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domingo, 2 de junio de 2013

EL GRAN ORIENTE DE LA MASONERIA SIN MASCARA (VI)

Por Mons. George Dillon
 
XII 
SIMILARES SOCIEDADES SECRETAS EN EUROPA
  
     Hemos Visto que el uso que los ateos hacían de la Francmasonería era muy elástico en la pasada centuria. Tal como viniera de Inglaterra, la Francmasonería tenía todas, las cualidades requeridas por los impíos revolucionarios, quienes tan hábilmente. y con tanto empeño la emplearon para sus propios fines. Su hipócrita profesión de deísmo, de aceptación de la Biblia y de beneficiencia; sus terribles juramentos en cuanto al secreto; su grotesco y absurdo ceremonial, al cual cualquier significado, desde el más tonto hasta el más profundo y oscuro, podía, ser atribuido; sus grados ascendentes, cada uno exigiendo secretos adicionales, para ser guardados no sólo de los extraños, sino de los propios en los grados más bajos; la pena de muerte por la indiscreción o la desobediencia; el sistema de misterio capaz de cualquier extensión; la oculta jerarquía; en una palabra, todas, sus cualidades pudieron ser enfatizadas y elaboradas a voluntad por los Infieles del Continente que hicieron de la Masonería Británica la suya propia. Pronto la estricta sujeción de todas las logias subordinadas a cualquiera que fuera la Logia Madre o el Gran Oriente de los cuales habían nacido, y de los que dependían, y, sobre todo, el completo entendimiento, entre los directivos de los "poderes" masónicos, es decir de los diferentes ritos en que se divide la masoneria, colocó toda la organización en las manos de un selecto cuerpo gubernativo, dirigido a su turno por una pequeña comisión de los más hábiles de entre los conspiradores, que eran elegidos por ese cuerpo y conocidos únicamente por éste.   
     El grueso de los miembros de la Masoneria recibe actualmente sus ordenes de este organismo interno, que es desconocido por los meros masones de las logias. Los miembros de la comisión delegados por las logias tienen el poder de atestiguar sobre la autenticidad de las órdenes.
     Aquellos que gobiernan desde la oscuridad tienen  cuidado de que estos delegados sean hombres dignos de confianza. Una logia, por lo tanto, tiene sus maestres sus funcionarios y su administración; pero sus órdenes vienen a través de canales que parecen no ser nada, pero que lo son todo en el movimiento de toda la masa.
     Ocurre entonces que el maestre de una logia, o el gran maestre de una provincia, o de una nación, cuyos altisonantes títulos pueden parecer a los extraños como que representan todo, son en realidad nada en el real gobierno de la Masonería. El poder real queda en el oculto comité de la dirección y agentes confidenciales que se mueven casi invisiblemente entre los funcionarios y miembros de las logias.
     Estos ocultos agentes de la iniquidad son espías vigilantes, secretos «tiradores de hilos", que raramente son promovidos a algún puesto, y que se contentan con el poder real para el que han sido elegidos para ejercer con destreza y cuidado.
     Fue a través de este sistema que Weishaupt obtuvo que se adoptara la masonería iluminada en la convención de Wilhelmsbad. A través de las maquinaciones de Knigge obtuvo de los delegados allí reunidos la aprobación de su plan de que el fin último de la Franc
masonería y toda conspiración secreta debía ser:
   : Panteísmo- una forma de ateísmo que adula el orgullo masónico.
   Comunismo de bienes, mujeres y empresas generales. 
   Que los medios para arribar a estos fines debían ser la destrucción de la Iglesia y de toda forma de cristianismo, la obliteración de toda clase de creencia sobrenatural y, finalmente, la remoción de los gobiernos existentes para dar vía a una república universal en la cual las utópicas ideas de completa libertad con respecto a las restriciones existentes en lo moral, social y religioso, y la absoluta igualdad y fraternidad social, deberían reinar. 
     Cuando estos fines se hubieran cumplimentado, pero no antes, el trabajo secreto de los Francmasones ateos cesaria.
     En la convencion de Wilhelmsbad, Weishaupt tomó las medidas para llevar a efecto estas determinaciones. Allí la masoneria se convirtio en una masa area organizada, al mismo tiempo que le estaba permitido asumir fantasticas formas. Los Caballeros Rosacruces, los Templarios, los Caballeros de Beneficencia, Los Hermanos de la Amistad, estaban estrictamente unidos a la masoneria iluminada. Todos podian ser alcanzados a través de la misma masoneria. Todos estaban colocados bajo un misrno gobierno. La masoneria se hizo más elastica que nunca. Cuando, como en los casos de Irlanda y Polonia, una nacionalidad esclavizada que el Directorio Invisible deseaba revolucionar, podia ser encontrada, y cuando, al mismo tiempo, el respeto existente por las palabras del Vicario de Cristo hacia a la Masoneria odiosa, una sociedad politica secreta era formada a la orden para seguir el plan de la masoneria pero bajo otro nombre. Esta, siguiendo el ejemplo de la masoneria, pronto se disfrazaba con la mascara de celo y respeto por la religion, pero estaba obligada a tener horribles juramentos, grados ascendentes, centros, la terrible pena de muerte por indiscrecion o traicion; estaba obligada a ser, en esencia, y en todos los sentidos, si no en nombre, una sociedad identica a la Francmasoneria.
     La dirección suprema de la Revolución, por medios seguros, iba a manejar las cosas de modo de tener adeptos poderosos y prominentes en la administración; y la sociedad, aun cuando hubiera sido fundada para defender a la religion catolica, tarde o temprano, pero con seguridad iba a divergir de la iglesia y hacerse hostil a la religion y a sus ministros.
     Los revolucionarios ateos del continence aprendieron a la perfeccion el arte de efectuar esto; de aqui la rápida asistencia de hombres que estaban asesinando sacerdotes en Paris y a lo largo de Francia e Italia, les prestaron a los católicos de Irlanda en 1798.
     ¿Fue acaso para aliviar la persecución a los catolicos de Irlanda mientras que ellos mismos estaban en una medida mucho mas temible oprimiendo a la Iglesia Católica, sacerdocio catolico, a religiosos católicos y a la gente católica, por no otra razón qua la profesion de fe católica en Francia e Italia? De ninguna manera. Ellos, al mismo tiempo, habian ya corrompido a los irlandeses. Algunos de estos eran infieles declarados y otros eran jacobitas francmasones sin ataduras particulares a ninguna forma de cristianismo, que compartian la indiferencia napoleónica por la religion y estaban tan dispuestos a profesar celo par sus compatriotas católicos, como aquél, y sus soldados estaban dispuestos a profesar "amor" por el Corán y el Profeta de Egipto, o por San Januarius en Nápoles. Pero ellos y sus lideres de la Masoneria Negra sabian que una vez que pudieran unir a los mejores y mas verdaderos catolicos de Irlanda para formar una sociedad secreta según los lineamientos que acabo de describir, encontrarian pronto una via de entrada para el ateismo en el país. No les faltarian medios para ganar reclutas gradualmente de entre los mejor intencionados católicos, y atarlos con juramentos y sujetarlos a influencias ocultas. Eran habiles en el proselitismo, especialmente para ejercerlo entre aquellos que renunciaban a la libertad y al dominio de su voluntad en beneficio de amos desconocidos. Pero la acción de los ateos de Francia fue extendida para ejercer el daño que intentaba llevar a cabo en Irlanda, tambien en otros paises catolicos. Pronto forzaron su tirania en Italia, España, Portugal, Suiza y las provincias renanas de Alemania.
     Era esto suficientemente malo en si, pero no lo era todo. Cuando los ejércitos revolucionarios de Francia abandonaron estos paises, después de la caida de Bonaparte, dejaron una mortal opresión, imposible de ser borrada, detras de ella. Este era el sistema de la organizacion atea de la cual hemos estado hablando, la cual no fue remisa en producir sus frutos malignos.
     En la catolica Italia, donde el latigo de la revolución cayera mas pesadamente, la desgracia ocurrio de esta manera:
     El descontento consecuente a la multitud de partidos politicos en ese país dio a los conspiradores secretos de la escuela de Weishaupt una esplendida oportunidad de renovar nuevamente sus intrigas; mientras el desdichado gobierno de los Borbones de Francia, al permitir el florecimiento de la francmasonería, le permitió a su dirección suprema la oportunidad de asistir a aquellos de múltiples maneras. La opinión pública en Alemania no estaba madura para ninguna clase de ateísmo a menos que estuviere velado por las hipócritas declaraciones de la Tungendbund. En Italia, sin embargo, aun que la religión era un sentimiento, entre todas las clases, la división del país en pequeños principados hizo que las esperanzas de los revolucionarios fueran allí más robustas que en cualquier otra parte, y la oportunidad de dar un golpe al poder temporal del Papa bajo el pretexto nacional de la unificación de Italia, era una tentación demasiado grande para que el Supremo Directorio Masónico la resistiera.
     Además, no podían olvidar que en sus esfuerzos pasados el poder del Papa habia sido la causa de sus muchos fracasos. Juzgaron ellos con razón que la completa destrucción de su autoridad temporal era esencial para el ateísmo, y el primero y más necesario paso para sus planes finales con respecto al cristianismo a la subyugación del mundo a su gobierno. El poder temporal era la fortaleza, el punto de unión de cada autoridad legítima de Europa. Con un seguro instinto de conservación el Sistemático Señor de Rusia, el Rey Evangelista de Prusia, los gobiernos Protestantes de Inglaterra, Dinamarca y Suecia, lo mismo que las antiguas dinastías católicas de Portugal, Austria Bavaria, España, habian determinado en el Congreso de Viena sobre la restauración de los dominios temporales del Papa. Los Conservadores de Europa, ya fueran católicos, protestantes o cismáticos, tenían el sentimiento de que mientras los Estados de la Iglesia se conservaran intactos para la Cabeza de la religión católica, sus propios derechos estarían a salvo de cuestionamientos... de que para que se los tocara; a ellos los derechos del Papa debían primero ser atacados.
     La conspiración atea guiada ahora por revolucionarios experimentados, vio también que el conservadorismo del mundo que ellos tenían que destruir con el objeto de dominar en su lugar, no podía ser minado sin retirar primero los cimientos de la civilización cristiana sobre los cuales reposaba, y que incuestionablemente, aún para los cristianos cismáticos y los herejes, eran la autoridad temporal y espiritual del Papa.    
     No teniendo idea de la preservación divina de la religión cristiana, juzgaron que la destrucción del poder temporal llevaría inevitablemente a la destrucción del espiritual; y como la experiencia probara que sería inútil intentar la destrucción de ambos, pusieron ellos en acción a todos sus agentes para destruir primero el poder temporal. Determinaron por lo tanto crear y hacer fermentar hasta las últimas consecuencias el descontento político entre los pueblos de los diferentes estados en los cuales estaba dividida la península itálica. Ahora bien, esto era una tarea dificultosa en vista de la experiencia que el pueblo italiano había obtenido de las revoluciones y constantes cambios políticos realizados por los franceses desde el primer intento de la República hasta el final del Imperio. El Congreso de Viena restituyó la mayoría de los antiguos estados italianos, y también los estados de la Iglesia, a sus legítimos dueños. Una paz, una prosperidad tales como habían sido conocidas en años, comenzó a reinar en la península. La masa del pueblo estaba profundamente contenta. Era más católica que nunca, a pesar de todo lo que los agentes revolucionarios de Francia hacían para pervertirlos. Pero quedaba una peligrosa fracción entre la población que no estaba de ninguna manera satisfecha con el cambio que tanto había beneficiado a la nación en general.
     Esta fracción consistía en aquellos individuos, y sus hijos, que se habían beneficiado con el régimen revolucionario. Estos fueron los hombres que se convirtieron en delegados de aquel régimen en Roma, Nápoles y en todas partes, y, con la ayuda de las bayonetas revolucionarias francesas, se apoderaron de los bienes de la Iglesia y se enriquecieron por la expoliación pública. Estos, todavía permanecían siendo revolucionarios en la médula. Luego, estaban los intereses de su partido, y, finalmente, estaba esa clase rara, educada por las numerosas universidades baratas del país en número demasiado grande, los hijos de abogados y otros profesionales, quienes, teñidos de liberalismo, fácilmente se convirtieron en las víctimas de los complotadores que todavía permanecían partidiarios de los principios y eran miembros de las organizaciones de Weishaupt y sus compañeros ateos. Aun uno de estos jóvenes, corrompido y con sus ambiciones excitadas por la competente manipulación de estos emisarios de Satán, todavia activos, aunque mas imperceptibles que nunca, seria suficiente para avivar una llama entre sus compañeros, capaz de crear un amplio descontento. Ayudada entonces por estos elementos, ya a mano para sus propósitos, Weishaupt y su oculto. Directorio determinaron avivar la llama de la revolución en Italia, que, con sus efectos, causaria antes de mucho tiempo más daño a la religion y al orden que el que causara la misma Revolucion Francesa en su sanguinaria pero breve carrera. Esto fue Ilevado a cabo por medio de   
la formación, según las más oscuras lineas de la masoneria "iluminada", de la terrible Secta de los Carbonarios.

XIII  
LOS CARBONARIOS.
     En esta secta, el total de los hasta el momento reconocidos principios del ateismo organizado fue perfeccionado e intensificado. En ella, desde el comienzo, una astuta hipocresia fue el medio más usado como el mejor calculado para ganar a gente católica hasta la médula. El primero de los carbonarios de quien tenemos noticia cierta apareció en un momento en que el ateismo, dirigido por Weishaupt, estaba ocupado en formar en todas partes asociaciones secretas aparentemente sin ningún otro propósito que las mejoras politicas. Habia él determinado ensayar sobre el campesinado italiano las mismas artes que Ios franceses habian reservado para los campesinos de Irlanda. Los Irlandeses Unidos fueron coaligados para demandar, entre otras visas, la Emancipation Católica. Nunca tuvo un pueblo mayor razón para levantarse contra la opresión que los católicos irlandeses de esta época. Sin embargo, fueron urgidos a hacer eso por lideres que en gran medida, no eran católicos y que no tenian quejas en materia politica, y cuyo principal objetivo era la formación de una republica independiente en Irlanda gobernada, por supuesto, por ellos mismos, y sobre el modelo de la que entonces estaba establecida en Francia.
     Este les parecia a los católicos el unico camino para poder zafarse de la dominación herética que habia oprimido a su país durante tan largo periodo.
     Ahora bien, los Carbonarios de Italia fueron formados al principio con un propósito idéntico al de los Irlandeses Unidos. Conspiraron para que se les devolviera su independencia nacional arruinada por los franceses, la libertad de su religión, y si legitimo so
berano Borbón. En el caso de ellos era obligación indispensable que cada miembro no sólo fuera católico, sino que recibiera regularmente los sacramentos. Tomaron como su Gran Maestro, a Jesucristo Nuestror Señor. Pero, como he dicho antes, es imposible para una sociedad secreta que tiene la pena de muerte para el caso de que se quebrante el secreto, que tiene grados ascendentes, y que está obligada a la obediencia ciega a amos ocultos, permanecer durante mucho tiempo sin caer bajo el dominio del Supremo Directorio del ateismo organizado. Así fue con los carbonarios que, habiendo comenzado en las más puras líneas católicas y leales, terminó siendo la peor clase de sociedad secreta que los infieles formaron entonces según los lineamientos de la masonería. Muy pronto, los partidarios italianos de la masonería negra invadieron sus filas, siendo los más ruidosos en sus protestas de religiosidad y lealtad. 
     Igualmente pronto, estos hábiles, experimentados e enescrupulosos veteranos de la intriga oscura obtuvie ron el dominio de la dirección suprema, ganaron prósélitos de entre los conspiradores adecuados, y tuvieron la entera asociación en su poder. Era entonces fácil encontrar abundantes pretextos para excitar las pasiones de los reclutas, avivar las esperanzas en la revolución, crear insatisfacción política y convertir al cuerpo enteró de la secta en lo que ha llegado a ser realmente. El genio italiano pronto sobrepasó a los alemanes en astucia; y tan pronto, o tal vez antes, de que Weishaupt muriera, el gobierno supremo de todas las sociedades secretas del mundo fue ejercido por la Alta Vendita o logia superior de los Carbonarios italianos. La AltaVendita gobernó a la más negra francmasonería de Francia, Alemania e Inglaterra; y hasta que Mazzini arrancó el bastón de mando del oscuro Imperio de ese cuerpo, continuó éste con consumada habilidad dirigiendo las revoluciones de Europa.
     Consideraban los Carbonarios, con esa sabiduría peculiar de los hijos de la oscuridad, que la conspiración contra el papado era una conspiración permanente. Empleó sus principales intrigas contra el Estado, el medio qu rodeaba y aun la misma persona del Pon
tifice. Tenía la esperanza eventualmente, por medio de sus manipulaciones, de ganar al mismo Papa para traicionar al Cristianismo, y luego tener el mundo a sus pies, Los carbonarios dejaron libertad sin medida a las logias de la masonería para efectua las revoluciones de carácter político, que se encargaban de los problemas de la secta en Francia, España, Italia y otros
países. Los movimientos más importantes todavía los reservaban para ellos. La permanente instrucción de este cuerpo a sus partidarios dará una idea de su poder, su política y sus principios.

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