Yo te amo tanto,
Virgen María,
que todavía,
Mi corazón,
Siente que es poco
Lo que te quiere;
Y ya se muere
De puro amor!!
Yo no ambiciono,
Madre querida,
Nada en la vida,
Más que tu amor...
Más que tu amor...
Haz, Virgen pura,
Que yo te quiera
Tanto, que muera
De puro amor!!
Los querubines
Doblan las frentes,
Doblan las frentes,
Y reverentes
Besan tus pies.
¡Reina del Cielo,
Que un día tu planta
Que un día tu planta
Bese, en la santa
mansión, también.
Mons. Vicente M. Camacho
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