Dr. Homero Johas
Introducción
Cuando
el Sr. G. Montini, llamado Paulo VI, suscribió su "Constitución Apostólica" "Missale Romanum", mudando integralmente el Santo
Sacrificio de la Misa, según el credo de la Iglesia Católica, en ese momento,
no era papa católico, no poseía ningún poder de jurisdicción dentro de la Iglesia
Católica. Esto porque ya antes suscribió las doctrinas de los masones y
protestantes sobre libertad e igualdad religiosa, derecho de seguir el error, nuevo
pueblo de Dios, nueva iglesia católica, con poder supremo humano, colegiado. Su
"evolución de la doctrina",
ha cambiado la verdad universal, hace de él un agnóstico, fuera de la Iglesia,
según a Bula de Paulo IV la doctrina modernista condenada por San Pio X en la
encíclica "Pascendi".
Cuando
ese "Missale Romanum"
vio la luz, dentro de una "nueva
iglesia", apostata y herética, con otra fe opuesta a la de la
Iglesia Católica. Ella es la coronación del acervo de las herejías de la nueva
secta. Desapareció el Santo Sacrificio de la Misa – la renovación incruenta del
Sacrificio de la Cruz- según el Dogma perene del Concilio de Trento. Y apareció
un disimulado acervo de herejías, originarias de Lutero, masones y ateos. Tal
era el fin de esa mudanza: "la
evolución del dogma", cosa condenada por el Vaticano I
(D.S. 3020:3043). Es conocida a fotografía del Sr. Montini con los ministros protestantes
que colaboraron en la obra de la "nueva
iglesia" apóstata. Construyeron "fórmulas enteramente nuevas", dice el Sr. Montini. La
Iglesia Católica condena las "doctrinas nuevas"
(D.S.3070); venidas del "consenso" de los hombres (D.S.3074) mudando el inmutable
Derecho divino (D.S.3114), de modo opuesto a la Tradición y al Magisterio de la
Iglesia ya proferido (D.S.3116).
Este
Magisterio enseñó en el II Concilio de Nicea, la observancia de las tradiciones
eclesiásticas que trae la fe milenaria de la Iglesia en las oraciones y en los
ritos. Esto bajo anatema (D.S. 607). Y la "nueva iglesia" con folletos litúrgicos locales y libres
destruyó la fuente de la Revelación divina.
El
Concilio Vaticano I dicta anatema a quien muda los dogmas de fe, se aparta del
sentido que siempre entendió y entiende la Iglesia, y le da "otro sentido", bajo
pretexto de "mejor entendimiento" (D.S.3043). La "nueva iglesia" comete tal delito contra la fe, bajo
pretexto de "progreso"
continúo del conocimiento, de la claridad, del entendimiento. La doctrina de la
fe divina, enseña la Iglesia, no una filosofía mejorable por opiniones
humanas. Es un depósito de verdades divinas "perpetuamente conservadas", no mutables con pretexto
de "mejor entendimiento".
La "nueva iglesia"
contradice, totalmente, esta enseñanza católica. Su "evolución doctrinaria" es totalmente opuesta a los
dogmas de fe divina.
El cambio
de la esencia y naturaleza de la Misa, según la doctrina católica, por el
sentido de las herejías de Lutero; por el "libre examen" luterano de la Biblia; el cambio del Magisterio
del poder divino de la Sede de Pedro por la obra arbitraria humana, es la esencia
del delito predicado y actuado por el Sr. Montini.
La Constitución montiniana no oculta
su evolucionismo dogmático. Lo exhibe con audacia como si fuera cosa legítima.
Cambia el credo, con desenvoltura como se fuese cosa humana, arbitraria, venida
del juicio propio de cada uno. Coloca novedades libres, interpretando la
Biblia según la voluntad de los ateos, y herejes, falsamente denominados como
"católicos". Y repeliendo
la "coacción exterior" contra
los malos: por su arbitrariedad quiere la misma "coacción exterior" contra los miembros fieles de la
Iglesia Católica. Se invierte ahí la verdad y los errores; la luz y las tinieblas;
la Iglesia de Cristo y la de Lucifer.
1. Lecturas útiles
Refiere
el Sr. Montini la "admirable utilidad" del Misal Romano de la Iglesia
católica, en cuyas "lecturas
bíblicas y oraciones" muchos santos "alimentaron su piedad". No habla de la verdadera fe
universal cosa diversa del medio útil del obrar para un fin: "alimentar" la propia
piedad. En vez del Santo Sacrificio de la Misa católica, las "lecturas bíblicas", con
libre-examen, de las sectas luteranas. Se retira la norma del creer y se
coloca la del hacer, fundada en el Agnosticismo de la Razón Práctica de Kant. La
Lógica racional ahí cede el lugar al Pragmatismo agnóstico.
El
dogma perene cede lugar a las opiniones de cada uno interpretando las "lecturas bíblicas".
La
fe católica no procede de un progreso crítico en los últimos cuatro siglos,
evolucionando la "verdad"
según las opiniones de Lutero, Lamennais y Loisy. La Biblia no es objeto del libre
entendimiento de cada uno.
Daniel profetizó la supresión del
"sacrificio perene", en
el tiempo de la abominación en el lugar santo. (Dan. XII,11).
2. El cambio de la fe según
los tiempos
Por el estudio de la Liturgia en los
tiempos antes del Vaticano II, dice el Sr. Montini que quedo claro que "las
fórmulas del Misal Romano debían ser revisadas y aumentadas".
Tal estudio seria manifestación de la voluntad de Dios y del Espíritu Santo.
Pio XII había dado el primer paso: "para acomodar el Misal a los nuevos
sentimientos del espíritu de este tiempo".
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El
estudio de la fe divina, universal, perpetua, no muestra el "deber" humano de cambiar el
credo, de "aumentar el credo”.
La obra divina estudiada permanece como obra divina y no se somete a los juicios
y voluntades humanas para cambiar. Se niega el origen divino de los dogmas de fe
católica.
Se atribuye a Pio XII el delito de
acomodar la fe divina inmutable "a
los sentimientos nuevos del espíritu del nuevo tiempo". He ahí la herejía
del "progresismo", del Agnosticismo, del "evolucionismo de la verdad" conforme
los tiempos. La "nueva iglesia"
se aparta de la "obra
divina" y quiere obras humanas libres. Quiere "movimientos religiosos",
con "doctrinas nuevas"
libres (D.S.3070), con el Relativismo dogmático, condenado por Pio XII (D.S.
3883). El "movimiento
ecuménico" quiere la "falsa religión", del
Ecumenismo predicado por el Vaticano II (Pio XI).
3. La apostasía del
Vaticano II
Dice
el Sr. Montini que el Vaticano II, ordenó "renovación general" del Misal, para tornarlo "mas claro", "mas fácil", "mas abierto",
con "nuevo rito de concelebración",
con mayor abundancia de la Biblia.
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Todo
lo que hace el Vaticano II es nulo, enseña Paulo IV. Los herejes no tienen
poder sobre los fieles. Quien quiere el "derecho
de no seguir la verdad", no tienen derecho al poder dentro de la
Iglesia del Dios de la verdad. Tal conciliábulo no tiene poder de ordenar nada en
la Iglesia Católica.
Los
fines comparativos de superioridad son falsos: disimulan y ocultan las herejías;
como si fuesen "verdades"
mas elevadas que las de la Iglesia Católica. No se "renueva" la verdad universal, cambiándola por opiniones
individuales opuestas y libres.
La "participación activa de los fieles" en la Misa ahí tienen
el sentido luterano de "concelebración"
popular, de "sacerdocio"
individual y libre de todos, sin el Sacramento del Orden; van contra la esencia
divina del Santo Sacrificio de la Misa. Los "textos bíblicos" de la Misa, con el "libre examen" de Lutero,
no son la esencia divina de la Misa católica: "renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz", operada
"ab ipso solo sacerdote, non prout
christi fidelium personam gerit" (Pio XII Mediator Dei.
D.S.3852). La apostasía es ahí clara.
4. Voluntades humanas
Dice él: La revisión del Misal viene
del progreso de la Ciencia litúrgica durante los últimos cuatro siglos; del
estudio de códices antiguos; del descubrimiento de fuentes antiquísimas; del
estudio de fórmulas orientales. Viene del deseo de muchos de que esto ilustrase
las mentes y los ánimos de los fieles, dice el "Missale Romanum”.
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La fe católica no viene de progreso
de estudios humanos, mudando la verdad en error y los errores en verdades. La fe
católica no viene de "cuatro siglos".
El credo católico es el mismo en Occidente y en Oriente. La fe católica no viene
del "deseo de muchos";
no viene "de las mentes y ánimos
de los fieles". Todo eso
es herejía (3074; 3070; 3043).
5. Las Doctrinas humanas
El nuevo rito viene de la "nueva
composición" del Misal, con "nuevas normas",
sobre la función de los participantes, objetos y lugares, dice el Sr. Montini.
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Está clara ahí la obra humana
colocada en el lugar de la divina; la doctrina nueva, contra la doctrina de la
fe universal, perene; las "nuevas
normas", de la libertad e igualdad religiosa; la colocación de los
"participantes"
humanos como "concelebrantes"
de un acto humano, popular, de personas entre si. Eso es herejía (D.S. 3070;
3020); no es la Santa Misa católica.
Dice:
El Canon de Acción, inmutable, da lugar a Oraciones eucarísticas "ahora compuesta por la primera
vez", para "mayor
claridad" y por "razones
pastorales". La acción sacrificial se torna en "narración" del acto
pasado. La forma divina del Sacrificio fueron agregadas las órdenes para "recibir y comer", o "beber". Y fueron quitadas
las palabras "misterio de la fe",
colocadas fuera de las palabras divinas, y personas humanas las colocaron como
introducción de aclamaciones humanas.
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Desapareció
ahí la esencia de la Misa; la "acción"
sacrificial divina por medio del sacerdote, y se colocó una mera "narrativa" humana del acto
pasado. Se destruye la obra divina, la esencia de la Misa. El sentido es
totalmente diverso. La "mayor
claridad" es pretexto fraudulento; "razones pastorales" no mudan el credo. La forma
divina del Sacrificio fue mudada por agregados y substraídos. Se acrecentó lo que
pertenecía a la forma y se retiró lo que pertenecía a la forma. La doctrina del
Concilio de Florencia enseña que con las mudanzas de sentido: "no se realiza el Sacramento"
(D.S.1313).
La "nueva misa" es nula.
7. Mudanza total de la Fe
Dice:
"El Ordinario de la Misa "fue
simplificado". Se retiraron las
"cosas menos útiles" no "rito de la oblación", en la fracción del pan y en la comunión".
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He aquí la naturaleza pervertida de
esa "simplificación"
de la fe, de la obra divina, mudándose el sentido del dogma, como si fuera cosa
de mera "utilidad" en
el obrar y no verdades en el creer. Lutero quiso alejar el sentido de "oblación" de la Misa y el
Vaticano II lo sigue. De ahí se sigue la total mudanza de la fe mudando el
Sacrificio en "Cena";
el altar en mesa; la presencia real en lectura; la transubstanciación en cosa
no realizable. Fue destruida totalmente la fe definida en Trento.
8. Mudanza de la fe por herejía
Dice:
"Fueron agregadas "nuevas
normas", "normas primitivas
desaparecidas con el tiempo": homilía,
oración de los fieles; rito de reconciliación con Dios y con los hermanos".
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Nadie puede agregar "nuevas normas" a la sustancia
de la fe divina; ellas nunca desaparecerán en la Iglesia: la Misa no es mera
instrucción, homilía, "mesa de la
palabra", igual a la "mesa"
de la narración presidencial. La misa no se realiza por las "oraciones
de los fieles" como si fueran concelebrantes, activos en la
realización de aquello que es el Santo Sacrificio. El Sacramento de la Penitencia
no es "reconciliación"
por mero acto humano, no sacramental; ni es "reconciliación con los hermanos", como si fuera lo
mismo, con cualquier fe, una opuesta a la otra.
9. Perpetua evolución del credo
Dice:
El Vaticano II ordenó leer la Biblia en la misa para instruir el pueblo; relevando
el proceso continuo del ministerio de la salvación, por las palabras más
significativas de la Biblia, de la revelación de Dios, para estimular el hambre
de la palabra de Dios; para perfección de la unidad de la Iglesia; para nueva
ordenación de la Misa. La Biblia es fuente perene de la vida espiritual; tiene
valor incomparable en la doctrina y formación teológica, fue escrito.
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La
santa Misa no es lectura de la Biblia. La Biblia no es la única fuente de la
Revelación. Su interpretación no es individual y libre. Su doctrina no es
humana y evolutiva. El credo católico no tiene "proceso continuo" de evolución. La unidad de la Iglesia
en la fe no es ecuménica, como cualquier fe. El pueblo fiel no es el infiel. El
Espíritu Santo no predica "doctrina
nueva". La Revelación divina no viene de la mente de los hombres. Las
herejías no tienen "valor incomparable"
en la Iglesia. La Tradición y el Magisterio de la Sede de Pedro son inmutables y
tienen autoridad divina.
He ahí el acervo de las herejías de
Lutero ahí insinuadas.
10. Nuevas doctrinas arbitrarias
Dice:
Fueron hechas otras mudanzas considerables "para corresponder con las cosas nuevas y las nuevas necesidades
de los tiempos." Son antiguos
textos de la fe, para "entendimiento
mas fácil" en razón de la oportunidad.
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Ahí está claro el Agnosticismo, el
Relativismo, el Evolucionismo de la verdad según los tiempos. Las "nuevas doctrinas" son las
perversiones de la fe por los textos de antiguos herejes. Se Aleja la fe
universal, común a todos, clérigos y legos, inmutable, no libre, divina y no
humana.
11. Coacción exterior contra los fieles
El Sr. Montini quiere "nunc cogere et efficere"
con las nuevas doctrinas de los ateos y herejes. Rechaza la "coacción exterior" contra los malos, herejía (D.S. 2605), y
quiere la coacción exterior contra los fieles. Quiere compararse a Sao Pio V
que mantuvo la unidad de fe, para imponer la "evolución de la verdad" con "variaciones y adaptaciones", según el arbitrio de los
herejes. La herejía quiere ocupar el lugar de la fe; Lucifer el lugar de
Cristo.
Conclusión
La
Constitución Apostólica "Missale Romanum"
es una pervertida obra herética de los enemigos de la Iglesia Católica. Su
perversión en la Liturgia se suma a la perversión en las doctrinas del Vaticano
II. La disimulación y audacia es más grande. Las doctrinas de Lutero ahí están
claras. La libertad religiosa de los ateos, de los masones, mató 600,000
católicos en la Revolución Francesa y ahora es ahí imperada en medio de los
católicos. La certeza de la "gran
apostasía" ahí está. La "abominación
de la desolación en el lugar Santo" ahí está. La supresión del "Sacrificio perene" ahí
está (Dan. XII, 11).
Ante
tan gran perversión es espantoso que "eclesiásticos"
que se dicen "católicos"
y hasta "tradicionalistas"
quieran validar el poder nulo de jurisdicción de los "papas" del Vaticano II. Algunos aparentan rechazar
la "misa nueva",
totalmente nula y herética, mientras validan al "papa" herético totalmente nulo. Tales "tradicionalistas" "no aceptan"
el credo católico, sino en los puntos arbitrariamente escogidos por ellos.
Tienen "unión" con los
herejes. "Simulan piedad,
renegando la virtud de la piedad”, dice Inocencio III con Sao Paulo (2
Tim. II,5).
Traducción:
R.P.
Manuel Martínez Hernández.
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