Agonisticos. Nombre con que Donato y los donatistas designaban a los predicadores que enviaban a los pueblos y campiñas para propagar su doctrina, y a quienes consideraban como otros tantos combatientes propios para conquistar discípulos. Se los llamaba además circuidores, circeliones, circunceliones, catropitas, coropitas, y en Roma montenses. La historia eclesiástica refiere la multitud de violencias que empleaban contra los católicos.
Agoniclitas. Herejes del VIII siglo, quienes tenian por máxima no orar jamás de rodillas, sino de pié. Esta voz es compuesta de a, privativa, de genu, rodilla, y del verbo klino, inclinar, doblar, encorvar.
Agynianos. Herejes llamados también agionitas ó agioneses que aparecieron cerca del año de Jesucristo 694. Reprobaban el uso del matrimonio y pretendian que Dios no habia sido el autor de este sacramento; su nombre se deriva de la voz griega a, que significa privación, y de gyne que significa mujer. Esta secta parece haber sido un vástago de la de los maniqueos.
Albaneses. Herejes que turbaron en el VII siglo la paz de la Iglesia y que aparecieron principalmente en la Albania ó parte oriental de la Georgia. Renovaron la mayor parte de los errores de los maniqueos y de otros herejes que habían vivido hacia mas de 300 años. Su primer desvarío consistia en establecer dos principios: el uno bueno, padre de Jesucristo, autor del bien y del nuevo Testamento; y otro malo, autor del antiguo Testamento, el que desechaban, sosteniendo ser falso todo cuanto pudieron decir Abrahám y Moisés. Añadían que el mundo es de toda eternidad, que el Hijo de Dios habia traído un cuerpo del cielo; que los Sacramentos, a excepción del bautismo, son unas supersticiones inútiles; que la Iglesia no tiene el poder de excomulgar, y que el infierno es un cuento forjado al capricho.
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