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domingo, 17 de octubre de 2010

"LA REACCION SE TORNA REVOLUCIONARIA"

A la par que la Democracia Cristiana financiada desde el extranjero se infiltraba en las filas panistas y de ahí al sinarquismo, y se manifestaba en la creación de diversas organizaciones de adoctrinamiento como acabamos de ver en líneas anteriores, el "progresismo religioso" infiltrado en la Iglesia Católica había logrado notables avances en el terreno de la penetración política a principios de 1967.
Además de los grupos democristianos destinados a la "concientización" de las masas, el Opus Dei —organismo político-religioso que tiene su sede en Madrid, España— tenía instalados ya, por conducto del Instituto Panamericano de Ciencias de la Educación, planteles en los pueblos de Jantetelco, Chancacingo y Jonatepec, Morelos, para "concientizar" a campesinos y maestros de la región. Idéntico programa se desarrollaba en poblaciones de Sinaloa y Sonora. En esta última entidad fue precisamente donde el Partido Revolucionario Institucional tuvo, en el terreno de los hechos —elecciones de julio de 1967—, su más grave descalabro electoral de los últimos tiempos, lo cual es un preludio de lo que serán futuras contiendas en pos de los puestos de elección popular.
En Aristóteles 239, el Movimiento Familiar Cristiano tenía ya organizadas las "Jornadas de Pastoral Familiar" conjuntamente con la comunidad religiosa "Maryknoll" y la intervención directa del clérigo norteamericano Donald Hesslen. Los religiosos de la orden "Maryknoll' tienen como misión principal incorporar a "la gente de bien" a la causa del "cambio de estructuras" en Latinoamérica, llegando, incluso, al apoyo "moral" de la violencia, como ha acontecido en Guatemala.
También había sido creada la "Unión de Mutua Ayuda Episcopal" (UMAE), organización "progresista" que agrupa, sobre todo, a mitrados de la costa del Golfo de México que, inspirados en principios revolucionarios enarbolados por Fidel Castro, el dictador de la Cuba esclavizada por el comunismo internacional, se sumaron a la causa de la "concientización" política de las masas mexicanas.
Pero al lado de estos brotes surgidos bajo el clima primaveral de "La nueva Iglesia", sobresale la labor desarrollada por el discípulo de L. J. Lebret, es decir, del padre Pedro Velázquez, quien desde el Secretariado Social Mexicano y con el apoyo pecuniario de "Misereor", había estructurado para entonces —principios de 1967— un gran acervo literario destinado al adoctrinamiento de los fieles, y que en el terreno político ha sido de gran provecho para Acción Nacional.
DE EUROPA ORIENTAL llegó a México el clérigo progresista Iván Illich, para impulsar la penetración político-religiosa en Mexico, y desde aquí, a los países latinoamericanos. Los cuantiosos recursos a su alcance le han permitido colocar comunistas de sotana en naciones hermanas.
"El Laicismo y sus Tácticas", "Iniciación a la Vida Política", "Los Cristianos y el Compromiso Temporal", "La Socialización al servicio del Hombre", "México, ¿una Revolución Malograda?", "Las Revoluciones Socialistas son Tímidas", "Cristianismo y Lucha de Clases"
, etc., son los títulos de algunos de los folletos salidos de la editorial del Secretariado Social bajo la dirección del padre Velázquez y destinados a los católicos que, de acuerdo con "La Nueva Iglesia", deben comprometerse en el "cambio de estructuras".
El "Instituto Mexicano de Estudios Sociales", que mantiene estrechos nexos con la Fundación Ford de los Estados Unidos, así como con el Secretariado Social Mexicano y que por conducto del licenciado Jesús García tomó parte activa (septiembre 16 de 1962) en la fundación de la "Juventud Popular Social Cristiana de México", ya había lanzado a la publicidad su literatura democristiana, entre cuyos títulos se cuentan, dentro de la "Serie Panorama de México": "Marco Geográfico y Evolución Histórica", "Demografía y Condiciones de Vida", "Aspecto Político", "Aspecto Económico", 'Aspecto Cultural", "Hacia una Sociología Familiar", "La Investigación Empírica para el Desarrollo", "La Integración Familiar en los Países en vías de Desarrollo", "Psicología Social del Subdesarrollo", "Antropología Social del Subdesarrollo", "Desarrollo y Cambio Socio-Religioso", "Subdesarrollo Socio-Económico", "El subdesarrollo de lo político", etc.
El campo de acción de los programas de "concientización" religioso-política ya estaba también estructurado e independientemente del adoctrinamiento de los cuadros panistas, sinarquistas, las agrupaciones democristianas, Confederación Latinoamericana de Sindicatos Cristianos, etc., la Confederación de Organizaciones Nacionales con sus 48 agrupaciones afiliadas es el objetivo ideal para llevar la corriente "progresista" a los medios políticos, puesto que la CON agrupa a todos los "cuerpos intermedios" previstos en la socialización de México, según lo afirma el padre Velázquez en su folleto "Socialización y Cuerpos Intermedios", de la editora Social Latinoamericana, S. A., impreso en 1967.
Y es natural que el finado clérigo don Pedro Velázquez se haya entusiasmado ante la existencia de los 48 "cuerpos intermedios" existentes en México, porque resulta evidente que son el enlace ideal para la "concientización" religioso-política con los lineamientos previstos por la "Internacional Progresista".
Entre los "cuerpos intermedios" sobre los cuales se cierne el apetito subversivo del "progresismo religioso" infiltrado en la Iglesia Católica para sorprender mejor la buena fe de militantes sinceros, se encuentran los, para nosotros venerados —por su patriótico historial y fidelidad a la Jerarquía Eclesiástica, en fin, por su hasta ahora ejemplar trayectoria'— organismos como "Junta Nacional de Acción Católica Mexicana", "Asociación Católica de la Juventud Mexicana", "Comité Central de la Juventud Católica Femenina Mexicana", "Unión de Católicos Mexicanos", "Unión Femenina Católica Mexicana", etc.
Y Junto a estas organizaciones que surgieron de "la Iglesia que vivió 20 siglos de errores" y que ahora son manjar codiciado del "progresismo religioso", figuran organizaciones marxistas-leninistas como "Informaciones Católicas Internacionales", editorial francesa encargada de difundir mundialmente el pensamiento de "La Internacional Progresista".
Completan la lista de "cuerpos intermedios" el semanario "Señal" (vocero semi-oficioso del PAN y de catolicomunistas), "Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad", "Movimiento Familiar Cristiano", "Unión de Empresarios Católicos", "Asociación Cultural de Maestros Mexicanos", "Movimiento Estudiantil y Profesional", "Organización de Maestros y Estudiantes Normalistas", "Unión Nacional de Profesionistas", "Federación Nacional de Ex-Alumnos de la Compañía de Jesús", "Confederación Nacional de Escuelas Particulares", "Corporación de Estudiantes Mexicanos", "Unión Femenina de Estudiantes Católicos", "Movimiento de Renovación, A. C.", "Obra de Protección a la Joven", "Asociación de Scauts de México", "Fundación Alfabetizadora Mexicana", "Método Lau-bach, A. C.", "Tercera Orden de San Francisco", "Sociedad E. V. C.", "Tercera Orden de San Agustín".
Además, "Tercera Orden de María", "Tercera Orden del Carmen", "Tercera Orden de Santo Domingo", "Adoración Nocturna", "Consejo Nacional", "Club Serra de México", "Asociación Nacional de Hijas de María", "Club Dios y Montaña", "Damas de la Caridad de San Vicente de Paúl", "Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga", "Unión Nacional de Estudiantes Politécnicos", "Escuela de Periodismo Carlos Septién García", "Asociación Cultural por un Mundo Mejor", "Obra Nacional de la Buena Prensa", "Centro Nacional de Comunicación Social", "Asociación Nacional Guadalupana de Trabajadores Mexicanos", "Juventud Obrera Católica", "Apostolado de la Cruz", "Apostolado de la Oración", "Confederación Nacional de Congregaciones Marianas", "Archicofradía Universal de Santa María de Guadalupe", Hermanas de Oblatos de San Benito" y "Caballeros de Colón", de acuerdo con la lista dada a conocer por la Confederación Nacional de Organizaciones Nacionales.
Con sólo echar un vistazo general a la Confederación de Organizaciones Nacionales que dirige el señor Oscar Zepeda con asesoramiento de Acción Nacional por conducto de Alejandro Avilés Cosío y sus 48 organismos afiliados que dice la CON agrupan a 6 millones de militantes, se advierte fácilmente la telaraña que se ha tejido para que caigan en el terreno de la "concientización" personas de militancia católica sincera, bien intencionadas pero desconocedoras de la trama "progresista".
Lo que digan en materia religioso-política clérigos comprometidos con la "Internacional Progresista" como Méndez Arceo, Ramón de Ertze Garamendi, Enrique Maza García, Antonio Brambila, Allaz, Dezobry, etc., o lo que expresen profetas de la subversión internacional como Dom Helder Cámara, los curas de Holanda, los jesuítas y maryknolles norteamericanos por boca del clérigo Iván Illich, el "emausita" Lemercier, etc., lo difunde un "cuerpo intermedio" como la "Obra Nacional de la Buena Prensa" (antaño al servicio de la "Iglesia que vivió 20 siglos de errores"), lo da a conocer a la Prensa Nacional otro "cuerpo intermedio" como el "Centro Nacional de Comunicación Social" (en manos de los profesionales del "progresismo", José Alvarez Icaza y Alejandro Avilés), lo comentan otro "cuerpo intermedio" como el semanario "Señal" (en manos democristiano-panistas), lo festeja otro "cuerpo intermedio" como el "Movimiento Familiar Cristiano", "lo tecnifica" otro "cuerpo intermedio" como el "Instituto Mexicano de Estudios Sociales" (en manos de la internacionalmente subvencionada familia Leñero Otero, defensora del homosexualismo, los prácticas anticonceptivas, etc.), lo difunde en el extranjero otro "cuerpo intermedio" como "Informaciones Católicas Internaciones", lo hace llegar en forma de recomendación a diversas agrupaciones católicas otro "cuerpo intermedio" como el Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad" y todo ello promovido por un Secretariado Social Mexicano en manos "progresistas" y alimentado ideológica y económicamente desde allende nuestras fronteras.
La trama no para aquí, pero con lo expuesto el el lector se puede dar idea de la telaraña tendida para hacer operar desde distintos ángulos -—y aparentemente sin liga alguna—- la "concientización". Por todo esto es que ha penetrado tan profundamente la corriente "progresista" entre los integrantes de otros "cuerpos intermedios".
En la acción de los "cuerpos intermedios" está la clave de la "mentalidad revolucionario-católica" que hoy caracteriza a muchos militantes católicos no enterados aún de la vasta obra de penetración política para desmexicanizar la oposición. También en la acción de los "cuerpos intermedios" está la clave de por qué el Partido Acción Nacional, antaño reconocido como "organismo de la reacción, oscurantista, retrógrado, retardatario", etc., ahora surge como un organismo político de corte "revolucionario".
La metamorfosis de Acción Nacional (virtual aliado de la "Internacional Progresista"), que ha derivado de opositor de los principios revolucionarios de 1910 a una rabiosa posición ultrarrevolucionaria (?), deriva de la "concientización de los cuerpos intermedios" con postulados políticos, religiosos y socioeconómicos del "progresismo religioso". No es, en consecuencia, que aquí objetemos el pleno derecho que los ciudadanos mexicanos tenemos para agruparnos con miras a la superación religiosa, política o socio-económica; quede bien establecido que lo criticable es que con monedas de la "Internacional Progresista" se esté realizando la penetración político-religiosa en México, con miras a subvertir Iglesia y Estado.
Por eso, porque Acción Nacional se inspira en la doctrina política del "progresismo religioso", es que el personal encargado de redactar el material que se publica en "La Nación" o en los boletines de prensa, tiene como libros de consulta las obras que editó el padre Pedro Velázquez al frente del Secretariado Social Mexicano. Cualquier argumentación en contra resulta inútil, porque basta con comparar la literatura, los principios, las metas, en fin, los términos que emplea la "Internacional Progresista" en el aspecto político-religioso y los que utiliza el PAN, para concluir que todo es lo mismo, y ante hechos no hay argumentos.
Por otra parte, porque el "progresismo religioso" infiltrado en la Iglesia Católica ha ido —en palabras, claro— más allá de los postulados revolucionarios del Partido Revolucionario Institucional; por eso también se advierte inquietud en el seno de este partido, y es que al final de cuentas, dentro del "partido-gobierno" (como lo llaman panistas y "progresistas religiosos") también militan católicos, pues de acuerdo con las estadísticas, en México más del 95 por ciento de los habitantes profesamos el Catolicismo.
Es un hecho que la "concientización" difundida a través de los "cuerpos intermedios" o las prédicas de "miembros del clero que son más sensibles a las aspiraciones del pueblo" han sensibilizado las filas priístas; pero cabe advertir que en tanto el PAN se beneficia de la acción político-religiosa salida de las filas "progresistas" en su lucha contra "los nacionalismos exacerbados" ("Presencia de la Iglesia en la Transformación de América Latina", p. 38) y "la violencia institucionalizada 'Ibidem, p. 41), el PRI, como parte vital de "la violencia institucionalizada", verá divididas las opiniones de sus miembros, menguadas sus filas y disminuidos sus votos.
Por eso el Partido Popular Socialista se muestra complacido y desde su posición de partido de inspiración marxista-leninista formula este comentario: "Después del Segundo Concilio Vaticano, como era de esperarse, ha comenzado el ajuste en los órganos que constituyen la suprema autoridad de la Iglesia Católica. La corriente conservadora no podía ocupar cargos de dirección, porque no se puede encomendar la reforma de la Iglesia a los que están contra ella y de las nuevas orientaciones de la Institución. El hecho no ha alarmado a nadie, porque ningún organismo, pequeño o grande, puede renovarse si en los puestos de mando se mantienen a los enemigos del cambio.''
Y añade: "Es lógico suponer que la depuración no se detenga en la dirección más alta de la Iglesia, sino que alcance a la jerarquía eclesiástica en todos sus niveles y en todos los países del mundo. Porque sería ilógico que quienes deben observar y hacer cumplir las determinaciones del Concilio Vaticano, estuvieran en contra de las nuevas tareas que les incumben. Esto significa que en México se operará también, tarde o temprano, un ajuste entre los directores de la Iglesia Católica." ("Nueva Democracia", febrero de 1968, p. 39.) Es natural que el PPS comente con tanto alborozo la nueva línea de "la Iglesia Católica". Ante sus ojos está ya el río revuelto en el que pretende pescar para provecho de la Revolución Mundial a la que sirve. Conviene, por otra parte, aclararle a ese partido de membrete que no es la Iglesia Católica, sino los enemigos de ella, infiltrados en sus filas, los que están comprometidos en la "concientización" con moldes marxistas-leninistas.
Las nuevas ideas que difunden los clérigos comprometidos en la penetración político-religiosa en México son terminantes contra "la Revolución Mexicana que se ha hecho conservadora", y por eso los subversivos comprometidos en llegar la violencia castrocomunista como Rafael Estrada Villa, el exdiputado del PPS, condenan la "vieja actitud cristera ya superada por la alta jerarquía eclesiástica que aplica los métodos avanzados de la ciencia política; dicta conferencias, aparece en televisión y ocupa asiento, con sotana y toda la cosa, en la Cámara de Diputados" ("Sucesos", agosto 5, 1967, p. 16).
¡Cómo no sentir beneplácito los comprometidos con la Revolución Mundial si el jesuita Antonio Brambila, "el padre Brambila que posee la cualidad nada común de encontrar el término preciso y adecuado", afirma que "El conservatismo no es progreso, y la Revolución Mexicana se ha hecho conservadora; se ha convertido en movimiento absolutamente conservador, que quiere tapar su eonservatismo con estar agitando constantemente la bandera revolucionaria." ("Unión", noviembre 3, 1968, p. 2).
¡Cómo no admirarse, en las filas de quienes se sustentan ideológica y económicamente en el extranjero, si "el padre Brambila (que) posee la cualidad nada común de encontrar el término preciso y adecuado a la idea" (Ibidem) denuncia que "en una sociedad democrática, teóricamente el pueblo tiene tres medios para expresarse: la prensa, las Cámaras y los partidos políticos. En México no puede expresarse por ninguno de los tres. Queda en consecuencia, la expresión callejera, volátil, fácilmente violenta y descarriable. Si partimos de lo dicho, de que nuestra Revolución ya no existe, por esto el espíritu revolucionario de los estudiantes la repudia en nombre de su propia revolución, que muchos de ellos quieren poner bajo el signo de Fidel Castro, el Ché Guevara o el lejano Mao Tse Tung. Del Gobierno toman la idea de que la Revolución es buena, gloriosa, moderna e indispensable; pero escupen con desprecio e impaciencia una Revolución que ha dejado de serlo". (Ibidem.)
La ' concientización" político-religiosa es en todos los campos, ocupa ya la atención de mentalidades de todas las condiciones sociales y las categorías intelectuales. La "concientización" lo mismo es en la declaración del clérigo extranjero y canónigo prebendado de la Catedral Metropolitana don Ramón de Ertze Garamendi, al afirmar que "La Revolución Mexicana es un movimiento fracasado" ("Excelsior", marzo 13, 1965). La "concientización" lo mismo es en todo lo antes expuesto que en la labor tesonera y callada del clérigo francés Tomás G. Allaz, quien tras los muros del seminario de León, Gto, está entregado a la tarea de formar nuevos sacerdotes del tipo de Camilo Torres, el dominico colombiano que se lanzó a la guerrilla y adoptó el comunismo. La "concientización" es a nivel continental desde México, mediante el funcionamiento del Centro Intercultural de Documentación (CIDOC), cuyo personaje clave es el enigmático Iván Illich, protegido del obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, y de jesuítas "progresista" norteamericanos.
La penetración político-religiosa es hoy una convicción hondamente arraigada en los clérigos "progresistas"; de ahí que al tocar el tópico de sus actividades, al igual que el finado sacerdote Pedro Velázquez, expresen: "Servidores de la sociedad, en la Iglesia y por la Iglesia, no podemos callar. Nuestros obispos nos han amonestado: «Nadie debe dejarse intimidar por aquellos que aparentemente celosos por la 'pureza y la 'dignidad' de la acción sacerdotal y religiosa, tachan de 'política la acción de la Iglesia. Con frecuencia tan falso celo encubre intención de imponer la ley del silencio, cuando urge, por el contrario, prestarles voz a los que sufren injusticia y es apremiante desarrollar la responsabilidad social y política del pueblo de Dios. De otra manera la Iglesia en el mundo presente no será servidora de la humanidad»." ("Contacto", edición del Secretariado Social Mexicano, números 9 y 10, p. 93.)
SONORA FUE, a mediados de 1967, la primera manifestación del Poder Laico" creado en México por el "progresismo religioso. Un PRI minado por los profetas de las nuevas estructuras, un PAN robustecido con las tesis revolucionarias de los clérigos "progresistas" y una juventud que actuó como instrumento de los llamados profetas de la destrucción, sorprendieron al país con un "civismo de nuevo tipo". Aquí, la turba quema un vehículo frente a la Universidad de Sonora.
El año 1967, para ser más exactos el mes de julio y durante las elecciones para elegir Gobernador, diputados y presidentes municipales en Sonora, marca la pauta de lo que en el terreno de los hechos ha logrado "el progresismo religioso" tanto en las filas del PRI como en el campo de la oposición. En esa entidad se vio un Partido Revolucionario Institucional diezmado en sus filas, con priístas que dudan ya de lo que postula su partido y se enfrentan a sus decisiones. Del lado contrario, el contingente de Acción Nacional se robusteció y con fórmulas revolucionarias salidas de mentalidades "aggiornatas" produjo lo que no fue precisamente una victoria para el "partido-gobierno". A corto plazo, la penetración político-religiosa del "progresismo", la "concientización de los cuerpos intermedios", el acercamiento de algunos priístas con "aquellos miembros del clero que son más sensibles a las aspiraciones del pueblo" y el "partido de los católicos", rinden ya sus primeros resultados.
Lo de Sonora es sólo un anticipo; después vendrán nuevas derrotas para el Institucional y lo que acontezca a largo plazo, será de trascendental importancia en el ámbito nacional.

Manuel Magaña Contreras
PODER LAICO
1970

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