LA EXTRAÑA ESTRELLA DE LOS MAGOS

CIEN PROBLEMAS SOBRE CUESTIONES DE FE 

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LA EXTRAÑA ESTRELLA DE LOS MAGOS 

DIFICULTAD: Me atrevo a pensar que, en lo que se refiere a San Mateo, la astronomía no fue su fuerte. Si hubiese sabido que las estrellas son inmensamente mayores que la tierra y se hallan a una temperatura increíblemente elevada, es fácil que no hubiese narrado que una de ellas había sido el faro indicador movible de los Magos y al final se habría detenido sobre el establo.

     ¡A todos los habría reducido a cenizas! (P. L.—Ascoli.) 

     Esta dificultad me recuerda la reciente de un sabio americano, publicada con mucha seriedad en un periódico, contra la Asunción de María Santísima. Objetaba seriamente que el supuesto rápido traslado del cuerpo de ella al cielo se habría incinerado por el calor producido por el roce de la atmósfera. Realmente los meteoritos, cuando penetran a gran velocidad en la atmósfera terrestre, se incendian.

     Perfectísimamente. Y no se necesita ser un gran sabio para conocer lo que sucede con los meteoritos.
     Pero hay una pequeña diferencia con el caso de la Virgen: que su cuerpo llevado al cielo no es un... meteorito, esto es, una porcioncilla de materia cósmica cualquiera que ha penetrado en la atmósfera terrestre, sino un cuerpo glorioso, esto es, dotado de nuevas propiedades sobrenaturales ajenas a las leyes terrenas de la materia corruptible: aunque es verdadero cuerpo, pero en cierto modo está espiritualizado. Lo mismo ocurre con la estrella.
     Situadla en el marco de los acontecimientos sobrenaturales con que tiene relación, consideradla como un fenómeno luminoso milagroso —semejante a una estrella sólo para el que lo ve— y... estrella y establo serán compatibles.

BIBLIOGRAFIA

G. Ricciotti: Vida de Jesucristo. Traducción española por don Ramón Roquer Vilarrasa, 7.a ed., Editorial «Luis Miracle», Barcelona, 1960;
P. C. Sanducci: María SS. nel Vangelo, 1953, págs. 162 y sigs.