fuera de la Iglesia no hay poder de jurisdicción, porque no se tiene la materia que es esencial para la validez del Sacramento, esto es, EL FIEL EN CUANTO SUBDITO. Fuera de la Iglesia, es decir, fuera de esa estructura piramidal, de esa organización social y visible que es la Iglesia, no es posible, ni absolver a los católicos que ya no son subditos, ni obrar en el nombre de Pedro que es el jefe de una organización a la cual ya no se pertenece. Cuando un sacerdote con permiso de la Santa Sede se retira del ministerio, le es retirado el poder de jurisdicción por lo cual, aunque no pierde el poder de las llaves, no puede absolver válidamente, porque ya no tiene subditos sobre quienes pueda ejercer la potestad. Y esto es lógico y justo.
     Sin embargo, a estos sacerdotes, en artículo de muerte, la Iglesia les devuelve el poder de jurisdicción para que puedan absolver válidamente al moribundo. Tienen jurisdicción nuevamente exclusivamente para ese caso y en ninguna forma para otro. Si todo esto ha sido bien sabido y bien estudiado, ¿por qué motivo ahora se está diciendo que los sacerdotes o los obispos, por el mero hecho de ser sacerdotes u obispos SIEMPRE administran el Sacramento de la Confesión válidamente, simplemente porque Cristo les dijo que a quienes les perdonaran los pecados, les quedaban perdonados?. Esta doctrina herética, se está predicando entre los tradicionalistas, para justificar permanecer en el cisma.
     Conviene hablar un poco del cisma. La Iglesia, como antes dije, ha definido con toda claridad qué es cisma: separarse de la cabeza de la Iglesia, o separarse de los miembros de la Iglesia, unidos a la cabeza que es el papa.
     Se piensa equivocadísimamente que son dos cosas distintas, dos condiciones aisladas para que se considere acontecido el cisma. Sucedería, entonces, que violando una cosa, o la otra, o las dos al mismo tiempo, el infractor sería un cismático. Si se analiza la doctrina, se verá con claridad que las dos cosas son esencialmente la misma, y la explicación es muy simple. La inmensa mayoría de los miembros de la Iglesia, recibe A TRAVES de otros la comunicación con la cabeza, y otros la reciben de uno mismo, por lo cual, la separación de los miembros de la Iglesia es un atentado contra la cabeza, como lo es la separación de ella directamente. La vida comunicada por el Espíritu Santo a la Iglesia, viene de la cabeza. Así que es lo mismo separarse de ella directamente, que separarse de los miembros de la Iglesia. Si me separo de la cabeza directamente, estoy evitando que la vida del Espíritu Santo que a la Iglesia comunica la cabeza, llegue a mí, al mismo tiempo que corto el flujo vital que por mí ha de llegar a otros. Si me separo de los miembros de la Iglesia, estoy cortando el flujo vital que de la cabeza viene, que de otros recibo, y al mismo tiempo estoy cortando ese flujo vital que por mí otros van a recibir. ¿No son las dos cosas exactamente la misma?. De las dos maneras, hay un ataque directo a la cabeza, a la Iglesia y al prójimo. Y como la cabeza, el papa, constituye una sola piedra con Cristo, y como la Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo, llamado por evangelistas o doctores sin más, "Cristo", se entiende entonces por qué Santo Tomás de Aquino enseña que el cisma es el peor pecado que se puede cometer contra el prójimo, y por qué San Juan llama "anticristos" a los que dividen a Cristo, es decir, a la Iglesia.
     Los obispos tradicionalistas que se sienten unidos a Cristo aunque no estén pugnando por la elección del papa o estén separados de los demás obispos están gravemente equivocados si creen que pertenecen a la Iglesia, si creen tener poder de jurisdicción que el cisma les arranca y si creen que a ellos no se puede aplicar el calificativo que San Juan fulmina contra los que dividen a Cristo. Y los sacerdotes o las comunidades que siguen a esos obispos aunque sean válidos, están usando para mantener su posición incongruente un argumento inaceptable en la Iglesia: sigo con el cismático para que algún día se convierta.
     Estos obispos cismáticos, ciertamente son obispos válidos, pero DE NINGUNA MANERA SON VICARIOS DE LOS APOSTOLES. Son sucesores de los Apóstoles, pero de ninguna manera son sus representantes. Aclaro. Un obispo, puede ser válidamente sucesor de los Apóstoles, porque ha recibido válidamente, HISTORICAMENTE, la imposición de manos que lo puede conectar con alguno de los Apóstoles. Indudablemente allá hay una TRANSMISION de la sucesión que no se puede negar. Pero para ser VICARIO de los Apóstoles, necesita esencialmente TENER LOS MISMOS PODERES, TENER SU MISMA POTESTAD. "Vicario", dice el diccionario de la lengua es el "que tiene poder y facultades de otro". Persona que "tiene las veces y autoridad de los superiores". No se entiende cómo se pueda obedecer a un válido obispo indiscutiblemente, si este no es vicario de los Apóstoles para lo cual necesita sus poderes, sus mismas facultades y su misma autoridad. Un obispo válido que no obedece a Pedro o que en sede vacante se dispone a elegirlo INMEDIATAMENTE, pues sabe que el Colegio Apostólico no puede tener unidad más que por la unión jurídica de derecho divino que Pedro le da sentado en medio como el primero de ellos, o que está separado de los demás obispos, por el cisma, no es un obispo católico ni representa a la Iglesia, y los compromisos de obediencia a él tienen ningún valor. Sería, entonces, lícito, irse a ofrecer obediencia las comunidades católicas a los obispos anglicanos, suponiendo su validez, con la esperanza de convertirlos a la Iglesia. ¿Es esto posible? .
     Hay un texto de la Encíclica SATIS COGNITUM del Papa León XIII que me parece que no se comprende bien. Es este: "El orden de los obispos NO PUEDE SER MIRADO como verdaderamente unido a Pedro A LA MANERA QUE CRISTO LO HA QUERIDO (es decir, de derecho divino), sino en cuanto está SOMETIDO Y OBEDECE A PEDRO". Si el orden de los obispos no está sometido y obedece a Pedro, "no puede ser mirado" verdaderamente unido a Pedro. Esto implica necesariamente un papa vivo, en funciones, gobernando, legislando, dirigiendo a la Iglesia. Una PERSONA FISICA VISIBLE, a la que se obedece. De allá viene la urgencia de elegir al papa, pues como dice León XIII a continuación, "sin esto, (los obispos) SE DISPERSAN NECESARIAMENTE EN UNA MUCHEDUMBRE CONFUSA Y PERTURBADA". ¿No está dando aquí León XIII el camino que se debe seguir que se rechaza tercamente?. Entonces, obispo que no está sometido a Pedro y obedece a Pedro, "no puede ser mirado" como "verdaderamente unido a Pedro", aunque él diga lo contrario. La palabra de León XIII es absolutamente clara.
     También escribe León XIII en la misma Encíclica: "SERIA APARTARSE DE LA VERDAD Y CONTRADECIR ABIERTAMENTE A LA CONSTITUCION DIVINA DE LA IGLESIA, pretender que cada uno de los obispos CONSIDERADOS AISLADAMENTE deben estar sometidos a la jurisdicción del Romano Pontífice PERO QUE TODOS LOS OBISPOS CONSIDERADOS EN CONJUNTO, NO DEBEN ESTARLO". ¿Puede haber una forma más "abierta" de contradecir la Constitución divina de la Iglesia y de "apartarse de la verdad" lo que estamos viendo en el mundo llamado "tradicionalista"?. Ya San Pío X se quejó varias veces de que su palabra había sido desoída o mal interpretada. No nos debe extrañar que la apostasía de los gentiles anunciada por San Pablo, haya llevado sus tentáculos al seno de las comunidades tradicionalistas .
     La consagración de un obispo, lleva siempre una piedra más para construir el Colegio Apostólico. Un obispo es consagrado para la unidad. La intención del consagrante debe conllevar esa integración e igualmente la intención del consagrado. Si el consagrado no tiene la intención de permanecer estrechamente unido a su obispo consagrante y A TODOS los obispos unidos a su obispo consagrante, ese es ciertamente un cismático. No puede ser vicario de los Apóstoles aunque sea un obispo válido. Si el consagrado busca la consagración válida, pero no la unidad, evidentemente logra su cometido. Comienza a ser un obispos válido, pero no representante ni de la Iglesia ni de los Apóstoles.
     Del mundo tradicionalista caído en el cisma y ya en la herejía que se comienza a predicar y a infiltrar, saldrá todavía una subdivisión más. Unos allá quedarán por la ignorancia, por la seducción o por el engaño. Sin culpa. Otros que podrán ver, se alejarán de los falsos pastores y formarán el pequeño remanente, el "rebañito" del fin al que nuestro Señor nombró cariñosamente. Se habrá completado el completo aplastamiento del pueblo de los santos y la muerte mística de la Iglesia. Los que se hicieron a los ciegos, habrán terminado ciegos.

     ¿Podemos pensar de otra manera, si los dos testigos, Elias y Enoc, como los últimos predicadores de la verdad de Dios, han de ser ignorados, condenados y matados, luego de lo cual, todos se mandarán regalos pues eran molestosos?.

LAUS ET GLORIA DEO NOSTRO

     NOTA: Que se me demuestre que algo de lo que he dicho en el presente opúsculo no es cierto, que hay error y lo acepto. Todo lo dicho, queda sometido al Megisterio de la Iglesia, que acepto plenamente.

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